Sin City, un repaso a los bajos fondos de la ciudad del Pecado de Frank Miller

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Tras una fallida aventura en Hollywood Frank Miller volvió a principios de los 90 a su medio de origen, el cómic, pero fiel a su idiosincrasia estaba claro que no podía repetirse a sí mismo, al menos no gráficamente. Retomando el género negro que ya estaba presente en Daredevil, Miller le dio una vuelta de tuerca a sus tropos y a su propio estilo asombrando por igual a colegas y aficionados.

Nombres como Marv, Goldie, Wallace, Hartigan, Dwight, Nancy, Gail, Becky, Ava, Roark, Manute, Wendy, Kevin y la pequeña y letal Miho se hicieron familiares para los lectores y seguidores de Miller a lo largo de siete volúmenes que abundaban en tipos duros, mujeres fatales y empoderadas, violencia, sacrificio, corrupción y callejones sucios, constituyendo una de las cumbres de su carrera y que, ya en el siglo XXI, le permitió volver al mundo del cine con cierto éxito de la mano de Robert Rodríguez.

En este programa visitamos Sin City, uno de los cómics más brillantes, innnovadores y divertidos de los años 90

Transcripción

La noche es caliente como el infierno, todo se te pega. Una asquerosa habitación en un asqueroso barrio de una asquerosa ciudad. El aparate de aire acondicionado es un pedazo de chatarra que no podría enfriar ni una bebida aunque la metieras dentro. Contemplo a una diosa, me dice que me desea y parece que lo dice en serio.

No pienso perder ni un segundo más preguntándome cómo he podido tener tanta suerte. Huele como deben de oler los ángeles. Dice que se llama Goldie. Hola hola y bienvenidos todos a un nuevo programa de Sala de Peligro donde nos adentraremos en los callejones oscuros y cochambrosos de la ciudad del pecado.

Un lugar de crimen, sexo, alcohol y testosterona concebido por un Frank Miller que a principios de los 90 inventaba y se reinventaba. Y para ello tenemos un invitado muy especial, nuestro amigo Alain Villacorta de la hora de las tortas que rima y todo y que ha venido para hablar con nosotros. Se lo propusimos cuando decidimos a ver, vamos a hablar de qué.

Venga, Sin City, ¿a quién podemos? Dice Íñigo. Íñigo como ya habéis adivinado está también con nosotros. Ahora le presentaremos a Alain. Oye, tardó creo que cinco segundos en decir que sí. Porque... Y bueno, además yo ya tenía ganas de volver a Sala. Ya lleva como tres años sin pasarme por aquí y había ganas de charlar con vosotros aparte de Frank Miller y Sin City.

Es ponerme el caramelo en la boca. Es un gustazo tenerte aquí otra vez y ver a los amigos que por suerte la inmensísima mayoría de la gente de los podcasts nos llevamos muy bien y de vez en cuando está bien visitar y que nos visiten. Y claro, ya lo he dicho antes, está con nosotros Íñigo, mi compañero y amigo de Sala de Peligro, que fue realmente el que tuvo la idea de Sin City.

Así que explícate. Es que me vengo arriba muy fácil. Soy muy flipado. Como Frank Miller, ¿no? A mí que me cae bien. Que le llamen facha si quiere, pero a mí me cae bien. Que no es facha. De eso hablaremos ahora un poquito porque su ideología está presente, muy presente aquí. Pues no, fue un poco sin más.

Yo estaba ya cansado de esos podcasts de horas y horas y de tener que leerme cientos de cómics. Y digo, joder, vamos a hacer algo rapidito y algo al pie, ¿no? Algo rápido y sin tanto problema. Digo, coño, es que Sin City, combinación de uno, dos, puñetazo y golpe encima de la mesa, pues ahí está. Pero tampoco son tan pocos TVOs, Sin City, que son unos cuantos, que tiene, pues eso, pues son de la edición aquella que estaban todos con el mismo formato, son siete tomitos.

No es moco de pavo. No, no, no es tan poco. No es tan poco, lo que pasa es que se lee más rápido que otros. Sí, sí, sí. Que es uno de los méritos de ese TVO, que se lee tan rápido. Y tiene bastante texto, pero se lee tan rápido por cómo hace que te lo meriendes, Fran Miller, que se lee volado, sin darte cuenta.

Y sí, estamos grabando a la hora de la merienda. Dais la palabra. Y bueno, yo soy Enrique Machuca, esto es Sala de Peligro, y esperamos que sobreviváis a la experiencia. Sala de Peligro, y esperamos que sobreviváis a la experiencia. Sala de Peligro, y esperamos que sobreviváis a la experiencia. Sala de Peligro, y esperamos que sobreviváis a la experiencia. Bueno, pues estamos a finales de los 80, a principios de los 90.

Fran Miller lo petaba, lo petaba todo, lo petaba en el mundo del cómic e intentaba petarlo también en el mundo del cine, donde se hizo dos guiones, el guión de Robocop 2 y el guión de Robocop 3, una experiencia de la cual salió muy poco satisfecho. Esa historia se ha contado más de una vez, es lo que tiene no ser el cabeza del ratón del cómic, sino la cola del león del cine, porque el cine, al fin y al cabo, el guionista es el primer artista original, pero al final

es la última mierda, porque es el primero que aporta algo, y al final está ahí un montón de gente, directores, productores, actores, trabajando sobre el guión que haces, que al final no se parece nada o casi nunca a lo que tú has hecho, y claro. Dicen que Hollywood paga muy bien a esos guionistas, pero lo recompensa tratándolos como una mierda. Sí, sí, y Miller te lo dice, incluso Brian Bendis tiene un cómic buenísimo sobre ese

tema también, de cuando estuvo haciendo cosillas de guión para Hollywood, y te cuentan todo lo mismo, te cuentan que aquello es una locura, y claro, ganan mucho dinero, pero puede que no te compense creativamente y sobre todo personalmente, mientras que en el mundo del cómic a lo mejor ganan menos, pero si eres un Frank Miller, haces lo que te da la gana, y eso fue precisamente lo que decidió a principios de los 90, volver al cómic, reinventarse,

porque probablemente el autor que más veces ha reinventado sea Frank Miller, y cómo lo hace. Mira, yo quería poner un pequeño matiz, y es que sí es cierto que es una reinvención, pero no la saca de la nada, porque si echamos mano de Ronin, que es casi 10 años anterior, hay páginas que son Scene City puro, y yo lo que veo es que, ya sabes que Miller es una esponja de influencias, y sí es cierto que él ha comentado mil veces que aquí estaba

José Muñoz, y por ende sus maestros, Bequia, Pratt y compañía, pero es que estas influencias ya las tenía antes, y por eso precisamente en Ronin, que en Ronin todas esas influencias que tenía, meterlas en el mismo saco, por eso sobre todo en la segunda mitad hay un montón de páginas que ya huelen a Scene City. La línea estaba ahí, quizás lo que llama la atención es ese juego de tinta, de tinta

de claro oscuro, tanta tinta china ahí puesta encima de la página, tanto espacio negativo, tanto jugar con el gouache también para crear textura a esa lluvia, eso fue lo que nos dejó a todos sorprendidos, y no fue tampoco una cosa improvisada, él cuenta que estuvo haciendo un montón de pruebas hasta intentar encontrar ese, entre comillas, nuevo estilo, que de luego rascas, y está ahí el Miller de toda la vida, el que hubo antes y el que

habrá en los siguientes 15 o 20 años. Por supuesto el Dark Knight, hay mucho del Batman de Dark Knight en Mar, en su forma de moverse, en su forma de arrasar con todo, de ser una fuerza de naturaleza, está claro que Miller es lo que decíais, de ser una esponja, y si no más es un tío que se lo toma en serio, el quiere evolucionar, una cosa que le diferencia de otros, ya desde el principio, desde la concepción propia como artista, es quiero absorber, quiero aprender, no tiene

quizá ese ego que pueden tener otros, y siempre está abierto a recibir las influencias y además las busca muy activamente, y es lo que dice, o sea, busca trabajar y elevar su arte, no solamente cobrar el cheque de cada mes, que no tiene nada de malo cobrar el cheque de cada mes, pero quiere decir que es ambicioso desde el principio, siempre quiere ser algo más que solo un dibujante de TVO, por decirlo así, y con todo.

Bueno, y además hay una cosa que me llama la atención, y es que ni siquiera cuando empieza Sin City se estanca en ese estilo que acababa de hallar, en Sin City hay una progresión constante y cuando parece que ya ha alcanzado el, bien, hasta aquí lo puedo depurar, hasta aquí llega la idea que tenía, entonces vuelve a reinventarse y empieza a meter, porque a partir de, bueno, de hecho incluso Helen Buck es una reinventación completa

de lo que había hecho, o sea, que hay más de un experimento en Sin City a lo largo de las distintas series. Tras petarlo con Batman Año 1, con El Señor de la Noche, con Fatal Evil Bore Game, hace una pausa, intenta hacer Hollywood, no le sale bien, pero en paralelo ya empieza a pensar un poquito cómo va a causar su carrera, hizo las portadas famosísimas de El Lobo Solitario y su Cachorro, chulísimas, unas portadas que además consiguieron que ese cómic concretamente

y por ende el manga empezara a ser todavía más conocido en Estados Unidos, hasta más finales de los 80 y de luego todavía el manga estaba en sus primeros pasos fuera del mercado japonés y Miller ayudó mucho con esas portadas, llamando la atención de sus fans sobre esa obra concreta y sobre un poco el estilo manga, que es del que tanto él había comido y del que tanto veremos también con esos personajes como La Pequeña y el Etanque.

Yo de hecho, yo admito claramente, yo llegué a El Lobo Solitario y su Cachorro por Frank Miller. Claro. Es bueno, a ver, quiero ver de dónde sale todo esto y siempre pienso que eres en las revistas o en los cómics y dices, no, influenciado por Lobo, pues tendré que saber qué es esto, tendré que ver de dónde viene todo este asunto. Si hay First Comics, que fue la editorial que lo sacó, pues lo que quería era atraer

un poco la atención y cogió a Miller y luego las siguientes portadas la hizo Will Sienkiewicz, que ahí estaban apostando fuerte, y mientras intentaba seguir trabajando para las editoriales grandes, para DC, para Marvel, en DC tuvo una movida bastante importante porque intentó hacer un sistema de clasificación por edades, cosa que Miller consideraba junto a Moore, junto a Wolfman, junto a O'Shaking, lo consideraba como un poco un intento de hacer censura,

de que los propios autores censuraran, aunque la propia editorial censurara con esa clasificación por edades, que lo cual hemos visto mil veces en cubiertas de discos, por ejemplo, o lo que se ha utilizado en el cine, y no estaba de acuerdo y decidió no volver a trabajar para DC en mucho tiempo y empezar a editar con Dark Horse, que estaba en aquel momento en alza y que le daba básicamente lo que él quisiera, libertad creativa plena, todos

los medios técnicos a su alcance, porque Dark Horse publicaba muy bien, publicaba técnicamente tiene una factura estupenda, y antes también en paralelo también hizo la novela gráfica de Elektra Lipseggen, que es Sin City sin manchas, porque es que tiene ya muchos de los recursos que luego vamos a ver en Sin City.

De hecho, la novela gráfica estaba coloreada por Lynn Barley a todo color y con una línea muy fina, y él lo que decidió es bueno, por ahora voy a hacer algo distinto, quiero hacer algo que a él le atraía un montón, que era la serie negra. Ya la habíamos visto en Daredevil, lo habíamos visto en Año 1, lo habíamos visto incluso en El Señor de la Noche, que todo eso ambiente, los callejones de los que hemos hablado antes, a él le llamaban un montón, tenía ante sus muchísimas influencias

la influencia de los autores clásicos de la serie negra, en literatura quiero decir, Dashiell Hammett, Raymond Charlotte, y sobre todo, en mi opinión, Mike Spilane. Mike Spilane que es quizás el más bruto de todos los autores, porque en los otros hay literatura, pero en este eran frases contundentes, no estaba ni siquiera bien escrito, no era harta literatura, pero era capaz de llegarte hasta las tripas y él quería conseguir eso mismo.

A mí eso es lo que me gusta, a mí que me estremezca o que una frase me haga, o sea en la literatura, en el cine, en el cómic, que me haga decir, wow, lo que ha dicho, oh qué guay, puede ser un recurso fácil a veces, pero no es tan fácil hacerlo tan bien y desde luego Miller, vamos, lo de las frases lapidarias y los momentos que con siete palabras caracteriza un personaje y te lo marca para siempre, eso es muy difícil.

Es que además el estilo, perdona, el estilo de Spilane le viene muy bien, por eso por las frases cortitas, Frank Miller una cosa que hace mucho es el tema de usar las frases cortas para imprimir un ritmo, para ayudar al ritmo de lectura con las cajas de texto y eso le venía de cine, le venía como para convertir ese tipo de estilo de escritura en un recurso gráfico más a la hora de leer y es una de las razones por las que decíamos

antes que se lee tan tan tan sin darte cuenta este TVO. Tiene mucho texto, pero también tiene el talento de alternar viñetas con muy poco texto o con ningún texto, entonces empieza a leerlo rápido, rápido, rápido, de repente te para, te vuelve a que coja velocidad, te vuelve a esperar un parón, o sea, juega contigo como lector como le dé la gana, se tiene una habilidad para eso impresionante. Y bueno, fue con Dark Horse Calls que decidió publicar a partir de ese momento y lo estuvo

haciendo durante más de diez años pues todas sus obras, todas sus obras independientes, todas las obras de las cuales además pues consigue mantener y retener los derechos, no es que no cobre su bueno royalties de todo lo que hizo para Marvel o para DC en su época, que sí, que eso ya le da para vivir, pero bueno, además tiene la posibilidad de hacer lo que quiera incluyendo unas películas de las cuales probablemente hablemos un poquito

más adelante con su propio trabajo y era un poquito el ideal suyo. En nuestra cabeza quizás liamos un poquito porque a mí me ha pasado y al preparar esto me he dado cuenta de que yo ya pensaba que esto se había publicado en el sello Legends, pero es cierto, es previo al sello Legends.

Realmente donde se publicó fue en Dark Horse Presents, en una revista que tenía Dark Horse que publicaba capítulos de series, presentaba personajes, ahí presentó por ejemplo su línea de Alien y de Predator que hizo a finales del 80 y principios del 90 y ahí presentó el primer capítulo de Sin City que fue muy esperado y que nadie se esperaba realmente lo que se iba a encontrar ahí.

Fue una sorpresa muy grande. ¿Dónde lo visteis vosotros por primera vez? Yo no llegué al CIMOC. La primera vez que lo vi además es muy curioso porque esto fue creo que en el 94. Yo tenía 16 añitos y llevaba ya muchos años leyendo TVOs, pero mi dieta era básicamente Marvel y un poquito de DC.

Entonces todavía me faltaban un par de añitos para descubrir Vértigo, Watchmen, Dark Knight o toda esta movida. Para mí yo sobrevivía a base de Vengadores, Patrulla X y Spider-Man en el 94. Entonces el tema es que fue una de mis primeras lecturas entre comillas adultas y yo lo pillé en ese tomo grandote que presté a un amigo y nunca volvió.

Ahora tengo la versión más pequeña y bueno es que aquello me voló la cabeza. Es que era un tipo de TVO que yo no había leído nunca nada así. Y había muchas cosas que no terminaba de pillar, que es lo que estaba haciendo, pero veía que era algo completamente distinto a lo que yo leía. Dos años después abriría otro mundo, pero eso fue un poquito el principio. La historia se publicó entre mayo del 91 y junio del 92 en la revista que hemos citado

antes, Dark Horse Presents, en 12 partes, más o menos de 15 y 16 páginas, pero la verdad es que varía. Según la interesa mete unas poquitas más, unas poquitas menos, pero va alrededor de eso. También tenía muy claro que tenía que publicarlo en un formato antológico pues tienen que ser capítulos con un número de páginas más o menos fijo, pero se nota que él ya quiere moverse también con la libertad que supone cambiar un poquito el

número de páginas. Quizás sea una de las cosas que caracteriza a lo que luego hemos llamado novela gráfica. ¿Me has comentado antes que esto salió en CIMOS? Porque ese dato no lo conocía. En una de las revistas. Yo juraría que era en CIMOS, que fue la última en cerrar.

Es posible. Sí, porque CIMOS era de Norma, ¿verdad? Sí, sí. Claro, claro. Ahí no llegué a verlo. A mí yo me encontré también el tocho. O sea, todo era nuevo, el formato era nuevo, el tipo de papel y lo que te encontrabas dentro pues la verdad es que era nuevo. Luego es verdad que ahondas y empiezas a encontrar a estos autores que tú has nombrado, a Hugo Pratt, a Muñoz.

Pero claro, tú conoces primero a lo mejor al que se inspira que no a los inspiradores porque así es como no conocemos las cosas. Así funciona el arte, ¿no? Esta es la famosa anécdota del niño que le llegó a George Perry y le dijo ojalá algún día seas tan famoso como Tom Macfarlane y dibuje igual de bien, ¿no? Oye, hablando de Pérez y Macfarlane, más pequeña discreción, pero cuando llegamos a este momento de la historia, siempre todo

el mundo nos acordamos de Image y lo conocido es la fuga de las superestrellas e Image. Pero hablamos muchísimo menos de que la fuga de los buenos ya se había producido. O sea, de la de Birne, Wes Simonson, Miller, Arthur Adams, todos esos habían ido a Dark Horse y sin embargo no consigue, por decirlo así, sí, sabemos que pasó, pero no consigue, no ha permeado de la misma forma como el acontecimiento histórico en el mundo del cómic americano

que es, que sí lo hace Image. Y no tengo muy claro por qué fue, porque estábamos flipados y nos gustaban las tetas y los rayos láser y por eso nos molaba Image. No, porque fíjate, era, sin parte, exacto, es que fíjate que estos arturares que dices, tienes a Birne, tienes a Miñola, tienes a Arthur Adams, también se vino con ellos, todos estaban amortizados para Marvel.

Estos ya eran, para el público en general, ya eran cosas del pasado, aunque su grande obra hacía tres o cuatro años o menos que se habían publicado. Y ahora de repente te encontraba a Jim Lee, a Aliefer, claro que sí, a Silvestre y a toda esta gente, que en lo más alto de su popularidad de repente pegan el salto. Creo que era mucho más llamativo.

Lo otro, al fin y al cabo, casi parecía el refugio de autores, y voy a poner comillas, aunque nunca se sepan en un podcast que la estás poniendo, autores acabados. Autores que ya habían pasado lo más grande, supuestamente, de su arte. Que en ciertos casos era verdad, también hay que decirlo. Es que el Show Legend fue un poco eso, fue un poco, y mira que lo veías, y ha dado obras que son súper icónicas, como esta con Hellboy, pero se veía un poquito como un cementerio

de elefantes, donde iban esos grandes autores a morir. Y Mitch, sin embargo, era todo nuevo, todo pujante, era todo diferente. Claro, el tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio, y ahora las colecciones de Hellboy siguen vendiéndose muy bien, las colecciones de Sin City siguen vendiéndose muy bien, pero a lo mejor los Wildcats de Jim Lee, pues yo no creo que nadie se pegara a mismo torta para conseguir algún tipo de recopilatorio suyo.

Monkeyman y O'Brien tampoco lo peta, ¿eh? Tampoco, tampoco. Es que ese tipo de serie, de chica y mono, no sé por qué, le gusta mucho a los americanos, pero luego no acaba de vender. No es la única, estaba Angel and the Ape, de la cual era una copia, lo que acabas de comentar, de Monkeyman y O'Brien, que tampoco era una cosa, pero es que le gustaba mucho.

El fetiche de Arthur Allen era las chicas guapas y los monos, o sea, que no picocila. Es lo que a él le gusta y lo consiguió meter ahí, pero es verdad que no funcionó mucho, hay que reconocerlo. Pero bueno, la otra sí, incluso el X-Men, de Virne, en su momento, pues oye, moló. Ahora lo ve y dice, bueno, va de más a menos, tiene sus cosillas, mejor quizá de lo que nos recordemos.

Yo creo que quizá no ha envejecido tan mal, curiosamente, el X-Men, pero Sin City te la siguen leyendo ahora y sigue siendo igual de fuerte, igual de potente. Es que sigue mandándote, no se ha quedado antigua, ni mucho menos, quizás por el hecho de que intenta o tiene raíces clásicas. Tiene la raíz esta que hemos comentado de la literatura pulp de los años 40 y de la serie negra de los años 30 y 40, José Charroja, todo ese tipo de, con mal texto, ese tipo de historias y novelas.

Y sigue funcionando, pero vamos, como un tiro, como un tiro. Yo creo que es como el buen vino, que no es que siga funcionando, es que está mejor ahora que cuando lo leímos en su día, porque estas primeras miniseries, bueno, sobre todo, o las dos más grandes, digamos, que son éste y la de The Yellow Bastard, bueno, pues nos siguen gustando hoy, igual que nos gustaban en su día, pero las que al menos a mí me parecían más flojas en su día, como La

Gran Masacre o Hell and Back, yo en su día no las recibí de buen grado y ahora las leo y veo un montón de méritos que no veía en su día. Yo creo que porque tenemos ahora un mercado, una manera de hacer cómics que abarca más cosas y, no sé, me permite igual con la distancia ver más ese retozar en la hipérbole, ese tipo de cosas que hace Miller, que a mí la verdad es que me encantan. Retozar en la hipérbole, esa me la pongo.

Es la manera guay que has dicho de decir que era un flipado, tío, porque es un flipamiento continuo en la historia, en cómo se mueven los personajes. Esos personajes tienen superpoderes, es que es imposible sino explicar, él mismo lo decía, yo no quería ser realista y cuando decían, oh, ha hecho una historia muy realista porque aparece corrupción, aparecen policías, dices, qué va, yo quería hacer un dibujo animado, o sea, mis personajes son dibujos animados como se mueven.

Es que si eso, es que hablábamos de Muñoz, que es que me sale Sampaio porque son como Epiblas, siempre van juntos. Brekia, Hugo Pratt, pero es que hay mucho kirby. Guido Kerepax, también me diría yo. Kerepax, sí, sí, pero hay kirby.

Esos coches en esas perspectivas imposibles, esas carreteras que son todas curvas, todas en cambio de rasante, los coches saltando, las perspectivas de cuando alguien pega, es que hay mucho kirby también aquí. Hay gente que salta encima de los coches, claro, claro, claro, es verdad. Y hay gente que salta encima de coches y con los pies es capaz de reventar el parabrisas y hacerlo añico, o sea, este tipo, flipamiento total.

Es una cosa de decir, guau, colega, chaval, qué cosa que, vamos, claro, esto a un chavalillo adolescente le tiene que llamar un montón porque encima había culo, había tetas, porque una de las cosas que él también quería conseguir era total libertad. Tampoco se pasa tanto, pero hombre, se ve mucha teta, alguna picha que otra se vea por allí, balanceándose aquí y allá.

O sea, le intenta que por lo menos haya un poquito más de algo que no le gusta al comic book authority. Algo que el comic book authority no admitiría. No es que las mujeres de Miller sean las más guapas o las más sexys. Sus coetáneos dibujaban mujeres mucho más guapas y hombres mucho más guapos.

Al final, esta hipérbole que decíamos, este exceso, pues bueno, lo lleva a otra categoría. Pero bueno, sí que está ahí. Además, es cómic adulto, pero no por el retrato psicológico. Quiero decir, los personajes no tienen una profundidad. Son más grandes que la vida. Tanto Marth como la ninja, como todos los demás.

El hard to gun, el policía, es un estereotipo. Lo que pasa es que es un estereotipo hinchado de hormonas, por decirlo así. Es eso, pero más. Pero más bestia, pero más. Yo creo que por eso los personajes como Dwight, que son más moderados, tienen mucho menos carisma y se quedan mucho menos. No, pero incluso esos personajes Dwight o el Wallace que sale en la última historia, luego los ven moverse y son, vamos, puros ninjas y se mueven por encima de los tendederos

de la ropa, andando, como hacía coña con Daredevil. La cantidad de saltos a través de ventanas que hay en esta serie. Le gusta, le gusta romper cristales. Y luego, si hace falta, pues te coge a la chica esta que baila, Nancy Era, la que hacía Jessica Alba.

Y le dedica un montón de páginas súper chulas de ella bailando, pero no ya porque ella esté en teta y bailando, sino por cómo juega con el contraste en la luz y la sombra, como hay sobre todo mucho más negro que blanco. Es que artísticamente es un pasote. Es que se puede decir, ese tío es que no sabe dibujar, es que dibuja la gente fea.

Es verdad, no es un tío que dibuje pibones, aunque sabes que están todas buenísimas y son todos mujeronas y sobre todo mujeres que controlan su destino la gran mayoría. Incluso algunas controladoras, o sea, hay mujeres fatales y hay mujeres sobre todo que intentan buscarse la vida por su cuenta sin necesidad de tener que estar dependiendo de un tío en ese sentido.

También el tío es muy moderno, aunque es verdad que luego mete cosas que desde el punto de vista actual, pues ya, pues siempre nos chirrian. Pero siempre nos gusta poner el contexto y funciona perfectamente. Hay una cosa que al releer y luego sobre todo al ver la película, porque me he vuelto a ver la película, y hay una cosa que no sé si es que ha envejecido mal o que simplemente nosotros hemos cambiado la forma de hacer otras cosas.

El juicio moral que sometemos a los personajes se ha vuelto mucho más estricto. Les pedimos a los buenos que sean muy buenos, pero es que hoy en día a los malos les pedimos que también sean buenos. Aquí los protagonistas dicen y hacen barbaridades que obviamente no son ejemplos y es una cosa muy importante. Los son malos y los buenos tampoco son buenos, son antihéroes, con suerte son antihéroes, cuando no directamente villanos.

Aún así, la forma de ver las cosas hoy en día, estamos tan acostumbrados a que los personajes no sean racistas, no sean homófobos, no sean machistas, no sean... qué pena que sea lesbiana, con lo buena que está, podría tener a cualquier hombre. Es una cosa que, ostia, ha sido como rayar una pizarra con las uñas. Y claro, el que lo dice es malo, es un asesino, acabas de verle matar a dos o tres personas.

Y sin embargo estamos acostumbrados a hacer ese juicio moral, aunque ignoremos la parte de matar gente. Sí, pero a ver, es lo que decía, como ya desde el principio está siendo tan exagerado, como decía Enrique, tan irreal, yo creo que esas licencias entran mejor, porque ese tipo de cosas que en una historia realista te encantaría y dirías, joder, Miller, aquí te sobró un poquito.

Como se está sobrando todo el rato, yo creo que es coherente con el propio código del TVO, el soltar esas barrabasadas y quedarse a gusto. Y en su día, yo creo que como pasaban más por alto, porque eso era otro tipo de valores, no entraban dentro de ese juego de ley. Pero bueno, yo creo que es algo inintencionado totalmente, pero que ha hecho que con el paso del tiempo encaje más en el mensaje de la obra.

El pasarse de esa manera. El mismo lo decía, él no quería que ningún personaje fuera realmente positivo. Él quería personajes que fueran lo peor de lo peor y que de vez en cuando por lo menos tuvieran, incluso si los buenos siempre tienen su código de honor. Marv lo tiene, es un bruto. Creo que era en El bastardo amarillo, donde lo definen como alguien que si hubiera estado en la época medieval o en la época de Conan, porque a mí siempre me ha parecido un personaje

muy Conan, sería un rey, sería un señor de la guerra y sin embargo aquí es un pobre desgraciado, un borderline casi, que se gana la vida pegando palizas y protegiendo a las chicas de los prostíbulos del lugar. Es una persona que ha nacido en el lugar equivocado y es un pobre desgraciado realmente y sin embargo cuando algo se le mete entre ceja y ceja, para adelante y no hay quien lo pare y se carga a quien haga falta.

Pero eso siempre con sentido al honor. Eso sí, es un psicopata. Dice, me gustan los matones porque puedes hacerles de todos sin sentirte culpable. O como trata al Kevin este, que es el malo de la primera historia, que la hace barbaridad y encima se frustra.

Es que no grita, ¿por qué no grita? Que te ha amputado las piernas, que un perro te está mordiendo los intestinos. ¿Por qué no grita? Es ese tipo de personaje. Obviamente no es un personaje que ni en aquel momento estuviera creado para ser un ejemplo y si alguien piensa que está creado para ser un ejemplo, se equivoca. Y si piensa que es un ejemplo, vete al psicólogo, tío, porque ahí tienes un problema. O mejor directamente a la policía.

Es curioso porque entre toda esa chusma paleable de que saca a Miller en esta primera serie, uno de ellos es lobezno. Y así que te queda clarísimo que Marvel es el más duro porque le mete una paliza inenarrable al lobezno, que es un mierda. Si lo acojona es un chivatillo estos típicos personajes, el turc que hay a la edibilidad, pues es más o menos ese tipo de personaje. Lo acojona vivo cuando lo ve y dice, ui, pero si es lobezno tiene los mismos pelos que ese

tipo. Sí, sí, ahí deja claro un poco lo que piensa. Esto sí es de verdad, esto es gente dura, no es el canadiense este enano. Al cual, por cierto, también le debe un poquito porque parte de su fama se la dio también al lobezno. Él al lobezno y lobezno a él, como él siempre hace, con todo lo que toca.

Yo creo que le dio más Miller al lobezno que al lobezno a Miller. Sí, sí, sí, está claro, está claro. Era solo una cosilla sobre lo que había dicho Íñigo de lo de que los buenos son antihéroes, que son malos, pero es que los malos tienen dos cosas. Uno, los malos son aberraciones completas.

Eso es, el cobarde bastardo, el que es un pedófilo, son lo peor del mundo. Y además son, eso es como muy milleriano, encarnan el poder. Son siempre los poderosos, los grandes estamentos. Muy Miller, lo del héroe individual contra los grandes poderes. Sí, muy Miller y muy género negro. El personaje de género negro siempre es un pringao, es un descastado, un expulsado de la policía, un tío que ha sido echado de entre sus pares y que se enfrenta a los intocables.

Porque el mafioso es intocable, el alcalde es intocable, el jefe de comisaría, el jefe de policía es intocable. Olvida a los Yates, Chinatown, no hay nada que hacer. Si eso ha estado presente, siempre habla de Miller, siempre está en contra de las instituciones. Es liberal, liberal en el sentido norteamericano, libertario. Esta distinción ya la hemos hecho varias veces, que habíamos hablado de Miller o un poco de toda esa ideología libertaria.

Lo que aquí llamamos liberal, ellos lo llaman libertario y lo que ellos llaman liberal nosotros lo llamaremos progre, ¿vale? Esa distinción para el libertario, según el sentido americano, alguien que realmente quiere que haya, cuanta menos intervención del Estado, mejor y cuanto menos intervención de las instituciones religiosas, políticas, las que sean, mejor.

O sea, él tiene eso claro y se ve ahí, se ve ya en el año 1 y se ve aquí, porque los malos son efectivamente todos. Todo es corrupto, la policía, los políticos. De hecho, el principal villano en la primera es un cardenal católico, precisamente porque Miller es católico o se crió como católico. Y aunque ya haya dicho y redicho 20 veces que él es ateo, a él se le nota esa herencia católica, porque todos sus personajes, de hecho iba a ser, no sé si llegó a serlo, ¿no? Una biografía

de Jesús, porque él realmente lo que piensa es que el personaje importante, el personaje que a él le gusta, es aquel que se sacrifica por los demás, pero no se sacrifica abrazándose a una bomba, no, tiene que sufrir como Jesús. Es que lo veo, lo veo perfectamente. O sea, Jesús enfrentaba al poder, expulsaba a los mercaderes del templo.

O sea, joder, me teme esta ciudad. Eso me acaba de entrar ganado de haberlo visto, tío. Joder, Jesús corriendo por una azotea mientras caen relámpagos, así con la silueta, con la túnica abierta detrás. Habría sido maravilloso, maravilloso. Ese Jesús, te digo yo, que se desclava de la cruz.

Eso ni cotiza, ¿eh? Vamos que no, que tío. No, no, tiene sus maniarismos, tiene sus tropas. Como todo autor, al fin y al cabo, tiene sus temas, tiene su manera de hacer las cosas y tiene sus tics y los explota. Y aquí especialmente, que probablemente quizás sea su obra principal de los años 90, ¿no? Si la ponemos al lado de Gimme Liberty, que está muy bien, a mí me flipa Gimme Liberty, quizás sean las dos grandes obras para el de los 90, le hubiese un montón de cosas

chiquitas. Por ejemplo, no sé, el Hard Boiled o esas historias para ofender, que también hizo historias sueltas. Lo que yo más recuerdo que hizo en los 90, con apenas o ninguna contribución para las grandes, y acabando con 300, que es del año 99-2000. Ahí hay una continuidad de historias que orbitan, al final, alrededor de esa misma idea que hemos expresado de personaje individual que lucha contra un poder establecido y que, si es necesario, en el caso de Martha

Washington, bueno, bueno, fue buena persona e hizo que se muriera de viejita, lo cual también se agradece. Que los personajes mueran de viejitos, que no todo tenga que ser un sacrificio heroico o un mayor que se sacrifica por el bien de su comunidad, sino que sea de esa manera.

Y al final tiene todas esas mismas historias. ¿Cuál es vuestra historia favorita, por cierto? De las siete, porque lo ha comentado antes Alain, que hay siete tomos, es más o menos lo canónico, es lo que al final ha quedado hacer la edición de Sin City en siete volúmenes. Uno sería El Largo Adiós, porque en principio Sin City era solamente Sin City, no tenía subtítulos.

Le pasa a Enrique como a mí. Siempre yo también confundo con la duela de Chandler. Es largo, es duro, es verdad. Ahora porque lo tengo delante, pero yo también lo hubiera dicho, El Largo Adiós. Sí, porque además parece que es un largo adiós del personaje, no? Y es duro, es las dos cosas desde luego. Largo y duro, y eso que está quedándose un poco ya...

Bueno, El Duro Adiós, Mataría por ella, A Dain to Kill For, La Gran Matanza, El Bastardo Amarillo, Valores Familiares. Luego aquí hay unos que lo estoy leyendo ahora en inglés, porque me he hecho la relectura en inglés. Siempre me gusta hacer la relectura en inglés, un poquito también para un tema literario, ver cómo suena esto.

Suena en la cabeza esprendido, aunque hay muy buenas traducciones, pero en la prosa de Miller en inglés es... Vamos, un golpe machacante. Que no sé cómo se traduce aquí, Boots, Broads and Ballads? Alcohol, chicas y balas. Vale, vale, claro, esto es el lang. Y luego Al Infierno y De Vuelta, que sí que es ya la auténtica flipada y un poco, aunque ha anunciado nuevas historias, ha anunciado una precuela, ya hablaremos un poquito de eso al final.

Son siete historias o siete volúmenes, ya de alcohol, chicas y balas, concretamente. Son recopilatorios de historias sueltas, porque la verdad que esto fue muy disperso. Además iba publicando por... Ahora lo publico por capítulos. La siguiente la voy a hacer en comic book y luego la recopilaré. E incluso la de Valores Familiares directamente era novela gráfica.

El resto sí fueron comic books luego recopilados. Repito, la pregunta era, un poquito para repasar. De estas siete, ¿cuál es vuestra favorita? Para mí, yo creo que El duro adiós, pero más que nada porque es la primera que leí. La pongo a la par que El cobarde bastardo. Yo creo que ahí se queda, que es entre esas dos.

Es casi indiscutible que son las mejores. Yo tampoco sabría con cuál de las dos quedarme. Igual con El cobarde bastardo o El basardo amarillo. Nunca sé cómo decirlo porque las traducciones la han hecho. Igual con esa, porque fue la que conseguí yo después de que había perdido un poquito la esperanza en Sin City porque llevaba un par de tomos más flojitos, que ya te digo que con los años les he vuelto a coger el gusto.

Pero en ese momento me parecían más flojitos y este fue el que me hizo confiar de nuevo en Miller y decir, joe, es que este tío sigue siendo un fuera de serie. Yo es que no los leí hasta que habían salido a todos. Los pillé bastante tarde y fue un poco por culpa de Ronin, porque no me gustó Ronin cuando lo leí de chaval y entonces ese tipo de cosas así no me llamaban la atención y hasta que, no sé, mediados de los 2000.

Igual ya hace, antes de ayer, como dices, mediados de los 2000 fue hace dos o tres años. Fue cuando leí todos los Sin Cities. Sí, sí. Yo también estoy igual. Creo que la opinión es más o menos unánime, pero quizás, hombre, el duro adiós fue la novedad y fue la que marcó la pauta, pero la verdad es que el cobarde bastardo, el bastardo amarillo, porque amarillo era al fin y al cabo, y bien que lo hizo notar con esos toques de color casi contemporáneos a lo que hizo Steven

Spielberg en la lista de chiller, ese detalle de la niña del abrigo rojo, pues él también decía, bueno, lo voy a hacer en blanco y negro, pero hay cositas que yo pienso que tienen que tener color y lo decía en las introducciones de algunos de sus volúmenes y con el tiempo efectivamente lo hizo.

Era una idea que él tenía. A mí me tiene que estar curioso estar casado con una colorista y que de repente, que es tu colorista, de repente decida hacer un cómic que no tiene color. Claro, porque te vas por ahí, no me quieres estar trabajando conmigo. Pero además, si no me equivoco, este TV era entero suyo.

Cuando se hizo autor completo, se llama al autor que escribe y dibuja, pero es que aquí escribía, dibujaba, entintaba y rotulaba él, si no me equivoco. Sí, sí, sí. Las rotulaciones suyas y además juega mucho con el tema de, ya que lo han nombrado, letra normal y letra cursiva.

O sea, que sí, que sí, que ahí sí que también incluso eso lo hace y juega mucho con la onomatopeya. Miller nunca ha renegado de la onomatopeya, lo parece muy de agradecer. Porque sabemos también que muchos de los autores que nos gusta, Moore, Ellis, todos estos autores, sobre todo que vienen de Inglaterra y tal, no les gusta la onomatopeya.

Miller juega con ellas, sabe que forma parte del lenguaje del cómic y las integra también muy bien y también están hechas por él. Ahí no hay ordenador, ahí no hay nada. Ahí está su mano, su pulso y sus reglas. Que por cierto, un amigo, alguien que conocemos, pero bueno, no lo vamos a nombrar porque no le gusta que nombre esa anécdota, estuvo en su casa, en casa de Miller, en su estudio, en la cocina del infierno.

Porque él vive allí ahora, que ahora es un barrio pijo, de Nueva York, que no es lo que era. Centrificación, ¿no? Totalmente. ¿No te salta un punk de Miller cuando sales a la calle? No. Aquello es ya... Bueno, el barrio ahora es Clinton, se llama, y es un barrio pijo de... es el Malasaña de Nueva York. Y dibuja de pie. Frank Miller trabaja de pie en una mesa inclinada y dice que con una hoja muy grande y un trazo tremendamente suelto.

O sea, un tío que va moviendo el brazo. Dibuja con el hombro, no dibuja con el codo, dibuja con la muñeca, como otros dibujantes. Este dibuja con el brazo, pegando brochazo y lápiz aquí y allí. Y se nota porque es verdad que tiene... que es muy suelto, que es muy suelto y por eso a veces se le va un poquito.

Porque, claro, es lo que tiene esa manera de trabajar. Pero bueno, es parte de su estilo. Tampoco podemos decir... Es porque se ha hecho la mierda, ¿no? Yo creo que no puede estar ahora. No, ya no. De hecho, yo lo pensé. Digo, claro, este Miller que tenía en este momento, en el año 91 tenía 33 años.

Estaba el tío... porque nació en el 57, 34, 35. Estaba en su momento bueno. Probablemente ya dándole bastante al alcohol, porque ese ha sido su problema, básicamente. Pero en ese momento todavía estaba ágil. Ahora es cuando entiendo que ya apenas dibuja que se le nota que la edad también lo tiene eso. El trazo se suele volver bastante más duro porque la articulación no es tan flexible y, por tanto, las líneas se vuelven más rectas y más...

Pero bueno, incluso eso lo ha convertido un poco en su nuevo estilo, en las ilustraciones que ha hecho en los últimos años. Cuando has dicho que tenía 33 años, por ahí, es que no nos damos cuenta que Miller cuando empezó a ser una estrella era un niño. Era un niño, que es que empezó súper pronto. Tenía 23, 24 años, 25, cuando estaba haciendo Daredevil, sí, sí.

Es así. O sea, que es un tío, un autor precoz y con una carrera dilatada, con sus altos, sus bajos, sus escándalos incluso, como la historia aquella que hizo de aquel Batman Fatshark. Aquello sí que se le fue la olla y él mismo ha pedido perdón. Él mismo se dio cuenta de que allí ya se había pasado así de poblo. Es que es lo que dices.

También era cuando acababa de hacer también lo de Spirit, si no me equivoco, que es en la época en la que yo tengo un amigo que se dedicaba un poquillo al mundo de la tele y el cine. Yo sí coincidí con él y me dijo que lo del problema con el alcohol, que no era una leyenda urbana, vamos, que lo había visto de primera mano y que se le había ido bastante de las manos. Otra cosa, retomando el tema de la rotulación que comentabas, que es cierto que él nunca renegó de las onomatopeyas como Moore y otros, pero sí es cierto que renegó de un recurso

que aquí rescata, aunque de forma muy residual, porque Miller yo creo que fue uno de los responsables de matar los bocadillos de pensamiento. Los mató, fue él uno de ellos. Y aquí creo que se ha partido valores familiares o incluso antes, los saca de vez en cuando para hacer como cosas que se ven de fondo, pensamientos de gente que está de fondo y que me resultan primero muy simpático el tema de que lo recuperé, de que vea que igual se equivocó y que es

un recurso más y que hay que utilizarlo. Y dos, muy gracioso la manera en la que lo usa, porque ves un policía ahí al fondo pensando que su vida es una mierda, mientras la historia va de otra cosa totalmente distinta y ese tipo de cosas. Está muy guay. De hecho, eso ha sido bastante copiado como recurso simpático. Sí, sí, sí.

Probablemente él piense, vamos, utilizo los para... porque al final sustituyó, él fue uno de los que hizo... Brian Talbot, probablemente, porque muchas de las cosas que vemos ahora están en algunos autores como por ejemplo Brian Talbot, que adelantó un montón de cosas que luego, como ha sido menos conocido, muchos otros autores más conocidos, quizás porque lo que cuentan sea más vistoso que lo que ha contado Brian Talbot, que por otra parte a mí me gusta.

Yo creo que fue también uno de los primeros que empezó eso. La idea de utilizar los textos de apoyo, no como texto de apoyo, sino como... es muy novelesco, es muy de literatura. La corriente de pensamiento interna del personaje, lo que piensa, lo que pasa por su cabeza. Esas parrafadas que en una novela, sobre todo en una novela de principios del siglo XX hacia acá, encuentran que lo que ves son páginas y páginas de lo que le pasa por la cabeza al personaje.

La culpa de eso la tuvo, entre otros, James Joyce. Pues eso te lo ha trasladado a los textos cuadrados. A lo mejor eso que son nubecitas son para textos más intrascendentes, porque al ser más redondito, pues sí, como lenguaje, le funciona y le funciona bien. Es verdad que son esos pensamientos casuales, pensamientos intrascendentes, mientras que la parte importante de lo que hay en el interior del héroe, esos pensamientos profundos con frases cortantes,

eso sí, hay que ponerlo en una cosa cuadrada que se note que es importante. Una cosa con una vista. Eso está pensado, está ascendente. Porque la verdad que Intensito también. Intenso es como el solo. Pero es el juego, ¿no? No intenta ser nunca un día en la vida, ni intenta ser, vamos a contar, esto es pum, pum, uno, dos, golpe, golpe, golpe, golpe.

El peor día de la vida de cada personaje, o dos días, o lo que sea. A veces se meten demasiados vericuetos para mi gusto. Pero bueno, sí, es intenso, todo es más grande que la vida, todo es tremendo, todo es tremebundo. Porque es verdad que las historias que presenta también lo son.

Lo hemos dicho antes. El primero, el malo, es un psicópata caníbal que es adoptado por el obispo principal o el cardenal Rourke, que es una de las personas que mandan en la ciudad. Mataría por ella la esposa de un multimillonario al cual quiere traicionar y manipula todo lo que tiene alrededor para hacerlo. La gran matanza es un montón de policías pirados y corruptos que emprenden esa tendencia.

Bueno, nos vamos a detener, si nos da tiempo, en todas las historias, pero esa concretamente a mí, lo que es la premisa me encanta, ¿no? Enfrentado a una cooperativa de prostitutas, porque al fin y al cabo es eso. Son prostitutas que han montado su propia cooperativa y que van por libre.

El cobarde bastardo es lo mismo. Otro psicópata que también es hijo de la familia que manda. O sea, son historias de estas decir, va, a ver, aquí esto no es uno que te encuentra en un callejón, no, no, aquí estoy enfrentándome al poder. Y eso ya lo hemos comentado antes, que es muy de Miller. Enfrentarte a poder corrupto, que en su cabeza todo poder es corrupto. O sea, esa frase del poder corrompe y bla, bla, bla, bla, esa la tiene él muy asumida. La de Spiderman no, la del poder de Spiderman no, pero la otra sí que la tiene el tío

muy, muy asumida. Hay que reconocerlo. ¿Qué contamos del Duradios? Aparte del proceso de Marff, ya lo ha presentado también a Nancy. A mí lo que me flipa ya son los recursos narrativos de las páginas que se curran. O sea, la página al principio empieza, bueno, aquí más o menos la historia, llegan los policías, pero ya el momento en que rompe la puerta, como si fuera Batman, por otro lado, y salta por el hueco de la escalera,

no es simplemente, claro, es decir, no es salta, es que es como dibuja que salta por el hueco de la escalera. Se viene el plano cenital de los policías subiendo por las escaleras y luego él bajando por el hueco. Todas esas cosas que hace, pues, el blanco sobre el negro.

Simplemente el hecho de ponerse a dibujar todos los ladrillos crean un efecto, porque no lo hace por necesidad. No es como hoy en día que tienes que dibujar todo lo que sale en las páginas porque es un afán de detallismo, sino porque esto lo hace con una intención. O sea, porque hoy en día dibujas una calle y tienes que hacer la calle con toda la gente, con todos los detalles.

Sin embargo, esto, cuando se pone a dibujar todos los ladrillos de un callejón, lo hace con una intención artística, para transmitirte pues eso, la claustrofobia de ese callejón. Y otra cosa también súper importante, y es que lo que me parece una pasada de innovación de este primer retomo, es que consigue que los propios elementos gráficos, la cantidad de elementos y cómo se representan, trabajen para el tiempo de lectura de la viñeta.

Es decir, él decía, por ejemplo, que cuando hacía esas viñetas, algunas tan casi tan abstractas, se trataba de que tú te pararas en la viñeta a descifrarla, de parar el tiempo. Y cuando te está metiendo todos los ladrillos y está aumentando la cantidad de elementos en una página, lo que está haciendo también es que te pares, que te tomes más tiempo para leer esa viñeta.

Y sin embargo, cuando quiere ir rápido, elimina fondos, elimina todo y eso va como un tiro. Y a veces es un fondo negro, eso es una silueta blanca y no hay más. Pero no es fácil, ¿eh? Eso no es fácil, conseguir que esa mancha blanca y ese fondo negro transmita lo que quiere transmitir.

Repito, no es una cosa casual de que por la mañana se levantara, voy a hacerlo así. Se estuvo probando y probando, probando hasta que consiguió que aquello le funcionara. No fue producto del azar, no fue producto del azar. Este Marv, que se enfrenta al final a todas las fuerzas vivas de sus ciudades, sin embargo, entre comillas, gana porque esos personajes ganan y mueren a la vez.

Esa idea de ser un personaje que se sacrifica, pero gana. Salva la vida. Bueno, consiguió por lo menos vengar a esta Oldie y conoce también a las chicas de la ciudad, presentando la ciudad. Pero claro, no la hemos nombrado todavía. Se llama Sin City, Ciudad del Pecado. El nombre original de la ciudad supone que es Basing City, que será Ciudad Cañada, Ciudad Cuenca, como una ciudad que está en la cuenca de un río.

¿Y esta ciudad realmente qué ciudad? Es una ciudad que supone que está en el oeste americano, pero más bien ya pegando a la costa oeste. Es un poco Los Ángeles, es un poco Las Vegas, ¿verdad? Es que además Los Ángeles yo creo que es como la cuna del género negro. Las obras más importantes del género negro clásico son siempre Los Ángeles.

Entonces, pues yo creo que como estaba chupando también de los clásicos algo de eso tenía que haber. Sí, de hecho alguna de las, porque además te lo va describiendo poquito a poco, van apareciendo algunas de las zonas. Hay una escena muy típica en la cual se ve subiendo por una carretera y la ciudad queda al fondo y eso es muy de Los Ángeles.

Eso es Mulholland Drive o si habéis visto la serie Vox, pues ahí la casa que tiene Vox, esa casa con esas vigas que sabes que eso se tiene que caer tarde o temprano, eso también está en esas colinas. Es de las cuales se atisba la ciudad y que tiene esas carreteras tan onduladas, pero es que además te vas… El Valle de San Fernando y tal. Exacto, te vas cinco kilómetros fuera de la ciudad y de repente te encuentras ya en

el desierto. Te encuentras los lagartos por allí corriendo, te encuentras los cactus, no te dice nunca qué ciudad es porque es una ciudad imaginaria, pero sabes que está una mezcla sobre todo de Los Ángeles y un poquito de Las Vegas por el tema también de la corrupción y del gasterismo y funciona perfectamente.

No hace falta que sea una ciudad real porque realmente ningún lado lo es. Porque una ciudad en cuanto tú la pasas, aunque sea Nueva York, por el filtro de una historia ya la transformas. Entonces al final es lo mismo, no importa, no importa. En la segunda historia quizás sea incluso más clásica porque el hecho de esta mujer fatal, esta mujer que llega al protagonista con el cual ha tenido ya una historia, este Dwight, que cae muy mal, es un fotógrafo,

¿verdad? Esa idea también del fotógrafo que está en LA Confidencial, en Los Ángeles Confidencial, de esos periodistas que se relacionan con los policías y que se pasan a una otra información. Yo creo que incluso es más serie negra todavía que Sin City. Sin City al final es más acción y esta, sin embargo, es más esa intriga. Es que la primera Sin City no puedes dejar de ver a Batman en muchos sentidos, en cómo

se mueve Marv, las cosas, las proezas que hace. Mientras que Dwight, siendo duro, es más humano y aparte que es un argumento más tradicional de Noah respecto a la vida. Es el problema que pierde un poco ese pérbole de la que hablábamos, ese estar todo el rato a la once.

Entonces, sí, está bien, pero ya no tanto. Y aparte aparece otra vez, aunque sea casi de fondo, en unas cuantas páginas Marv. Entonces te dice, de repente ya te sitúa así, esto es la misma ciudad, pero además estoy situado temporalmente, estoy situado antes de Sin City. De repente te dice, esto es más grande de lo que te he contado en la historia anterior y esto tiene ramificaciones en el pasado y también en el futuro.

Incluso en la siguiente, se irá todavía más al pasado. Y aparece Marv y aparece este manute, que no sé por qué siempre lo he llamado, se dirá manutsu o algo así, matute, pero este manute, este chofer enorme que está dentro de la máquina de matar. No había un jugador de baloncesto que se llamaba Manute Ball o algo así. Manute Ball, sí, sí, sí.

Yo creo que por eso lo hemos llamado Manute toda la vida. Una cosa que me parece curiosa, y es que ya hace el tema de varias historias paralelas que saltan en el tiempo y que no suceden una detrás de la otra, que se pondría muy de moda muy poquito después con Pulp Fiction, pero esto es un año antes. Esto es entre el final del 93 y medio del 94. Eso es, y Pulp Fiction es del 94. 94-95. Y es que, de hecho, esto tiene mucho que ver, Sin City tiene mucho que ver con las Pulp

Fiction originales también. Sí, sí, eso es. Estaba en el ambiente, estaba en el setlist de la época. Ted White, que ahora es el protagonista, pues se meten en problemas por una antigua amor que es una manipuladora y una cabrona, una tía que maneja el cotarro. Los personajes femeninos de Miller nunca han sido débiles y las que son débiles suelen acabar mal. Es curioso. No es que las que sean fuertes acaben bien tampoco muchas veces, pero las que son débiles

o las que no saben defenderse a sí mismas, las que intentan incluso depender a veces de un tío, esas siempre acaban mal. Sí, hay un mensaje, no sé cómo interpretarlo, pero de hecho le valió esta manera de formular a los personajes femeninos, le valió criticarle, por otra parte, el que más o menos era su amigo Alan Moore, que en alguna ocasión trató el Sin City, o sea, se lo leyó, como misógino

o homófobo. Lo de misógino lo puedo entender, lo de homófobo quizás por algún chiste, claro, lo has dicho tú antes, eso de la lesbiana, qué lástima que sea lesbiana, porque si fuera, bueno, esa cosa de mar homo, de machote chungo, esa frase que suelta. De hecho, cuando al final de Sin City, de El duro adiós, electrocutan a Marv y sobrevive la electrocución y dices todo lo que tenéis, maricones.

Claro, pero ya es una palabra que ya no la usamos, ya nadie usa esa palabra, pero aquí en este personaje, en ese contexto, tiene todo el sentido del mundo, o sea, funciona, de ahí no busca agradar a la audiencia ni busca... Es que justo ahí, y el personaje de la fe en fatal, en Mataría por ella, es un personaje despreciable, mezquino, pero es que no podemos hacer una fe en fatal con todas las letras

políticamente correctas, tiene que ser un personaje despreciable, entonces dentro del propio código de la obra encaja, en la realidad obviamente no, pero dentro del código de la obra es lo que tiene que ser, y no podría funcionar de otra manera. Sí, el personaje que lo dice, dice esas cosas y se lo dice a quien tiene que decírselo, porque los que le están electrocutando no son precisamente gente a la cual tú la puedas

insultar de esa manera, decirle esa palabra o tratándote de homosexuales, claro. O sea, la palabra badass en inglés no tiene una traducción exacta al castellano, y aquí es eso, cuando le van a electrocutar, dice, venga, venga padre, que no lo tengo todo el día. Machu lo conocho, qué diríamos aquí, además lo dicen, me han dado un filete medio decente para comer. O sea, que eso se preocupa, que ha comido y que le permite un bisavís con la hermana

de Goldie. Estábamos haciendo como la serie, todas estas historias volviendo delante y atrás, lo cual está muy bien, pero estábamos en Mataría por ella, donde aparece uno también de los personajes que más yo creo que ha calado en los lectores, esta pequeña y letal mijo o mío, esta ninja pequeñita pero con una mala leche que no puede con ella y que es una asesina nata. Se dedica a la prostitución pero realmente lo que hace es matar con saña pero también

con rapidez, y va introduciendo personajes. A mí me hacía mucha gracia, porque lo de pequeña y letal mijo, yo que sé las veces que lo repite, parece los apellidos, es que... Es cierto, es cierto, lo hace así porque además es muy machacón, es uno de sus recursos, la reiteración también para crear ritmo. Eso es, es que crea como una rima, como una poética con ese tipo de repeticiones. De repente aparece y sabes ya que aparece.

Tiene que decir esa frase porque es la que va a definir siempre al personaje. Y bueno, al final acaba la historia como suele acabar esta historia, con la muerte de mucha gente, incluyendo los malos. Aquí no hay piedad apenas para los malos, salvo quizás al final, que si los malos se libran, aquí los malos mueren y casi siempre los buenos también, pero no, aquí este Dwight se apaña para sobrevivir y para volver.

Aquí ya, a ver, no hay los grandes recursos nuevos, aquí ya había inventado el estilo en el duro adiós y aquí lo que se trata es de desarrollar y por eso quizás se preocupa más de lo que es la historia, que es bastante más compleja y tiene bastante más matiz y los personajes, aún siendo de brocha gorda, porque tampoco hay aquí unos retratos psicológicos que sean una barbaridad, sí que están un poquito más desarrollados, ¿verdad?

Te los crees más. De hecho el Dwight cae muy mal, ¿no? Al principio, ¿no? Un poco gilipollas. A mí al principio me cae muy mal y luego cae en el desinterés, me parece el personaje menos carismático que menos me llama la atención de toda la serie. Y sin embargo fíjate que lo aprovechan mucho. Y no digo el personaje protagonista, sino el personaje en general, que menos me importa de toda la serie. De hecho lo somete también a una operación de cirugía plástica, que le cambia el aspecto

durante la serie, ¿no? Y luego está, bueno, esta ya sí que es la flipada, la Gran Matanza. Y la Gran Matanza es lo que se lee muy bien, es que se lee muy bien y el argumento es muy directo. O sea, unos policías chungos empiezan a chafar en el barrio de las prostitutas, te explica muy bien cómo funciona ese barrio, te explica también muy bien el origen de la ciudad. La ciudad era la cuenca de un río durante la Fiebre del Oro, en la época de Jack London

o a finales también del siglo XIX, cuando el tío Gilito se hizo millonario, se hizo millonario en esta zona, en el oro del Klondike, ¿no?, que lo teníamos en el Don Mickey. El tío Gilito es un robar. Sí, claro que sí, y vive en una ciudad, en un edificio inexpugnable, claro que sí, esa caja fuerte, ese edificio que tenía, es verdad, ese tipo de personaje. La cuestión es que te cuenta también que la ciudad empezó ahí, era una ciudad de

mineros que intentaban encontrar oro y los roas llegaron y los roas eran los chulos de las prostitutas. O sea, vencieron su fortuna, como por otra parte, la inmensa mayoría de las grandes fortunas, poquitas tienen un origen, diríamos, honesto. Luego, como bien cuentan en El Padrino, se vuelven honestos o la blanquean o la tapan con negocios legales. Pero siempre siempre hay un origen ilegal y este es el caso en la dinastía de los Roark

y a partir de ese barrio o esa ciudad, esa pequeña ciudad, ese pueblo de buscadores de oro, empieza a crecer, a crecer y se crea Sin City y el barrio donde trabajan estas prostitutas es la vieja ciudad, el pueblo viejo de Old Town, como expresándote muy bien, que ahí empezó la ciudad. Yo esta me la creo un poco menos, o sea, la otra no me la puedo creer porque es más flipada pero esta yo creo que aquí se pasa, o sea, lo de tanta ninja y tanta prostituta con ametralladoras.

A mí me pasaba un poquito eso, ¿por qué es eso? Me parece que ya me parecía, la primera vez que la leí me parecía un ping-pong, un festival de hostias sin mucho que decir y con el tiempo la he redescubierto como la obra que es la encargada bajo un argumento, bajo una premisa de western porque vienen los malos al pueblo y los ciudadanos tienen que defenderlo, es básicamente eso. Con una excusa de western lo que te mete es todo un ejercicio de wall building de la hostia

y por otro lado lo que aprovechas para decir, bueno, pues ahora ya tengo dominado este experimento que estaba haciendo, ahora me voy a desatar y voy a hacer salvajadas a mi hijo cortando cabezas y pegando saltos y ya pasárselo bien. Yo creo que es en una de las que ya la hipérbole es como mucho más explícita porque las otras como entran más dentro de los cánones del género negro aunque sea exagerado, pues bueno,

lo encajas ahí y listo, pero esto ya es sobrarse por todos lados, entonces aquí ya no hay límites. Y yo ya te digo que le he cogido a esta y a Aida y Vuelta al Infierno que luego hablaremos con ella, les he cogido cariño con el tiempo, en su día me horrorizaron bastante. No, a mí me parece quizás la más divertida por eso, por lo exagerado, por la hiperviolencia, por los personajes tan pasados de vuelta, eso cuando llegan estos policías a la lata

al piso de estas chicas y ahí estaba dentro Dwight, otra vez, como personaje recurrente y a él se va y sale al balcón y se esconde para que no lo vean porque le han pedido que no meta la pata porque le tienen un poco de miedo a estos policías aunque supone que había un acuerdo entre la policía y estas chicas que son autónomas, que no tienen chulos, que ellas se organizan a sí mismas, que ellas tienen su...

y eso ya te digo, eso es el espíritu libertario, la ideología libertaria de Frank Miller, para uno auténtico libertario la Protestución, totalmente libre siempre que no haya explotación, igual por ejemplo con un tema que ahora se ha puesto en la actualidad como los vientos de alquiler, o sea, así a seguir esa premisa hasta las últimas consecuencias y aquí la pone encima de la mesa y sin ningún tipo de tapujo, que le digan lo que le digan que le da igual, yo no lo juzgo, simplemente

digo que está ahí y que la pone pero convencido de ella, no se trata de que él describa algo que a lo mejor no le agrada en ese momento esa idea, a él le parecía estupenda, él no tenía ningún problema mientras hubiera libertad para esas mujeres de ejercer y de hacer con su cuerpo lo que quisieran.

Además que eso, las prostitutas de Miller no son explotadas, ninguna, son tías que son todas dueñas de su propio destino, obviamente entra dentro de toda la realidad de la propia obra, pero que eso, que es que tú las ves y son tías como, valga la expresión, con dos pelotas, pero con dos ovarios, que hacen lo que quieren porque ellas pueden y tú no.

Totalmente, si fueran españolas serían autónomas, pobrecitas, un saludo para nuestros amigos autónomos, os queremos, mantenéis el país, nadie os quiere, pero sería esa figura económica. Obviamente está súper fuera de la realidad pero como todo, como todas estas salvajadas que está llena de salvajadas Sin City, dentro del contexto y el código de la obra funciona. Y aparece la referencia a las termópilas. Sí, eso es. Te quedas dandole vuelta, ¿verdad? Estaba rumiando.

Estoy dentro de la pinta, te quedas dandole vuelta. Él contaba cuando hizo 300 que una de sus películas favoritas era, no me acuerdo ahora el nombre, era algo de las termópilas, era una película, un peplum italiano, que contaba esa historia que él la había flipado y que quería contarle algún momento y ahí está dándole vueltas.

Habla del rey Leónida, habla de la batalla y lo que hace es básicamente lo mismo. Contra un gran ejército, un pequeño grupo en un desfiladero le plantan cara, en este caso aparentemente con éxito, porque la verdad es que la historia acaba sin un final. Simplemente estamos pegando tiros y estamos todos aquí pegando tiros unos a los otros, casi como una orgía de venga bala y venga casquillos y se supone que han ganado y que vuelven a mantener en esa manera, matando

a decenas de personas. Ninguna era buena, obviamente, pero matando a decenas de personas mantienen su autonomía, mantienen su libertad. Ahí la historia está. Estamos ya en el año 95. Lecundía iba siendo más o menos a miniserie por año, más o menos. Hay que reconocerlo y ahora viene El Bastardo Amarillo. Es una maravilla.

Es mi personaje favorito, para mí, Hartigan, el que a mí más me gusta. Aunque este sí que es Batman, porque el momento cuando le dejan a Orca es como, venga Miller, más bestia ya no lo puedes hacer. Pero es que en la película es igual, tío. O sea, yo me acuerdo que esta la vi con una amiga.

Me regaló además el libro de la película, el libro de arte, que es muy chulo. Salen las pistolas, todos los utensilios, los decorados, en fin, las entrevistas, ¿no? Y lo flipaba diciendo ¿pero esto es en serio? Porque es verdad que no hay quien se lo crea. Ese hombre que ahorca, que parece que la agorca, que de repente se despierta, que se da cuenta que lo están ahorcando, que empieza a moverse de manera pendular, que rompe un cristal, que coge el cristal con los pies, que con los pies corta el cerretuerce y corta el circo

del sol. Por dios, que es un señor con una angina de pecho de unos 50 y muchos 60 y pico años. O sea, que es una cosa… Así pienso estar yo a su edad. Hombre, luego lo hablaremos, pero en el casting era perfecto. May Bruce Willis era perfecto para ese papel porque es que es tan pasado de vueltas, con esa retranca, con esa ya me da lo mismo todo, pero tiene un poquito de decir, bueno, voy a hacer una última cosa

antes de morir o de que me maten. Aparte, el señor May Bruce Willis lleva un bagaje detrás, que lo hemos visto ser el héroe de pelis de hace mucho tiempo y sabemos de lo que es capaz, por decirlo así, ¿no? Además, justo ese tipo de héroe. Hace creíbles esos personajes. Eso es justo lo que iba a decir, que hace creíbles personajes increíbles, eso es. Y aparece que rescata a una niña de un violador de niñas y resulta que, obviamente, pertenece

a la familia más importante de la ciudad, por eso sus crímenes estaban impunes y él, como es un policía, que dentro de lo que cabe tiene una pequeña todavía en su interior, una pequeña parte de honestidad, la salva y resulta que es nazi. Eso se descubre más adelante de una manera, además, incluso muy cómica, ¿no? Cuando ya la ve con 19 años, ocho años después del inicio de la serie, porque esta pasa de

ocho años más o menos antes que Sin City, hasta justo más o menos esa época, la época de Sin City, donde vemos a esa nazi que de repente se ha convertido en esta bailarina exuberante de striptease y cuando la ve y se ha crecido y se ha llenado. Vamos a ver, tío, que la conociste, era una cría. No, no, por eso es que ya estaba enamorada de él. O sea, que es una cosa también que ahora, además, tampoco está muy, muy, muy bien

visto, ¿no? Está por según qué gente. Tú mismo en una pequeña no peleas porque hay gente que te da muy bien, pero es verdad que hay gente, más o menos legítimo, que ese tipo de relaciones entre personas mayores y personas bastante más jóvenes, yo siempre digo que lo que pasa es que nunca funcionan simplemente porque la edad marca un poco el carácter y los intereses, pero le daban como asco ya directamente, que era una cosa que es muy desagradable.

Cada uno tiene su idea, pero bueno, aquí también olvidas que a lo mejor la chica tiene también voluntad propia y lo hace de manera voluntaria y se puede enamorar perfectamente una persona mayor. No estamos en la cabeza de esas personas jóvenes. Aquí sí entra dentro de ese código de fantasía masculina. Sí, sí, totalmente. Claro que sí. Y eso está en todas y todas las películas y hay montones de páginas que te referencian

la edad del protagonista y de la protagonista y muchas veces hay más de 20 años de diferencia de edad de los actores, ya no de los personajes, de los actores protagonistas, es así. Esa idea del macho mayor el león con su melena que busca perpetuarse en una hembra joven y sana. Es una cosa muy primitiva, por otra parte, una cuestión casi de hecho del gen egoísta, que se dice, de que tus genes quieren procrear y siempre van a buscar un recipiente, yo sé

que la palabra es horrible pero perdonadme la expresión, busca una manera de perpetuarse en alguien joven y sano porque así tus genes se podrán tener esa salud y estarán en un cuerpo en el futuro joven y sano. O sea, una cosa que la verdad es que cada vez que la digo es muy creepy, pero es que la naturaleza a veces es muy creepy. No voy a seguir por ahí. Luego fuera del micrófono os cuento una anécdota personal al respecto, una cosa que me pasó.

Muy bien. Bueno, este es Hartigan, un personaje aso, otro más que se sacrifica por el bien de alguien, en este caso por la chica, por Nancy, y el villano, quizás el mejor villano de la serie, ¿verdad? Sí, sí, pero una cosa es que quería hacer hincapié en el sacrificio porque es que ya no es como porque Mark pierde la vida, es que yo creo que Hartigan pierde algo peor, pierde su dignidad, pierde absolutamente todo por una niña, o sea, da absolutamente su

reputación, su libertad, absolutamente todo, su matrimonio, todo por una niña. A mí me parece que es un sacrificio hasta más bestia que el de Mark. Sí, sí, lo es, es verdad, porque tiene un doble sacrificio, es verdad que la historia se divide en dos partes, se las previa 8 años antes de Sin City, es herido, es capturado y le echan la culpa, lo culpan de los crímenes del que luego sería en el futuro el bastardo

amarillo al cual es destrozado, básicamente, y luego se tira en la cama, en coma, herido, pero lo recuperan, lo salan simplemente para culparle, para que se coma el marrón y dicen que se les va a comer el marrón, porque si no vamos a matar a todos tus seres queridos y vamos a matar a esta chica, y además te vamos a tener controlado porque sabemos dónde está ella, la vamos a respetar mientras tú no hagas nada, pero te aseguro que en cuanto

diga algo todos mueren, todos morís, y llega su mujer y se lo echa en cara, y llega la única que le cree es la niña, que es curioso que la dejen hablar con él cuando supone que él era el que había secuestrado para violarle y matarla, y sin embargo la dejan o ella se cuela para hablar con él, no tampoco lo dejan muy claro, como un personaje de Sin City seguramente se coló por el tejado, pegó un salto, rompió la ventana, un par de swats

le metió caña, en fin, los típicos personajes de Miller, pero esas escenas están tremendas, esas escenas son buenísimas, te da mucha rabia y impotencia, este tío que cuevazos tiene, que se va a comer todo ese marrón, que se va a destrozar su vida, él mismo piensa que su vida no vale nada, porque eso tiene problemas del corazón, piensa que no va a vivir y sin embargo claro, le pegan un repaso de chapa y pintura que lo dejan hecho un chavalillo,

también hay que reconocerlo, y se come esos años hasta que de repente el cobarde bastardo, de Roark, este bastardo de los Roark, consigue llegar a él y le amenaza, quizá eso es el típico villano que quiere, mira, yo estoy aquí, me has destrozado, pero te voy a destrozar a ti la vida y hace que se revuelva, quizá ese fue su fallo, si se hubiera estado quietecito, Hartigan se hubiera comido todos los años que hubieran hecho falta en la prisión, utiliza

el truco, por cierto, hablando de la prisión, utiliza este truco visual de las rejas en perspectiva que ya había hecho en Letra Licegen, si os recordáis, y queda muy guay, eso es un recurso yo creo que no se lo he visto a nadie, es el que lo inventó y el que lo ha llevado, y está muy guay, queda muy bien, queda muy bien, igual que la lluvia, volviendo atrás cuando se revela quien el villano es el cardenal, hay varias páginas seguidas

de lluvia sobre él hasta llegar a la estatua, que son, vamos a quitarle el aliento de este juego que estoy viendo aquí. ¿Qué edición me habéis dicho que tenéis de Sin City? Hemos hablado del primero, yo tenía el tomo, creo que Alain también, Íñigo no sé qué, el tomo original de Norma.

Yo tengo los pequeños de Norma. Los pequeños de Norma ¿no? Hay muchas ediciones, es lo que hemos comentado antes. Sin City tiene un montón de ediciones porque es un long seller, es un cómic que se va vendiendo, que se va vendiendo, se va vendiendo a su ritmo pero que nunca para de ser vendido, y eso claro, a un autor siempre siempre le va a venir estupendo para meterse dinero en la buchaca, y hay infinidad de ediciones en castellano que todos sabéis, todos los seguidores de Sala de Peligro sabéis que

podéis encontrar en Universal Comics. Nuestra tienda, la tienda que está en Barcelona, que tiene un fondo de armario impresionante, está buscando en su página web, como solemos hacer. No he encontrado el tomo original porque hay un montón de números sueltos porque esto claro, se ha publicado primero en tomito, en grapita, luego se publicó en tomo, se ha publicado en varias ediciones, la pequeña, la grande, y me extraña que no la tengan

pero vamos, no me extraña que la tuvieran en algún sitio ahí escondida en el fondo de su catálogo, que es impresionante como sabéis, tanto estos cómics de Sin City, que los podéis encontrar en la edición original de Norma, como en las nuevas en las que hemos comentado, incluso en esta integral, que creo que tiene dos tomos, hay una edición integral parecida a la de Hellboy, y en dos tomas, que valen, oye, ni muy caro, tal y como están

ahora los cómics, con el descuento que te hacen ahora del 5% siempre por tus compras, te los sacas a 66 euros los dos tomos, y la verdad que ese tomo lo tenía yo en la mano, como tenía en las ediciones anteriores, pero es muy gustoso, con esa textura de terciopelo que tiene, de tela, que tiene por ejemplo también Hellboy, recordad que es en universal-comics.com y los gastos se envían por encima de 50 euros, que eso te los haces en nada a partir de ahí,

descuento del 5% y te llega entre 24 y 72 horas, o incluso antes, si estás cerca, si eres de la zona de Barcelona te llega enseguida y si eres de cualquier punto del estado español viene enseguida. Además, mira, no lo sabía que había una edición en catalán. Mira, Alain, este parece de Bilbao, el estado español ha dicho. España. La siguiente serie, miniserie, no es una miniserie, es Valores Familiares, que la editó en formato

de novela gráfica, tal cual, es decir, no quería tener un poco esa... Hombre, creas que no te constriñe el hecho de tener que hacer 20 y pico páginas, aunque luego es verdad que él jugaba un poco un par de páginas más, un par de páginas menos, pero hace que los capítulos tengan una estructura muy determinada, que en cada capítulo tú tienes que tener una estructura de desarrollo, desenlace y tal, ¿no? Entonces ese tipo de cosas, entonces es otro tipo de tema, él quería hacer algo distinto

y él cuenta, Miller, que surgió esta idea de una conversación con su hermano, que no sé si era Mike Miller, no creo que sea otra persona, no recuerdo cómo se llama, no sé cómo se llama su hermano. Con el hermano de Daredevil. Claro, exacto.

Y hablaban de eso, de los valores familiares y de que las historias de valores familiares al final eran historias tipo el padrino y tal, y él dice, oye, pues yo esto no lo he tratado y sin embargo aquí tengo familias, porque las prostitutas de las ciudades forman una familia al fin y al cabo, pero también tengo familias que mandan en la ciudad. Entonces le dio vueltas. Para mí es la más floja, fíjate la que te digo, no es la que a mí más gracia me hace.

Tiene su cosilla, pero la veo más rutinaria, ¿verdad? Es la única que en relecturas no le he sacado la gracia que si sacaba otras que en su día me gustaron menos. Me parece que tiene dos cosas en su contra. Una, que el malo contra el que se pega, por más que sean poderosos, pero ya no son instituciones, entonces funciona como un poquito distinto.

Y dos, que gráficamente le veo yo un poco en piloto automático, como que se ha cansado del experimento, como que quiere hacer lo siguiente, pero todavía no está haciendo tiempo, está repitiendo lo que ya ha aprendido. En general, yo casi que me la saltaría, porque no aporta realmente nada, me parece, al conjunto de la obra, así como la siguiente, si lo va a hacer.

Pero la verdad es que me parece la peor de todas. Al menos te pone esas escenas de escarabajo, de coche, de un Volkswagen escarabajo saltando por encima de la carretera, a tres palmos por encima, que tanto le gusta. Eso es tan expresionista. Pero más allá de eso, la verdad que no veo yo que aporte gran cosa. Así que lo único, las escenitas de la pequeña y letal mío, la verdad que están guay, ¿no? Con los patines, por encima de los tejados.

Es que es un flipado, no podemos decirlo de otra manera. Y juega, la verdad, también, como siempre, muy bien con el claro oscuro. Incluso se permite cosillas como esta técnica, que consiste en un cepillito y en algo de tinta, y darle así con los dedos, y crea como puntitos. Esto también lo hace mucho Erick Larsen. Y crea textura. En fin, hay cositas que puedes librar, pero realmente, para mi gusto, es la más burlida.

Es la que la relectura he pasado más rápido. Porque me acordaba de que no me hacía mucha gracia y, efectivamente, cuando empecé a leerla dije... No, aquí no estábamos muy... Pensé que estábamos más cansados. Estamos ya en el año 97 y quizás con el esfuerzo, que ahí sí que se nota, de la historia tan completa y tan potente que es el cobarde bastardo, aquí se nota que iba más en piloto automático. Y además, aquí, repite personaje, los antagonistas cambian, pero los protagonistas ya son

conocidos y no son los más queridos, tampoco, de la obra. A ver, son muchos pequeños ingredientes, a ver, que hay que seguir siendo Frank Miller en un momento de forma espectacular, pero no tiene esa pujanza, no se le ve esas ganas que tenía de hacer cosas nuevas, de probar nuevos retos que tenían las anteriores.

Y la siguiente es realmente una recumulación de historias cortitas, de historias cortas que había ido haciendo aquí y allí, en algún número especial, como esta de sexo y violencia, la de pérdida sola y letal, o la de la nena de Babe Borat, la nena bestia de rojo, que recopila en un tomo que yo quizás la que destacaría, la que a mí me gracia me hace, es la de Silent Night, la de Noche de Paz, la historia avideña, ¿verdad? Una pasada, una pasada.

Siempre cuento la misma historia de ese TVO, porque es un TVO que son prácticamente todos splash pages, además es mudo, entonces se lee en un momento y está muy guapo. Pero es que yo esta sí la descubrí, es que además se publicó cuando estaba yo haciendo la carrera y lo estaba leyendo, bueno, leyendo, sí, leyendo, pero aunque no tenga letras, y vino un amigo que también lo leí y me dijo, mira, mira, Lain, me cogió el TVO, se puso a pasar páginas rítmicamente,

mientras tarareaba Noche de Paz, y os recomiendo que tarareéis mentalmente Noche de Paz mientras lo leéis. Es maravilloso, es que es música pura el TVO. No lo había pensado y oye, el otro día, oyendo el podcast que hace poco habéis dedicado tú, Íñigo y Pedro sobre Spiderman, también hablabais de este recurso de Dan Slott, de poner música y que la música pegue, o sea, tú escuchas la canción.

Que la acabas poniendo tú mismo. Y es lo que voy a contar ahí ahora mismo, es verdad. Oye, pues tengo que volver a arreglarla de esa manera, aunque estemos en pleno mes de abril grabando. Ahora, cuando terminemos de grabar el podcast, a coger el TVO y hacerlo. Que haremos, venga, mandadnos a nuestras redes sociales un audio, un vídeo de vosotros cantando Noche de Paz, venga.

No hay huevo. Y luego también, este tomo a mí me gustaba por dos cosas, porque es el en el que también, historias pequeñitas, pero en el que se dedica a hacer algunos experimentos que eran como campo de pruebas para lo que iba a hacer después. Aquí, por ejemplo, creo que es la de la novia vecía de rojo, creo que lo tradujeron en España.

Es la primera vez que aplica color, que mete un color, antes incluso del bázardo amarillo. Se centra en personajes en los que normalmente no se centran, como Fat Boy, Fat Man y Little Boy. Son como las bombas atómicas. Los dos matones estos. A mí la verdad es que ese tomo, pese a ser historias súper intrascendentes, me gusta bastante.

Tiene cosillas muy majas. Y acabamos con Hell and Back, que siempre queda mejor en inglés. Desde el infierno o al infierno y de vuelta. ¿Cómo se tradujo aquí? ¿Lo tenéis delante? Y de vuelta al infierno. Que es con un personaje nuevo. Un Wallace que no deja de ser un Dwight 2.0, pero bastante más carismático, ¿verdad? Sí, sí. Y aparte de eso, aquí como este personaje está totalmente salido de madre, pues eso.

Es un Rambo ninja de todo. Pero yo creo que es eso, que es algo totalmente buscado. Que sea llevar esa hiperbole que llevaba desde el principio, llevarla hasta el punto. Que hasta el más cortito lo pilla y no se lo puede tomar en serio. Aparte yo aquí veo como cositas de lo que luego haría en DK2. Incluye esa simplificación.

Incluso el trozo de la enseñación a color, aunque lo colore el Inbarley. Pero veo ahí cositas de DK2, sí. Sí, sí, sí. Desde luego. La irrupción del color de esa forma. Ese color que fue tan criticado por la mayoría de la gente y tan apreciado por la gente, por mucha gente que sabe mucho más que yo. Tiene bastante que ver con esto. Yo soy muy flipado de DK2. La ley lo ha dicho muy bien, coger Scene City, quitarle la sombra y meterle un color.

Tengo aquí el Photoshop, voy a hacer lo que me dé la gana, pero realmente no es lo estoy haciendo lo loco. Estoy haciendo lo que hacían con 48 colores hace 50 años en los cómics. Lo estoy haciendo ahora con esta herramienta nueva. Crear emoción, crear un objeto pop. Crear algo que te entre por los ojos y que digas ¿esto qué es? Esto me está volviendo loco y esto aquí tiene sentido.

Comparar eso con Liquid, ese tipo de gente. Y por eso también simplifica las formas en el dibujo. No juega tanto con ese tema de los espacios vacíos, de que el negro del fondo te dibuje las siluetas. O sea, trabaja más con línea. Porque lo que quiere es hacer formas más básicas, más sencillas de visualizar para que sean realmente más iconos.

Oye, dentro de un año hacemos el DK2 y le llamamos también Alberto Rozazot. Le salimos flipados todos. A mí me flipa ese, te veo. Me flipó desde el primer momento. A ver, bueno, desde el primer momento. El primero primero, mientras lo estaba leyendo las primeras páginas, no. Porque todos, cuando lo cogimos por primera vez, esperábamos que DK2 fuera DK2.

Y no lo es. Pero una vez ya te has leído 10-12 páginas y ya entras en el rollo que es, es una maravilla. La historia es la misma, realmente. El Chehuala es un héroe que tiene un pasado y un entrenamiento militar ninja de la leche. Se supone que es un héroe de guerra. Se supone que en principio es un personaje incluso más positivo porque al final los anteriores siempre tenían contactos con los bajos fondos.

Este no. En principio salva a una chica que se va a suicidar y a partir de ahí se enamora. Pero resulta que la secuestran porque ella tiene también un secreto y los malos la secuestran para que no revele el secreto. Y es una casa de la mujer. Va a por ella sin que nada que se le ponga por delante le pare. Y la verdad que es muy reiterativa porque a este hombre lo drogan cada dos por tres, ¿verdad? Y en una de esas escenas en la que le drogan con una pístola de dardo, la que utilizan para tranquilizar animales, tiene esa escena alucinatoria

que de repente sale, no sé quién es, el Capitán América, sale Rambo, sale Harry el Sucio, sale Martha de Washington en su versión dibujada por él. Arceanos, o sea, faltan países en un círculo. Dinosaurios, sí, sí, sí. Hagar el Terrible, este personaje humorístico que es un vikingo, como el padre de Vicky el Vikingo, más o menos.

Y Hellboy. Y con un color que... pero esto qué locura es porque no era el color que estábamos ya acostumbrados en los cómics de Image o los cómics de la Patrulla X, ¿no? Liquid, que lo he nombrado antes, que te hace un color más relamido, más brillante. Aquí hay otro tema, claro, que esta mujer, Lynn Barley, su sentido del color y su formación como fotógrafa, nadie, y mira qué buenos coloristas, nadie ha sido capaz de llegar a ella. Ella ha ido siempre a su bola.

Quizá el hecho de que no haya sido una persona del cómic ha hecho que haya hecho grandísimos cómics. Porque no sabe las reglas y ella se lo que le da la gana. Y eso es un puntazo a su favor. Mucha chica desnuda, aparece un personaje que luego se no... La ves enseguida y dices, está chunga, ¿por qué? Pues porque le pones la ropa de azul y los ojos de azul.

Y dices, esta no puede estar detrás de alguien porque si no, no le pondría esto. Sí, además esa ya había salido antes en una historia corta y vamos, que era buena pieza. Una cosa que entra dentro de la salvajada, de la ida de olla y el salirse de madre completo, que es esta última serie, es que tiene momentos de autoparodia, de miles de autoconscientes riéndose de sí mismo.

Hay un momento en el que está con sus típicas frases súper cortas y no recuerdo, algún personaje le dice, oye, algún verbo podías usar de vez en cuando. Es muy reírse de sí mismo. Y si te he recuerdado otra escena en la cual está con este personaje, esta chica la que conoce, que supuestamente es la compañera de piso de esta Esther a la cual él está buscando, que le dice exactamente lo que te digo.

Bueno, en inglés, do exactly what I tell you to do, obey my baby word, yes, boss. Y luego le dice, take your clothes off, yes, sir. Y luego le dice, tiéndete en la cama, lie down on the bed, yes, boss. Close your eyes, yes, master. Y le pone la esposa y le dice, ay, no sabía que te gustaba esto. Y le mando a decir, pringa, porque sé que eres mala.

Y además me gusta mucho porque es muy de los vecinos. Esther no olía a tabaco, tú hueles a tabaco, tú no puedes ser su compañera. Qué cosa más guay, pero también tan animal. Que, por cierto, este personaje es un poco Jesús, ya que hemos hablado antes de Jesús, de esa barba, de esa manera.

¿Pero no recuerda mucho al Jesús de The Walking Dead? La manera de moverse. Yo creo que es un homenaje. Nunca he visto nada al respecto, pero cuando la primera vez me sonaba. Digo, esta manera de moverse, porque el otro también sabía artes marciales y se movía así un poco en plan ninja. Yo creo que ahí hay un homenaje. No lo había pensado nunca, pero sí, yo juraría que sí, porque Robert Kirman es un flipao de Frank Miller.

Además, aquel Jesús que salía un poco de ningún lado. De ahí no se justificaba. De este tío, ¿por qué es así? Casi piensas que es este personaje que ha sobrevivido al apocalipsis zombi y se ha metido en esta serie. La gracia que tiene también, bueno, aparece otro personaje que es una chica que viste como un traje de leopardo.

O sea, una flipada detrás de otra. Pero a mí lo que me flipa es los malos. Los malos tienen un barco en el cual hacen venta de niños, también órganos de niños para trasplantes ilegales, secuestran a mujeres jóvenes para lo mismo, para hacer trasplantes de órganos. O sea, una cosa ya de malo, malo, rematadamente malo, de villano. Y sin embargo, el final en ese sentido no es tan satisfactorio, entre comillas, otra vez, como los anteriores. ¿Por qué los malos no mueren? O no muere el malo principal, sino que el malo principal dice, no,

nos vamos a meter, hemos perdido, pero no merece la pena meternos en una historia de venganza porque vamos a perder más todavía. Porque de hecho aparece un personaje que es un policía corrupto, pero que tiene un poquito de atisbo de esencia y que ayuda al protagonista. O sea, un personaje también interesante, creado para la ocasión, un tal Leibowitz.

Y que, oye, que está guay. Que yo, un personaje que me gustó, me gustó cuando lo vi. Porque eso, era un personaje muy ambiguo, pero que luego tiene un buen fondo, aunque sea también un cabronazo y un asesino, porque coge al jefe de segundo nivel y se lo carga a sangre fría, ¿no? Pero porque esto es Sin City, ¿no? Claro que sí, allí mata y no pasa nada. Pero es esto, pero es lo que decías, es que aquí ya los malos ya no son malos de novela negra,

aquí ahora ya son super villanos. Y el tío es Batman, es que sin más. Y se empieza a matar gente, a cortar cabezas, tirando el machete. Es espectacular. Y la verdad que sí, que es lo que tú has dicho antes, que tiene mucha gracia, que también me había fijado esta autoparodia del estilo de Miller, sin embargo sigue siendo el mismo Miller que también se lee y sobre todo la cadencia que tiene en inglés.

O sea, tenemos unas traducciones muy buenas, tenemos traducciones buenísimas en español, la verdad, pero tiene su plus. Si puedes leerlo en inglés y le pillas el truco, ves que es casi musical, casi poético, pero una poesía muy vasta, muy bruta, muy charista. Pero sí, sí, hay esa poesía. Y la mejor manera de hacerlo es conseguir estos cómics vía nuestros amigos de Radar Comics, nuestra librería de referencia, nuestra librería de Madrid.

Allí cerca de... ¿Cómo se llama la plaza, Ñigo? Que yo es que todavía no he estado. La plaza del 2 de mayo. La plaza del 2 de mayo, ha estado, ¿verdad? Y super guay, ¿no? Un disfrute. Jo, es una gozada, es una gozada. La verdad que te puede dar un poco estendalazo porque empiezas a ver TVEOS originales así tan a tope y todos TVEOS de esos de los de toda tu vida y de pronto ves el original ahí que dices, ostras, esto es otro rollo.

Bueno, pues Radar Comics, nuestra librería para hacer los previews, todas las novedades americanas. Pues ahí está, en RadarComics.com y con más de 20 euros los de gasto, con más de 20 euros los gastos envíos son gratuitos, que no me salía. Sí. Tienen en su buscador, tienen un montón de ediciones, incluso las ediciones del año 98, las más modernas, incluso la de 1994, la del Bastardo Amarillo.

Pero las tienen referenciadas pero aparentemente no tienen nada en stock, pero siempre decimos lo mismo. O si veis que algo os interesa, le mandáis un mensaje y si no lo tienen es muy posible que os lo puedan conseguir. Estoy viendo aquí, lo que pasa es que vale una pasta. La edición original es cara. En el primer tomo sacaron una colección curator, el curator que hace una exposición, como de museo diríamos, que es las páginas a tamaño original escaneadas de nuevo con todos los defectos que eso conlleva,

es decir, el gouache, el típez, la cinta de que a lo mejor se rompió la página o que has quitado algo. Todas esas cosas que son tan gustosas para los que nos gusta la textura de un cómic. Vale 275 pavos, pero lo he visto en algún vídeo que se me ocurrió mirar. Es un pasote. Eso tampoco es para leerlo en la cama ni en el cuarto de baño, también hay que decirlo. ¿Esta anterior aguanta? ¿Dónde metes?

Yo tengo uno de ese tamaño, que es una edición del Little Nemo, que sacó Norma, aquella enorme, y he tenido que la Billy quitarle tres bardas y hacerlo de esa manera. Hacerlo guay para que se viera bien y seguramente esto va a ir así porque es una cosa de exposición. Ya después del año 2000, porque esta última serie fue del año 2000, la del infierno y vuelta, dejó, abandonó Sin City.

Tampoco yo he llegado a saber si dio razones, simplemente lo dejó y empezó a tomar otra cosa. El DK2, 300 ya lo estaba haciendo en aquel momento, quizás otros intereses y quizás también sus problemas de salud que tampoco le ayudaban. La cuestión es que luego no ha sacado nada hasta ahora. Hasta ahora es que va a sacar, ha anunciado en ese sello editorial, en el cual está metido, por cierto, su amigo, gran amigo, Dan Didio.

Va a sacar como una precuela, una precuela en tiempo del oeste, como una especie de western en el siglo XIX-1800. Tiene un número. Se llama Sin City 1886 o algo así. 1886, exacto. Ese es el año concreto que no me acordaba ahora mismo. Y bueno, vamos a ver, esa creo que sí la dibuja él, ¿no? O no, porque los demás proyectos que ha sacado no la iba a dibujar él.

Eran otros autores. No tengo ni idea, pero ojalá, ojalá. Es que no veo Sin City dibujado por otra persona. No tendría mucho sentido, además. No. Esto además yo es muy curioso porque no sé qué año fue ya, pero ahora ya igual casi 7-8 años, por lo menos.

Cuando estuvo Frank Miller en Barcelona, yo creo que allí ya dijo que estaba preparando un western de Sin City. En la mesa redonda que dio. Y bueno, tardó en materializarse hasta ahora. Pero allí yo creo que ya dijo que lo estaba preparando. Para los amigos del dato concreto, era en 1858, un poquito antes. Antes de la Guerra Civil. Yo me he tirado a la piscina y si huela, huela. Claro que sí. Yo creo que la que has hecho tú, Íñigo, es la del spin-off de Yellowstone. Sí, igual he hecho eso.

De hecho, cuando lo sacó, me acordé. Digo, esto es como lo que han hecho en la serie esta, que la tengo pendiente. Me está hablando todo el mundo maravilla. La de Yellowstone. Digo, esto es lo mismo, ¿no? Que han hecho secuelas o precuelas en distintos temporales de una familia muy poderosa. Al final, cómo le gustan a los americanos, ¿eh? Estas familias poderosas, pero corruptas y podridas.

Luego dicen que son tebeos capitalistas. Una mierda. Esto es puro comunismo, hombre. Como defiende Petro Ballín en sus libros. Bueno, pues las películas, ¿qué os parecieron? Porque la verdad es que no fue Roberto Riga, al final, quien inauguró esa moda de CTRL-C, CTRL-V.

Cojo del tebeo y lo pego perfectamente en la película. Yo creo que casi que sí, ¿no? Anterior a nuestro amigo Zack. Sí, sí. Demostró que se podía hacer. Yo la he vuelto a ver el otro día para esta película, para este podcast. Me gustó, me ha gustado, pero menos que cuando la vi en el cine. Cuando la vi en el cine me pareció revolucionaria.

Y yo creo que ha envejecido mal. Hay cosas que no quedan bien. Sobre todo, de hecho, los problemas de la segunda historia, que es la de la gran matanza, en imagen real se nota mucho más. Porque esa exageración, así como en un momento dado todo lo de Hartigan y lo demás funciona, aunque con sus cosas, lo de la gran matanza es demasiado. Y las exageraciones de cómic tan literales, tan...

Coger una viñeta detrás de un puñetazo y sales volando no sé cuánto, y lo hace exactamente así, de una forma no irónica y tal, hay cosas que no. Lo que pasa es que, bueno, que fue una cosa revolucionaria y muy influyente a la hora de hacer cine hoy en día. Al final todas las pantallas verdes de esta forma e incluso el mismo volumen de Star Wars y toda esta forma de hacer esas cosas sí que deben mucho del primer prueba y error que fue Sin City de Robert Rodríguez.

Yo antes decía, Enrique, que lo del casting de Bruce Willis, que era perfecto. Si te pones a mirar y es que es el casting de todos. Es perfecto. Es decir, es que la película es absolutamente fiel a absolutamente todo. No puede ser más fiel, más ajustado al tema. Y precisamente eso es su peor error. Porque, bueno, se lo comentaba Íñigo en Twitter cuando puso el tema.

El problema es que el mayor problema de esta película es que está tan empecinada en ser un TVO que no se da cuenta de que no lo es, que es una película. Y hay cosas que en TVO funcionan y en película no. Y aquí en esta película hay muchas cosas que no funcionan porque intenta hacerlas como si fuera un TVO y no lo es. Sí, el reparto es impresionante.

Una película con un presupuesto tan relativamente corto, unos 40 millones. O sea, que tampoco es tanto dinero para una supuesta producción importante. También hay que ver cómo graba y cómo filma a Rodríguez. Rodríguez, diríamos que un poco lo mismo cuando hizo aquellos capítulos de Mandalorianos. Un poco Ed Wood, que es la primera en la que vale.

Como salga, salió. A eso tiene hasta guerrilla, ¿no? Y tira para delante. Sí, sí. Además, lo hago en mi casa, en un estudio que tengo ahí montado. Llamo a los actores, los hincho a comer comida mexicana y tejana y los pongo contra un telón verde y pa'lante. Pero tiene a Jessica Alba, tío.

Tiene a Devon Ahoky, que es una actriz que luego ha hecho cositas. Powers Booth, que es un actorazo de caracteres potentes, que ha sido presidente de los Estados Unidos en 20.000 películas. Tenía a Rosario Dawson a Vecina, a Vinicius del Toro, a Kai Gowen, a Brittany Murphy, a Michael Madsen. O sea, tenía además, claro, son amigos, como bien decían en Muchachada Newy, ¿no? Son amigos de Tarantino.

Y le cogió la mitad del reparto de las películas de Tarantino para aquí. Son la cuadriguay de Los Ángeles. Y Mickey Rourke. Y Mickey Rourke como Marv. Es que era impresionante. Y le hizo un Tarantino a Michael Rourke. Igual que Tarantino a algunos actores, como John Travolta, los elevó y los sacó un poco del olvido.

Michael Rourke estaba totalmente perdido, por motivos obvios, porque es que está un poco como una cencerra. O sea, no es muy diferente. Yo creo que actuó poco. Yo creo que es muy poco. Que bueno, es más o menos él. Acurate. Más o menos él, Marv y él, más o menos lo mismo. Porque además le dio por boxear y todo.

O sea, durante una época. En plan zumbado. El tío que era un cañón de tíos en los años 80 y 90. Un bojabraga, si se me permite la expresión. Impresionante. Un tío que le gustaba mucho. Un tío guapetón. Un tío elegante. Y fíjate en lo que se convirtió. Bueno, que uno vive su vida. Nick Stahl, tío. Un repartazo. Y Laia Wood. O sea, tú ves a Bilbo haciendo de Kevin.

A Frodo, mejor dicho, haciendo de Kevin. Y tú, la madre que te parió. Fíjate, no me acordaba, leyendo El duro adiós, cuando lucha contra Kevin. Y digo, se mueve como Spiderman. Claro, porque le hemos visto dibujar a Spiderman. Y Kevin se mueve como Spiderman. Y esta vez digo, ojo, ¿será Tobey Maguire en la película? No me acordaba. Y luego digo, no, esa era Laia Wood.

Pero podía haber sido Tobey Maguire, perfectamente. Ese niño bueno. Sí, sí, totalmente. Estaba bien, ¿no? Yo qué sé. Yo la recuerdo bien. Quizás tenéis tu razón en el sentido de que sí, tiene más afán de traslación perfecta que de película. Pero bueno, ahí triunfa. Pero es que películas ya hay un montón.

Y esta específicamente quería ser exactamente. Claro, pero es lo que pasa, que entonces queda como un experimento que en su día fue muy espectacular, pero que envejece muy mal porque ya ha perdido esa cualidad de experimento. Y se notan los cromas. Nunca querían ocultar lo que eran, pero ahora cantan muchísimo más. Sí, bastante, bastante más.

En la misma época más o menos de esta película, Sky Captain and the World of Tomorrow, Sky Captain que también utilizaba exactamente el mismo recurso de la pantalla verde y igualmente ha envejecido regular. En su momento me gustó porque era algo diferente. Pero también era un poco ese rollo de buscar la irrealidad, de buscar el pop que hay en los TVOs.

Sí, la verdad que sí. Bueno, ahí salía una versión femenina de Nick Furia, el personaje de Janina Jolie. Y Miller aparece como codirector en las dos películas. Para que no pareciera probablemente que Miller lo que había hecho ha sido el storyboard de una película. Yo creo que en los títulos de crédito pone shoot and cut, como filmado y cortado por Robert Rodríguez y luego pone dirigido por los dos.

Sí, sí. Un poquito también como se reparten el trabajo los Coen. Uno es el que está siempre en el set y el otro un poco está detrás, más bien coordinando. Bueno, ahora ya están separados, ¿no? Coordinando un poquito la filmación. Yo creo que también tenían un poquito... Claro, la parte técnica, Robert Rodríguez es cineasta.

La parte técnica la domina perfectamente. Pero Miller no. Miller es un tío que hace TVO, que hace guiones, pero sí. Seguramente tuvo hecho mano a la hora de dirigir a los actores y tal. Y creo que de hecho, como no estaba permitido una coautoría en ese... No sé por qué. Porque ahora, por ejemplo, esta película que gana la Oscar este año, la de Toda la Vez en Todas Partes, tiene dos directores.

Los Daniel, sí. Pero creo que era porque Miller no estaba. Miller es que no estaba apuntado al sindicato de directores y eso está prohibido aparecer, ¿no? ¿Verdad? Creo que era la... Pero le da igual. Pues salgo yo también del sindicato. Y Robert Rodríguez no aparece en el sindicato. No sé qué contra tiene eso. Pero no está ya en el sindicato por culpa, o dejó en ese momento el sindicato de directores, porque Miller estuviera a su lado dirigiendo.

Lo cual le honra, por otra parte. Tarantino, por cierto, también hizo algo. Creo que hizo una escena entre Dwight y Benicio del Toro, ¿verdad? El director no lo sabía. El director invitado cuenta en Tarantino, porque no sabía exactamente qué es lo que había hecho. Sí, esa escena. Una escena...

La de los coches que se cruzan. El coche de Dwight y el coche del policía. Y habla con él la cabeza. Creo que era esa parte. Esa conversación, ¿no? Que había una escena así. Creo recordar. Cuando está hablando con el muerto. Esa escena, efectivamente. Es la que hace Tarantino. Y luego está la secuela, en la que repiten los dos. Y, claro, hacen también otra traslación literal. Pero no funciona tan bien, ¿verdad? Y, sin embargo, es la misma cosa, es la misma idea, es el mismo objetivo.

Y, sin embargo, no funciona. Quizá por la falta de novedad o porque las historias no son tan chulas, ¿verdad? Y porque, no sé, yo creo que es más modesta. Que no hay también ese afán de tirártelo todo a la cara. Todo eso, todo súper distinto, súper recargado. Es como... Sí, es repetir. Es repetir, experimento. Entonces ya no causa el mismo impacto. Yo no la he visto, la segunda.

Eso que tiene Eva Green, que es otro pedazo de casting. De hecho, he intentado verla y no está en ninguna plataforma. Y creo que, además, tampoco se puede comprar en DVD. No está editado en DVD. No, no me ha dado tiempo a mí tampoco a mirarla. Es posible que la tengan en algún... Bueno, esto lo voy a editar luego, ¿vale? En alguno de los discos duros que tengo por ahí llenos de películas.

Que, con el tema de las plataformas, es verdad que ya es que ni nos bajamos nada. Ni miramos eso. Yo no pirateo desde 2019, desde El Mandaloriano. Porque la primera temporada de El Mandaloriano salió y Disney Plus no estaba en España todavía. Y, desde entonces, no he vuelto a... Además, no me atrevo a piratear. Porque mi ordenador es para mis podcasts y mis Twitch y mis YouTube.

No puedo arriesgarme a que nada de malo entre. Bueno, pues nada, la espera de a ver si Mirror retoma el pulso de Sin City en esta precuela. Que va a ser un western. Que va a ser también interesante verlo en otro género que a él no está acostumbrado. No hemos hablado, por cierto, que sería interesante quizás un poquito hacer nota simplemente que entre las influencias no sólo está la novela negra, sino también los cómics de la E.C.

Está Crying Suspense Stories, que fue una de los cómics que el Comics Code Authority se cargó. Y yo creo que así esto es un poco de venganza. Porque Mirror, cuando aquello pasó, ni se acuerda. Era muy muy crío, muy crío. Cuando se inició el Comics Code Authority, la casa de brujas, etcétera, etcétera.

Lo lleva muy adentro. Esa memoria histórica la lleva muy adentro y del mal que hizo esa casa de brujas al cómic y a su libertad de expresión. O sea que esto también es un poco una reivindicación de ese aspecto. Pues yo no tengo mucho más que decir. ¿No sé vosotros? Yo creo que hemos dado ya un repaso rapidito pero completo.

Ahora empezamos página a página. Mira, dice Blanc. Pero yo os digo que si te pones, puedes hacer una hora con una grapa. Sí, no tengo ninguna duda, ya lo sé yo. Pero dice, me lo cuenta, que aquí algunos dedicamos y que os voy a contar vosotros de las tortas. Porque veis que somos fans que nos decimos, es la hora de las tortas.

Pues vosotros sois las tortas, claro que sí, que es lo familiar, que sois de la familia. Mira, yo siempre tengo un conflicto porque nosotros nos llamamos a nosotros mismos torteros y yo cuando quiero hablar de vosotros es que saleros quedan. Peligrosos, somos peligrosos. Peligrosos, mira, peligrosos.

Ese está mejor. Los salerosos. Los de sala. Yo creo que mucha gente nos dice que somos los de sala. Ya se sobreentiende en este mundillo del podcast de TVO. Pues ha sido un placer volverte a tenerte, Alain. Espero que no tardemos tanto como la última vez.

Ya te hemos emplazado en un decadón, yo creo que sí. Que eso me lo pide el cuerpo. De hecho, es un cómic que releo cada dos años. Lo tengo ahora mismo en la estantería de atrás y me lo releo porque es que me llena tanto. Es que es una marciana tan guay que dices tú, Bruno, este que releo. Lo mismo dijo Wonder Woman. Bueno, encantadísimo de estar con vosotros.

Así que cuando queráis. Pues nada, un fuerte abrazo. Íñigo, un abrazo. Nos escuchamos en la próxima, que creo que dentro de un par de días le seguimos metiendo mano a la Patrulla X, ¿verdad? Sí, y no creo que sobrevivamos a la experiencia, la verdad. No, yo creo que no.

Porque ahí sí que vamos, no grapa a grapa, vamos página a página. Bueno, este ha sido el podcast de Sala de Peligro. Espero que hayáis sobrevivido a la experiencia. Adiós. Subtítulos por la comunidad de Amara.org

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