Hace apenas tres años, en 2022, teníamos catalogados unos 30.000. En 2016, solo 15.000. Y a principios de siglo, apenas conocíamos un millar. Fijaos en la curva: es exponencial. Luca Conversi, que dirige el Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA), lo ha dicho claramente: esto no va a parar. Al contrario, va a acelerar.
De esos 40.000 objetos, los expertos de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA han calculado las órbitas hacia el futuro. Utilizan sistemas de software muy avanzados que proyectan el camino de la roca con años, décadas, e incluso siglos de antelación. Ninguno de los 40.000 asteroides conocidos supone una amenaza para la Tierra en el futuro previsible. Sin embargo, los asteroides de más de un kilómetro de diámetro si pueden suponer un peligro. Esos son los «asesinos de planetas», los que podrían acabar con la civilización tal como la conocemos, al estilo de lo que les pasó a los dinosaurios. De esos, hemos encontrado casi el 95% y ninguno viene hacia aquí.
Publicado: 9 diciembre 2025