Cómo es ser ayudante de Isabel Muñoz (Premio Nacional de Fotografía) durante más de 20 años

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Transcripción

Bienvenidos, amigos de Fotolari, a este nuevo episodio del podcast. Sabemos que vamos con una semana de retraso, así que os pedimos disculpas. Pero, después de las vacaciones de Semana Santa, ha sido un poquito complicado gestionar y cuadrar agendas de todo el equipo, ya sabéis, viajes, eventos, etc. Y como Fotolari suele estar siempre unida a la actualidad, no queríamos dejar un episodio cojo por alguna par.

Nosotros normalmente no grabamos los episodios con mucha antelación, justamente por esto, porque intentamos que el episodio vaya unido lo más cercano a la actualidad posible y que os llegue toda la información lo más actualizada posible cuando lo escuchéis. Por tanto, era bueno dejar una semana para traeros un episodio en condiciones, no un poco por relleno. Hoy viene Álvaro a la sección de la diapositiva y el negativo.

Nos va a hablar, creo, por lo que me ha enseñado, algo de blanco y negro. Creo que ha habido un par de cámaras muy interesantes de monocromo que ha salido hace una semana o así, así que yo creo que va a ir por ahí y algunas otras cosas. Y luego tengo también un invitado muy especial que lo conozco de hace muchos años, que es David López Espada, probablemente los que no estéis en la fotografía muy, muy, muy

metidos, ¿vale? A lo mejor no os suena el nombre, pero si os digo que David ha estado como ayudante de una de las grandes fotógrafas de España, como es Isabel Muñoz, durante más de 20 años, probablemente el interés que os suscite puede ser un poco mayor, ¿verdad? Pues sí, él ha estado con Isabel durante más de 20 años como ayudante fotográfico y además copiando obra de ella para la que se exponía o la que se vendía, etc.

Así que hablaremos con él de esa figura del ayudante, anécdotas con ella, cómo es estar justo a la sombra de una de las grandes fotógrafas de España, recordemos, Isabel Muñoz, Premio Nacional de Fotografía, y un montón de cosas ya que, bueno, Isabel Muñoz ha hecho grandes trabajos, ha viajado muchísimo por el mundo y trabajos que muchas veces han exigido bastante físicamente, ya no solo fotográficamente sino físicamente

y mentalmente. Además, hablaremos de impresión de fotografías con él, ya que a día de hoy, bueno, pues él es parte de Espacio RAW, bueno, él es el fundador de Espacio RAW, que es un laboratorio de fotografía muy importante, él ha copiado obra también de muchos fotógrafos importantes de este país, ya que, bueno, también el haber podido copiar obra de una gran fotógrafa en España, pues le abrió las puertas de conocer grandes fotógrafos.

Así que hablaremos de esa parte, qué es un laboratista, cuál es el cometido, también hablaremos de un poco de la impresión fotográfica en la actualidad, qué cosas hay que tener en cuenta, cómo ve a día de hoy esa parte física de la impresión en copia, etc, etc, etc, unido a la actualidad. Yo que de vosotros no me lo perdería, y vamos a empezar, pero os recuerdo, por favor os recuerdo que si no estáis suscritos al podcast, por favor os suscribáis a través de la plataforma

donde lo escuchéis. Ya sabéis que podéis escucharlo en la web, a lo mejor alguno lo estáis escuchando desde la web, pero os podéis suscribir porque el podcast siempre sale un día antes en las plataformas antes que la web de Fotolari, así que, bueno, pues podéis escucharlo en Apple Podcasts, en Spotify, en iVoox, bueno, en cualquiera de las plataformas donde lo escuchéis, y además, bueno, por daros las gracias por hacernos ser uno de los podcasts

de fotografía más escuchados de todos, así que, muchas gracias, empezamos con el episodio. Fotolari Podcast, fotografía, vídeo y lo que surja. Con Rodrigo, Iker y Álvaro. Con una semana de retraso, como os comentaba en la introducción, por temas de la Semana Santa, bueno, pues venimos con una semana de retraso, pero llegamos, llegamos, ya sabéis que el podcast siempre llega, y hoy tengo conmigo un invitado muy especial, y digo muy

especial porque es una persona que conocí y hace 15 años, casi 15 años, bueno, ya son 15 años, de la cual, bueno, pues le tengo que dar las gracias también a él y a una persona que tenemos en común, porque he aprendido mucho de él, aunque él, a lo mejor nunca se lo he dicho, pero he aprendido mucho de él también, y es una persona que considero prácticamente un amigo dentro de la profesión, que es David López Espada.

¿Qué tal, David? ¿Cómo estás? Bien, encantado, es recíproco, créeme. Bueno, digo lo de un amigo en común porque, aunque él es más amigo todavía de él, porque es amigo incluso de la infancia, que es Amador Torí, que es una persona con la que yo tuve el placer de empezar en esto de la fotografía prácticamente dentro del mundo comercial y entender cómo iba ya todo este mundo, ya que fui ayudante de él, y a su vez, pues

gracias a Amador, tuve la oportunidad de conocer a David, y a un montón de cosas alrededor también de David, que es de lo que hablaremos ahora. Bueno, David, voy a hacer una pequeña breve introducción de dos cosas así importantes de las que vamos a tratar y por qué estás aquí. Muchas de las personas que estéis escuchando esto diréis, bueno, y aunque ya os he hablado de qué vamos a hablar, pero ¿por qué David?

Pues porque David, durante 18 años, fue ayudante de una de las mayores fotógrafas que ha dado este país, premio nacional de fotografía, como es Isabel Muñoz, ¿en qué ha consistido esto? Bueno, ahora nos lo contará, pero ha sido copista y ayudante de ella durante, como digo, 18 años, y a su vez, bueno, a día de hoy es laboratista y copista, lo que podamos decirlo, ¿no?, en Espacio Rao, que es uno de los laboratorios que hay aquí en Madrid, en los que él ha

copiado ya un montón de copias a grandes fotógrafos también de este país. No me equivoco, ¿no, David? No. Antes que nada, también quiero puntualizar ese nexo que tú nombras, que es Amador Torín. Primero fuimos amigos, pero es verdad que yo empecé en la fotografía por él, y este nexo además llevó a lo que, bueno, pues soy yo ahora mismo, es decir, agradecer tanto a mi trayectoria con Isabel, que fue de trabajo y de aprendizaje todos los días, pues un

poco a lo que soy hoy a nivel, en el mundo de la fotografía, aquí en Madrid, vamos, o sea, básicamente. Bueno, en Madrid y en España, porque, a ver, es verdad que mucha gente a lo mejor, cuando habla de tu nombre, a lo mejor que sean fotógrafos, puede que no te conozcan, pero es verdad que dentro del mundo de la gente, que a lo mejor es el espacio expositivo o gente que realmente ha impreso, ya tanto aquí en Madrid como en España te conocen, que eres una persona

relevante dentro de esto. No mucha gente copia para ciertos espacios expositivos, ya sea Fotoespaña, un montón de estos espacios, ¿no?, o sea, esa gente sí que seguramente, probablemente, cuando haya oído tu nombre, seguro que te, vamos, que sabe quién eres. Sí, sí que es verdad que trabajamos para mucha gente. Sí, ¿no? ¿Has trabajado para mucha gente? No digas el nombre. Sí, sí, no, sí, sí.

Bueno, te voy a hacer una, vamos a empezar un poco para, ya hemos nombrado a Amador, y esta parte que me estabas comentando me viene muy bien, porque ya te lo iba a preguntar, aunque yo sé un poquito de todo esto, pero quiero también que la gente te conozca un poco, ¿no?, cómo llega la fotografía, desde la vertiente que sea, a tu vida, cómo llegas a, vamos, rápidamente y resumidamente, cómo llega la fotografía a tu vida y cómo llegas

a saber. Muy rápidamente, yo empiezo más o menos con 15 años, salgo del colegio, voy al instituto, y era un instituto, no sé, quizás demasiado a de ser moderno, pero yo estupendo, y a la vez muy libre, y nos ponían cámaras al alcance de, nos las dejaban para llevárnoslas a casa el fin de semana, era algo increíble, y de repente me gusta, y hay un grupo que se reúne fuera de un horario escolar, y lo controla Amador Tonín, es el profesor, y ahí donde

nos conocemos, nos hacemos amigos, me enseña a revelar, y luego él nace como profesional, y yo creo que además sería justo que tú un día también, seguro que lo habrás hecho, lo tendrás pensado, pero hay muchísima gente que ha salido a la sombra de él, o sea, nos enseñó no solamente fotografía, sino cómo vivir de la fotografía, cuidado, eso es lo más importante, yo creo, que a mí es lo que más me ha enseñado, yo creo, exacto,

cómo ser generoso, cómo no dar importancia a nada sin enseñarlo todo, abrirnos las puertas a la hora de esto, y bueno, en uno de esos viajes, él me habla de que me presenta un día a Isabel Muñoz, voy a su estudio, me quedo fascinado, o sea, veo como a una persona increíble y en un espacio increíble, como en el estudio de Isabel Muñoz, que era maravilloso en esos tiempos, y un día viene y me dice, oye David, ¿sabes a dónde anda una ayudante

para trabajar unos meses? Si te apetece, y entro, y bueno, pues como dices tú, me quedé 18, y alguno más, casi 22, al final, imagínate. ¿En qué fechas estamos hablando? ¿Sería más o menos? Estamos hablando más o menos del año 91, 92, por ahí, 93, quizás, ya casi lo he olvidado, ¿eh? Sí, ¿no? O sea, qué bueno, sí, sí, y además, la primera vez que entro con ella, ellos se marchan de viaje a Camboya, porque Amador estuvo de asistente

y viajaba con ella, y yo me quedo ahí preparando el laboratorio, y cuando llegan, me traen un saco de una bolsa de basura llena de carretes, o sea, como unos 300 rollos habría ahí, y ya te digo, yo a la primera semana, y sabía no ser una persona muy, muy, muy impaciente, y claro, yo revelaba de dos en dos, con lo cual, pues eran como 20 rollos al día, no llegaría más, y bueno, a la semana me quería alargar, diciendo, este tío es un inútil,

¿no? Luego ya llevaba 15 días y revelaba a dos manos, revelaba 20 carretes por hora, ¿sabes? Era una cosa terrible, pero bueno, así fue un poco el inicio. Hablando de carretes, porque claro, eso es lo que dices tú, esto estaba así, bueno, yo lo he hablado con Amador alguna vez, él revelaba en la bañera, en el piso que tenía, ¿no? Y no sé si ella era en Madrid, ¿no? Cuando lo revelaba, estaba en Madrid ya capital,

o porque en Leganés no era, ¿no? Cuando revelaba ahí, eso no se lo... No, no, no, él ya reveló primero en el laboratorio que tenía en Leganés, ahí en la bañera, en el lavabo, y yo fui la primera persona que conocí que montó su primer estudio, compartido con otro fotógrafo, Rafa Martín, que también me dio clases, otro fotógrafo de Leganés, muy buen tanto formador como persona.

Y él empezó eso, montó un laboratorio que para nosotros era como, ostras, entrar en el futuro, ¿no? Un ampliador ahí gigante, una pila, líquidos, el dolor, tenía un pequeño estudio, o sea, era muy interesante. Pero yo creo que había, como él, habría muchísima gente en esa época, eh. Cuidado, ¿eh? Sí, no, obviamente, ¿no? A mí es lo que siempre me decía, ¿no? Decía yo, yo hacía esto, pero es que éramos muchos, me decía.

Claro, efectivamente. Pero, ¿dónde aprendiste a revelar esos carretes? ¿Te enseñó él? Aprendí en el instituto, en serio. Ah, en el instituto. O sea, en un cuartito que había debajo de un rinconcín que dejaban ahí para esto, y ahí aprendí a revelar. Pero realmente cuando aprendí bien, bien de verdad, fue cuando, bueno, pues, entré donde Isabel, que necesitaba eso, no poder estropear un carrete.

O sea, puedo decir que no he estropeado nunca ningún rollo. Alguno lo salvé de milagro, pero porque, bueno, pues te equivocas a veces en algún líquido, pero bueno, fue, no fue traumático porque fue, había algunos líquidos que se llamaba el fijador y luego estaba otro que se llamaba el, el, el, para aclarar, lavar, que era una cosa que se llamaba ajepón, que era también de AXA, y los botes eran idénticos.

Entonces, bueno, pues una vez los crucé, pero simplemente lavar y ya está, y se solucionó. Y ahí le sientes la presión de revelar y de ponerte al día porque sabes que estás trabajando para alguien muy, muy, muy especial. Al principio, claro, porque no es lo mismo. Tú a lo mejor sabías revelar, pero claro, no es lo mismo revelar, más o menos, con lo que puedes aprender en el instituto, a que de repente te empiecen a venir un forzado,

un carrete de no sé cuántos ISO, este líquido yo no lo he usado, como decías tú, ¿no? Cómo era esa primera parte, ¿no? Al principio cuando entras, ¿porque tenías a alguien encima o tenías...? Bueno, pues me echaba un cable siempre amador y siempre, entonces no había internet, con lo cual, pues íbamos a los libros, a los apuntes, siempre consultabas con alguien.

Pero también te tengo que decir que, por ejemplo, en el caso de Isabel, ella era muy sofisticada con su procesado porque su revelado era un revelado un pelín más denso que el normal porque sabéis que ella siempre ataba su obra en un platino, en una copia en platinotipia, por lo cual había luego un proceso de ese negativo se hacía un positivo y de ese positivo se volvía a hacer otro negativo al tamaño en el que ella copiaba sus platinos, con lo cual el proceso inicial de ese negativo inicial

tenía que estar muy bien para que luego el resultado fuera el correcto. Entonces fuimos aprendiendo un poco también sobre la mancha y la necesidad, pero sí que ya hay que desmitificar las cosas, es decir, nadie nace sabiendo. Yo creo que hay que atreverte y también alguien que te pueda contar y ayudar en un momento dado.

Si tienes esa persona al lado, pues las cosas al final funcionan. O sea, estas cosas de misticismos y de... o porque... no, nadie nace sabiendo, os lo confieso. Alguien te tiene que enseñar y hay que agradecer a esa persona que te enseña o que te ayuda, aunque tú luego puedas desarrollar todas las cosas de otra manera, pero eso lo necesitas tener. Al principio, como dices, estabas allí en el laboratorio en sí, pero llega un momento en el que tus cometidos ya se amplían, ¿no? Hay un momento, ¿no? O sea, ya me has contado

que Amador iba de ayudante, pero claro, ¿se amplían en qué momento y cómo? Llega ese momento en el que Isabel dice, oye, mira, vente conmigo a una sesión o vente de viaje conmigo. Fácil. Ya os comento que Amador era su ayudante más cercano y el que ayudaba y viajaba con él.

Y él crece con mucho como fotógrafo profesional. Llega a tener un... en el momento en el que evidentemente sus caminos se tienen que separar porque él tiene ya su propia carrera y ella necesita de alguien. Y entonces de repente se miran y dicen, David, y me miran y digo, yo sí, yo voy, adelante, yo me atrevo. Y entonces el primer viaje fue irnos a Cuba. O sea, así que bueno, pues yo, al fin, he vivido en Madrid, soy de Madrid, pero de repente, bueno, pues es saltar en el océano y plantarte en Cuba con Isabel Muñoz y con un nivel que

había anterior importante. Entonces, pero sí, la verdad que funcionó. Y cuando te encuentras al otro lado del mundo, cara a cara con una persona, o te llevas bien o te llevas mal. Y en este caso fue, yo creo, como de, llevaba ya trabajando con ella seis años. Cuidado, eh. O sea, te habéis estado seis años todo el rato en el laboratorio. En el laboratorio, ayudando en el estudio, pero como esa confianza de decir, venga, me

voy contigo, creo en ti, seis años se necesitó de ella, eh. Cuidado, eh. Claro, porque ya estábamos hablando de copiar, pero cuando sales afuera, en este caso, en el momento que es el momento de la toma, de la producción, de todo lo que lleva, todo lo que engloba toda esa parte anterior a la fotografía, claro, exige o requiere de una preparación que no es exactamente la misma que en el laboratorio.

Por lo tanto, ¿de dónde viene esa formación tuya de iluminación, de fotografía en sí, de la fotografía en sí? Observar los libros de la época, ver cómo iluminaban los grandes fotógrafos. Y he tenido amigos que me han ayudado muchísimo a la hora de, entre ellos, Amador, Santi, va a haberse quejado el apellido, ahora mismo no recuerdo.

Bueno, Santiago, que es un amigo, un fotógrafo que vive en Estados Unidos, me dijo una frase que no se me olvidará nunca. Me dijo, mira, yo siempre que ilumino pienso en la luz del sol, que es lo que ilumina todo. Y a partir de ahí, como mucho, añado las luces que pueda necesitar. Incluso cuantas menos luces, más sencillo, todo funciona mejor.

Y ese es un poco el planteamiento, ¿no? O sea, decir, siempre no complicarse. Y bueno, y también Isabel siempre ha sido una persona muy sencilla a la hora de iluminar también. Yo creo que tenía esa premisa. Y sus luces son siempre muy limpias. Es verdad que había una cosa muy complicada con ella a la hora de iluminar.

Era que ella, siempre que ponía el sujeto, al modelo, delante de una pared, no quería prácticamente que se viera ninguna sombra detrás. Y eso es difícil de iluminar. Era la parte quizá más difícil. Pero por lo demás, bueno, pues un poco tratar de resolver en el instante. Y al final, pensando y consensuando, es la zona más fácil de iluminar una escena. Pero mucha práctica y verte y decir, yo soy capaz y lo hago.

Así que adelante. Fuiste a muchos viajes, pero yo tengo la curiosidad de pensar, lo que decías tú, ¿no? De te llevas bien, te llevas mal. ¿Cómo es ese viaje a Cuba? O sea, primero que tienes, ¿cómo rompes el hielo con una persona que no has estado nunca fuera? O sea, ¿de qué te pones a hablar en esos momentos en los que no es trabajo? Porque al final, claro, es un viaje en el que estás fuera, no es como el horario de trabajo.

¿Cómo empiezas a romper el hielo? ¿Cómo empiezas a acercarte a alguien tan importante? O sea, ¿qué es lo que empieza a unir esa situación? Pues fíjate, yo creo que a veces, ¿sabes lo que une? Sentirte solo. Es decir, tanto ella como yo, al final estábamos al otro lado del mundo y la parte de trabajo era dura porque ella, de verdad, y tengo que decir una cosa, es decir, en este primer viaje, y bueno, ya he llevado con ella años como os he contado, te das cuenta de que hay personas

que tienen una mirada especial. Es decir, da igual la máquina que usen, la cámara, da lo mismo aquí. Yo ya la he visto disparar sin cámaras, ¿sabes lo que te quiero decir? Entonces, eso te hace también replantearte tu función a nivel de fotógrafo. Y ya te digo, nosotros estábamos allí solos y bueno, pues hay un momento en el que te abres como persona, tanto ella como tú, y bueno, pues yo creo que nos caímos bien.

O sea, fue como de anda, pero sí, estábamos en el mundo, ¿no? Y bueno, pues al final de ahí, de verdad que fueron como 12, 14 años sin parar. ¿Cuántos viajes has podido hacer con ella? Mira, el otro día, más o menos, me puse en un mapa mundo y digo, joder, si es que he estado menos en la parte austral, en todo el mundo.

O sea, he estado en Asia, en África, en América del Norte, América Latina, Europa, en todo el mundo. O sea, siempre ha sido y en muchos sitios bastante complejos. O sea, no sé. Y aparte, ver un mundo en el que ya es verdad que cada vez se está igualando, con lo cual, pues he visto cosas que ya no creo que vuelva a haber, ni siquiera creo que vuelvan a existir.

Así que ha sido un privilegiado, un privilegiado estar al lado de una persona como ella y de ver... Es verdad que yo, por ejemplo, pongo un ejemplo que siempre he hecho. Estuve como, yo qué sé, como las siete primeras veces que fui a París, a la séptima fue cuando subí a la Torre Eiffel. Es decir, seis veces viéndola porque la ves por todos los sitios.

Pero estábamos trabajando. Es decir, yo veía cosas del mundo que otras personas no ven. Y sin embargo, las cosas que ve todo el mundo, yo no las veía. He estado en Cuba dos veces, que lo sabes. No me he bañado en la playa. Ojo, cuidado, eh. Estar dos veces en Cuba y no bañarte en el mar. Ir a trabajar. O sea, es decir, pensar que Isabel es una persona dura, eh.

Ojo. No es una persona... Ya va y trabaja. Bueno, pero también debo decir que lo que contabas, ¿no? Has visto cosas que no todo el mundo ve. O sea, que no ve la mayoría, pero también has visto cosas que la mayoría no ve. Porque los trabajos que ha hecho Isabel, nosotros los conocemos, meterse en selvas, reconditas, personajes que nadie, si no es por el hecho de querer ir ahí, investigación, etcétera, tú también sé que las habrás

pasado canutas. O sea, dime una anécdota, algún viaje de todos los que has hecho, que a ti ya te haya resultado más duro. Porque para la gente que a lo mejor no conozca mucho el trabajo Isabel, yo le, bueno, le recordaría o le, bueno, invitaría a que vaya a verlos. Porque hay trabajos realmente que dices, ostras, esta mujer, ¿dónde se ha metido? Claro.

Mira, te comento, por ejemplo, fíjate que esto llega un momento en nuestra relación incluso en el que yo... Allí algunos viajes he ido con compañeros, que tengo que venir. Hemos ido todos a ir antes porque eran complejos. Yo recuerdo, por ejemplo, en Costa de Marfil, a mí África me resulta muy duro, muy difícil. Creo que es de los sitios más hostiles en los que te encuentras más solo.

En América Latina la gente te intenta conectar de alguna manera. En Asia la gente es amable, aunque no puedas hablar con ellos y tal, pero la gente es amable. Pero África es muy, muy dura. Yo recuerdo estar en Costa de Marfil, en una región que se llama Mam, en un pueblo que había Isabel y yo trabajando allí en los días, que era un festival de máscaras, que ellos incluso atravesaban durante una semana, diez días, iban mandando desde su región para llegar a este festival y fue

súper duro. Y al acabar el día siguiente, el alcalde vino a hacernos un obsequio de un buhú, que es la ropa típica de ellos, y yo, algo me había picado, yo estaba con cuarenta y tantos de fiebre blanco, cuando el hombre me lo va a dar, me miro como diciendo a este hombre se va a morir, yo ni le toco.

Se lo dio al de al lado y dijo, dáselo tú. Y entonces yo caí en el coche muerto y ya tuve que conducir 600 kilómetros por la selva pues para llegar, cogimos un avión, volver a Madrid y volver a reiniciarse. O sea, es muy difícil. Y luego hay sitios donde, fíjate, yo ya dije, mira, me considero demasiado mayor y ya no quiero ni ir.

Como por ejemplo son el trabajo de México de subirse al tren, al tren de la muerte, en las maras, entrar en las cárceles, y otros trabajos ya decidí directamente quedarme en el laboratorio en Madrid, escaneando, retocando, editando, porque me parecían que yo ya no llegaba a ese nivel, o sea, y ella era mucho más mayor que yo y iba a la primera y se subía a la primera todo.

Es increíble, o sea, también te voy a decir una cosa, poniendo en valor la parte o la profesión del ayudante que has sido tú, ¿no? Porque yo a día de hoy no sé, o sea, hay mucha gente que no se la reconoce porque yo creo quizás el nombre, siempre al ser un trabajo más solitario, no como en el cine que se requiere de muchísima gente para que algo salga, el trabajo del fotógrafo al final mucha gente y más con el tiempo parece ser que se ha podido hacer siempre

con una persona. Su intención es intentar minimizar costes, ¿no? Entonces al final el fotógrafo, ya sea por ego, por decir este es mi nombre, esta es mi foto, muchas veces ha ido como que se relega, no sé si de manera voluntaria o involuntaria, ya sea por el público o por los demás, la figura del ayudante y de las personas que han ayudado en esa sesión, entonces se pone solo el nombre.

Cuando has sido ayudante te has sentido realmente reconocido, no a lo mejor de cara afuera porque me imagino que habrá dos diferencias, ¿no? ¿Me podrías decir, tanto por la persona con la que has trabajado como fuera, has sentido una diferencia de trato o de reconocimiento? No, mira, te voy a decir una cosa, es lo que te decía antes, cuando yo empecé a trabajar con ella, claro, tú estás con una persona que estás admirándola y la miras, ¿no? Cuando te dan la oportunidad de viajar, que yo creo que

es ahí donde se une mucho el nexo que tenemos hoy en día, ella y yo todavía, te das cuenta de que, o sea, a mí con que ella no me quisiera echar, fíjate así de claro, sino que quisiera, yo creo que eso es el reconocimiento más a tu trabajo, pero es que además la oportunidad que ella daba a las personas yo creo que no te la da nadie, entonces yo me sentía admirado por ella y te lo digo en serio, reconocido.

Y luego también la gente que venía al estudio, que todo el mundo quería ser el John Tyson, o sea decir eso, quieras que no, y yo decía probarlo, que ya verás, no es tan estupendo como pueda parecer, ¿no? Si yo me he sentido reconocido y ahora más, es verdad que siempre me llena que ella habla de, no solo a mí, sino a otros compañeros también que también han seguido detrás de mí, yo creo que ella se ha dado cuenta de que es importante esa labor en la parte que le ayuda y le complementa

en su trabajo, porque ya digo que a nivel de lo que ellos ven, fotógrafos como ella, Cristina, Nix, no sé, Madoz, son personas especiales, ¿sabes? Yo ayer cuando estaba, bueno por la noche antes de, bueno ya sabía que iba a hacer esta entrevista contigo, esta charla, la casualidad de que estuve viendo un episodio de Informe Plus, que es este programa que hay en el Movistar Plus que hacen reportajes o documentales de

deportes y tal, y de a la casualidad que había, hubo el último que habían lanzado que era uno que se llamaba Gregarios, Gregarios, asociado al ciclismo, justamente hablaban con esta gente que, bueno, que sabía de su posición, eran muy, tenían clarísimo cuál había sido su posición, estaban súper contentos de ello, pero también hablaban incluso con algunos de los líderes de su equipo, como por ejemplo, yo que sé, podían hablar con

Alberto Contador o gente así del ciclismo, que habían sido los líderes de esta gente. Ellos tenían muy claro algo que era indispensable, es, oye mira, todo el mundo tiene que saber que somos necesarios todos y en cada posición en esta vida, tenemos que saber también lo que podemos llegar a hacer, pero también dónde estamos, que significa que dentro de un tiempo pueda yo ser el líder, pues a lo mejor darán las circunstancias, pero yo ahora

soy esto y sé que si yo lo hago bien y que mi líder gane o que mi persona sea reconocida o consiga este trabajo, ganamos todos, ¿no? Yo creo que esa figura en la fotografía, tú crees que es fácil, yo creo que por tu parte sí, porque, joder, 18 años demuestran claramente, pero ¿crees que por parte de todos sí? Sí, también te digo, yo creo que depende también del fotógrafo, es decir, yo me sentía

plenamente reconocido por ella, es decir, me sentía satisfecho de lo que hacía porque sabía que lo que hacía estaba funcionando. Además, yo me di cuenta, en Estados Unidos el papel del asistente es una profesión como el fotógrafo, cuidado, ¿eh? Y yo recuerdo un amigo, que ahora no me viene el nombre, se llama Santiago también, yo creo que se llama Santiago, bueno, pero a Maduro solamente se acuerda a más.

Cuando yo empezaba en esto, él vino Annie Leibovitz a Madrid a hacer unas fotos y Annie Leibovitz tiene como tres asistentes fijos, que son sus manos derechas, y ellos van antes a localizar y contratan a otros asistentes en la locación en Madrid, en este caso le contrataron a él porque hablaba inglés y él contaba, dice, bueno, yo no me pude acercar a Annie Leibovitz en ningún momento, ¿no? Pero era, y contaban que estos señores venían antes, localizaban y llegaba

a ella, le ponían encima de la mesa a Polaroids donde podría retroceder esta fotografía y ella decía, aquí, planteaba la iluminación y el día siguiente se ponían a trabajar, ¿sabes? Entonces yo quise ser, o sea, yo un poco quise ser ese asistente estilo americano, que tú además también es algo que has vivido allí y sabes lo que es, que se vive de una manera diferente en el que creo que tiene su importancia y yo, por ejemplo, mi importancia

no era solamente a nivel ya de ayudar a nivel fotográfico sino de mirar donde ella no veía y de ver a veces esa realidad que ella no ve porque está pensando en su trabajo, en su fotografía y a veces, desde un poco que lo comentaba esto antes, eran estar en sitios donde peligros ella no los veía pero yo sí los veía, sabes lo que te quiero decir, ¿no? Yo quise ser ese, pues, el asistente más profesional que ella pudiera tener, ¿sabes?

Entonces me lo planteé como una profesión y, bueno, me da rabia que quizás en España eso no se lleve a cabo porque creo que hay mucha gente que trabaja delante de mucha gente y quizás a lo mejor no está reconocida también. Yo quise ser siempre su asistente. Realizaba algún trabajo esporádico, cosas que no venían mal económicamente o porque me lo pidiera alguien pero no pretendí nunca, ya me di cuenta de que no podría ser ni fotógrafo

artista ni un gran fotógrafo y que estaba muy bien donde estaba. O sea, que quizás por eso y un poco lo que decías tú, yo vengo del mundo del deporte, del baloncesto, entonces he jugado también siempre en equipo, por lo cual, pues, un poco lo que hablar del gregario, yo era su gregario y de hecho yo en el Argoz me denomino su negro.

Hay un libro, pero hay un libro que sacó la fábrica de grandes maestros, cuando me llaman para preguntar mi biografía le digo yo soy el negro de Isabel Muñoz y eso está ahí, ¿sabes? No quise poner nada más. Bueno, entonces la pregunta de si te ha costado estar siempre a la sombra ya me la has respondido.

Está claro que no te ha importado porque has tenido muy claro cuál es tu posición y lo has hecho muy bien. O sea, eso está claro. Y quizás por eso he estado 20 años con él. Yo creo que una de las cosas que has dicho, que yo creo que es muy importante, es que un buen ayudante no es aquel que hace lo que el fotógrafo le dice solo, sino el que se anticipa a lo que él quiere.

Eso es una de las cosas que yo aprendí con Amador, que al principio no sabía, obviamente, y luego fue lo que realmente a mí me hacía tener esa sintonía con él, porque era como Amador me va a pedir esto, sé que Amador quiere esto. Sé que ser prácticamente casi su sombra, en realidad, y entender lo que iba a necesitar.

Sí, con una mirada prácticamente tú ya sabías qué quería. Entonces igual a nivel formarte, cuidado, hay un momento en el que prever lo que pueda pasar y yo puedo poner un ejemplo muy real y que viene muy bien ahora en la época digital que estamos viviendo. A mí no tengo ningún problema en decirlo. Todos nos creemos retocadores y vamos a entrar también ahí, que también una parte de edición gráfica luego.

Hay un trabajo que ella también, es muy interesante esta faceta, porque todo el mundo conoce la faceta artística de Saram. Pero yo creo que un día alguien se atreverá a saber un libro de cómo una mirada de un artista como ella, de una persona que ve la fotografía y cómo ve ella su mundo, afronta un trabajo profesional.

Es muy interesante lo que estoy diciendo. Además, ella tiene trabajos profesionales que están ahí guardados en el cajón o como mucho se publicó en su día y ahora pues ya no se ven, son espectaculares. O sea, cómo resuelves un trabajo sobre el vino, sobre un avión, el Airbus A380, cosas así. Entonces en esos trabajos había trabajadores de retrato, evidentemente, y surge un trabajo, un encargo del país, en el que le piden hacer un retrato de mujeres con poder.

Va desde la vicepresidenta del gobierno hasta, por ejemplo, la presidenta entonces de ARCO, que era Rosina Gómez Baeza, recuerdo. Y bueno, implícito un poco, eran los principios del digital, en la que todos nos queríamos los reyes del Photoshop, siempre había alguien. Y bueno, pues surge ese... Vamos a retocar un poquito de beauty, vamos a llamarlo así, entre comillas, porque nadie quiere pero todo el mundo lo pide, ¿no? Quien no te hace una foto con un móvil te pide

y vas tú. Pero retócame, me retocarás, me dejarás guapo. Bueno, pues hubo un poco... Y lo hice yo. Y hay que recordar que lo hice como el culo, hablando en plata. Y entonces de repente, cuando eso sale publicado, todavía queda peor. Y entonces te das cuenta de que dices, cuidado, no todo el mundo valemos para todo y hay que hacer las cosas bien hechas. Entonces, yo ahí paré y le dije, oye, Isabel, lo siento, pero yo no vuelvo a hacerme.

Esto lo tiene que hacer la persona que sepa retocar esto, para que ese retoque quede perfecto y no se note. Y entonces ahí acudimos a hacer el primer curso de beauty, donde me di cuenta que lo hicimos con Omar Josef, que lo conocerás, que para mí yo creo que es el referente, por lo menos en mi entorno.

Y te das cuenta, cuando yo hice el curso con él, dije, no, me he dado cuenta de que esto es estupendo, pero yo no quiero hacer esto. O sea, me parece muy complejo y muy difícil. Entonces, bueno, pues un poco contarles esta anécdota de que se cometen errores y de que yo creo que no todo el mundo valemos para todo. No, y que eso también está bien, porque muchas veces en una situación en la que, pues como en la situación que puede ser ahora, que a lo mejor no hay tanto trabajo, queremos

abarcar demasiado para intentar coger todo, y eso muchas veces acaba siendo contraproducente, yo creo. Es casi mejor lo de la especialización, que poco a poco, y aunque sea más a pico y pala, puedes llegar a encontrar tu espacio y al final siempre darás una calidad a todo lo que realices.

Aunque pueda ser un poquito más, o sea, digamos que pueda ser la carrera un poco más larga, pero merece la pena, porque al final el momento en el que llega sabes que no estás tan preocupado. Me deja ver un poco de cómo. La fotografía es una carrera de fondo. Yo creo que es una ilusión. Yo creo que ahora mismo tenemos una cosa que antes no había y era que hay infinidad de exposiciones en Madrid de fotografía, en libros, en internet, con lo cual podemos ver y cultivar.

Yo creo que una gran foto es esa foto que tú crees que dices, jo, que en realidad no la he hecho. Entonces, es donde todo el mundo tiene que mirar, tiene que aprender y tratar de luego buscar su propio camino, que yo creo que es donde al final uno va a rehacerse y a encontrarse a gusto consigo.

Y ser humilde, ojo, y reconoce cuando te equivocas, las cosas como son. Voy a preguntarte para acabar con esta parte de Isabel, aunque bueno, la entrelazaremos porque como también seguías haciendo cosas, pero un poco de esta manera más concreta, cómo podía ser tu flujo de trabajo en un viaje como un ayudante o incluso aquí, desde porque tanto desde el momento que eras el ayudante, como incluso hasta el proceso final, porque a veces también hacías todo tú, o sea, tanto de ser ayudante como acabar el

trabajo en copia. A ver, me voy a repetir atrás, a la parte de película, para que entendáis un poco cómo era el proceso de... Es lo que me interesa, sobre todo antes, porque es un poco más... Claro, sí, sí, o sea, ahora en digital ya es otra cosa, pero bueno, mira, entonces era lo siguiente.

Se planteaba ella un viaje al sitio que fuera. Normalmente a veces vas con un fixer, que es esa persona que te puede echar un cable a la hora de empezar a localizar a la gente a la que quieres hacer imágenes o los espacios o los lugares donde quieres ir. Entonces, es primero preparar el equipo, porque entonces no era como ahora. Es decir, llevabas cámara, cuerpo de cámara, chasis, llevabas medio formato y 35 milímetros, y a veces hasta un poco por duplicado por si se te pudiera estropear y no pudieras encontrar

un fotómetro de mano, cosa que ahora no se usa, ¿no? Y luego teníamos otra cosa que llevábamos la película. Y llevábamos la película, que a ella le gustaba siempre trabajar al mínimo, es decir, hacía NASA, que era donde obtenías los mejores resultados con el grano más pequeñito, en teoría, ¿no?, y que te podías ir a trabajar.

Pero claro, cuando las condiciones de luz siempre ahoraban, o compensabas con un flash, o si no, aquello tenías que tirar y subíamos a 400, 800 granos, mucho más, ¿eh? O sea, estas cosas que ahora de tirar a 12 mil ISO y cosas así sin flash, eso era impensable entonces. Y siempre había un grano y una cosa. Entonces se trabajaba.

En la película llevábamos bolsas de plomo para atravesar los aeropuertos y tratar de que no se estropeara, que era una lucha porque había que convencer al señor que te dejara pasar estos carretes sin pasarlos por el arco de B-Control. Volvíamos, se procesaban todos los rollos, se hacían contactos y ahí entraba su trabajo. Ahí ella se ponía, que era donde ella, estaba su magia, ¿no? Donde miraba esos carretes, esos contactos y marcaba las copias de tratar abajo que quería que podía ser luego la serie final.

Yo con estos contactos se hacían copias en 18 o 24 de papel RC, 100, 200, 300, las que fueran faltas, y ella luego en la pared iba poniendo e iba seleccionando lo que consideraba que era la serie final. De ahí se hacían copias en paritado, ya finales, y luego ella empezaba a trabajar los platinos.

Y ella movía ese trabajo, es decir, había la Jans Blue, que era una agencia parisina que todavía existe, que fue yo creo de las primeras que había en Europa. Pues ella enviaba ahí una selección, que ellos empezaban a mover por revistas, por galerías, depende. Este concepto que la gente tiene de que el trabajo ya de antemano está como vendido, no, no, no, no.

Muchos autores, y ahora yo creo que continúa siendo así, apuestan por una idea, desarrollan este trabajo y luego intentan amortizar de alguna manera ese trabajo, o bien como venta de obra, o bien como publicación. No es sencillo, no era sencillo. Este era el proceso. De toda esta etapa, te voy a preguntar, porque tú has visto, me lo has comentado antes, no has estado en países, habrás visto gente muy importante, ¿con qué personaje o con qué dos personajes te quedarías de todo esto

que has visto? Más allá de la foto, no hablo de la fotografía, sino que todo esto hayas visto que hayas dicho, me quedo con estos dos porque mientras estábamos en la sesión o en el viaje, me pasó esto. Cosas que no se te hayan olvidado, me imagino que son cosas que no.

Fíjate, estuvimos en China como dos años justo en el año 98, 1998, que fue dos años antes de la apertura de China al mundo, que en el 2000 fue el 50 aniversario de Mao Zedong y era la apertura al mundo de China que fue el cambio este radical que vivimos hoy en día, ¿no? Y ella fue ahí con una idea preconcebida, quería hacer un trabajo sobre la ópera de Pekín.

Y tuvimos suerte porque contactamos con la embajada española allí, que había una persona llamada Irma González Pui, que era la responsable que nos echó un cable, y ella nos presentó a una traductora, que era una chica joven de veintipocos años, que estaba estudiando español, ¿vale? Y creo que para mí fue un personaje muy importante, dos veces que volvimos allí, cómo nos ayudó, y de hecho hoy en día todavía seguimos teniendo relación, de vez en cuando escribimos algún email.

Y me parece que fue clave luego en el desarrollo, porque luego de la ópera China fue quizás de los peores trabajos en los que ella se ha sentido, porque era al final algo que era muy básico, era el rey, el príncipe, la reina, como cuatro personajes y no daban mucho juego. Pero de repente ella aparece con otra persona, que era un profesor que daba clases allí, que era su profesor de español, nos lo presenta y nos enseña de repente una China diferente.

Entonces yo creo que esas dos personas fueron muy importantes en esto. Entonces ella hace el trabajo de luchadores de Shaolin, hace el trabajo del circo de los contorsionistas, que ahora casi todos son básicamente la base del circo del sol. Pero nos enseña a ver un poco cómo piensan los chinos.

Pensar que era un sitio tan duro que todos los días, después de acabar el trabajo, había que renegociar lo que se iba a suceder o suceder al día siguiente. Y yo creo que ellos para mí fueron muy especiales, entre otras muchas gentes que hay por ahí. Pero sí, yo creo que me quedaría con ellos. Vamos a dejar la etapa un poco de Isabel al margen, porque bueno, vamos a ir un poco a la etapa ya, a lo que digamos ha sido más también ahora tu trabajo actual, pero que

ya lo hacías antes, pero que es el trabajo de laboratista o bueno, para copiar, hacer copias, vamos. Eso sí, un día me voy a traer a Isabel, porque yo creo que tiene carrete y nunca mejor dicho, yo creo que tiene carrete. Un día que se venga y que nos dé una charla maravillosa que seguro que ya, además desde su perspectiva ya como fotógrafa, todo esto que hablamos de lo que tiene ya en la cabeza, que es maravilloso.

Bueno, llega un momento en que dices, bueno, pues voy a llegar a llevar todo este conocimiento que yo tengo, en lo que he estado trabajando y voy a montar mi propio estudio, a decirlo así, mi propio laboratorio. Y se abre Espacio Raúl, que es donde estás actualmente, que desde hace cuánto, ya no, ahora mismo no recuerdo que hubiera el año. Pues yo tampoco, te voy a decir la verdad, yo creo que son unos 12 años, fíjate.

12 años, sí, porque sí, por ahí. Yo sí que estaba cuando llegué, cuando se creó el proceso. Sí, sí. Y me acuerdo, pero no me acordaba. Nosotros creamos la Smart Gallery, que era la galería de import con el móvil. Con el móvil, con el smartphone, sí, sí. Y tú fuiste el primer autor que puso.

Ojo, cuidado, que venías de un Nueva York ahí muy especial. No, y además hay bastantes, o sea, tengo bastante trato con todos. De hecho, uno de los autores que pasó por ahí, que había dentro de una fotografía artística, lo está petando, que es Juana Enriquena, que está petando a día de hoy.

Y yo tuve el placer de conocerlo en aquel momento. Bueno, dime un poquito qué es lo que haces ahora en Espacio Raúl, que yo lo sé, pero para que la gente entienda cuál es tu cometido y cómo es el laboratorio. Te cuento. Hay un momento en el que, es verdad que hablábamos antes de los carretes, de la película, todo esto pasa ese bloque en el que desapareció.

Ahora hay un repunte, que lo sabemos todos, esperemos que dure y que no sea algo puntual. Y empieza la etapa digital. Entonces, de repente, nos damos cuenta de que no se puede continuar haciendo platinos porque no podemos hacer negativo. Y entonces empezamos a tener ahí un impar extraño y aparece José María Mellado. Cuidado, que hay que contar las cosas como son.

José María, yo creo que es una persona muy importante. Creo que, en mi opinión, le ha ayudado muchísimo a la fotografía digital y habría que reconocerle quizás alguna cosa más de las que se le reconoce. Y él nos habla de que hay un fotógrafo americano que se llama Dan Burkholder que hace negativo digital a través de una impresora. Entonces, claro, era el poder volver a hacer negativo. Aquí te voy a hacer un inciso incluso para que veas un poco la mezcla ahora todavía

del analógico al digital. Bárbara Okalele, que, bueno, pobrecita, ya sabéis que falleció. Era una persona también muy interesante, muy especial. Yo creo que se ha tocado la varita como Isabel. Yo la he conocido, he tenido la suerte de cruzármela con ella varias veces.

Y mira, ella, a través de las impresoras y de ese tipo de impresión, consigue... Bueno, se plantea hacer un proyecto, aunque nunca lo acabamos de terminar, pero se plantea hacer un proyecto de hacer un negativo digital, copiar en copia analógica y que ella volviera a colorear sus imágenes como coloreaba antes, con sus acuarelas y sus cosas. Pero no nos ha dado tiempo, por desgracia.

Pero imaginaros un poco todo esto. Entonces, de repente, me meto en el mundo de las impresoras, con Epson, con Magui Besolí, que fue el ingeniero jefe de Epson, que fue una persona también que me ayudó muchísimo. Y bueno, pues empiezas a imprimir y a llevar toda la parte... Yo siempre he pensado toda la parte de los años que he estado en el laboratorio de blanquinegro, el copiar igual como una impresora.

Era mi laboratorio de blanquinegro, a la vez con color, que creo que es muchísimo más difícil todavía que el blanquinegro. Y me meto en el mundo de la impresión y bueno, pues decido que llega el momento de volar solo y de que, pues si sabe, también cambie y retome otras ideas. Y monto la Espacio Rao, que además lo monto con Amador Toril, y empezamos a hacer el laboratorio.

Y siempre la idea era tratar de hacer un sitio que fuera diferente. Teníamos un pequeño estudio, hacíamos exposiciones, y tratar de que el fotógrafo se sintiera un poco como en ese espacio, entrar a gusto, que nos trasladara a sus problemas, que no fuera llegar a un mostrador, dejar un negativo, dejar un archivo digital y recibir una copia y esa copia ser interpretada por alguien que te pudiera gustar o no, sino nosotros ser la herramienta de ese fotógrafo.

No es fácil, porque a veces claro surges con chocas, con muchas cosas que son la gestión de color, que tú sabes que es muy importante, el monitor, el cómo lo ves, cómo lo veo yo, y cómo eso se plasma en un papel que es todavía algo más pequeñito y más difícil todavía de encajar. Llevo 12 años y sigo todavía con la misma lucha.

Yo llego a casas a veces agotado por esa lucha mental con la gente, con el fotógrafo, de explicarle que a veces eso que se ve no se puede plasmar en el papel, es muy difícil. ¿Tú crees que ese conocimiento… bueno, los fotógrafos deberíamos tener cierto conocimiento sobre esto, aunque no lo lleguemos a hacer? O sea, es lo típico, lo que hablábamos antes de la figura del ayudante.

¿Tú cómo vamos a decir que seas ese subalterno que contrata para esta situación, pero tú como jefe de la fotografía que estás mandándole a imprimir a esa persona, debería ser bueno que tengas cierto conocimiento para saber qué pedirle? Sí, y mira, me gusta que me digas tu parte. Mira, te digo, realmente creo que cuando empiezas a identificar, creo que como parte desde cero y todos partimos desde cero, se necesita investigar, volver a formarte.

Han pasado ya unos años de esto y creo que ahora la gente entra ya al digital como entra en determinadas… y va formándose un poco, si lo necesita, a tropicones o ni siquiera se forma. Yo creo que por lo menos… yo creo que el reclamo muchas veces es… yo no pido que la gente tenga el supermonitor en su casa, aunque creo que es importante si te dedicas a esto, pero sí creo que por lo menos debes formarte para saber qué quieres y qué puedes pedir y qué puedes obtener

de algo, ¿sabes? Es decir, no es tanto saber hacer, pero sí por lo menos saber qué crees que puedes pedir y entender hasta dónde se puede llegar. Es un poco suigénero lo que te digo. Yo creo que es importante, ¿no? Es como siempre se ha dicho que para ser jefe primero hay que ser… hay que haber estado debajo para saber un poco lo que como jefe puedes pedir, ¿no? Porque tú sabes abajo lo que se tiene que hacer, ¿no? Entonces,

aunque luego tú no seas experto en eso, que por eso mismo se lo estás encargando a otra persona, ¿no? Por lo menos tener cierto nivel. Y luego también, pues bueno, tener muy claro qué quieres, que quizás eso es lo más difícil, ¿no? O sea, ahora mismo el abanico de posibilidades que hay.

Si trabajas en blanco y negro, pues depende de si te gustan más contrastadas sus imágenes, menos contrastadas, el clave alta, clave baja, en color, cuál es tu paleta de color. O sea, yo creo que eso es muy difícil, ¿verdad? Y eso sí que bueno, pues a veces ahí entramos nosotros en tratar de ayudarles, un poco aconsejarles, pero yo creo que la decisión final siempre tiene que ser del autor.

O sea, yo creo que… Y de todo lo que te comentaba, cuando montamos este espacio siempre para nosotros da igual si entra Isabel Muñoz o entra una persona que solamente es conocida para nosotros. Entra por la puerta y siéntate, enséñanos tu trabajo, lo vemos en el monitor, cómo lo ves, qué ves, qué diferencias notas con respecto a lo que tú ves en tu espacio de trabajo habitual, y tratar de consensuar.

Luego a partir de ahí, la elección del soporte, todo esto es otro trabajo que lleva también su parte y su recorrido, lógicamente. Te voy a preguntar con respecto a cómo ves la situación de la fotografía impresa en este momento, porque claro, me veo obligado, porque la situación es la que es, ¿no? Yo creo que el 97%, por decir por debajo incluso, estoy yéndome de las fotografías que se realizan y se consumen a día de hoy, se consumen de manera digital totalmente, me refiero

en cuanto a desde su elaboración de manera digital, como visualización en pantalla, y a día de hoy, ¿cómo ves tú esa situación? Y sobre todo, ¿qué tipo de clientes son los que más vienen a día de hoy al espacio de trabajo? Te voy a… Mira, lo primero, me voy a remitir a los clásicos, en los principios de la fotografía, toda la fotografía era una copia en papel, es decir, era la forma de enseñar tu trabajo.

Evidentemente, el trabajo digital es maravilloso, pero yo creo que de alguna manera el final de una fotografía es llevarla a papel, no sé, por lo menos es lo que siento yo de él, no sé si eso es la verdad 100%. Yo creo que cualquier aficionado, cualquier fotógrafo, ahora hay impresoras que son unos costeros ridículos, aunque sea que te una copia en 10-15 de tu trabajo, ponlo encima de la mesa.

Mira, yo pongo un ejemplo, siempre digo, yo tengo un álbum de fotografías que me dejaron mis padres, de cuando yo era pequeño, mi hermano como era mayor tiene dos, evidentemente, yo fui el segundo y tengo solo uno. Tú, Rodrigo, seguro que tienes uno, cada vez más pequeño, pero tienes uno. ¿Qué le vamos a dejar a nuestros hijos? ¿Un disco duro? ¿Un pendrive? ¿Un móvil? No lo sé.

¿Sabes lo que te quiero decir? Yo creo que al aficionado ahora hay un repunte y le empieza a apetecer. El problema es que también es verdad que, yo lo digo, a mí a veces me da vergüenza pasar presupuestos a la gente, es decir, también hay un encarecimiento de las cosas terribles. El otro día yo compré un papel, todo el mundo conoce este papel, puedo decir la marca, totalmente, Hanemule, pero nadie sabrá escribirlo, pero todo el mundo sabremos decirlo, Hanemule.

Y es el mejor papel, pero ¿cuánto cuesta? Yo he comprado el otro día un papel, a mí me cuesta 40 euros el metro cuadrado solo de un papel sin imprimir. ¿Cuánto tengo que cobrar yo por esto? Pero hay opciones, hay cosas, y si no, como sea, vete al chino de la esquina, sácate tus copias en papel, que vas a ver otra lectura.

Luego llegarás a alguien que te la copie bien, como viene a veces gente a nosotros, que es ese público que tú me has preguntado, pues tenemos aficionados, aficionados avanzados, como digo yo, y profesionales y artistas, incluso tenemos gente fuera del mundo de la fotografía, pintores, dibujantes, que nos piden que quieren plasmar en papel reproducciones de su obra.

Bueno, pues hay muchas opciones y se puede hacer, es decir, ahora mismo tú puedes hacer una copia en 10.15 por 30 céntimos. O sea, ¿quién no quiere tener una foto en papel para verlo? ¿Sabes? En la tienda de la esquina, es verdad que por suerte parece que va habiendo un repunte y veis que van abriendo algunas tiendas más en nuestros barrios donde podamos bajar, Fugifil está sacando estas impresoritas que tú llevas con tu móvil, mandas la foto y te sacas una

copia en papel, y es aceptable, tiene durabilidad, o sea que yo creo que lo que hay que volver a pensar es, el poquito, pero hacer un esfuerzo y sacarte alguna foto de vez en cuando en papel y disfrutarla, y regalarla, que yo creo que también eso es bonito, ¿no? En concreto que explicarle a la gente cuál es la figura de un laboratista, para que la gente entienda un poco, aparte que, porque la gente puede pensar, bueno, es que es tan

fácil como cojo la foto, la pongo, le doy a la impresora e imprimí, ¿no? Pero, ¿cuál es esa figura, no? ¿Qué realmente aporto? Bueno, mira, nosotros, ya te digo, lo primero es ver la imagen en un buen monitor, que ahí es donde surge la primera alegría o decepción, porque alegría, cuando te dice la gente, ah, pues se ve igual que en el mío, digo, ole, perfecto, ya tenemos el 99% ganado, o, ah, se ve, no se ve igual que el mío, entonces,

nosotros tenemos lo que es un sistema cerrado, porque es la única forma de poder trabajar, es decir, tratar de que lo que yo vea en mi monitor sea lo más parecido a lo que voy a sacar en papel, teniendo en cuenta que cada papel tiene su propio perfil, su propio estilo de papel, y un papel lo que hace es rebotar la luz, reflejarla, con lo cual, la elección de este soporte, a veces, puede hacer que tu trabajo sea muy bueno o tu trabajo se vea

empobrecido porque hayas elegido un papel que no refleje bien todo lo que tú estás plasmando en la imagen. Un inciso con respecto a lo del papel, perdona que te rompa, o sea, esto es para que la gente entienda, porque muchas veces la gente le preguntan, ¿brillo, semi-mate o mate? Claro, aparte de que luego tengamos el soporte que sea de algodón, etcétera, que ahora hablaremos de eso, pero eso es importante conocerlo, ¿no? ¿Por qué mate, por qué

brillo y por qué semi-mate, por ejemplo? Eso es una de las cosas que tú, por ejemplo, como laboratista, puedes aconsejar o puedes decir en función de la tipo de foto que hayas. Y claro, hay imágenes que son, como digo yo, más pictóricas, es decir, pueden tanto funcionar en un papel brillo como en un papel semi-mate o mate, pero hay imágenes que evidentemente, si tú la imprimes en un papel mate, hay transiciones, hay colores que se están perdiendo.

Se están perdiendo, es decir, que ya de por sí vamos a perder porque evidentemente venimos de un perfil más amplio a algo más pequeñito que es el papel, con lo cual, en lo que te digo, un papel hace rebotar la luz. Entonces, un papel mate evidentemente rebota menos luz y habrá matices que se van a perder.

Entonces, a veces es verdad que si tocamos ese soporte, el mate nos parece más agradable o el algodón que estabas comentando tú antes, que un brillo que lo vemos como más artificioso, que creemos que tiene más reflejos, todas estas cosas, pero realmente está realzando mucho más el trabajo. Es decir, el papel a veces el más feo, es decir, mejor nos va nuestro trabajo. Entonces, después de esta elección, que podríamos también tener en cuenta, ¿sigues aconsejando

con respecto a que vea el tipo de color que puede ocurrir? Porque dependiendo de este soporte, ese color puede variar o no puede variar. Claro, nosotros muchas veces cuando vemos ese fotógrafo que tiene, lo mejor es hacerle una prueba en un papel y una prueba en otro.

Incluso yo en mi caso insisto en que muchas veces porque yo tengo ahí una luz corregida y todo se ve maravilloso. Tanto los defectos como las cosas, las virtudes. Y yo le subfundí y le digo, llévalo a tu espacio, a tu casa, míralo en tu luz, en tu casa. Y acaban de decidirlo. O sea, al día siguiente me llame y me dice David, me ha gustado más el mate o insisto, quiero que me lo hagas en el mate o quiero que me lo hagas en el brillo.

Tienes razón, no, esto va mejor en brillo. Yo creo que las cosas hay que buscarle tiempo y hacerlas con cariño. Y al final la decisión tiene que ser del autor. Y muchas veces no decidirlo a lo mejor en mi estudio, que tengo una luz a 5000 grados, que se ve todo muy bien, sino llevártelo a tu casa, a tu lugar de trabajo donde te sientas cómodo y verlo allí y decir, esto es lo que quiero.

Y decidirlo. Porque luego aparte, otra de las cosas que sí que hacéis, aunque no seas retocador, porque esto no es ser retocador, sino es preparar la imagen digital para impresión, que son dos cosas distintas, hay ciertos retoques a lo mejor zonales, de manera muy global, que también sé que es lo que...

Puede que toquéis en función del tipo de papel en el que vayáis a sacarlo, porque hay contrastes que a lo mejor puede que no se perciba esa zona o se reviente, por lo que decías tú, porque el espacio de color puede ser más pequeño, etc. Entonces sé que esa parte, que mucha gente desconoce, por lo que te decía de que esto es tan fácil como mucha gente cree que es tal cual, hasta la foto lo planto. Esa figura, la figura que ostentas tú y esos compañeros que sois laboratistas, también

la tienes, porque esa visión, que muchos fotógrafos no la tienen, sí que la tenéis. Sí, a ver, yo siempre pongo un ejemplo. Tú vas a cualquier tienda a Media Mar, por ejemplo, y vas a la zona de televisores que le quieres comprar uno, que habrá 40, 50 en la pared, es que no se ven dos iguales.

Es que es muy difícil, ¿no? Entonces eso sucede igual a la hora de plasmarla. Hay cosas, hay errores muy típicos. También está un poco la forma de trabajar que tenemos cada uno en nuestro espacio de trabajo. Hay gente que nunca envía una imagen al 100% y va a una esquina y busca qué sucede, qué está pasando en esa parte. Las transiciones de un claro a un oscuro o viceversa en las cámaras digitales, sobre todo tú y lo sabes, con los angulares, generan aberraciones y de repente nos sale un halo

o una cosa blanca que cuando tú plasmas esto en una copia a un metro cuadrado, ese halo que visualmente es nada o no lo ves en un monitor porque está muy contrastado y no se aprecia, en un monitor que reproduce mejor el color, que está más suave, con una gama tonal mayor, eso sale y eso en el papel se plasma.

Y de repente es una línea que tiene un milímetro de ancho que arruina la imagen. Pues son esas pequeñas correcciones que tenemos que hacer. Es decir, no es tanto dominar Photoshop sino acabar. Es verdad que hace mucho que ya no retoco una foto desde cero. Lo que hago es tratar de arreglar errores que puedan estropear la imagen a la hora de plasmarla en el papel, simplemente.

Motar de ascensor que de repente aparecen que yo no la veía, pues sí, estaba. Estas cosas, esto al final sale en el papel evidentemente. Y además una impresora, muchas veces le echamos la culpa a la impresora, pero la impresora solo interpreta lo que le enviamos. O sea que ya no se va a inventar nada.

Totalmente. Te iba a hacer una pregunta, esto es un poco que también tiene que... O sea, te lo puedo hacer un fotógrafo, pero también desde tu punto de vista que imprimes copias grandes. ¿Tú cómo? Primero, ¿qué puede aportar una copia grande? Cuando digo grande, me refiero a una copia, por ejemplo, de 2x1, por ejemplo, de 3 o de 5x2 o 3, que no aporte una copia pequeña, por ejemplo.

Y te has encontrado con muchas personas que quieren hacer este tipo de copias y que no tenían ni pajolera idea de que necesitan que su, digamos, hacer su fotografía o su sensor sea más grande y te digan, pues empríamelo y como si esto fuera jauja. Sí, mira, es una de las cosas que habitualmente siempre nos encontramos, que a veces nos piden...

Tenemos una teoría de que todas las fotos tienen que ir a 300 puntos por pulgada. Rodrigo, entre tú y yo, mentira. Falso. Cada imagen necesita su resolución y siempre teniendo en cuenta de hasta dónde tú puedes llegar con una resolución real nativa. Con lo cual, de repente tienes una cámara, por ejemplo, de 10 megas, pues a lo mejor lo más grande que puedes hacer una foto es 40x50, no puedes hacer nada más.

Ahora podemos entrar en programas o en opciones con Photoshop que podamos estirar eso para llegar a lo mejor a un 60x80 o a un 100 si quieres, no pasa nada. Pero a veces nos traen esta imagen siempre pensando que con 300 puntos está todo bien y hemos roto el archivo. O sea, se ha roto y no hay forma de arreglarlo. Cuando lo hagamos a un metro va a quedar mal.

Yo también pienso y doy la teoría de que hay fotos que son grandes, pero no significa que sean buenas. Con lo cual, a mí, por ejemplo, tampoco me gusta una foto grande que pueda impresionar, que yo creo que eso queda muy bien. Hay fotos que las ves en grande y son estupendas, pero hay fotos que las ves en grande y no son buenas ni en grande ni en pequeño.

Entonces, yo creo que partimos un poco de la idea de cuál es una buena foto y luego hasta dónde se puede llegar con esa buena foto. A mí me gusta también hacer fotos a un tamaño 30x40. Cuando copiábamos en laboratorio, para nosotros hacer un 50x60 era algo muy grande. Cuidado, ¿eh? Pero tú has copiado cosas mucho más grandes.

Sí, sí, mucho más grandes, pero un 50x60 en analógico era el papel en hoja más grande que podías comprar. Luego ya pasabas al rollo, que era de 90 o de 1.10 o de 1.20 como mucho. Imagínate, ¿eh? Y ahora tenemos rollos de 1.60 por el largo que quieras. Y hay máquinas fuera del ámbito de tintas pigmentadas, que son ya de producción, que llegan hasta tres metros de ancho.

Es una barbaridad. Pero resumiendo, quitarse de los 300 puntos, deja el archivo nativo que te dé y luego deja que nosotros te digamos hasta dónde podemos llegar. Incluso te podemos hacer una prueba para que veas que, aunque tengamos 120 puntos, se va a ver bien. Y no siempre una foto grande funciona. Para aquellos que quieran imprimir fotos, ¿tú crees que es mejor que te traigan el RAW y sabiendo lo que quieren? ¿O que te traigan un TIFF grande ya con todo retocado?

Sí, un TIFF. Para nosotros lo ideal es un TIFF a 16-bit en Adobe RGB. Ya te digo, cuando procesas con Lightroom, cuando necesitas exportar, exportar con Motif, no limitar a ningún tamaño y dejarlo. ¿Queda 40 megas? 40 megas. Ni lo limitas por abajo ni lo limitas por arriba. Porque el RAW a veces es, si vemos evidentemente que hay luces que están empastadas, hay negros que hayas perdido, bloqueas las luces, en fin.

Ahí lo vemos siempre y nos dice, mira, esto te va a quedar mal porque el negro aquí tenía detalle y lo has perdido en el procesado. Bueno, vamos a acabar esto ya con una pregunta con respecto a las técnicas, porque claro, tú has estado en los dos mundos. Has copiado, como estábamos contando desde el principio, el químico y ahora estás en el digital.

Pero hay procesos que se hacían, o sea, que se hacen a día de hoy incluso mezclados y más ahora con lo que contabas tú de este auge de nuevo de la fotografía química. ¿Procesos que hay a día de hoy interesantes para alguien que quiera hacer algo nuevo? Bueno, nuevo, hoy ya está todo inventado, pero digamos que quieran hacer algo diferente o que quieran buscar esa manera, un poco no solamente una copia digital sin más.

¿Qué hay ahora mismo que se pueda conseguir? A mí te tengo que decir una cosa. En general, yo en Europa, en Francia, considero que yo creo que es un poco al espejo al que deberíamos mirarnos, porque es un sitio donde hay un público de entre 30 o 50 años que compra obra, fotografía y puede coleccionar. Es decir, aquí todavía comprar fotografía sabes que es algo que te dará para un tema largo, ¿entendido? Como un autor piensa que puede revalorizar su obra, venderla y la persona

que puede comprar esa obra, sea por 100 o por 1.000 o por lo que sea, crea que está comprando algo que tiene un valor y que no ha comprado algo que al final va a quedar ahí como un póster. Yo creo que eso es lo primero que debemos aprender. Ahí ahora mismo, realmente, el proceso de impresión que yo hago en lo que es las tintas pigmentadas está como en un segundo nivel.

Es decir, se sigue valorando la copia de químicos, sea en el proceso que sea, Platino, Cianotipo, Bandai, yo qué sé, las mil técnicas que hay antiguas. Se le da mucho más valor a esa copia que se destruye, que se autodestruye y que envejece y que además tiene un punto de universalidad de que la segunda copia será siempre distinta, no habrá dos iguales.

Partiendo de esa base que yo creo que es importante, yo creo que la mezcla de estos dos mundos es un poco donde podemos entrar. Los fotógrafos ahora aquí pueden jugar mucho con ello. El 99% de la gente tira en digital, con lo cual partimos de la base de que tenemos un archivo digital. Pues plasmar eso a un negativo y en ese negativo jugar con todos los procesos antiguos que hay, que además los hay muy sencillitos, que incluso no necesitas ni laboratorio, lo puedes hacer hasta la luz del sol.

Con lo cual, esa mezcla, probar emulsionar papeles con negativos que hagas, yo creo que son la mezcla de dos mundos. Incluso Isabel hace un proceso, vuelvo a remitirme a ella, que es el Platino en color. Nosotros con el impresor imprimimos con una curva, imprimimos un color base y luego se hace un negativo que por contacto ese papel se vuelve a emulsionar y se procesa y se funde y se mezcla.

El color lo dan las tintas pigmentadas de la impresora y el negro lo da el Platino. Nosotros hacemos un proceso similar, pero lo hacemos con sales de plata, con una emulsión líquida que puedes adquirir fácilmente en cualquier tienda de Madrid o de Internet. La marca Estafoma, por ejemplo, tiene un botell por unos 30 euros y tienes la emulsión líquida, con lo cual puedes probar a hacer procesos cruzados, partiendo de algo digital, hacer tu negativo que te puede servir a ser negativo que no tienes

ni que tener impresora. Puedes ir a la copistaría de la esquina y sacar un acetato que seguro que vas a experimentar y a tener sensaciones diferentes. Pues nada, David, una pregunta así rápida. ¿Cuántas personas crees que has hecho copias? Uf, pues oye, un desastre, pero muchísimas.

Muchísimas, en serio. Mucha gente. Además, ¿sabes lo de cosas que me ha pasado? Que hay gente que ha venido que es la primera vez que saca una copia en papel y se quedan alucinados. Le hacen fotos a la máquina mientras sale. Porque somos un poco como un live cooking. Muchas veces vienen, la vemos en pantalla, le hacemos la prueba, te gusta así, ¿qué tamaño quieres? No sé, un 40 o 50.

Pues mira, quédate que te lo hago ahora mismo. Es una emoción de verla salir y eso es muy, muy interesante. Pero sí hemos hecho mucha gente. Mucha, mucha gente. Bueno, pues oye, David, ha sido un placer. No voy a cerrar sin antes decir que todos estos temas, a la gente que le interese todos estos temas de impresión, que además, como hemos dicho, yo creo que estaría bien por lo menos, aunque no te dediques a hacerlos, yo creo que está muy bien conocerlos para

que cuando, por ejemplo, vayáis a gente como David y demás, sepáis un poco qué pedirle o por lo menos si tenéis dudas, pero que ya vayáis con ciertas ideas un poquito ya más acotadas, porque a veces es como que yo creo que a David le llegan y dice, oye, mira, no sé qué hacer.

Y claro, David tendrá como 50.000 cosas y qué te va a decir el hombre, ¿sabes? En el mes de julio vas a impartir una charla y un taller en la Leica Academy, en la tienda Leica aquí en el Leica Store de Madrid, que va a ir sobre esto, ¿no? Sí, sí, sí. Realmente, te lo dije antes, yo creo que las cosas hay que desmitificarlas. Tienes un público seguro que tiene impresora en casa y que posiblemente esté muy decepcionado porque no consigue que lo que se vea se imprima.

Y al final son cuatro parámetros muy concretos que tienes que entender y luego es siempre lo mismo. Es decir, hay que desmitificar las cosas, Rodrigo, y yo creo que en eso tú estás ayudando muchísimo. O sea, que yo creo que al final, resumiendo un poco, es la mirada de Isabel, yo puedo hacer con ella mil cursos y nunca la tendré.

No hay la receta, no, no, no, no. Pero yo os digo una cosa, imprimir, hacer una buena impresión correcta no es tan difícil y eso sí se puede enseñar, ¿vale? Lo dejo ahí. Es decir, que yo creo que la mirada que tenga cada uno es la suya y que no hay una foto buena ni una mala, sino hay una foto en la que tú paras delante y dices, guau, eso es lo bonito.

Y si podéis, llevar aunque sean chinos de la esquina, de verdad lo digo, y sacaros copias en papel. Y si tenéis niños, hacerles un álbum, por favor. Dejarles una herencia. Esas fotos de cumpleaños, ¿dónde están? Bueno, una hipoteca también se le puede dejar pequeño. Tampoco está mal, ¿vale? Si no, no se van de casa. Pero bueno, yo tengo una de 93, pero bueno, ya tiras solo.

Bueno, pues nada, David, que ha sido un placer tenerte aquí. Ya digo que yo creo que esto va genial para que la gente también disminuyera esto, como decías tú, y además me vendrá muy bien para coger y decirle a Isabel, oye, pásate, que me hace falta la segunda parte, ¿no? Claro. Me hace falta la segunda parte.

Bueno, David, un placer y muchas gracias por estar en Fotolary. Lo mismo. Gracias a ti y a todos. Un saludo. Ciao. La diapositiva y el negativo. Vuelve Álvaro. Vuelve Álvaro al podcast. ¿Qué tal, Álvaro? ¿Cómo estás? Pues muy bien. Aquí andamos. Ya te he comentado que estoy ahí un poco intentando solventar un borrado accidental de tarjeta que no tenía que borrar.

Para que haya vídeos. Sí, sí, un clásico, ¿eh? Fotógrafos, videógrafos, ¿eh? Borrar cuando... Hacer hueco y hacerlo donde no tienes que hacerlo. Esto para que la gente luego diga, cuando empiece a quejarse de que los vídeos, de que si el audio, que si no sé qué, para que se vea todo lo complicado que es muchas veces lo que está detrás del producto final, ¿eh? Claro, claro, porque esto es el típico caso de yo normalmente no borro las tarjetas hasta

que no las tengo... O sea, normalmente no borro las tarjetas hasta que el vídeo no está montado y publicado, ¿vale? Pero es que a veces no borro las tarjetas y no las he volcado al disco duro porque el disco duro tengo tantos proyectos en marcha que no me entra más.

Entonces dejo las tarjetas como apartadas. Pero en esta gestión, pues ayer tenía que hacer hueco para grabar una cosa y cogí una tarjeta y dije, ay, yo creo que esto ya está montado. Me zoomé ahí unos cuantos archivos y había unos que no estaban montados todavía. Es muy típico, ya digo, para que la gente lo sepa, tanto temas del podcast, del audio, que a mí también me pasó hace no mucho que tuve que pasar porque ocupaba una barbaridad.

Cada vez del audio, parece que no, tú lo sabes bien, que también el audio cada vez ha ocupado más que antes pensábamos grabar una cosa residual. Sí, y cuanto más cualidad quieras meterme y tal, es una locura. Correr con vídeo es una locura. Con vídeo también, claro, obviamente, todo. Bueno, muy bien, pues nada, como tenemos a Iker ahora mismo, bueno, la gente lo sabrá dentro de poco, lo tenemos de camino otra vez a Japón para temas que no tienen nada

que ver con foto, a saber si se ha llevado algo para probar. A comer palitos de cangrejo. Sí, de eso, sí. Pues vienes tú a contarnos un poco, esta es la actividad positiva y negativa de estos días, que por cierto, ya he dicho antes al principio, llevamos una semana a retraso, pero como el tema de la Semana Santa justo nos pidaba la semana siguiente, tenía que ser el podcast nada más llegar, pero como allí en Barcelona habéis tenido fiesta,

pues yo ya se lo dije a Iker en su día, no quise, digamos, malmeter de manera muy rápida porque claro, si encima estáis el lunes y esta parte es como bastante más de actualidad siempre, pues hombre, para que la gente sepa que esto no está grabado dos semanas antes ni que las cosas las dejamos ahí, no, no, aquí hacemos las cosas justo poco antes, entonces, por eso ese retraso para no tampoco llevar todo el trabajo ahí a ellos, entonces,

pues nada, que me des un poco y que me cuentes un poquito, alguna cosa, tanto noticias o dos cosas. Sí, he seleccionado aquí un par de cosas, una noticia digamos y luego un conjunto de noticias relacionadas. La primera de ellas, como hay que hablar sí o sí de esto es obligatorio, pues la primera va sobre la inteligencia artificial, que ya sabéis que el puto tema del momento se podría decir, cada día hay algo relacionado con eso y bueno, los que leáis Fotolary,

no sé si visteis que hace poco publicamos una noticia de que había un tío que había colado una foto de unos surferos en un concurso de fotografía, pero era un concurso un poco de chichirago, era un concurso que organizaba una tienda australiana, una tienda tipo Mediamark, que hace pues unos concursos semanales y regala un premio pequeñito de 150 euros para gastar en la propia tienda, bueno, tenía gracia porque el tío había hecho el experimento

y había colado ahí una foto generada con Big Journey, no, no, era una foto de hecho, le había colado el propio servicio de inteligencia artificial, o sea, los propios que tienen el servicio este de texto a imagen, habían hecho la trampa, bueno y decíamos, bueno está pasado, pero era en un concurso de chichirago, pues esta semana ha vuelto a pasar y ya no ha pasado en un concurso de chichirago, ha pasado en un concurso de amplio prestigio

como son los Sony World Photography Awards, que se entregaron esta semana pasada y ahora sí que podemos decir que es la primera imagen generada por inteligencia artificial que gana un prestigioso premio internacional de fotografía. Y que luego la autora no ha querido recogerlo, digamos por eso se ha querido. Sí es verdad que ha ganado una categoría que se llama creatividad, que es una categoría que ya de por sí digamos que permite que haya manipulación en la imagen y que haya

cierto, que haya ediciones así agresivas y tal, o sea, es una categoría que no tiene acotamiento, o sea, todavía no es como a lo mejor la parte fotoperiodismo en la que bueno, te pueden pedir el robo y tal, aquí como que no está tan acotado yo creo esa parte. No está acotado porque claro, no está acotado, o sea, no está actualizado con lo que seguramente demandará a los concursos el fenómeno este de la inteligencia artificial que les obligará

a acotar y a poner según qué bases, porque ahí ha estado un poco la trampa, el autor ha dicho, en la categoría no pone explícitamente que no se permitan imágenes generadas por IA, pues venga, yo he hecho ahí una imagen generada por IA, además es una imagen bastante cabroncilla porque parece una foto antigua totalmente, claro, lo han tirado por la parte del taping, la imagen está ensuciada, tiene grano.

Para que sea más complicado incluso, que a lo mejor toda la hora, yo sé que hay mucha gente que ha echado muchas pestes al jurado y demás, pero también hay que reconocer que el jurado, obviamente los jurados a día de hoy, yo que además soy de varios, me va tocando actualizarme, yo ya sé que estas cosas, pero hay gente que tampoco está, hay que reconocer que no está super al día y esto tiene que empezar a entenderlo, entonces

yo creo que como no empiezan a peter avisos ya a todo este tipo de cosas y que la gente también entienda que esto puede suceder, va a haber algún que otro, eh? Sí, yo creo que puede haber lío, y la imagen, bueno, es muy sugerente, sí que es verdad que una vez te dicen que es de IA, pues ya vas un poco a los detalles y vas a buscar donde normalmente IA canta un poco, que es en el tema de las manos, que es como una especie

de escollo que todavía no han conseguido superar del todo, así como las caras y las expresiones, cada vez van mejor las manos, siempre tienen un punto ahí como raro, raro uno, sabes? Pero bueno, como tú decías, esto era una especie de experimento, entonces el ganador del premio ha renunciado al premio, y ha dicho que las imágenes por inteligencia artificial no deberían competir en el mismo concurso, no deberían competir por un ganardón, que

son diferentes, que la IA no es fotografía, y que renuncia al premio, y dice que anima a todos a abordar el debate este lo antes posible, vale? Y Sony pues ya ha retirado la fotografía de la lista de ganadores, eh, supongo que también de la exposición, y tampoco ha dicho gran cosa sobre el tema, dijo, bueno, no, si el fotógrafo renuncia, pues ya está, pues ya está, nos han quitado un problema, nos han quitado un problema, bueno, está bien, está bien, creo que es un tema interesante

que tendremos que tratar, que además yo creo que se va a ir teniendo que tratar cada vez más. Sí, a ver, es un temazo, yo, esto lo hablo muchas veces con Iker, yo soy de la postura y de la teoría de que históricamente la historia demuestra que los cambios nunca son tan radicales ni tan rápidos, ni tan, ¿sabes? que lo que parece que va a cambiar muy rápido siempre es una cosa progresiva y que al final la vida sigue, ¿no? y todo se adapta, o sea, yo soy,

huyo mucho de estas visiones apocalípticas, el plazo, el fin de la fotografía, nos vamos todos a tomar por saco, yo no creo que vaya a pasar eso, hay mil ejemplos en la historia, ¿no? cuando siempre se dice que cuando en la primera revolución industrial cuando entró la máquina de vapor y empezó a haber el telar mecánico y no sé qué, pues también era un plan, dios mío, no va a haber trabajo para nadie, ¿no? pero la historia luego demuestra

que estas innovaciones tecnológicas destruyen trabajos y crean muchísimos nuevos también, o sea que... Claro, al final es una readaptación, hace falta siempre, de momento, por lo menos yo de momento creo que la persona se sigue necesitando para todo esto, porque al final es la persona la que la crea, con lo cual... Exacto, y en todo caso, eso, pues aún hay que ver cómo va esto de rápido o de lento,

pero vaya, es un tema que hay que ver, a ver, pues pasan cosas y hay noticias que llaman la atención, ¿eh? Pero eso es lo que pasa. Vale, y esto respecto a la inteligencia artificial, insisto, yo creo que aún estamos lejos de Terminator, aún estamos lejos de que dominen el mundo y empiecen a mandar androides al pasado para que aniquilen al jefe de la resistencia humana antes de que nazca. Además, no veo ahí un Terminator, de momento tendría que pasar un Terminator con una cámara

de fotos, ¿te imaginas?, en plan, haciendo fotos así. Segunda grupo de noticias, dos noticias juntas sobre un mismo tema, de esas noticias que nos dan un poco, bueno, nos dan una visión, no, de hecho nos la quitan o aún nos hacen tener una visión más confusa de cómo está el mercado fotográfico en la actualidad que uno no sabe muy bien cómo seguirle el ritmo y es que esta semana, estos últimos días,

se han lanzado, atención, dos cámaras con sensor monocromático, o sea, no una, no, dos. Además, fueron el mismo día. Sí, sí. Debe ser que era el Monochrome Day, ¿no?, o sea, el Hashtag Monochrome Day, ¿no?, de esto de... Total, total. Una cosa fascinante, ha sido una Pentax K33 monochrome, que esta no solo tiene sensor monocromático, que encima es reflex, o sea, para rizar el rizo de la peculiaridad, ¿no?

Es que eso no es más vintage porque no puede, ¿eh?, o sea... Exacto. Es una versión de su K33 que, pues bueno, como ya sabéis, los sensores no captan el color directamente, sino que captan poniéndole un filtro, va ahí en delante, que descompone el color y una parte se la inventa y no sé qué, ya sabes que es un proceso súper complejo, entonces cuando tú sacas el filtro ese de delante del sensor, pues lo que tienes es

un sensor monocromático que, además, pues elude una serie de problemas que da este filtro, que van desde el MUARE hasta la falta de definición, un montón de cosas, ¿no? El sensor monocromático no es nuevo, ya hay cámaras con sensor monocromático. Para los que no lo sepan, hubo móviles con sensor monocromático. También, de hecho, la primera, el primer móvil que tenía cámara dual, esa segunda

cámara que a día de hoy la asociamos mucho a distintas focales, en su momento no era una focal distinta, era un sensor monocromático, el Huawei P8, el P8, el P8, eso es. Que, por cierto, yo tuve el P9, creo. Telefonazo, en aquel momento, el P10 también. Sí, sí, y a mí la cámara está monocromática. Es verdad que lo que decimos siempre, que seguramente el 99,9% de las personas no serían capaces de distinguir entre una foto hecha con una cámara monocromática y la misma

foto en color pasado blanco y negro, sin más, posiblemente, pero la verdad es que el... Hombre, fotográficamente, las personas que hacen fotos que están muy metidas, sobre todo la gente que además ha revelado un carrete, que eso sí que se ve bastante, que ha estado muy acostumbrada a eso, sí que notas esas tonalidades de gris que notas, porque cuando tú lo pasas, como tú lo has dicho, el sensor, lo que llaman la matriz Bayer, esta famosa

y que luego además se inventa luego en el proceso a ciertos colores que no son algunos, no son reales 100%, claro, cuando tú eso lo pasas a blanco y negro, pasas ese color o esa tonalidad a gris que no es del todo real, en algunos casos, con lo cual la transición muchas veces de todo de gris, a veces es verdad que hay que ir muy fino, hay que ir muy fino porque es lo que te digo, sobre todo lo captan muy bien aquellos que han estado disparando

con force 100 o cosas así, sensibilidades muy bajitas en las que las transiciones de grises no tienen grano, con lo cual casi como que no lo notabas, pero claro, lo dices tú, la mayoría de los mortales que hacen fotos, pues hacen automáticamente. Podéis ir a ver el vídeo que hemos hecho sobre la Pentax monocroma, hay un montón de muestras para meter ahí la lupa, yo creo que la verdad es que la calidad de imagen es muy interesante,

aparte Pentax la cámara es exactamente igual que la K33 de diseño, pero a todo el color en la cámara, o sea, todas las serigrafías, los botones que tenían, pues los iconos en color y tal, pues lo han puesto todo en blanco y negro, incluido el menú de la cámara, es el plan, ¿no? Para que nada te despiste, para que el color no te despiste, excepto cuando miras por el visor óptico, claro, entonces no ves todo el color.

Ah, bueno, esta cámara de Pentax, por cierto, cuesta 2.500€, ¿qué pensaréis? ¡Uff, qué bastón! 2.500€ para una cámara monocromática. Bueno, pues no pasa nada, porque luego vino Leica con su M11 monocrom y su sensor de 60 megapíxeles en blanco y negro, y a un precio de 9.500€.

Estuve con ella ayer, estuve en la tienda Leica, la tuve en las manos, la vi el otro día también, el día que salió, también estuve, pero ayer en concreto la tuve más tiempo, y es una M11, o sea, es una M11, lo que pasa es que la he metido al M10, y bueno, aquí tampoco es que haya una novedad bestial, ¿no? Porque creo, ¿no? Porque el año pasado, bueno, no creo que fuera hace dos años, cuando lanzaron el M10, en su momento lanzaron el M10 y, ¿sabéis? Luego, poco después volvieron a hacer el

nuevo movimiento, M10 monocrom, con lo cual es más o menos una estrategia similar. Sí, sí, de hecho la buena noticia, entre comillas, es eso, que hasta ahora tenías que pasar por Leica, que son los que habían ido haciendo estos cambios, porque también tienen la Q2 en monocrom, y, o sea, tenías que ir pasando por los precios de Leica si querías una cámara monocrom, y ahora, pues, Pentax está dando la versión low-cost, ¿no? Sí, porque también

creo que también hay algún respaldo Hassel y alguna cosa de estas también en monocrom, pues Leica ahora te da esa opción de, hay Leica, te da esa opción de hacerlo, entre comillas, barato, ¿no? Pero con espejo. Asumible, pero con espejo. Con espejo, dejémoslo muy claro, pero con espejo.

La M11 monocrom la teníamos pendiente de probar, de hecho estábamos ahí moviéndola para que Iker se la llevara al viaje este que va a hacer a Tokio, y si hiciera por ahí el moderno un rato, pero al final no ha llegado a tiempo, pero bueno, esperemos cogerla pronto. Así que probamos la M11, que la verdad es que es una cámara muy guay.

Sí, para la gente que a lo mejor, bueno, la habrán visto o que no la hayan visto en realidad, es una M11, o sea, lo único que no hay versión en plata, creo, por lo que me han dicho, no hay versión en plata, y eso además solamente, y no tiene, igual que la M10, no tiene ese punto rojo. El punto rojo está sustituido por un emblema negro directamente y ya está.

Y la única cosa que cambiamos respecto a la M11 es que no tiene esa matriz, con lo que hablábamos de color, y que el disco, o sea, la memoria interna pasa a 256 en vez de 64. Creo que es la única diferencia con respecto a la M11, no hay más. Y lo que hemos comentado, eso sí, la calidad del blanco y negro, si a la gente le gusta el blanco y negro, pues esas tonalidades que vas a sacar de grises, pero que es una M11, o sea, ya está.

Es curioso esos movimientos del mercado fotográfico, que es como, bueno, obviamente la fotografía está quedando para lo profesional, para lo específico, para cubrir esos nichos, ¿no? Te iba a preguntar, porque yo estaba leyendo el otro día cuando salió la cámara en lo de Leica Monochrome, que había gente que no entendía esto, o sea, este movimiento.

En Leica yo lo entiendo, porque Leica tiene un mercado muy concreto, muy específico, además, ya sabes, salió la M6 hace poco, la versión digital, y no se puede encontrar casi por ningún lado, no hay, o sea, el otro día cuando estábamos en Fotoforum intentábamos a ver si nos la dejaban, ¿te acuerdas? Y no hay, no hay, porque ellos saben muy bien cómo es el mercado, saben muy bien además cuáles son sus clientes, fabrican una cantidad a mano, etcétera.

Y en Leica yo creo que tiene sentido, por el tipo de marca que es, el tipo de mercado que dominan. Pero, ¿en Pentax? Es que Pentax es una marca peculiar, bueno, hay que recordar que Pentax es rico, Rico Pentax, que Rico es un gigante, una multinacional brutal.

De impresoras, también hay que decirlo, igual que Canon. Sí, exacto, sobre todo pues muy de impresión, de fotocopiadoras, de cosas de estas, que la división fotográfica es un porcentaje muy pequeño de su negocio, como a casi todas estas marcas, o sea, quiere decir que nadie se llevan años.

Quizás Nikon sería de las que tiene, de las que la parte fotográfica es más importante, pero vamos, Fujifilm, Canon, tienen, son multinacionales que tocan muchísimos palos, además de la fotografía, pues eso, cosas médicas, cosas relacionadas con la imagen, sensores, sensores industriales, bueno, de todo, ¿no? Y Pentax es una marca peculiar porque parece que han asumido muy bien su papel de cosa pequeña, de cosa nicho, ¿no? Yo creo que es una marca que sigue teniendo bastante prestigio

en Japón y al final, ¿qué les cuesta, no? Si ya tienen la Pentax K33, que ya fue un lanzamiento peculiar, porque ha sido la última Reflex en salir al mercado, ¿qué les cuesta en verdad hacer unos cuantos, unas cuantas unidades quitando el filtro Bayer, que tampoco tiene mayor historia? Quiere decir, no requiere ni un gran desarrollo ni más de, ni requiere cambiar líneas de producción, ¿no? Debe ser una cosa muy sencilla.

Entonces yo creo que si lo hacen es porque saben que tienen... Hablando de lo que has contado de Pentax ya del tamaño, porque sí que es una, a ver, es una empresa emblemática, también hay que decirlo en cuanto a lo que has dicho tú, o sea, la gente en carrete era brutal, o sea, en ese sentido era brutal.

Recordar que está en camino una Pentax de carrete. De carrete, por eso digo, ¿tú crees que ese movimiento, tú crees que ese movimiento se han dado cuenta y se...? Porque tienen, están, estoy viendo mucha similitud con Leica, con respecto un poco a... Es verdad que no, quizás no tuvieron esa intención en su momento, pero ¿tú crees que el tiempo y ya la, digamos, la tecnología y todo como ha cambiado el mercado está haciéndoles ver o abrir un poco los ojos y darse cuenta que quizás ese es el punto donde pueden estar,

donde pueden quedarse? Bueno, yo creo que a lo mejor han visto que no pueden competir con Canon, con Nikon, con Sony, con Fujifilm, ¿no? No pueden meterse en ese mercado, no pueden competir con Panasonic, ¿no? Parece que muchas marcas pues están intentando especializarse en cosas, ¿no? Pues por ejemplo, Olympus, desde que dejó de ser Olympus o M-System, pues parece que se han como metido a tope con el outdoor,

con cámaras que te puedas llevar por ahí de viaje, que se puedan mojar, que no sé qué, ¿no? Es la cámara de pájaros, yo lo voy a llamar la empresa, la cámara de pájaros. Exacto, porque de repente pues tenían una serie de embajadores y se han deshecho de todos los embajadores que no son de naturaleza, digamos, ¿no? Se han quedado solo con naturaleza y viajes y cosas así, y cosas de acción. Panasonic parece que está súper mega enfocada con el tema del vídeo, en plan, con las cámaras

híbridas, ¿no? En ofrecer... Fujifilm también pues va tocando palos, pero parece que también pues está muy en el reporterismo, ¿no? Estas cosas. Canon, Sony y tal, que son las más grandes, pues siguen dándole a todo y a lo mejor Tetrax ha dicho, oye, pues yo me voy a quedar con los X, con el cliente muy específico, con el que sigue queriendo un visor óptico y tiene un montón de cámaras de ópticas Pentax fantásticas, Premium y tal, y sigue

queriendo una Reflex. Para Ricoh también tiene su línea esta GR de Compacta, que también es una cosa, un producto muy exclusivo, que el que no quiere, tiene eso, o sea, no quiere otra cosa. Quiere esa cámara compacta con su sensor PSG y se compra por una Ricoh GR y a lo mejor se han quedado ahí con ese nicho y con eso tiran... Yo, a mí me decía gracia, ¿no? Cuando escuchaba lo del tema de la Reflex, que ellos decían,

no, no, que van a seguir apostando por eso, y me parece un cambio, o sea, no un cambio, sino un camino, cuando digo lo de que se parecen a Leica, sin llegar a serlo, pero porque Leica en ningún momento ha querido, no sé, obviamente en su gama M y demás, ya tienen su gama, pero por la que es más emblemática, es más conocida, por seguir apostando por lo que ha sido reconocida, que es por ese telemetro, o sea, y podría ser, Pentax podría quedarse

como la única cámara, o la única marca en este caso, con Reflex, con ese visor óptico. Es que eso va a ser así seguro, o sea... Claro, o sea, es eso, igual que Leica tiene ese telemetro en su cámara o en su modelo más reconocible en la historia y continúan, aunque la cámara sea digital, continúan con él, no se deshacen de él, yo creo que puede ser ese punto o ese camino en el que digamos Pentax, la única marca que tiene

un visor óptico. Sí, sí, con todo lo que ello implica, porque esta Pentax Monochrome, por ejemplo, tiene autonomía para milípicos disparos, ¿eh? Que eso no lo consigues con una sin espejo, ni bajos, ni con dos baterías, posiblemente. Yo iba a pensar, digo, solamente le falta que le digan que funciona con pilas, dentro del juego, que también funciona con pilas, ¿sabes? Joder, pues te vas a reír, pero Pentax diría que fue de las últimas

marcas que ya en algún fotokina, no de hace tanto, me refiero igual de algún fotokina de... A lo mejor no, de los últimos, no, pero a lo mejor sí que... Sí, pero en 2012 o así todavía sacó algunas reflejistas pequeñas que tenían posibilidad de meterme pilas, ¿eh? Hombre, al final, si solamente sacas una cámara que no tenga la opción de vídeo, porque claro, si tiene la opción de vídeo ya cambia mucho, se tiene que tener

la pantalla trasera, entonces eso es un consumo muy bestia, pero si solamente te sacas modelos que hagan foto, aunque se encienda la cámara detrás solamente, o sea, se encienda la pantalla trasera cuando haces la foto para que se pueda visualizar, no me extrañaría, ¿eh? Cuidado que son muy frikis ya, ¿eh? Esta gente...

Ya te digo, yo creo que van a muerte, y lo que decía, lo que comentaba Iker en el vídeo de esta Pentax, que a lo mejor si en vez de tener una Pentax K33, se casca en una Pentax K1000, una versión de la Pentax K1000, digital, con el sensor monocromático, con todo en look ese de la Pentax K1000 guapísimo, que es esa cámara de carrete súper chula, porque encima, Pentax tenía unas cámaras guapísimas de carrete.

Sí, las de carrete, ya te digo, que es que además le dan referencia, de hecho, a ver, las Pentax 645, las míticas de carrete, no la que luego salió, que luego salió la versión digital, pero vamos, la 645 de toda la vida, la de formato cuadrado, etcétera, la que podías hacer en 120, carrete 120, la tenía mucha gente porque hay gente que no podía llegar a tener una Hassel.

Ojo, que la Hassel, a ver, no es que Pentax sea peor que Hassel, entre comillas, pero es que Hassel era muy cara, ¿no? Yo creo que a lo mejor ese punto en el que, digamos, Pentax en su día tenían que combatir contra Hassel en esas, con esos carretes, a lo mejor le han dicho, hostia, pues ahora voy a intentar hacer lo mismo, siendo un poquito más barato que Leica, y me coloco en ese escalafón, para el gente que le mole esto, tenga una capacidad adquisitiva más o menos, ¿vale?,

porque 2.500€ tampoco es que sea un algo muy barato, pero claro, 9.000€ es un tercio. Es un tercio, claro, es un tercio, y puede ser que tengas ya objetivos y tal, ¿sabes? Y a lo mejor pues tener una monocromática y una no, ¿sabes? Bueno, bueno, está bien, o sea, yo creo que esta parte, aunque sea tal, me parece algo positivo porque al final el tener siempre, aunque sea algo, bueno, tampoco es que vayamos

a decir que la fotografía, lo que decías tú, desaparece, sino que yo creo que se va mutando hacia lo que también la sociedad a día de hoy va adquiriendo, entonces también se va acoplando a ciertos sectores y eso no está mal, porque al principio, cuando empezó todo el laboratorio de las mirrorless, me acuerdo que todos sacaban de todo, que yo creo que era como una forma de decir, a ver, voy a tirar ahí a cien a ver a dónde acierto,

¿no? Ahora yo creo que ya se está dejando Canon y Sony, están como muchísimo más posicionadas en el mercado y son las que a lo mejor sacan más marcas, más cámaras. Nikon, yo no sé si se está quedando un peli, yo creo que es estancadilla por algunas cosas. Sí, sí, Nikon, lo que está claro es que ha apostado por sacar pocas cámaras, porque es de las que menos han presentado, creo que Sony y Canon a la cabeza, seguidas por Fuji,

son las que tienen más ritmo de presentación, que han sacado mucho producto últimamente. Yo creo que es un mercado que cada vez lo que dices tú, no es que vaya a desaparecer, sino que se va a especializar cada vez más, vas a tener que, pues mira, sí que es verdad que vas a decir, oye, pues esta marca, a lo mejor Sony sí que es capaz de sacar modelos para casi todo, como al final es una marca global, tú quieres una televisión, tienes

televisión, tienes móviles, tienes móviles, quieres audio, tienen audio, al final Sony tiene esa característica, pero las demás, bueno y Canon también. Y que en todo caso hay que estar atentos, porque a lo mejor, o sea, lo que es evidente es que la fotografía, fotos se van a seguir haciendo y se van a seguir haciendo cada vez más, quiero decir, y va a cada vez a haber más gente haciendo fotos, o sea, eso no disminuye,

el interés por hacer fotos, podemos debatir si disminuye la calidad o la intención o si cambia la intención o lo que sea, pero el interés por hacer fotos no decae, al revés, o sea, sigue más arriba y andamos por hecho de que los móviles ya le han comido un trozo de mercado a la fotografía para siempre, pero no tiene por qué ser para siempre, a los momentos que los móviles también decaen en ese sentido y desaparecen o desaparecen,

que ya sale otra cosa, que eso yo ya te lo digo, que es que es así, puede ocurrir, perfectamente. O la gente que hace fotografía con el móvil vuelve a demandar otra cosa, esta tendencia que yo creo que es muy pequeña todavía, pero esto que dicen que algunos chavales están volviendo a pillar cámaras compactas, cámaras compactas de estas de los 2000, sí, pero por el simple hecho de decir, mira, cojo la cámara porque me pongo en modo fotografía,

sabes lo que te digo, con el móvil estoy en modo story, en modo estoy aquí con mis colegas y tal, y cuando cojo la cámara me pongo en modo foto, aunque no me interesa especialmente ni los parámetros ni nada, pero sabes, me pongo en modo, ahora voy a hacer fotos, a ver qué sale.

Sí, sí, las tendencias, las tendencias, esto es lo que dices tú, al final es la gente, al final también es las personas, porque si el mercado demanda algo, al final las marcas lo van a seguir porque son a quien tienen que vender, o sea, las marcas no son gilipollas, siempre lo he dicho, al final son las personas. Bueno Álvaro, te voy a dejar con tu recuperación, a ver qué quiere, para que podamos tener el vídeo en el canal, joder, no vamos a decir de qué es el vídeo, vale, para que la gente

no piense nada y no digamos, ah, tal, no, eso no se dice, eso para que la gente lo sepa, no se dice, no se dice. Ah, sí, no se dice. Pero nada, pues eso, que muchas gracias por venir nuevamente, igual que... No, me ha encantado, ya lo sabes, o sea, a mí llámame cuando quieras, incluso si Iker nos ha ido a Tokio, no me importa.

No, no, de hecho tengo pendiente, porque se lo tengo que comentar a Iker para que hagamos, volvamos a tener un capítulo, pero de una manera mucho más, no sé, me molaría, ¿os acordáis de aquel que hicimos de un juego jugando a cámaras, de cuál recomendarías y tal? Pues algún episodio de esos que estemos los cuatro otra vez, ahí haciendo, no sé, algunas preguntas de fotografía como un poco así graciosas o más, o sea, que no tenga que ser nada técnico ni nada, una manera

muy subjetiva, y que nos lo pasemos también guay, que a la gente también esos vídeos les mola, porque al final es una charleta y lomear y demás, yo creo que dentro de poco seguro que lo vamos a hacer. Conjurado. Pues nada, chicos, nos escuchamos dentro de 15 días, esta vez sí, no va a haber tardanza. Hasta luego, Álvaro.

Te doy un abrazo. Chao, chao.

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