¿Cuál es el milagro de la ciencia en España?

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Arrancamos la nueva temporada hablando de ciencia, de cuáles son sus puntos fuertes, cuál es el milagro de la ciencia en nuestro país, de si hay que reducir la burocracia, cómo mejorar...

Y lo hacemos acompañados por dos grandes referentes científicos que les une la misma pasión: la investigación. Los dos son investigadores de la UPV: Amparo Chiralt, catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural, y Avelino Corma del I.U.I. Mixto de Tecnología Química.

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5ª TEMPORADA

"Revisado por pares" es un programa en el que investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) pasan por nuestros estudios para comentar, de dos en dos, la actualidad científica. Una agradable conversación para estar al día de los avances en el mundo de la investigación académica.

Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Transcripción

¿Cuál es el milagro de la ciencia en España? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿El Pacto de Estado por la Ciencia sigue siendo una quimera? ¿Y reducir la burocracia? Estos son sólo algunos de los temas de nuestro programa de hoy, que abordaremos con dos de los grandes referentes científicos. A los dos les une una misma pasión, la investigación, una misma universidad, la Universidad Politécnica de Valencia,

y un mismo resultado. Forman parte de la élite científica internacional. Hablamos de Amparo Chiral, investigadora del Instituto de Ingeniería de los Alimentos para el Desarrollo, y Abelino Corma, investigador distinguido de la UPV. Empieza Revisado por Pares. Revisado por Pares. Un programa presentado y dirigido por Luis Zurano. En UPV Radio. www.radio.upv.es Y qué mejor forma de empezar esta nueva temporada

es de este espacio de divulgación científica de la Universidad Politécnica de Valencia, de UPV Radio, que escuchando a los Rolling, y que compartiendo estudio con dos referentes en el ámbito de la investigación, dos referentes en mi trabajo, y dos referentes a nivel personal. Estamos hablando, ya lo habéis escuchado, de Abelino Corma y de Amparo Chiral. Amparo, Abelino, muy buenas. Mil gracias a los dos por compartir este primer programa

de esta nueva temporada de Revisado por Pares. Muchas gracias a vosotros. Estoy encantado de estar aquí con Abelino. Muchas gracias, un placer. Y con Amparo todavía más. Y nada más y nada menos que escuchar a los Rolling, Abelino. Ya ves, nos ha dado inmediatamente un pequeño subido. Un poquito de subido en sí. ¿Qué supone para vosotros la ciencia, Amparo, Abelino? Bueno, para mí la ciencia podría decir que supone casi mi vida.

Porque desde muy pequeña me ha gustado muchísimo aprender y me siento una privilegiada porque la vida me haya dado la oportunidad de estar siempre en contacto con el aprendizaje y con la enseñanza. Y entonces, bueno, satisfacción. Satisfacción elevada a n.

Esto es lo que siento de lo que he podido hacer en mi vida con la ciencia. Abelino, rinde tributo también a los Rolling. A lo que sientes tú por este mundo. Bueno, yo solo puedo agradecer a la vida que me haya dado esta oportunidad. El poder trabajar en lo que a uno le gusta, de entrada ya es una gran ventaja para vivir. Segundo, que puedas estar haciéndote preguntas, observando, haciéndote preguntas, y tengas la oportunidad después de intentar contestarlas

sabiendo que, en algunos de los casos, cuando contestes a esas preguntas, eso va a tener implicaciones a nivel social. Pues no puedo pedir más desde el punto de vista profesional. Y desde el punto de vista personal, ¿qué os ha aportado dedicaros a vuestra pasión? Como siempre comentáis, ¿qué es la ciencia? Casi me resulta difícil distinguir entre personal y profesional, porque para mí ha estado siempre muy relacionado.

Mi vida personal ha estado totalmente impregnada de esta forma de vivir la vida. Lo que dice Abelino, preguntas y respuestas. Es que siempre me ha encantado esto. Pero siempre además con una cuestión que le pone como incertidumbre y como que el futuro no está claro. La ciencia se hace preguntas, encuentra respuestas, pero sabe que a veces, después, con otros métodos, en otro momento puede encontrar una respuesta.

Otra respuesta. Otra respuesta. Entonces, la ciencia realmente, en el proceso de revolución científica que iniciamos ya hace unos cuantos años, nunca es la verdad absoluta. Es la respuesta de este momento con los métodos y con los procedimientos de que disponemos, pero sabemos que constantemente vamos mejorando en nuestra forma de ver la realidad, que al fin y al cabo es lo que hacemos. Intentar ver la realidad, qué problemas estamos detectando

y qué soluciones podemos encontrar para esos problemas. Siendo consciente, como dice Abelino, que las soluciones que demos siempre van a generar más problemas y que tendremos que buscar más soluciones. Realmente, Amparo lo ha definido muy bien, la ciencia ha ocupado la mayor parte de nuestra vida. El punto está en que también arrastra a los que tienes alrededor. Entonces, yo me doy cuenta que en cierta manera

he estado desbalanceado. He dedicado muchísimo tiempo a la ciencia y, por tanto, he podido dedicar menos tiempo a otras actividades humanas importantes. Una puede ser la familia, aunque le dediques los momentos con intensidad total, no dedicas todo lo que a lo mejor tendrías que dedicar los amigos. A ti mismo, muchas veces, es decir, al dolce farniente, no lo has podido hacer. Pero, en cualquier caso, el balance muy positivo.

Desde luego, a nivel personal, muy positivo. ¿Cambiaríais algo para poder dedicarle más tiempo? Si echáis la vista atrás a otros aspectos. La verdad es que eso nunca me lo he planteado porque como no existe la posibilidad, no me gusta perder el tiempo en el pasado. Prefiero siempre mirar hacia el futuro. Entonces, ¿cambiaría algo? Pues no sé. Pero es que esa pregunta no la sé responder. No tiene sentido.

Bueno, yo no mirando hacia atrás, pero sí varias veces mirando hacia el futuro, propósito de enmienda. Hacer propósito y decir, no, pues tendría que dedicar más a este otro aspecto. Y, de hecho, por un corto plazo de tiempo, he conseguido a veces hacerlo. Pero, irremediablemente, me he ido al mínimo de energía potencial, para mi caso, que era el dedicarme a la ciencia. Cuando acá hablamos de cambios,

¿cómo habéis visto vosotros el cambio de la ciencia o de la investigación, tanto en nuestra universidad como del propio sistema científico español abelino? Bueno, yo os lo puedo decir porque, como decía el otro día, soy de los más antiguos del lugar ya. Cuando vine a esta universidad, desde el punto de vista de investigación, había algunos grupos que hacían muy buena investigación o hacían buena investigación,

pero eran muy poquitos del total que había. Esto ha cambiado enormemente. Yo diría que, tanto en cantidad como en calidad, la investigación en la Universidad Politécnica ha aumentado enormemente. Y hay toda una generación de gente joven que compite perfectamente con cualquier otro centro al que lo comparemos. Coincido absolutamente con Abelino. Yo creo que la cultura de la investigación ha ido impregnando a esta institución y a todo el país.

Porque yo creo que en eso también somos un país relativamente joven. El momento en que se implantan en el país los planes nacionales de investigación no está tan lejos. Está casi en el comienzo de nuestra actividad científica. Y es verdad que en ese momento empieza a generarse una cultura en las instituciones académicas, tanto si son centros de investigación como si son universidades, que va apostando por la investigación.

Va apostando por la investigación porque se reconoce la actividad investigadora. Aparecen los exenios de investigación. Los profesores y los investigadores sienten que esa actividad les va a ser... Van a ser observados en esa actividad y todos queremos ese reconocimiento de nuestra propia actividad. Y luego se han ido definiendo trayectorias de promoción, de acceso al sistema y de promoción donde la actividad investigadora se ha valorado.

Se ha valorado de forma cuantitativa. Entonces es normal que eso haya ido creando una cultura en la que todas las personas que estaban en la vida académica han intentado investigar con más o menos éxito, con más o menos contribuciones, con más o menos proyectos desarrollados, pero todas lo han intentado porque tenían la conciencia de que su vida profesional, el reconocimiento de su actividad estaba muy declinado hacia la investigación,

cosa que antes no era así. Pero aún así creo que somos un país relativamente joven en esta cultura y que todavía necesitamos que se instale de una forma más arraigada. Sobre todo para generar otras cosas y es la proyección de esa actividad investigadora hacia la sociedad y hacia la transferencia, que es un paso que creo que también tiene que ser dado a nivel estatal. Porque creo que se ha probado que los investigadores,

si se les ponen alicientes o motivación, son capaces de dirigir su actividad. Y en estos momentos, al menos es mi opinión, quizá no ha habido un aliciente o una motivación, un reconocimiento de forma clara y manifiesta de la actividad de transferencia. Lo importante que es que nuestros avances pasen a la sociedad y a la empresa. Pues si os parece, vamos a completar este diagnóstico con las palabras de Domènech Spriu,

director de la Agencia Estatal de Investigación. El pasado mes de octubre visitaba nuestra universidad y hablaba del milagro español en la ciencia. Lo escuchamos. Es un diagnóstico complejo. A veces se habla de una cosa que se llama el milagro español, que es que con pocos recursos estamos bien, estamos objetivamente bien en muchos aspectos. Quizá nos falta ese punto de excelencia, que es un punto de excelencia...

A veces me gusta hacer la comparación con el vino. Sabemos hacer un buen vino, un vino digno, correcto, pero quizá todavía no sabemos tener aquel gran copaje que después tiene todos los puntos y recibe todos los premios. Nos falta eso. Y el vino, lo que necesita es tiempo. Y por eso necesitamos, creo yo, tiempo y continuidad en nuestras políticas. La política científica necesita constancia, continuidad

y, sobre todo, voluntad y creer en la ciencia. Creer en la ciencia y creer en los científicos españoles. Hay de todo. Hay para todos los gustos. Yo pienso que la confianza en la ciencia entre nuestra clase política a veces es muy nominal. Es una confianza que se dice porque da bien, pero en realidad no es creyente. Pero sí que creo que hay una confianza creciente en el potencial de la ciencia para transformar la sociedad

y para resolver los problemas que tenemos. Y esta confianza ha crecido seguramente con la pandemia. Y es un efecto, quizá el único efecto positivo que nos ha dejado el virus. Es un sistema muy eficiente. Especialmente la universidad y la universidad pública. La universidad pública española, no todas las universidades son iguales, evidentemente, pero hay universidades que tienen una eficiencia extraordinaria.

El trabajo que hacen en los recursos que se les destina es magnífico. Es difícil encontrar equiparaciones en otros sistemas. ¿Por qué sucede esto? Es difícil decirlo. Creo que hay un gran componente de compromiso personal en la institución y en la ciencia. Y me da miedo que con el relleno generacional que las universidades necesariamente están emprendiendo por razones puramente biológicas, este compromiso se pierda.

Son muchos los temas interesantes, los temas que abordábamos con Domènech Esprou. ¿Compartís que se pueda catalogar como de milagro la situación de la ciencia en España? ¿O los resultados, la producción, como comentaba Domènech Esprou? Bueno, en cierta manera sí, podríamos llamarlo milagro. Pero si uno mira hacia atrás y ve históricamente, claro, Amparo es más joven que yo y he hablado de la actualidad,

pero si nos remontáramos tan solo al principio de los años 80, veríamos que España no contaba para nada en la ciencia. Pero, sin embargo, sí que hubo una voluntad y en ese momento fue una voluntad política también y muchos jóvenes nos fuimos al extranjero, vimos otras técnicas, otras maneras de trabajar, nos volvimos y nos lo creímos que sería posible. Es más, creo que también la clase política en ese momento

se lo creyó que era posible y ahí arrancó todo. Claro está, al final somos los que somos y no podemos pedir con el número que somos que compitamos con otros sitios. Pero sí las nuevas generaciones, se les ha pasado ese mensaje y las nuevas generaciones pueden estar perfectamente a la altura de cualquiera. ¿Vosotros creísteis en la ciencia? La clase política entonces creyó en la ciencia. ¿Creéis que la clase política cree en la ciencia?

Comentaba Doménech Escriu que es más una cuestión nominal, pero hay confianza, amparo en ella. Bueno, yo sí que comparto un poquito la opinión de Doménech Escriu. La sensación que a veces uno tiene es que efectivamente el Estado tiene que poner un porcentaje del presupuesto en la investigación porque toca, porque todos los países del entorno lo tienen y porque no podemos estar en otro sitio más que ahí.

Pero no se percibe tanto esa creencia de que realmente nosotros, los españoles, podemos resolver problemas con nuestra investigación. No se percibe tanto. Pero quizá lo mejor es porque nos falta todavía madurar nuestra cultura. Las cosas, los cambios, requieren muchos años para consolidarse y entrar en una fase realmente madura. Y creo que quizá estamos en un buen momento. Creo que en estos momentos hay muchos recursos en investigación

formados en el país que pueden afrontar la nueva situación con otra perspectiva diferente a cuando empezábamos por los 80. Y creo que estamos en una buena posición para hacer una ciencia más próxima a la resolución de problemas que el país defina. Y en ese sentido quizá también hacen falta políticas que identifiquen bien qué problemas tenemos a nivel de país. No solamente lo que nos afecta desde el punto de vista de Europa,

que sin duda hay que tenerlo presente porque estamos en Europa y creo que es algo muy positivo. Pero a veces creo que también nosotros hemos de definirnos más e identificar problemas y hacer políticas hacia esa resolución para tener un papel más activo en estos problemas propios que a su vez pueden ser problemas que tengan una proyección internacional. Pero es una manera de ganar protagonismo a nivel internacional

en nuestra investigación y en nuestra capacidad para resolver problemas. Resolviendo problemas internos para después una proyección externa. Sí, sobre todo porque sentiríamos que realmente hay más fe en la actividad científica de nuestro país. Y eso creo que nos ayudaría a tener más confianza y a tener a veces una actitud más clara de lo que representa la ciencia. Que al final es una manera de conseguir cosas para la sociedad.

Conseguir bienestar sobre todo. Y también creo que también es importante tener en cuenta que ese bienestar hay que valorarlo siempre en las investigaciones y transmitir hacia los investigadores ese análisis crítico de los posibles desarrollos, el impacto que puedan tener a nivel social y si va a ser positivo o si va a ser negativo. Y tomar un poco de perspectiva de futuro en ese sentido. A veces yo me planteo estas cosas porque como últimamente

he estado mucho en el área de materiales biodegradables, pienso, jolín, cuando salieron los plásticos al mercado hace apenas 100 años, aquello fue maravilloso. Y es verdad que el plástico ha resuelto muchísimos problemas. ¿Quién pensó entonces que esos materiales iban a causar el problema medioambiental que tenemos ahora encima de la mesa? Lo podíamos haber pensado, pero nadie lo pensó. Entonces creo que en estos momentos en que tenemos,

en que estamos, digamos, extenuando los recursos del planeta, tenemos que tener estas cosas muy presentes. Los científicos, o sea, qué implicaciones futuras que pueden tener determinados desarrollos y que puedan arruinar de una manera más inminente nuestra vida en el planeta. Porque no olvidemos que nuestro objetivo aquí es vivir. O vivimos o desaparecemos. Y entonces no hay ciencia que valga si no estamos en esto.

En realidad, Amparo, yo no creo que los plásticos nos hayan causado el problema. El problema nos lo hemos causado nosotros los humanos. Tienes razón, pero nadie pensó cómo teníamos que gestionarlos. Eso sí, no pensaron cómo lo teníamos que gestionar. Ha sido el problema nuestro, no de los plásticos. Entonces, era muy sencillo. Simplemente era gestionarlo y se podía haber conseguido. En ese sentido, yo creo que la ciencia tiene que continuar avanzando.

Tiene que continuar avanzando y avanzando en todas las direcciones, sin limitaciones únicamente, bueno, las limitaciones éticas que tenemos que tener. Y los problemas, lo que sí que tenemos que conseguir es ir por delante también viendo los problemas que a su vez pueda ocasionar, para de esta forma redirigir las investigaciones. Ir buscando esas respuestas a los nuevos problemas que van, o posibles nuevos problemas que van surgiendo.

Eso me refería. A veces yo me pongo un poco nervioso, esa es la verdad, porque afortunadamente ahora los controles alimentarios que hay son fantásticos, lo mismo desde el punto de vista de pesticidas, pero no estaríamos tampoco donde estamos si no hubiéramos seguido un cierto camino. Por ejemplo, ahora denostamos el petróleo y el gas. Denostamos el petróleo y el gas, pero no estaríamos donde estamos.

Sin ellos. Sin ellos. Porque seguiríamos utilizando, ¿qué? ¿Carbón? ¿Leña? ¿Qué seguiríamos utilizando? Porque además lo de la energía solar, sobre todo la energía solar, bueno, ahí se han tenido que llevar a cabo muchos descubrimientos previos para que ahora estemos en condiciones de poderlo utilizar. Hace 50 años no estábamos ahí. Sin embargo, consumíamos mucha energía y la teníamos que consumir.

En ese sentido, lo que se demuestra es la importancia de la ciencia, de la constancia, lo mismo que uno se plantea en sus investigaciones, tiene que ser constante, tiene que evitar desmoralizarse, tiene que estar con recursos de manera continua. Lo mismo se tiene que pasar a la sociedad y a nuestros dirigentes, que esto no sirve con impulsos. Tiene que ser una actividad constante y planificada. Detrás de esa actividad constante y planificada,

el desideratum, o lo ideal, sería alcanzar, y lo comentaba hace pocas fechas con motivo de la entrega de los premios Rey Yaume I, un, de una vez por todas, pacto de Estado por la Ciencia. Sí, eso venimos mucho tiempo reclamándolo y eso lo tendrán que hacer, porque no solamente afecta al punto que decíamos anteriormente de mantener una continuidad y una seguridad, sino a todas las otras políticas que están creando alrededor.

Por ejemplo, queremos traernos a los mejores del mundo, ojalá pudiéramos, pero cuando tú te quieres traer a un investigador reconocido con una línea potente de investigación, que puede mejorar enormemente aquí en el país las implicaciones, esa persona también le ofrecen en otros lugares. Si no sabes si el día 1 de enero de cada año van a estar los proyectos que tienen que estar, va a poder aplicar con la garantía de calidad científica únicamente,

pero con seguridad, pues difícilmente va a venir, difícilmente. Entonces, necesitamos también de esa política. Yo sé que se están haciendo esfuerzos a nivel de nuestros dirigentes para ir en esa dirección, pero es más, se tienen que hacer todavía más, y desde luego el pacto por la ciencia ayudaría mucho. Si no, vamos a depender de la sensibilidad de los que estén en ese momento en el poder. Ayudaría mucho también reducir la burocracia de la ciencia, Amparo,

que fue otra de las peticiones, reivindicaciones, que tanto en esta casa como en todo el sistema científico español se pone sobre la mesa, pero también en la entrega de los Yaume I. Bueno, por supuesto, lo del pacto por la ciencia creo que es indispensable en este momento, porque además eso reforzaría la idea de que realmente este país apuesta por la ciencia, porque si no, siempre tenemos esa incertidumbre

de a ver quién va a ganar las elecciones y cuán sensible va a ser a estas cuestiones. Entonces eso me parece fundamental. En cuanto a la burocracia, yo creo que en el momento en que se crea más en la ciencia también se reducirán muchos aspectos burocráticos. Yo creo que la burocracia sobre todo está en la parte de gestión administrativa de proyectos y demás cosas, y creo que también somos el producto

de una cultura muy controladora de papeles, de datos y demás, que probablemente no son necesarios. Pero aquí, de una cultura de controlador... Pero en el país en general. Sin duda, lo que está diciendo Amparo es súper controladora, pero eso forma parte de nuestra cultura. Es un poco también, yo diría, si comparamos religión católica, protestante... Sí, exacto. Está todo englobado. La religión, vamos a decir la religión,

la formación protestante, por ejemplo, tú eres responsable de tus actos. Por tanto, yo a ti te doy estos recursos y tú ahora los administras. Y los administras como crees más conveniente para conseguir esos objetivos. Y si en ese camino tú te desvías y las utilizas mal y como no debías utilizarlos, entonces viene el control, súper control, y lo que se derive de él. Aquí no. Aquí lo que hacemos es, en cada paso tienes que estar

demostrando que tú no eres un ladrón, que tú no eres uno que defrauda. ¿De acuerdo? En cada uno de los pasos. Eso no puede ser. Eso quita mucha energía, tiempo, y además imagínate que tu empresa estuvieran siempre pensando que tú podías estafar. Al final, la moral católica lo que hace es pasar, buscar otras maneras de vaipasear. Y a cada ley que se ponen, pues se ponen tres maneras de vaipasearla. Pasemos a lo que decíamos antes.

Da confianza a las personas. Exactamente, esa es la clave. Y pide resultados. Un sistema basado en la confianza, más parecido a lo que ocurre en el sistema anglosajón. Ellos tienen quizá la cultura protestante, les ha dado otra forma de funcionar. Entonces, el sistema está basado más en la confianza. Uno se siente muy responsable porque sabe que si no hace las cosas como toca, en algún momento eso le va a pasar una factura.

Aquí estamos tremendamente controlados y probablemente si alguien no hace las cosas como toca, no le pasará nada. Entonces, hay que cambiar esa cuestión. ¿Y cómo cambiamos con este tema? Vamos a ir cerrando, llegando al final del programa, para salvar esa brecha que comentabas al principio, Amparo, de que la investigación que se hace en el ITQ, la investigación que se hace en el Instituto de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo,

en todos los institutos de esta universidad, llegue más a la empresa? ¿En qué fallamos? ¿Seguimos fallando ahí, Abelino? Bueno, yo creo que al final es el ecosistema, globalmente. A mí me encanta, por ejemplo, cuando voy a Estados Unidos y voy a los campus, porque veo que allí están presentes todas las empresas. Son empresas que hacen investigación. Empresas que están continuamente mirando a lo que hacen

y colaborando con ellos en lo que hacen. Son las empresas las que están buscando continuamente qué hace quién. Bueno, aquí eso nos falta un poco. Y después, el otro componente es que quizás, por lo menos algunos, tengamos que hacer un esfuerzo adicional. No solamente en tratar de contestar a las preguntas que hablábamos antes y conocer esa ciencia fundamental, sino un esfuerzo adicional pensando ¿y con esto yo qué podría hacer para solucionar los problemas?

Y una prueba de principio, si funciona, dirígete a las empresas. Primero, lógicamente, a las de aquí. Y si las de aquí no responden, te tendrás que dirigir a otras. Hay otro punto, que las empresas pequeñas no pueden tener esas investigaciones, no pueden llevarlas a cabo. Pero tenemos, precisamente en la comunidad valenciana, los institutos tecnológicos. Si tú pones a trabajar conjuntamente en determinados temas

a institutos tecnológicos con centros de investigación y empresas, yo creo que se puede conseguir mucho. Y eso se está intentando en esta comunidad. Se está intentando hacer. Bueno, es que si hubiera tenido que decirlo... El análisis. Si hubiera tenido que decir yo el análisis, es que lo he dicho perfectísimo, ¿sabes? Al final, quizá voy a parecer la de la cultura hoy, pero es que creo que todo eso,

lo que realmente implica es un cambio cultural en nuestra actividad. Los investigadores tenemos que aproximarnos más a las empresas, porque a veces no nos resulta cómodo y no nos resulta sencillo. Y también las estructuras de interfaz, como los institutos tecnológicos, tienen que actuar también de interfaz. Porque a veces competimos más que colaboramos. Y creo que si hay dinámicas desde la administración

que favorecen esa actividad cruzada con esa interfaz funcionando adecuadamente, pues creo que estamos en el buen camino. Y salvaremos esa brecha. Exacto. Iremos reduciéndola. Vamos a cerrar como en alguna otra ocasión hemos hecho, pidiéndoos un consejo, recomendación, a jóvenes investigadores e investigadoras. Abelino, ¿cuál sería el tuyo? Bueno, que si creen en la investigación, que no cejen en sus intentos.

Pasarán altos y bajos. Problemas burocráticos, problemas administrativos. Pero al final, si eso es lo que les apasiona, que no paren. Amparo. Coincido absolutamente. Realmente creo que a la investigación solo se puede acercar uno si tiene vocación. Es una actividad vocacional. Y es una actividad vocacional que, si la llevas a cabo a gusto, tiene muchísimas gratificaciones. Aunque por medio hay algunos senderos difíciles y escarpados.

Pero tiene mucha gratificación. Pues con esas dos recomendaciones, y a punto de escuchar de nuevo Satisfaction, nos despedimos. Abelino Corma, Amparo Chiral, muchísimas gracias por haber compartido con nosotros esta primera entrega de esta nueva temporada de Revisado por Pares. Como siempre, uno aprende mucho escuchándoos. Y seguiremos hablando de vuestra pasión, de la comunicación de la misma, de la divulgación de la misma aquí en estas ondas de UPV Radio.

Abelino, Amparo, muchísimas gracias. Muchísimas gracias a vosotros. Gracias a vosotros y seguid. Y con estos acordes de los Rolling, iniciamos el programa y lo despedimos también. Volvemos a escucharnos en una nueva entrega de Revisado por Pares, que contará también desde su primera temporada con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Vamos a escucharla. Información inmediata Supuesta para mi imaginación No puedo conseguirlo No, no, no Hey, hey, hey Eso es lo que digo No puedo conseguir satisfacción No puedo conseguir satisfacción Porque lo he intentado, lo he intentado Lo he intentado, lo he intentado No puedo conseguirlo No puedo conseguirlo Cuando estoy mirando mi televisión Y un hombre viene y me dice Cómo serían mis pantalones Pero él no puede ser un hombre

Porque no fuma Las mismas cigarretas que yo No puedo conseguirlo No, no, no Hey, hey, hey Eso es lo que digo No puedo conseguir satisfacción No puedo conseguir satisfacción Porque lo he intentado, lo he intentado Lo he intentado, lo he intentado No puedo conseguirlo No puedo conseguirlo Cuando estoy viajando por el mundo Y estoy haciendo esto Y estoy escribiendo eso Y estoy tratando de hacer algo bueno Pretendo que mejor vuelvo

Tal vez la próxima semana veamos Que todo estoy perdiendo fuerza No puedo conseguirlo No, no, no Hey, hey, hey Eso es lo que digo No puedo conseguirlo No puedo conseguirlo No puedo conseguirlo No puedo conseguir satisfacción No puedo conseguir satisfacción No puedo conseguir satisfacción y de todos los que pertenecen a la comunidad cuonda en cuonda.com

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