Este inminente 5 de agosto se estrena, por fin, la adaptación televisiva de uno de los mejores cómics de la historia. Tras años, AÑOS, de rumores, de arranques en falso, de hype y de posibles películas que se perdieron como lágrimas en la lluvia, por fin llega a la pequeña pantalla la serie que adapta la obra maestra de uno de nuestros autores favoritos. Estamos hablando, por supuesto, de The Sandman y de Neil Gaiman.
Más de treinta años después del arranque de su publicación original con dibujo de Sam Keith y Mike Dringenberg, todo parece indicar que este es el momento adecuado para su adaptación, tanto por la madurez creativa de productores y espectadores por igual, la inversión realizada, la implicación del propio Gaiman y las necesidades de Warner.
Ante nosotros tenemos un impresionante reparto que incluye actores y actrices de la talla de Jenna Coleman, Gwendoline Christie, Charles Dance o las voces de Mark Hamill y Patton Oswalt, acompañando a Tom Sturridge en el papel de Morfeo y a Kirby Howell-Baptiste en el de Muerte, con guión y producción de tres veteranos del cómic como David S. Goyer y Alan Heinberg, además del propio Gaiman.
Esta adaptación nos brinda la oportunidad, la coartada, la excusa perfecta para sumergirnos en los cómics originales. Hablaremos de orígenes, sensaciones, recuerdos, contexto, bibliografía, dibujo, impacto y legado. Hablaremos de uno de los mejores cómics de toda la historia. Hablaremos de The Sandman.