Ellos no se dieron cuenta, pero cuando los astronautas del Apolo 14 trajeron a la Tierra muestras lunares, entre ellas había por lo menos un fragmento de la Tierra antigua. Uno que con toda probabilidad fue expulsado por la Tierra como consecuencia de un gran impacto sucedido hace más de 4.000 millones de años. Estaba dentro de otra roca más grande, apenas pesaba dos gramos y estaba hecho de cuarzo, feldespato y circón, materiales muy raros en la Luna pero extraordinariamente comunes en la Tierra.