Hay mucha gente que no conoces, pero sin cuyo trabajo el mundo no sería como lo conocemos ahora mismo. Y sin exagerar, eh, si exageráramos diría que habríamos muerto todos ya.

Gente maravillosa. Y no solamente estoy hablando de nosotros.

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Transcripción


En el episodio ciento ochenta y cuatro de Planeta Cuñado,

Bueno, venga Chávez, ¿qué? ¿Listos ya para grabar?

Lo tenemos todo preparado, Al final, Álvaro hará de Virgen María.

Yo prefería ser de su lado romano, la verdad.

Pues yo estoy encantado haciendo ese avance.

Lo que no sé es si yo voy a ser más adecuado para ser de niño Jesús,

Pues yo ya tengo la lanza y el escudo de soldado romano. Brillantita, Brillantita.

Pero pero pero ¿qué qué estáis diciendo? ¿De qué habláis?

Coño, pues eso, vamos a preparar a María José huyendo a Egipto con el niño escapando de Herodes.

¿Herodes? Pero héroes, que el episodio iba de héroes.

Bueno, Enrique, con ese mar genio coño normal que te ha llamado el papel de Herodes a ti.

Vaya tela, ahora que la había cogido yo justo ahí vestido de la virgen. Bosa, ven un momentito, que se te ha puesto cara de paloma.

Es Evangelio Ever.

Señores, este verano hay Juegos Olímpicos. ¿No podíamos apuntar algo a ver si ganamos una medalla?

Sí, claro, con estos cuerpazo, que somos imbatibles, vamos a decir, digo.

Se me ocurre una manera en la que podemos participar y ganamos todos.

A ver, sorprende, ¿no?

Participar en el sorteo de oro de la Cruz Roja.

Vamos, amo. Sí, sí, sí, sí. Me parece bien. Sí, eso sí,

sí. Qué buena idea, Y, además, no solo ganamos nosotros, ¿En qué prueba podemos participar?

¿Cien metros voluntariado? ¿O salto de futuro laboral?

Salud mental por equipos. Humanidad sincronizada.

Oye, oye, oye, que cada boleto te da la oportunidad de ganar tres millones de euros.

Y encima estás colaborando con la Cruz Roja, que es como compartir el premio entre todos, sobre todo entre los que más lo necesitan.

Esto es una medalla de oro para la que nadie esperas cuatro años.

Y cada boleto sirve para mejorar la vida real de los millones de personas a los que ayuda la Cruz Roja.

Venga, no, ya está, no, no se hable más. Participamos en el sorteo de oro de la Cruz Roja, todos,

Perfecto, Kiyos, pero ¿me puedo seguir poniendo las mallas?

Sí, te estoy viendo yo, no.

Sorteo de oro de la Cruz Roja. Compra tus boletos en Cruz Roja punto es, o en muchos comercios de tu zona.

Nuestro oyente se habrán dado cuenta de que los teatrilleros los escribe Ibáñez, ¿verdad? En persona. Falta uno que diga Sapristi. El periódico, ¿no?

No es mi galán. Es el periódico para la televisión. Ibáñez.

Bueno, ¿qué pasa, chavales? ¿Cómo estamos? Bien.

¿Cómo andan?

Aquí andamos. ¿De qué hablamos hoy, entonces?

Vamos a hablar de gente infravalorada.

Vamos a hacer un episodio autobiográfico de gente, es infravalorada.

Claro, vamos a hablar de gente muy importante en la historia de la humanidad, me atrevería a decir, que nadie se acuerda de ellos.

Vamos a hablar de Boza, ¿no?

No Boza es famoso, entonces Boza no no entra en este ranking.

Pues si Boza no entra en el ranking, lo vamos a tener complicado.

Pues a ver si no habla hoy y está calladito.

No digo nada, no digo nada, porque

Luego todo se sabe.

El tío más infravalorado, que no se conoce ni el nombre, es el que inventó lo de uno y medio y dos en la velocidad de reproducción de audio de WhatsApp.

¿Qué es lo que?

¿Es que

no es famoso?

Sí, sí, que es un héroe,

Sí, un héroe de la humanidad.

Y ese es ese hombre, un héroe infravalorado.

Soy incapaz de escuchar un audio a más velocidad de la normal, tío. Me raya muchísimo.

Tú, porque no tienes a mi suegra. No tienes a mi suegra. Conchi, conchi,

Conchi, enzano.

No sabes una cosa que no escucho casi ninguno de los audios que me mandan. A lo mejor es por eso. Porque

mandar notas de voz es de hijos de puta. O sea, es que hace mucho tiempo no recordamos eso, pero.

Hacía tiempo que no le decíamos eso. Correcto.

Bueno, venga, ¿quién empieza? A ver, ¿quién se lanza?

Eso yo primero, entonces, como está ahí.

Tú mismo, adelante.

Yo voy a hablar de James Harrison, que le llaman el hombre del brazo de oro, y no es porque

Golden Member. No es porque haga,

no es porque haga mucha pesa, no es porque tenga mucha fuerza.

Ni es por el brazo, ¿no?

Ni es porque haga

Es que se te ve venir, tío. ¿Ellos? Vale, vale.

Es donante, es donante, es donante. Y no de no de esperma, de sangre. Ah, vale. Estoy viendo venir, tío, me mira esto con una cara que ojalá los oyentes pudieran veros las caras. Estoy hablando de James Christopher Harrison, nacido el veintisiete de diciembre de mil novecientos treinta y seis.

Este hombre estaba a punto ya de entregar la cuchara si no lo ha entregado ya. Oficialmente, no no ha entregado todavía. Pero con la suerte que le damos aquí a los hombres mayores cuando hablamos de ello, este hombre no renueva el cándaré de leche, tío.

Ya borracha últimamente, tío?

Este hombre no llega. Yo creo que es como una especie de superhéroe real, porque a Spiderman le picó una araña y se convirtió el hombre araña, pero este hombre, a los catorce años, le hicieron una operación importante en el pecho y como que casi se desangraba, le metieron trece litros de sangre.

Era un vaso comunicante, ¿no?

Yo creo que no, lo que era un vaso vacío y lo llenaron. Eso es prácticamente un viernes al mediodía para mí, de cerveza, pero esto es de esto es en sangre.

De sangre, es un adulto tiene unos cinco o seis litros de

Por eso te digo que si yo era un base comunicante, ¿no?

Yo qué sé. La cuestión que yo no sé si a raíz de esto o lo que sea, pero este hombre, cuando le dijeron

que se fue Se le fue esto, apanado y por eso es, joven. No, para el brazo de oro, para el brazo de oro.

¿Vale? Pues este hombre con lo con todo esto dijo, pues yo con todo esto que he mandado yo me había dedicado a algo de sangre. Y yo no sé si relacionado a esto o no, o no se sabe por qué, la cuestión es que este hombre ya en mil novecientos cincuenta y cuatro, con dieciocho años, empezó a donar. ¿Cuál es el tema? Que la sangre de este hombre es diferente.

¿Ay? Especial.

Ay, ay, ay, que me quedo. Ojo.

No, no, no, no. ¿Qué se descubrió? Que su sangre tiene un anticuerpo inusual, vamos a que solo se lo descubrieron a él, muy fuerte y persistente llamada inmunoglobulina RHO d inmune globulin, que le llamaron Rodix.

Rodix, tenía que haber llamado Harrison, ¿no? Claro.

El convertenista. Y este Rodij, este anticuerpo se utiliza para evitar las respuestas inmunes al tipo sanguíneo RH positivo en las personas con tipo sanguíneo RH negativo.

Cuando los niños tienen padres diferentes

Correcto. ¿Correcto? Estos anticuerpos, donde se notan principalmente es en el fenómeno de incompatibilidad posterior que provoca la enfermedad de resus, la forma más común de la enfermedad hemolítica del recién nacido, el HDN. O sea, esto es lo que ha dicho durante, caballero, cuando pasa que el el hijo tiene un RH diferente del de la madre, lo que pasa es que muchas veces eso provoca una incompatibilidad y el niño se va a la venta, o se iba.

Claro, la el la madre se cree que el niño es un cuerpo extraíble.

Exacto, exacto, exacto. ¿Qué es lo que pasa? Que a raíz de este hombre tener este anticuerpo probaron que esto funcionaba, que era un remedio natural contra esto, la gente se daba, hostia cuando este hombre donaba, y este hombre empezó a donar

Y y lo estaban ordeñando, ordeñaban entonces

cada tres semanas toda su puta vida donando. Este hombre llegó a ser mil doscientas sesenta y ocho donaciones de sangre.

Ostras, mil doscientos sesenta y ocho bocatas, que se quemó gratis.

Sí, en Estados Unidos cobraba bien Nuestro Australia. Ah, bueno,

muy bien. Lo más importante que gracias a la sangre de este hombre se creó la inmunoglobulina antide comercial, que se llama Rogan, y gracias a esto, pues se creó este fármaco y esto, una de cada diez mujeres embarazadas, cuya sangre potencialmente puede ser incompatible de la de sus hijos, le ponen este anticuerpo. Una de cada diez,

o sea,

a nivel mundial, es una brutalidad, y gracias a través de las donaciones del plasma de este señor Harrison, se han evitado más de dos coma cuatro millones de niños que tengan HDN, y el HDN tiene una tasa de mortalidad importante para estos niños, o sea.

Qué constancia, es, tío, qué constancia durante tantos años.

Un puto héroe de verdad.

Sí, señor.

Es queriendo, o a lo mejor no, pero esto sí que es un héroe.

Sí, no, porque esto me podía haber dejado de de donar sangre por cualquier excusa y ya toma por culo, ¿no?

Es más, el siete de junio de mil novecientos noventa y nueve, a James Harrison le dan la medalla de la orden de Australia para conocer su labor y lo generoso de este hombre de decir, pues yo dedico mi vida a donar. O sea, cuidado siempre perfectamente para poder donar, y cada tres semanas nos faltaba regularmente a donar. En mayo de dos mil once llegó a su donación número mil, una donación cada tres semanas durante cincuenta y siete años, y en mayo de dos mil dieciocho, ya por prescripción médica le dijeron que deje de donar para evitar daño, porque ya le iba a causar daño en su salud.

Y junio de dos mil veinticuatro ha plasmado después de haber Cuando

publiquemos nosotros, este es Berta ya, este esmero llega al verano.

Espérate, hombre, le tenía puesto un grifo, ¿no? Le tenía que ir pinchando cada vez que iba.

Sí, tío.

Le iba ya con

la palomita. Tirado, lo veo, tío. Mira todo.

Ya te digo, el once de mayo de dos mil dieciocho, allí en Australia, hizo su última donación de sangre, era lo que le permitían a él por su edad y por su salud, le decían ya, esta es la última, y además lo entrevistaron y todo y dijo, es un día triste para mí, es el final de una larga carrera, yo continuaría haciéndolo si me lo permitieran, con ochenta y un años. Así que, Jane Harrison, ole tus cojones, ole tu brazo de oro.

Muy bien. Así que, esto

sí que es un héroe.

Bien, James Harrison.

Que te voy a decir un tweet de otro héroe. Mi amigo arroba Hanky Solo pone aquí un tweet que dice, mi héroe, y viene acompañado de un titular de prensa. Y el titular de prensa dice, expulsado del bingo por decir, por el culo hotel ahínco cuando salía el cinco.

Un puto héroe sin embargo.

Los empleados de una sala de bingo de Castilla La Mancha expulsaron a un individuo de unos cuarenta años que no paraba de repetir por el culo hotel ahínco cada cada vez que se cantaba un número tenía un cinco.

La edad me cuadra, Sí.

Uno vino hoy. Podemos invitar

siempre al pome nueve quince, porque el número acabado en cinco, pero que que el número leído acaba en cinco.

Yo creo que ese

con el quince también lo decía seguro. También por culo.

Hay que terminar quince. Un héroe total. Qué maravilla.

Bocaría, tu héroe este ha sido un salvador de neonatos, y yo voy a hablar de uno que es popularmente conocido como el salvador de madres.

Mira, vaya a poner.

Anda. Yo voy a hablar de Igna Philip Semmelweis.

Semmelweis.

Semmelweis. Semmelweis. ¿Semental? Sí, eso es una raza de carne, ¿no? De vaca.

Y de queso también, ¿no?

También, semental. Ese el que tiene el agujerito, ¿no?

El GoDaddy, el semental.

El que tiene el agujerito para rellenarlo, ¿no?

Semental, qué guapo, me dice.

Pero, pues, Phillips Emelweib, ¿vale? Este fue cirujano y obstetra que nació en Buda, en Hungría. Y este hombre la verdad que la medicina no fue gran cosa, o sea, era un cirujano más de de Viena, pero sí que es cierto que tuvo un descubrimiento que ha salvado muchas, muchas, muchos millones de vidas a partir de de eso. Este hombre ha sido conocido como Salvador de madre, y es que hace un un descubrimiento acerca de la fiebre puerperal. ¿Sabéis lo que es la fiebre puerperal?

Ni idea. No, eso seguro, seguro que no es una rima tuya.

Un hueco colgando y el otro igual. Correcto.

Yo no estaba así, tío.

No, la fiebre por esperar es la fiebre del parto, que allá por mil ochocientos cuarenta, cuando este hombre ya estaba ejerciendo su profesión, se cargaba a entre un diez y un treinta y cinco por ciento de las mujeres que daban a luz. Chía, eso que siempre hemos hablado, ¿no? De de la esperanza de vida, al nacer y demás. En la antigüedad, sobre todo, estaba muy marcado por los fallecimientos de los neonatos y de las madres de los partos.

Sí, sí.

Entonces, este hombre trabajaba, como decía, en el Hospital General de Viena, y resulta que notó que había una diferencia muy grande entre las dos salas que atendían partos allí, la sala uno, que la atendían obstetras, y la sala dos, que la atendían matronas. La mortalidad de las mujeres de la sala uno era de tres a cinco veces más alta que la de la sala dos. Dice tú, hostia, qué coño están haciendo los obstetras para que se carguen a cinco veces más mujeres.

Por favor, dejad de hacer lo que estés haciendo.

No, no, qué es lo que no estaban haciendo.

Por ahí va la cosa, ¿vale? Por ahí va la cosa. Resulta había menos higiene en la sala uno, ¿por qué? Porque los obstetras, además de obstetras, eran cirujanos, como este Phillips Emmettway, y los cirujanos en su momento no solo operaban, sino que además también hacían autopsia a cadáveres y manipulaban los cadáveres, etcétera. ¿Qué pasa?

Que esa manipulación de cadáveres y esa serie de cirugías que hacían para las autosias y demás, esta gente no se lavaban las manos entre unas cosas y otras, ¿vale? Esto es como el carnicero que corta una cosa y con lo mismo te sirve, otra cosa distinta.

Te coges las monedas, los billetes y te suelta el filete con las mismas manos.

Ay ay ay. Correcto. Esta gente no se lavaba las manos.

¿Cómo lo lavaba de las manos? Maravilloso.

¿Qué pasa? Que contaminaban a las mujeres, ¿no? Cuando iban al parto. Entonces, le provocaban infecciones, etcétera, que llevaban a la muerte de de eso, de hasta un treinta y cinco por ciento de las mujeres, ¿vale? Que pasaban por sus manos.

Increíble.

¿Cuál fue la solución que propuso este hombre? Porque se fijó que las matronas, como no atendían a cadáveres ni operaban corazón abierto ni nada de nada, ellas solamente iban a las mujeres y demás, ellas sí que tenían cierta higiene en las manos, y este hombre, pues, lo que propuso fue que todos los médicos que fueran a atender un parto se lavaran con hipoclorito cálcico, que esto es cloro que le echan a las piscinas, básicamente, ¿vale? Entonces, después de eso, consiguió que la mortalidad de la sala uno bajara de ese treinta y cinco por ciento al uno por ciento.

Joder,

fíjate tú, tío, eso tuvo que ser, tío brutal.

Bueno, pues, contó y con eso, caballero, tuvo ese brutal, pues, sus colegas no le dieron la razón, le decían que no podía ser que por la falta de higiene, entre comillas, ellos mataran a la parturienta. ¿Por qué? Porque realmente sería una mala praxis, ¿no? Por parte de los médicos. Increíble.

La dice tú, no, es que esto es porque la mujer venía mal y aquí ha caído así y ya no la podíamos salvar y así

Le daba la casualidad que ahora no ha muerto ninguna guerra.

Casa. Que obviamente la evidencia fue poniendo a todo el mundo en su lugar, ¿no? Pero este tío ha salvado, pues, imagina la cantidad de vida. Es cierto que es algo muy básico, ¿no? La higiene, pero que en su momento, en mil ochocientos cuarenta, por lo menos no se reparaban en

eso. No, la la higiene sí, pero era lo de las contaminaciones cruzadas, pero es que eso lo hemos tenido nosotros en alimentación hasta no hace muchos años que se ha puesto más estricto el tema, ¿no? La gente tú ibas a un bar o lo que sea y en la misma tabla que cortamos, ¿no? Ahora te ponen tabla para

cortarte Sí, tabla para el pescado, para carne, para

Esa, esa concienciación no la hemos tenido hasta recientemente, pues es lo mismo. Higiene sí que se tiene, pero el problema son las contaminaciones cruzadas. El que viene de cagar, que no se limpia bien las manos y después toca la carne y dice, oye, pero si los huevos son frescos, ¿por qué se ha puesto todo un sarmonelosito el barrio? Pues porque tú te harías poquito de caquita en la uña.

Como lo de bocaculos y culo bocanó, ¿no? ¿Cuál va a ser? Exacto.

¿Cómo cómo que

me ha dicho?

Repite, por favor, sí, sí, el abono.

Bocaculo sí, culo bocanó.

Pues, ¿sabes? Este tío con ese simple descubrimiento, descubrimiento. Cubrimiento,

cabello culo. Con

ese simple descubrimiento, con eso de esforzar a sus compañeros a que se lavara las manos con hipoclorito cálcico antes de atender un parto entre una operación o una autopsia y el parto y demás, consiguió salvar muchísimas vidas y, sobre todo, puso en boga de toda la comunidad científica médica la necesidad de extremar las precauciones y los cuidados y la limpieza. Todavía hoy en día, en un quirófano que esté mal limpiado, pues la sepsis y demás se puede cargar a cualquier persona que pase por ahí y sigue pasando, por desgracia estamos en dos mil veinticuatro, cuántas veces no escuchamos de no, es que no opera mi tío de Che con una infección que te caga en el quirófano. Pues imagínate.

El problema

de los quirófanos, ¿sabes cuál es también? Que usan, tienen que hacer como ruedas de de hacen alcaltalo, útero de desinfectante, porque como usan uno solo, al final hay un tipo de bacteria o de que sea que resiste y se hace fuerte y es peor, y ahí es donde cuando te coge la infección te más te van como cada, no sé si es cada tres meses o cada seis meses van cambiando de diferentes tipos de desinfectante para que no haya ningún tipo que sea costumbre.

Pues eso sí, eso pasa ahora, en dos mil veinticuatro, con todos los cuidados que tenemos y todos los conocimientos que tenemos, imagínate, en mil ochocientos lo que no pasaba por los quirófanos y y lo que tú dices, ¿no? O sea, este tío, el cirujano hacía una autopsia, se comía un mulito de pollo, cagaba y después iba a tender un parto y todo eso sin lavarse las manos.

Y y más cosas, Gaby.

Sí, es

un mulito de pollo, dice.

Sí. Así que, bueno, ya tenemos uno que salva a bebé recién nacido y otro que salva a las parturientas. Qué guay, tío.

Qué guay, tío.

Qué guay.

Y yo tengo más superhéroes aquí,

Más héroes. A ver, a ver.

A ver, te voy a decir, mira, te voy a decir.

A ver.

Uno que echaron domingo porque cada vez que decía cuatro, decían tu culo mi aparato.

No, no,

te voy a decir. Aquí viene mi amigo arroba bar de pueblo uno, que dice el Hola, papi, qué guapo estás hoy, nunca te lo digo, pero eres mi héroe, mi guía y mi mejor apoyo. ¿Quieres que te dé dinero o que te va a quedar alguna asignatura? En matemática.

Me suena, sí.

¿Te suena eso? Sí.

Ay, papá, ¿cuánto tiempo hace que no te doy un beso? Venga, ¿qué ha pasado? Cuatro coma nueve. Claro,

claro. Bueno, pues yo os voy a contar la historia de una persona sin cuyo trabajo no estaríamos probablemente ahora mismo haciendo esto que estamos haciendo, que es grabar un podcast por Internet.

El inventor de ridículo,

¿no? Claro, no sabemos si ese entonces es positivo o negativo, desarrolla, desarrolla.

Sí, vamos a ver. Os voy a contar la historia de una señora que se llamaba Grace Murray Hopper. Esta es un pelín más conocida, pero yo creo que no se le da el mérito que realmente tiene esta señora. Ahora, esta esta mujer ya falleció.

Menos mal, Enrique, que tú y yo hablamos de gente fallecida y no nos cargamos más a nadie, menos falta. Y Gabri ha cometido una imprudencia, habla de un octajonario ya, eso no se debe hacer, en plan de cuentas.

Bueno, esta señora nació en Nueva York en mil novecientos seis, ¿vale? Y ella era bisnieta de un almirante de la Armada de Estados Unidos, que él me era como como su héroe, ¿no? Y esta mujer, desde muy pequeñita, ya se daba muy en las matemáticas, las ciencias y tal, y tanto su padre como su abuelo la animaron mucho a estudiar esto. Decían que querían que tuviera la misma oportunidad que cualquier hombre, cosa que muy bien porque en aquella época eso no era tan habitual, ¿no? Estamos hablando

de

principios del siglo veinte, que todo esto, pues, estaba un poco en paños todavía, así que muy bien. Esta mujer, aparte de que se dan bien las matemáticas y tal, estaba muy interesada en el rollo de mecánica y tal. Dicen Dicen que a los siete años, dejamos todos los relojes de la casa solo para ver cómo funcionaban, ni tan la tele, tenían curiosidad, no. Imagino que la bronca que le cayó, pues, sería veruda, pero bueno.

No, el padre diría, mira, ya que va a destrozar los relojes, estudia que lo puedes arreglar después, claro, también puede ser.

Pues, puede ser, puede ser. Esta mujer con veintidós años se graduó con una vez en física y matemáticas en una escuela privada para mujeres de Nueva York. Con veintiséis sacó la maestría de matemáticas en Yale, y con veintiocho se sacó un doctorado. O sea, la mujer era Tenía cabeza.

Un poquito.

Y total, que esta mujer estaba ahí en Yale trabajando y tal, investigando lo que sea que haga los matemáticos, pues sumando, multiplicando y tal todo el día, como loco. Toma dos cuatro,

cuatro. Raíces cuadradas, integrales, tordías, haciendo su Gokuku.

La raíz cuadrada de veintiocho, no sé. Entonces, total, que en mil novecientos cuarenta y tres, plena guerra mundial, esta mujer decide unirse a la armada.

Ole, ya.

Como su hija vuelve a su héroe, dijo, pues yo voy a hacer como

Una almirante.

Y fue la primera gala que sacó la la nota de la primera de su clase con el rango de teniente, ¿vale? Pero en el ejército me debía mandarla al frente, pues la, como la tía era tan válida haciendo operaciones matemáticas y cosas de estas, pues, la mandaron a Harvard para que trabajara en proyectos de computación. Estamos hablando de esos momentos, los ordenadores empezaban como aquí a existir y tal, y al escritor le interesaba mucho, decía, mira, tú vete para allá, vete avanzando en esta materia que hay

Y lo hace más útil, sí.

Sí, sí, sí, que no va a venir muy bien, ¿vale? Y trabajo en la fabricación del Mark uno. No sé si suena, es el primer ordenador electromecánico, digamos que es en la historia lo que se denomina el primer ordenador, desarrolla esto, termina la guerra y ella, pues, se quería volver al ejército, ya déjame estar aquí ya un poquito en primera en Italia, pero tenía cuarenta años y a los treinta y ocho ya no podías estar de manera activa en el ejército, y te decimos aquí la reserva y te vuelves a harvard y sigues aquí con estas cosas que se te dan. Sea, claro. Eso es.

Pero en el año cuarenta y nueve se fue a una empresa privada, la Ecker Mangle Corporation, en Filadelfia, que están desarrollando el Unibaq uno. Que era la primera computadora que se iba a vender comercialmente. Venga, vente packup. Sabéis que los ordenadores en aquella época se programaban de manera muy artesanal, o sea, cuando tú querías programar un ordenador para que hiciera algo, tenías que conocer los chips o, bueno, chips ni habría, todos los condensadores o lo que fuera que usaba, te tenías que conocer de arriba a abajo todo y para qué valía cada cosa y soldar y mover y tal, ¿no? Pero esta mujer desarrolló en el año cincuenta y dos el primer compilador.

¿Para qué valía esto? Para que alguien que no supiera cómo funcionaba el aparato mecánicamente hablando, la electricidad, pues, que pudiera hacer programas, ¿no? Y en el año cincuenta y siete hizo el primer compilador que aceptaba órdenes en inglés, ¿vale? Se llamaba el B0 o Flow Matic y valía para calcular nóminas.

Ah, lo importante.

Primero, lo importante. Claro, claro.

La nómina, ¿no? Pues, vamos, no hay.

La gente le decía que era imposible que los entrenadores no entendían inglés porque ella decía, hay que lograr que esto se pueda programar alguien que no tenga por qué ser técnico, porque si no esto, pues no vale para nada. Le decía, esto es imposible en Greys, tal, este, cómo es posible ya verás tú.

Sujeta a ver Cubata.

Imposible mis cojones, ¿no? Decía.

Claro, pero entonces, o sea, después de haber inventado al compilador, dijo esta tía, esto hay que hacerlo todavía más asequible a más público, necesitamos hacer algo que una persona pueda escribiendo unas órdenes que no sean símbolos ni que sean cosas raras ni código máquina ni binario ni nada, sino que pueda hacer algo con unas órdenes prefijadas y tal, que pueda desarrollar programas más complejos. Y entonces, dijo, hay que inventar un lenguaje de programación, tiene que ser una manera nueva de comunicarse con los ordenadores mediante un lenguaje. Y entre esta señora, no solo ella, pero fue la que propuso crear un comité que terminó creando el Cobol. No sé si os suena su lenguaje de programación.

Sí, sí, sí, sí.

El Cobol era una tienda, ¿no? De comida, Cobol. Sí.

Common Business Oriented Language, lenguaje orientado a negocios comunes.

Qué guay, tío.

¿Qué lograba con esto? Pues eso, que sin conocer los detalles del hardware de la máquina para la que tú estabas programando, tú podías hacer un programa, porque además a ella se le ocurrió que, claro, si tú tenías un lenguaje de programación, podías hacer un compilador para cualquier máquina del mundo, siempre y cuando entendieras el lenguaje de programación, con lo cual un programador de cobro le daba igual dónde iba a programar, que luego su programa iba a hacer lo que tenía que hacer, ¿no?

Qué cambio, tío, eso es un cambio de paradigma total.

Claro, esto lo que hizo fue que pudieran existir programas realmente complejos escritos por mucha gente a lo largo de todo el planeta y que la cosa funcionara mucho más rápido. O sea, fijaos si es importante esta mujer, porque ha hecho que la informática de repente cambiara de arriba a abajo y no se le recuerda mucho.

No, que cambiara y definir seguramente lo que hoy, setenta y tantos años después, es la informática, que es lo definió.

Sí, sí, sí,

sí, sí, sí, sí,

tal cual. Hasta el punto de que hoy un programador de Cobole está superdebancole superbién pagado. Y parte de la banca que funciona todavía con cobro.

Que tiene cojones. Que tiene

cojones, pero bueno, es lo que hay.

Esta mujer en el año sesenta y seis se retiró por edad de la Armada. Ya tenía una edad, dicen, bueno, te jubiles, muchas gracias por todo. En el año sesenta y siete, le llaman por teléfono y dice: Grace, mira, vente, otra vez, por favor, no hay nadie como tú que tenga esa visión que sea capaz de darse cuenta de lo que hay que hacer y tal. Por favor, vuélvete a currar con nosotros, seis mesecitos, ¿vale? Que tenemos que estandarizar los lenguajes de alto nivel del ejército, vente y nos ayuda, ¿vale?

Pues se quedó hasta el año setenta y uno, se quedó muchos años más, volvió a jubilar, ya vete ya crees ya esta mayoría tal, pues en el año setenta y dos la volvieron a llamar otra vez, ¿vale? Mira, de verdad, no hay nadie como tú, vente, sigue ayudándonos, esto es increíble lo que haces y tal, y ya, en el año ochenta y tres con ochenta años por fin se jubilaba del ejército como contralmirante. Esta mujer siempre fue subiendo de graduación.

Como así con su abuelo, Casi.

Pues con ochenta años la señora dice, yo me aburro en casa sola y se incorporó a una empresa privada que se llama Deck, tecnología puntera en aquel momento, y participó mucho en foros industriales y daba como unas doscientas conferencias por año, dice. La tía todavía seguía sentando cátedra y trabajando por ahí.

Era con cuarenta años, no se quiere nadie decir la informática. Dice

que falleció en el año noventa y dos, a los ochenta y cinco años, mientras dormía. Esta mujer no solo ha definido cómo funciona la informática a día de hoy.

Sí, tal cual, parece fácil, porque es así, tal cual.

Pero es

así, O sea, sino que encima se murió sin dar guerra. O sea, la mujer está dormida en día, de la mayor, una vida muy plena, se quedó dormida y hasta luego.

Qué alegría,

Ha sido la única mujer con el grado de almirante en Estados Unidos, no ha habido más que ella.

Con cover, folle, chóriate.

Y ahora voy a contar unos datos sobre el cover. Estamos hablando de que este lenguaje se lo inventó en el año, he dicho el año, hace tropecientos mil años. Bueno, pues, a día de hoy, se calcula que hay alrededor de doscientos mil millones de líneas de código de Cobol en uso, programas que se siguen usando hoy en día, ¿vale? Se usan muchísimo en banca, sobre todo.

¿Alguna cosa suya de protocolo de uso o algo o qué?

Yo he trabajado con Cobol.

Era un buen director de orquesta,

Se habla mucho de que tienen muchos servidores y cosas en Cobol que no se pueden cambiar porque costaría demasiado y que, entonces, se mantienen y decimos, como esto funciona, seguimos.

Y por cuestiones de contraperfiles, que sepan hacer esa refactorización a otros lenguajes de programación.

Pero yo, la realidad que yo he vivido es que cuando hay que hacer un volumen brutal de transacciones, estamos hablando de hacer muchísimos millones de operaciones durante una noche o cosas así.

Será lo más rápido y

lo más seguro, ¿no? Es lo más rápido que hay. Lo más seguro.

Es lo más rápido que hay. Lo más seguro, lo más robusto y lo que nos falla.

Eso es lo que tiene entendido, que era por seguridad y por

Es muy arcaico.

Otro sector, además de la banca, Enrique, confírmame el dato si lo tienes por ahí, la hostelería, tienes muchos bares que te ponen San Jacobols.

Sí, sí.

La agüita,

la tarta de cocolate también me gusta, a mí mucho.

Mira, a mí se usa mucho en, pues, en bolsa y en seguros, donde se mueva mucho volumen de transacciones y de cosas que van y vienen

Casualmente, ¿no?

El Corte Inglés, por ejemplo, tiene todo montado. Todo lo que hay detrás está en Cobal, todo lo que hay delante podrá ser otra cosa, pero lo que hay detrás es Cobal. Dicen que el ochenta y cinco por ciento de las transacciones comerciales que se hacen hoy en día se ejecutan en sistemas que en algún punto u otro utilizan Cobol.

En Camaralidad tenemos Cobol, claro que sí, bien, Brand tenemos Cobol. Tenéis Avacol.

Cobol es avanzado para ti, es demasiado nuevo. Tiene tarjeta perforada.

Cobol se se empezó programando en tarjetas perforadas. Ah, sí, bueno. Claro, no. Sí, sí. Porque antes no había monitore y te la habla.

Había hablado de otro héroe, ¿vale? Dice un tuit de mi amigo arroba formalito él, dice, ¿os habéis parado a pensar que el tío de la óptica sí sabe quién es Superman?

Maravilloso,

tío. Cierto, cierto.

Qué cosa se le ocurre a la gente aquí.

Ah, humano detectado en el almacén de Camaralia, a ver, Mabe, sí lo

tengo que salir corriendo. ¿Cómo?

No me jodas.

Ahí va.

No, pues, una mosca.

Hombre, espero que sea un ladrón.

Hostia,

en tu castillo.

Te están robando otra vez.

Qué va, tío, ha sido un bicho que ha saltado sin encima de la cámara, pero

Y eso me da más miedo todavía, un humano que salta de la cama.

Sí, que eso

es lo que me dice. Un humano detectado.

Un asunto, boste, bossa.

Que es un gato o una rata, ¿no? O un saltamonte gordo,

¿no?

O un chino horrible de estos de toros blancas robando, que son muailes y parecen gatos.

Qué cosa

más fea.

Que llama a la policía de barión, ¿no?

Alceprona, llama alceprona. Alceprona.

Lo de otra es la

que pensáis vosotros que es eso, porque yo estoy ahora mismo sorprendido, yo no sé lo

que es esto.

Humano detectado, tío. Yo cambiaba de empresa, de alarma.

Humano detectado, me dicen.

Humano detectado, tío. Humano detectado, tío. Humano detectado, tío.

Humano.

El hombre araña, el hombre araña, detectado. Sí. Bueno, pues habéis salvado niños, habéis salvado madres, habéis modificado la informática y le habéis dado forma. Pero yo voy a hablaros de una cosa un poquito más general, pero no menos importante, porque también afecta a la salud y también ha salvado chorroscientos mil millones de vidas o alguna que otra. Y os voy a hablar de Claire Cameron Paterson.

¿Y este quién es? Os preguntaréis. ¿O no? Este señor era un hombre que nació en Iowa por ahí, por los años veinte del siglo pasado, que desde pequeñito tuvo inquietudes con la química. Le regalaron un un quimicéfalo, el típico huevo

que sepa a los niños.

El niño demostró habilidades y que le gustaba y que le interesaba el tema, y el padre lo pusieron a estudiar, ¿no? Y lo formaron porque, este niño puede tener futuro en este mundo. Y hasta ahí no fue la cosa más allá, hasta que allá por los cuarenta se une al Proyecto Manhattan. Proyecto Manhattan es un proyecto que trata la producción de uranio para la fabricación de la bomba atómica.

Ahora, con

lo de Pennheimer y todo eso, sí que está muy de moda, claro.

A raíz de trabajar con el uranio, empieza a trabajar con las rocas y con su datación, ¿qué es la datación de las rocas? A averiguar la fecha en la que una roca se ha formado durante la historia. De hecho, es una persona que le pone fecha, que descubre, a partir de mil novecientos cincuenta, que se le metió al tío los huevos, a ver la edad exacta del planeta Tierra.

Pero eso te lo puede decir, Boza.

Que estaba ahí.

Sí, pero es que no se conocían y no tenían el was, no podían hablar entre ellos.

¿Qué hubiera preguntado?

Me hubieran preguntado sarra, investigaciones.

Este tío, para calcular la edad exacta de la Tierra, utilizó el método de datación de uranio y plomo, y bueno, y se puso ahí y sacó el dato y demás. Yo ahora mismo me

lo estoy imaginando como este que sale en los programas estos de que apostamos de más

Oh, siete treinta

y ocho,

con esto.

Con el pelo muy pringoso.

Pues tenía toda la pinta. Era un mero estudioso, Era era bastante listo, hasta el punto de que buscando una cosa, ¿os acordáis del episodio aquel en el que hablábamos de la Serendipia, de inventar o descubrir cosas por occidente? Pues trabajando con el plomo, buscando la edad exacta del planeta Tierra, empieza a analizar y se da cuenta de que respiramos, bebemos, consumimos permanentemente una cantidad brutal de plomo que se encuentra en el aire, que se encuentra en el agua, en los mares y en los suelos, y que, obviamente, son cantidades incompatibles con la salubridad, con la salud.

Ya lo decía en el narco, ¿no? Plata o

plomo. Efectivamente, que es puramente tóxico. Y le debemos a este hombre, que hoy en día no exista, ya en la mayor parte de los países avanzados, más o menos, en procesos, combustibles con plomo. Gracias a

A las gasolinas.

A este hombre, a la gasolina se le quita el plomo. Hay países que hasta dos mil veintiuno no han prohibido el plomo, los combustibles, y todavía hay alguno por ahí que todavía lo tiene. Pero esto no fue un invento de un día para otro que dijo el tío, oye, escuchá, quitarle el plomo a la gasolina, porque la respiramos y nos vamos a morir de cáncer. No fue así. Este hombre le tuvo que echar un par de huevos a lo que acababa de descubrir porque, obviamente, toda la industria de los hidrocarburos del momento

Pero estando por tierra.

Puede pagarle a otros científicos para que publicaran sus papers, sus estudios y sus análisis tirando por las investigaciones de nuestro amigo Patterson. Tuvo que pelearse contra eso, y ya sabéis cuán dura es una pelea con una industria con un lobby de setenta.

Más o menos como ahora, ¿no?

Pero, con todo y con eso, el hombre ganó y es un tío al que le debemos el hecho de que no haya plomo en la gasolina y en otras muchas cosas, porque no solo en la gasolina donde se utilizaba el plomo como materia prima, como ingrediente, etcétera. Dedicó toda su vida a la defensa de la ciencia, porque él había demostrado que la ciencia demostraba, valga la redundancia, el plomo era malo y que había que sacar esa verdad a la luz. Esto está muy a colación hoy en día, porque, como ahora parece que cualquier cuñado de pueblo puede rebatir a un científico, pues no, oye, este tío le echó huevo y se salió con la suya y puso la ciencia donde tiene que estar, que es al principio de la calle de la sabiduría.

Esto es aplomo, ¿no?

A plomo. Hoy en día, el uso de plomo está perfectamente regulado y, además, que su trabajo sienta las bases de la geoquímica moderna y de la adaptación radiométrica, y eso nos ha permitido, además de respirar un aire más limpio y beber un agua más salubre, conocer mucho más sobre la edad de la Tierra y la evolución del planeta desde que se tiene registro.

¿Cuántos años tiene la Tierra, tú, Héctor?

La Tierra, Bozar, ¿tú cuántos tienes? Unos cuantos más.

Cuatro mil quinientos millones, ¿no?

Correcto. Menos plomo. Vaya plomo.

Que preguntaba, Que preguntaba a Bozar la edad de la Tierra y Caballetto, cómo no, pues lo ha clavado, que Caballetto tiene el chat GPT ahí abierto al lado y lo pregunta a todos

y lo dice como

si fuera en directo. Pero, efectivamente, la edad de la Tierra se sitúa, la de Boza, en torno a los cuatro mil quinientos

Solo se ha equivocado por dos mil años, dos mil millones de años.

Tener una hija que estudiarla a eso también ayuda mucho. El otro día más aprendí lo que era el seno, el coseno y la tangente, que yo de eso ya no me acordaba. La pregunta dice: Qué cabrón, ¿cómo te puedo acordar?

Yo tampoco sé lo que es un seno.

Escúchame, yo también sé lo que es el seno.

Pero el coseno era tangente, ¿no?

Irte para la tangente también.

Y esta es la historia de Claire Cameron Paterson, un hombre al que le debemos, entre otras cosas, la salud.

Vivir más sano, ¿sí? No morir tan pronto.

Te voy a decir una cosa aquí que me dice mi amigo arroba tontero, dice, si pido que me hagan una foto con un superhéroe, ¿me la hacen con flash?

Venga, va, pues yo voy a contaros otro que aquí lo siento, que no hace falta ni, no voy a decir ni cifras, creo, porque es que se mea en todo lo que habéis hablado hoy.

Es que no podía ser de otra manera.

Pero prepárate, Rafa, es que esto es impresionante, impresionante. Viajamos a mil novecientos diecinueve, ¿vale? Una remota granja de la Montana Profunda, una noche de tormenta.

Hay que ir una noche de tormenta, tíos.

Una noche tormenta. Eso parece regreso al futuro.

Una mujer de parto en una casa destartalada, Ya estáis haciendo panorama. La mujer espera gemelos con una lamparita allí. La cosa que se complica y durante el parto fallece la mujer y uno de los dos bebés gemelos.

Se levó las manos. ¿Cómo?

Porque no había donado todavía el australiano, porque no había nacido.

Exacto, pues el tata cuando has dicho lo de la fiebre, pues esperar y mira.

O porque la lámpara tenía gasolina

y tenía plomo. Tenía plomo, tenía plomo. Y no había ordenadores todavía. Claro,

para el ordenador.

Pues te llegó para poner punto y final a todo eso. Pues solo sobrevive el niño, que le pusieron de nombre Morris.

Morris, claro. Morris. Y, pues, fue

porque lo que yo le decía,

Morris, Morris, te dijo, hable puto.

Morris y de apellido todos los demás, ¿no?

Morris.

Sería Morris de Borbón, ¿no?

Total, que el pequeño Moris llegó a un mundo, eso, en mil novecientos diecinueve, o sea, que había sido asolado por la gripe española, que se crió durante la Gran Depresión de de América, ¿vale? Y además, en Montana en esa época hubo una gran sequía que el campo prácticamente no daba fruto y no le quedó más remedio que trabajar en la granja de sus tío criando gallinas. ¿Y si os digo que el pequeño Maurice se convirtió en una persona que cada año salva la vida a muchas, muchas personas? ¿Cómo pasó de criar gallina a esto que os voy a contar? Pues os voy a contar historia.

Una vida durísima en la época de la depresión, pero se acostumbró desde pequeño al trabajo duro trabajando con gallina. Pero además, el chaval era muy curioso, ¿no? Y los hermanos dijeron, al padre, mira, vamos a intentar ayudarle que este niño puede valer el día de mañana y a ver si conseguimos que estudie. Pero claro, no había dinero, él quería ser médico y al final se tuvo conformado con una beca y acabó siendo microbiólogo. Bueno, pues la humanidad nunca agradecerá tanto que un niño con talento que no tenía dinero para ser médico se conformase con ser microbiólogo.

En mil novecientos cuarenta y uno, que ya empezó él a demostrar el talento que tenía, encontró una vacuna en tiempo récord para proteger a los soldados americanos que luchaban en el frente del Pacífico, en la Segunda Guerra Mundial, y los pobres que caían como chinches por culpa de una encefalitis, decían la encefalitis japonesa, ¿vale? Éxito, ¿no? Pues yo me imagino que ese tipo de cosas se comentarían entre el sector y, oye, es que aquí hay un tío que vale un montón, enseguida encontró una vacuna a salvo la vida de un montón de soldados, pues la empresa Merck, que no sé si la conocéis, si alguno trabaja en el sector de la biotecnología, pues lo fichó en mil novecientos cincuenta y siete, y allí fue donde nuestro amigo Morris, que se llama de apellido Hilleman, llevó su carrera profesional, ¿vale? Por ejemplo, encontró un artículo que decía que en Hong Kong había habido un brote de gripe que estaba afectando como el diez por ciento de la población y tal, y dijo, ostias, esto va a ser otra pandemia como la de la gripe que nosotros.

Sí.

Pues cuando esa pandemia llegó a Estados Unidos, el tío ya tenía preparado cuatro millones de vacunas para combatir y dice que pudo evitar como unas veinticinco mil muertes por haberse adelantado teniendo esa vacuna, Sabéis que cuando te van a poner la vacuna, él dice, pero cómo coño van a saber la vacuna del virus que va a venir en el que viene, ¿no? Eso es la deriva genética, que saben más o menos cómo va mutando el virus y pueden adivinar qué aspecto tendrá, ¿no? Pues este señor fue el que se dio cuenta, y precisamente así fue como consiguió esa vacuna para prevenir la infección que venía de Hong Kong.

Qué guay.

Pero bueno, os he dicho que este hombre es un héroe para toda la humanidad, pero todavía no he explicado por qué, porque bueno, encontrar una vacuna para evitar un un brote de gripe tampoco es para

Se me

hace algo puntual,

¿no? Hoy hoy en día sería un villano, ¿no?

Con Claro, si tenéis a mano el calendario de vacunación de vuestros hijos, que si no lo tenéis ya no os preocupéis, que ya os lo digo yo, que son unas doce, catorce vacunas, depende de dónde viváis, de esas doce vacunas, nueve las inventó Morris, me parece espectacular. Este tío inventó la vacuna del sarampión, rubéola, paperas, hepatitis A, hepatitis B, varicela, meningitis, neumonía, ahemófilo, influenza, y en total hizo cuarenta vacunas para humanos y otro tipo de animales.

Tío puta.

¿Sabéis? Hablas dicho que este tío trabajaba, era obsesivo con su trabajo y trabajaba, pero como un

como un

descosido andaluz, no era.

El catalán prestado. Esto es

lo peor, me llamaba Jordi, este tío. Una noche le despertó a la niña de cinco añitos y le dijo, papá, que me duela la garganta y tal, y dijo, los síntomas que la niña tiene papera. ¿Y si eres una variante de papera de esta chunga que puedes dejar sorda a la niña? Pues nada, en mitad de la noche cogió el coche, se fue al laboratorio, vino con un unos bastoncillos para hacerle un frote de la garganta y estuvo varios días sin salir en el laboratorio hasta descubrir qué es lo que tenía su niña. Y sí, sí, tenía papera, pero no se conformó con eso.

Quería más puta, ¿no?

Yo creo, es

que he tenido el chiste enquistado ahí.

Por eso hay que sacárselo así.

Sí, sí, no.

El hombre estuvo en el laboratorio un montón de días hasta que consiguió identificar el virus, lo aisló usando los huevos de gallina, ahora que he dicho que había trabajado con gallina durante su infancia. En cuestión de meses, había conseguido una vacuna para la papera que probó en la otra niña que tenía. ¿Ha tenido dos? Una de cinco años y otra que era más pequeñita, pues la hermana de la niña que cogió papera fue de las primeras personas que se vacunó contra la papera y hoy en día sigue siendo la misma vacuna que nos ponemos.

Qué guay.

Y de hecho, a ese virus atenuado que consiguió Ayla, le puso el nombre de su niña, Jetylin, y hoy en día tú ves la busca la cepa de ese vacuna y tiene el nombre de su niña. Y esta vacuna es de la esta triple vírica que le ponen a los niños, ¿no? Que no sé si es es papel a rubeola y varicela o no sé, o sarampión. Y dirás que como un tío así no no se le conoce, ¿vale? En el dos mil once hay unos investigadores que crearon un proyecto que se llama The Sign Home of Fame, Salón de la Fama de la Ciencia, y lo que hicieron fue buscaron en miles de personas que hayan sido mencionadas y citadas, ¿vale?

Tomaron como unidad científica la Millie Darwin, equivalía a la milésima parte de la fama que tuvo Charles Darwin. Claro, Charles Darwin es un seguramente uno de los científicos más mencionados en toda la historia, ¿no? Por ejemplo, Albert Einstein tenía ochocientos setenta y ocho mili Darwin, tenía casi casi la misma fama que Darwin. Marie Curie tenía ciento ochenta y ocho. Bueno, pues nuestro amigo Marie tenía solo cero coma ochenta y nueve mily Darwin.

Le salía de b, ¿no? Es que le salía de b los mily de los

mily de

los mily.

Sí. ¿Qué pasa? Que había trabajado durante cuarenta y siete años en la industria farmacéutica, no se había dedicado a la academia ni a publicar ensayos ni artículos ni tal. La que se llamaba fama era Merck, pero siempre era este señor el que estaba detrás de de su descubrimiento. Pero ¿sabéis lo peor de todo?

Que no que conozcamos este hombre que que ha salvado tantas vidas. En mil novecientos noventa y ocho, revista científica de Lance publicó un artículo de un impresentable que se llamaba A. J Wakefield, que dijo que la triple vírica que había desarrollado Maurice Hilleman producía autismo. Seguro que os suena,

que sé que

las vacunas pueden producir autismo. Vaya. Pues este impresentable consiguió engañar a la revista y publicaron su artículo. La revista tardó muchísimos años, demasiado, esto fue una deshonra, y retiró el el artículo de Waffith, pero da igual, nuestro amigo Maurice había muerto cinco años antes, humillado y y despreciado por toda la comunidad

científica, ¿no? Este Waffith es uno de los precursores

de todos los movimientos anti vacuna que tenemos, ¿no? Que Waify es uno de los precursores de todos los movimientos antivacunas que tenemos hoy en día. La Organización Mundial de la Salud calcula que, a día de hoy, cada año, el trabajo de Hilleman salva la vida a nueve millones de personas.

Claro, es que

En todo el mundo.

Al año.

Claro, claro. Tú imagínate, en el dos mil o por ahí, que hubo un brote de sarampión en Estados Unidos, solo con eso dices que pudo ser como unos veinte millones de muertos lo que pudo salvar con la vacuna de Hilleman.

Chudo que el sarampión no es no es hercida.

No, no, no, no, no, pero es que

Y el sarampión es de adulto, ¿no?

Es que tú estabas vacunado, copón, es que es lo que no se entera el persona hoy en día, que es que la gente no se muere porque están vacunadas, no porque no hagan falta vacunas.

Veinte millones de personas podemos ir al sarampión.

Es que las vacunas convierten muchas enfermedades en banales, en enfermedades que pasas un poco y ya está ¿Sabes

lo que pasa? Que hay mucha gente que conoce al inventor de la vacuna de la polio porque la polio era brutal. Y claro, era la secuela que dejaba la polio. Claro, que alguien evitara volver a ver los niños que tenían la polio, eso psicológicamente decía, hostia, es que este hombre consiguió que ya no hubiéramos más, ¿no? Aquellos que iban con las piernas, los pobres, todos impedidos.

Claro, como estos son enfermedades que hoy en día prácticamente ya han quedado como algo, eso lo tuyo te está sorprendiendo, obvio, y eso es tan grave, pues imagínate el mérito que tiene este hombre, ¿no? Que que nos ha protegido contra tantas enfermedades que, bueno, a lo mejor también el problema que tengamos en el futuro de superpoblación también puede ser por culpa suya, ¿no? Que entre el que le quitó el plomo al agua y este que ha hablado la vacuna a tanta gente, por lo mismo transferidos en la naturaleza. Eso nunca puede ser culpa de ellos, hombre.

Ya está ahí Donald y Netan Yahoo para Ahora lo solucionaré

yo, ahora van restando.

Esto es como la vacuna del COVID, que ha logrado que el COVID sea un catarropado.

Y empezaba a decir, me he vacunado y he cogido el COVID, vamos a ver, más ostias, pero no te has

muerto. Dentro de unos años parecerá increíble que se muriera la gente de COVID, porque el COVID ya es como una más

Vente pavito a que recibimos un comentario en las plataformas de algún antivacunas.

Pues será bienvenido. Por decirlo yo, antes de que nos lo echen.

Hombre, yo te digo que si con esto no has dejado de escuchar un antivacunas, de puta madre, o

sea, nos vamos por satisfecho,

así que sí.

Merece la pena.

El antivacuna que nos deja de escuchar esta vacuna, os te lo recuerdo. Desde luego. Y por eso nos puede escuchar, un saludo.

Y además, el nombre ese original que le han puesto que se le han currado mucho, anticacunas, son anticacunas, ¿no?

Bueno, me

toca a mí, ¿no?

Te toca a Bozas.

No, queda otra, a Bozas no queda otra.

Por fin, hay otro.

No, le toca a

mi amigo arroba Carl Wishlow, dice, hola, venía a comprar un regalo para mi hijo. Furry, hazme poco spanish. Verá, mi hijo se merece un regalo porque es un héroe. Son ah giro, no, no, eso es para bebé.

¿Cómo? Son ah giro.

Vamos a

verlo por el lado, bueno, como siempre digo. Ya el siguiente el siguiente es mío.

Allí es el positivo siempre.

Ya la

has sacado. Entonces, una vez que dice, bueno, que ya sabe, uno tan malo come esto, no lo volverá a contar. Fuera, uno fuera quitado, fuera, digamos.

Yo iba a contar, yo iba a contar un un héroe, pero a mitad de camino me me he arrepentido, me he arrepentido, porque te estoy contando unos héroes así con cosas rimbombante, tal, yo iba a contar otra cosa que ya no la voy a contar porque me vaya a decir, yo soy un facha y yo no lo soy.

Gracias a Goza, hasta la próxima.

Que ibas a hablar de Blas de Letso o algo de eso.

No, pucha, porque muy bien es hablando de Blas de Letso, hay un libro que ni me lo he leído.

Bueno, no,

El libro de fisión, de fisión, de fisión, se llama medio, ¿cómo era? Medio hombre.

Medio hombre.

Se llama el libro. Que es del escritor este canario hombre, ¿cómo se llama?

Ah, sí, era Alberto Vázquez Figueroa.

Alberto Vázquez Figueroa, exactamente. El medio hombre se llama el libro y va de Blas de Lezo. Os lo recomiendo.

Leer.

Antes de que me toque recommando el libro, os recomiendo este. Que, por cierto, me he dado un poquito más lejos, porque ya que cada vez veo menos,

Fíjate, ponme ordenado en casa de Rafa. Eso eso no era

un poco contradictorio. Voy a poner más lejos el ordenador porque cada vez veo menos.

Sí, porque en la bifocal esta que tengo yo puesta, eso tiene yo

Ah, vale, que te aleja y me digas.

A ver, yo

los prometo más lejos que te he pedido. Como me ponga cerca, no veo nada. Habéis salvado a las madres, a los niños, habéis puesto vacunas y tal, pues mira, el mío que lo superato, porque si no llega así por el mío, ni uno nos salvamos. O sea, este salvó a la humanidad completa.

Casuela, nos va a hablar de Jesucristo, no, vos, vos.

Moisés, ¿no? De Moisés.

Pero del guantelete este de De datos.

El guantelete cósmico, ¿no? Este hombre, pues no, mira, era un ruso, se llamaba Stanislav Petrov, y se llamaba porque se murió. Por eso le digo, se llamaba en pasado.

Medio centro del dinamo de quién

Era un

hombre muy bonito, Stanislav Yevgravovich Petrov. Qué guay. Este hombre fue teniente coronel, de las tropas de defensa aérea soviética. Tuvo un papel clave, algo que ocurrió, que se llama el incidente del equinoccio de otoño, en mil novecientos ochenta y tres. Veintiocho de septiembre del ochenta y tres, tres semanas antes, los soviéticos derribaron un vuelo, el vuelo cero cero siete, y mira qué nombre más bonito, como el agente secreto, de coreana Air, de los coreanos.

Ponernos en contexto, los rusos derriban un avión coreana.

Del norte o del sur.

Seguramente sería de Corea del Sur. Es mala.

No tiene ni aviones.

Pocos aviones tiene para para gente normal que pase por el aire. Pues Petrov era el oficial de guardia en el centro de mando del sistema de alerta temprana nuclear de los rusos, que se llamaba OCO. Bueno, pues OCO significa ojo en ruso, ¿no? Vendrá derivado del óculo, ¿no? De la raíz latina, OCO.

Bueno, pues este sistema de pronto alerta que se ha lanzado un misil desde los Estados Unidos. Hostias. Seguido de cinco misiles más. Joder, ¿cómo te ha quedado? Bueno, pues Petrov,

el tío ahí. Se ha ido de piedra.

Entonces, son seis, ¿no?

Seis. Uno más cinco. Uno seguido de cinco más. Dice, yo he lanzado seis. Pero primero uno, no, primero uno, primero.

No,

No será que le dijo uno despacito, y el otro entendió uno y cinco.

No hablemos de cagada, porque porque hay cierta gasolinera en la Mancha que todavía está limpiando mierda tuya, Rafa.

Aquello sí que fue una talla nuclear.

Que Capria es testigo, hombre.

Testigo indirecto, digámoslo todo, ¿vale?

Pero si me lo lanzaron uno para despistar, ¿no? Y ya después los otros cinco, ¿no?

Le llegó un aviso al móvil que ponía un mano detectado.

Y cinco más.

Human Detected.

Todo salí por medio. Fíjate.

¿Qué es lo que hizo este hombre? Que cuando lanzaron el primer misil, el protocolo dice que tiene que informar a los superiores y automáticamente racarrasca, misil ruso que va para Estados Unidos, bueno, misil no.

Tolo tolo más gordo, pues, claro, que ahí ya sí te han tirado.

Gordo, lo más grande para allá, pues, claro, te están atacando los americanos con misiles nucleares. Con data que en Ipsofacto.

¿Cuánto tiempo tardaría en llegar un misil de Estados Unidos a Rusia? Cuestión de minutos, ¿no?

Nada, ¿qué es lo que pasó con esto? Que que este hombre tuvo mucha sangre fría y dijo, vamos a ver, vamos a ver, esto no puede ser, esto no puede ser, yo no puedo lanzar un ataque de represalia, ¿por qué? ¿Por qué? Porque han enviado un solo misil, que el misil se supone que venía de la base de la Fuerza Aérea de Malmstrong en Montana, donde, Hannah, que hemos estado hablando precisamente hace un Sí, sí,

sí. Un

ratito, y que tarda veinte minutos en llegar de Montana a Rusia, veinte a la Unión Soviética, que era entonces, entonces era la Unión Soviética, tarda veinte minutos.

Entonces dijo él, da tiempo a comer, ¿no? Como aquel de

la gente. De sobra.

Hay tiempo de comer, hay tiempo de comer sin problemas.

¿Puedo seguir?

El misil llegó antes que tú termines de contar la sección, venga.

Venga, no, que Petrov, Petrov dijo esto tiene que ser un error, esto no puede ser así.

Qué sangre fría.

Como veis, si los americanos nos van a atacar, nos van a tirar un misil, ¿no?

Claro, es que uno solo

Tienen miles de miles de misiles, ¿qué van a tirar uno? Esto no puede ser, esto tiene que ser un error.

Además, que hubiesen avisavante, ¿no? Como a gila, ¿no? Es

el enemigo, ¿ustedes podrían parar la guerra un momento? Que si pueden parar la guerra un momento. ¿El enemigo? ¿El enemigo?

Porque va para allá, Sí, no tiene sentido que lancen uno. Ya.

No es decir, no eran seis guillo, no era uno de Potos, sí

que era uno y cinco más, ¿no?

Sí, pero uno, bueno, primero uno, pero primero uno, vamos, estamos por el uno.

El que va a llegar primero ese.

Tomó por el uno. Entonces, él dijo, este sistema de alerta temprana que tenemos nosotros es un poco regulero y se puede equivocar, y los americanos con uno solo nos van a tirar. Entonces, pon, raca, cinco misiles más, y el hombre volvió a tener la sangre fría y decir, vamos, vamos, vamos, si yo lo diera el botón, esto se acaba. Pero es que cinco, es que me parece muy raro que tiren uno y después tiren cinco, no tiene mucho sentido.

Ya, porque lo que iban a tirar no era un misil cualquiera, era un misil nuclear.

Bueno, pues decidió esperar, pero pero pero hasta que se descubrió. Imagino que tú sabes como en las películas, uno llama al otro, teléfono rojo, oye, me estoy tirando un misil, que nosotros no somos, que sí, que no, que tal, que no, que esto es un error, y era un error que se había causado por una rara conjunción astronómica entre la Tierra y el Sol, y la posición específica que tenía el satélite o cohete en ese momento dado. O sea, que tú qué cosa era.

Vamos, que

era una polilla delante de la cámara, vamos.

Exactamente. Una maravilla se pone

a la cámara y

sus manos detestados. Entonces, a él le preguntaron, ¿no? Después esto le preguntaron, ¿por qué no diste la alerta y lanzaste los misiles? Y dice, hombre, porque dice, la gente no empieza una guerra nuclear con solamente cinco misiles. O sea, ese fue el el razonamiento de, gracias a eso, bueno, pues nosotros estamos aquí.

Estamos aquí.

¿Qué es lo que pasó? Pues que lo que es un héroe, porque evitó lo que puede ser la extinción de la raza humana

El Holocausto.

El Holocausto total avergonzó a los hartos cargos soviéticos porque se puso a la vista de que, bueno, que el sistema que tenían de detección de misil era una auténtica mierda. Entonces, ¿qué es lo que hicieron? Consideraron que el teniente coronel se había equivocado. O sea, aunque acertó y no masacrar a la humanidad, no siguió el protocolo y el protocolo lo según los rusos, había que seguirlo sí o sí. Tenía que informar a los superiores y que los superiores decidieran si le daban a botóncito o no, que no era nadie para no informar.

Y él

lo que hizo fue callarse.

Él se cayó y no informó. Él tomó la decisión por su cuenta, porque decía, los cuatro locos que te cogió aquí arriba le das al botón, pero de que yo.

Ojalá de jazz.

Yo no le doy. Como esto medianamente se conoció, no lo castigaron, ni lo mataron, ni lo mandaron a una cárcel. Pero bueno, lo destinaron a un puesto inferior

En Siberia.

Y decidieron ocultar esto al máximo. Qué fuerte, digo.

Lo defenestraron, ¿no? Totalmente.

Se retiró del ejército, o lo retiraron del ejército, y pasó sus últimos días como pensionista en Friacino, se llama en Rusia, un sitio allí

Sin nombre de frío.

Él no se consideraba un héroe, pero hay una asociación, sabes que hay asociaciones para casi cualquier cosa, que se llama Asociación de Ciudadanos del Mundo. Association of World Citizen, le otorgó un premio el veintiuno de mayo de dos mil veinticuatro, que era un trofeito y mil dólares. El veintiuno

de mayo de dos mil veinticuatro.

Veintiuno de mayo de dos mil veinticuatro.

Posiblemente, igual ni se ha publicado este

video de él.

No, sí, justo, seguramente. Veintiuno de mayo de dos mil veinticuatro.

Has dicho dos mil cuatro.

Dos mil veinticuatro has dicho.

Dos mil cuatro. Yo me había equivocado, tú sabes que yo vocalizo perfectamente, yo no me suelo equivocar.

Pero ¿este sigue

vivo? Este pobre murió de una neumonía.

Ah, eso.

Cogió frío, claro, coño, allí lo mandaron

gente muerta, no hablé de gente muerta.

Covió frío, yo he hablado de gente muerta. En dos mil seis viajó a Estados Unidos y le dieron otro segundo premio, la Asociación Estatal Ciudadana del Mundo, que por hoy, lo único que hace es entrega premios, pues le entregó otro premio más a este hombre. El senado australiano lo premió el veintitrés de junio de dos mil cuatro. En Alemania le dieron otro premio en dos mil once, porque personas que habían construido a la paz mundial y que podían haber evitado una guerra mundial. También lo premiaron en Vallebank, en Alemania, en dos mil dos.

Diciendo, la próxima vez de ir el botón que me tiran hasta los cojones con tanto premio.

Pero lo mejor de todo esto es que hay un documental realizado por Kevin Costner.

¿Documental?

Documental. Kevin Costner. Por Kevin Costner, que se llama El botón rojo. Anda. Ahí os lo dejo.

Bueno, tío. Y también hay una novela, y aprovecho y recomiendo mi segundo libro, aunque esto no me lo he leído, una novela que es del año dos mil veintitrés, del año pasado, no da de mucho tiempo.

Libro que no se ha leído, que es una receta que no ha probado.

Es un mundo del cuñismo, ¿no? Es

que ya

Lo que hace, no, porque lo que hace este libro es relatar la historia de este incidente, ¿no? Que se llama La redención del camarada Petrov. Está escrita por el argentino Eduardo Y está, está mi historia, un hombre que salvó el mundo.

Literalmente, sí, sí.

De manera muy directa, ¿no? O sea

No, totalmente, o sea, totalmente.

Fíjate, todo lo que hemos contado, oye, qué barbaridad más grande, Seis personas,

Y pocas calles tienen a su nombre esta gente,

Y Rauw Alejandro ahí en todos los canales de televisión, en todos lados, dije, qué no, qué,

qué, qué, qué, qué, qué, qué, qué, qué, qué tal?

Pues nada, aquí, para esta parte final de los tweets he tenido que abrir mis paraguas,

por lo

mismo, los héroes eran anónimos, esta gente no conocía ninguno, como coño, yo he encontrado yo, Twitter anónimo, así que hemos ido a otro tipo de héroes, más conocidos. Muy bien, vamos allá con los tweets.

Adelante. A

ver, va, vaya. Vamos con este primer tweet de arroba aquel coche que dice, tiene una gran preocupación con esto, dice, mis hijas van creciendo y era cuestión de tiempo que llegase la temida pregunta. Hoy ha sucedido.

Papá, ¿es Piederman va al médico o al veterinario?

La temida preguntar.

Venga, el siguiente de arroba Hanky solo.

¿De dónde es tu novio? Es Loveno. Sí, y el mío es piedra más tonta polla,

Loveno, le da garras, ¿no? Ahorita hay que

El noveno, el noveno.

El noveno, el noveno.

El noveno.

El noveno, el noveno.

El siguiente de arroba profeta Baruk dice, están recogiendo firmas para obligar a Marvel a que haya paridad de género en los Cuatro Fantásticos. Madre mía, tiene cojones en la cosa. De momento.

Qué bueno, dios.

Oiga, este es de arroba la madre de Brian. La suerte de Spiderman es que nació en Nueva York, que si nace en el desierto de Taverna, menuda mierda de superpoder.

Se dice eso de estar más agobiado que es pídeme en un descampado.

Sí, claro. Como está así,

está así, en el charco de la papa, ¿viste? Venga, el siguiente de arroba My Life this is, soy Doored Devil, el superhéroe ciego, ¿en qué puedo ayudarte?

Dame un cupo en un Kacaben siete.

Me cago en tu puta madre. Venga, al ciento de arroba Juancho PMR. En su currículum dice que es fan de Héroes del Silencio.

Sí, hasta llamé a mi hijo Gael por ellos.

Ninguno se llama Zinn. Por su canción.

Yo no tengo la culpa de virte Guy. Lármela que hay imbéis.

Tías. A

ver, si estoy ahí por la interpretación, o sea, todo es la interpretación, todo es la interpretación. Sí, sí, sí. Sí,

sí. Oiga,

este es de arroba MyLeadissis, Batman, ¿es verdad que Superman cuelga la ropa en súperchero? Sí, sí, sí, y yo me hago lo sumo en mi Bat y Dora. Te quiero dejar la liga de la justicia, te entiendo. Venga, este es de arroba Mayladissist. ¿Qué hace Superman con un traje negro?

Va de Luthor.

Dice en su currículum que es un maestro del baile, que domina todas las categorías.

Es mejor. Hábleme de claqué. En realidad, Superman, pero nadie lo sabe. Cierre por fuera, por favor.

El siguiente de arroba azul woro, dice. ¿Qué le pasa a Spiderman? Le digo, ¿por qué? Es que esta

que se sube por las paredes.

Chíada. Sí, es que después del otro, solo lo otro

Mira, mejor el otro.

Sí. Venga Esther, de arroba Dog Hannibal, dice.

Mamá, mamá, ¿por qué mi hermanito se llama Thor?

Dice, es en honor al superhéroe, porque a tu padre le gustan mucho los cómics. Ah, vale, gracias, mamá. De nada, Mortadela. Venga, y terminamos con este de arroba acrays, dice,

papá, papá, que es Sesgar.

Reino donde vive

Thor. Mejor le pregunta a mamá, ¿vale?

Ni puta idea tiene de Marvel, Te lo digo ya.

Yo me quedé igual, no sé nada de de cómic, no sé cómo se llama.

Asgar. Asgar. Asgar, ¿no?

Este es de arroba Fénix Fintas. Última hora, Henry Cavill ya no es un Superman, es un hombre muy sencillo que te quiere enamorar. ¿Miga qué? No, desde acero tiene el corazón blandito y dame por ti y yo muero.

Heroicos, oye. Sí, sí, sí, sí. Muy bien, pues nada, señores, venga, vamos a despedirnos para hacer cosas buenas por la humanidad, pero que nadie se entere, Las hacemos así de tapadillo y ya está, así venga. Álvaro.

Yo, para ser un héroe en este episodio, una despedida cortita, así que adiós. Bien.

Rafa. Frase. Vale, venga. William Wallace. Bueno, Mel Gibson.

Bueno, brave hair. La historia la escriben aquellos que cuelgan a los héroes.

Caballero. Pues, mira, yo no tengo frases. Os voy a contar una anécdota muy corta de nuestro amigo Maurice Hilleman, que el hombre estaba tan enfrascado en su trabajo, que perdió a su primera esposa, ¿vale? Quedó viudo, y le dijo a su secretaria, mira, yo quiero, tengo tiempo de ponerme a buscar una esposa. Mira, ve entre los currículum que ha llegado para trabajar de enfermera y búscame una que tú creas que puede servirme.

Y se casó con ella y estuvieron cuarenta y dos años casados.

Joder, joder.

Joder, joder. Joder, how.

Joder, how. Joder, how. Joder, how.

Joder, how. Joder, how. Joder, how.

Joder, how.

Yo te voy a decirla, yo creo que es una de las frases más mítica de un héroe, que es un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Correcto. Que es de nuestro amigo Spiderman.

Tu amigo vecino es Spiderman. No, señor.

De de Ben Ben

Ben Ben Ben Ben.

Eso, del tío Ed. Correcto.

¿Y no abramos debate de Spiderman o Spiderman?

Spiderman. Spiderman. Spiderman es igual que es con Brite.

¿Eso es como si abrimos debate entre el Joker y el Guasón? Vamos. El Guasón. No, no sé. Ahí

no hay debate.

Para los de

nuestra generación es Spiderman, pero para un niño de ahora es Spiderman.

Sí, pero eso pasa igual que el padre era Kyle Douglas y el hijo es Michael Douglas.

¿Michael Douglas? Sí, o cuando dices white label, ¿no? O diez white label o vita label, pero no mezcles.

White label,

Why Label Valley. Hostia, es verdad. No,

ya ha caído en esa. Oye, es cómplice,

O WiFi, coño. Verdad, Wi-Wi,

Wi-Fi, Wi-Fi, o sea. Bueno, pues

yo os voy a recomendar un

libro, que no os he contado que yo ya

no me despido, sino que recomiendo el libro. Sigo con la faxiosfera, voy a recomendar un libro que se llama El Italiano, y es del gran maestro don Arturo Pérez-Reverte, es del año dos mil veintiuno o dos mil veintidós o una cosa así.

Sí, hace poco, sí.

Me gustó mucho porque está basado en la Segunda Guerra Mundial, en Gibraltar, ahí donde estaba los alemanes, los ingleses, los buzos, los barcos de guerra, los barcos comerciales, y hay una historia de amor en todo el medio y una historia de guerra. Y está, a mí me me gustó, está entretenido. A mí me me repete el libro que me gusta y el libro que no, y este me gustó, o lo que yo os lo recomiendo.

Muy bien. Maravilloso. Pues mira, yo hoy así me voy a dar el capricho de decir una frase de mi heroína, de Grace Hopper, porque es que me ha gustado mucho. Una idea no vale nada hasta que se ejecute, que es una cosa que hemos dicho muchas veces aquí en este podcast.

Que nosotros hemos dicho muchas veces, la idea no vale nada, sí, sí.

Eso se ha dicho antes en este podcast.

Eso se ha dicho constantemente. Me suena mucho.

¿Y eso

lo dijo Grace Hopper? Esta señora opinaba lo mismo que que nosotros,

La sinergia, sí.

Pues nada,

habla Enrique y se acomoda.

Privada que nuestra web es Planeta Kunao punto com. Entrad y echarle un vistazo, diseño nuevo, está muy guay. Estamos en todas las redes sociales, sabias y por haber, con el nombre de usuario Planeta Kunao. Y luego, pues, una recomendación que os hacemos es que si queréis ser nuestros héroes, entréis en tienda punto Planeta Kunao punto com y os gastéis el dinero ahí en vez de gastarlo en cualquier otra mierda que os va a dar mucha menos satisfacción que tener una camiseta o complementos con diseños exclusivos vuestros. Así que venga, hasta la próxima.

Adiós. Humano detectado

en el almacén de Camarali, a ver, Mabe, si no tengo que salir corriendo.

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