Un día normal en la oficina puede convertirse en una pesadilla kafkiana, una comedia absurda o el escenario perfecto para planear una venganza. La literatura del este asiático lleva décadas explorando nuestro amor-odio con el trabajo, y hoy veremos cómo cambia la representación de la vida laboral, sobre todo aquella de corbata y falda de tubo. No os olvidéis de fichar.
Obras en traducción (por orden de aparición):
- Viaje a Muyin, ciudad de la niebla, de Kim Seung-ok, Trad. Le Hyekyung, Editorial Verbum, 2011.
- Supermarket: a novel, de Azuchi Satoshi, Trad. Paul Warham, Ed. Thomas Dunne Books, 2009.
- Aspirina, de Park Min-gyu, Trad. Luis Alfreado Frailes Álvaro, Ed. Malastierras, 2023.
- Misaeng: Incomplete Life, de Yoon Tae-ho, webtoon.
- Contraataque a los treinta, de Sohn Won-pyung, Trad. Álvaro Trigo y Hyemin Shin, Ed. Temas de hoy, 2025.
Está por Leer es un podcast de literatura asiática contemporánea, la traducida y la que está por traducir.
Presentado por Ainhoa Urquia, investigadora y docente de cultura y literatura coreana, y Jordi Serrano, investigador y docente especializado en literatura japonesa y ecocrítica.
Transcripción
Lo más heavy es que, me puedo imaginar un contexto en el que, si sucediera algo parecido aquí, ¿tú tendrías el mismo tipo de preguntas como cuál esto? ¿Me obliga a tener que ir mañana a a a currar o no?
Estás escuchando Está por leer, un podcast sobre literatura asiática contemporánea, la traducida y la que está por traducir. Yo soy Ainho Urquía.
Y yo soy Jordi Serrano.
Un día normal en la oficina puede convertirse en una pesadilla kafkiana, una comedia absurda o el escenario perfecto para planear una venganza. La literatura del este asiático lleva décadas explorando nuestro amor odio con el trabajo, y hoy veremos cómo cambia la representación de la vida laboral, sobre todo aquella de corbata y falda de tubo. No os olvidéis de fichar.
¿Qué tal, Ainho?
Bien.
¿Cómo estás?
Muy bien, aquí fichando.
Aquí de vuelta de vuelta al tajo.
Sí, bueno, ¿alguien dice eso todavía?
Queda como muy como muy viejura, ¿no? Es una marca marca generacional.
Puede ser, puede ser. Ah. ¿Tú qué?
Bien, bien, bien, ¿no? Con ganas con ganas de trabajar, ganas de de currar en este en este capítulo.
Un poco de faena.
Sí, faena. Oye, pues, me quedaba pensando que el el capítulo anterior, que en el que hablamos de familias y familias estructuradas y resistencia a la familia y tal, te comenté una obra que es aquella de El relevo pasó de nuevo, de Seo Michael, y dije de pasada que es que ganó el premio de libreros en el dos mil diecinueve.
Sí, me acuerdo, me acuerdo.
Y me quedé pensando con este detallito que, en ese momento, pues, no tenía ningún, no tenía más relevancia, pero creo que hemos hablado en otros episodios de los premios literarios, pero no hemos hablado del premio de libreros. Yo no sé si a ti te suena de algo, si si lo conoces.
Es un premio que se hace en Japón, ¿no?
Es un premio que se hace en Japón, sí. Ah, bueno, yo creo que también en el mundo hispanohablante, en España hay hay varios como premios que dan los gremios de libreros, las librerías, etcétera. En el caso del de de Japón, es un premio relativamente reciente, así como hablábamos de Dakota Hawa, que tiene, pues, casi cien años, tiene un montón de tiempo. En el caso del del Honya Taisho, del premio de libreros, existe desde año dos mil y en el dos mil doce se crea la categoría del premio a la mejor traducción. Es muy interesante, ¿no?
Porque funciona a través de sistema de votaciones por por los libreros. Realmente es relativamente democrático. Ajá. Y está curioso, claro, tiene estas dos categorías, ¿no? Hay una que es para libros que se han escrito originalmente en japonés, etcétera, tienen que ver, sobre todo, pues, ganan libros que son así como muy populares o que venden bastante, etcétera.
Pero luego están estos, los premios en los el premio dado a libros en en traducción. Ajá. Y los primeros años, pues a partir del dos mil doce, etcétera, pues la mayoría de los de los ganadores eran obras occidentales, ¿no? Pues si tenemos auténticos pesos pesados, como sería, pues, Viaje Lemat o, pues, mi queridísimo Roberto Bolaños, que ganó con el dos mil seiscientos sesenta y seis. Ajá.
Pero, y aquí está un poco la cosita que quiero compartir contigo, desde el año dos mil veinte, ¿qué crees que está pasando?
Vale, creo que me lo estoy viendo venir. Creo que ya sé qué premio me estás diciendo que es. Es que es como que no había conectado los dos puntos.
Desde el año dos mil veinte irrumpen obras coreanas en introducción, ya sea como ganadoras o finalistas.
Vale. Es que me pasa que viendo algunos libros coreanos, pues buscando así algunas obras en algún momento, ¿no? De alguna autora, algún autor que sacar algo nuevo, me pasa que salía premio. Claro, comienza siendo Ilbon como Japón, no sé qué, no sé cuántos, y digo, bueno, pues un premio en Japón. Pero es verdad que llevo viendo varios libros coreanos que pone, ha ganado el premio no sé qué de Japón.
Es este premio, entiendo.
Bueno, no lo sé si es el que tú estás mencionando.
Sí, creo que era algo de librería.
Sí, seguramente será este. En el, es que, vamos, desde el año dos mil veinte, a excepción del año dos mil veintiuno, en todos los años ha habido un una obra coreana ganadora o finalista. El año pasado fue justamente la que tú tradujiste, la la de Bienvenidos a Bueno, ¿cómo era? La de
La Sombras atiende a la señora Gio.
Esa esa. Ajá. Exacto. Y otra, también novelita, también Healy, haciendo referencia al primer episodio, que era la de Bienvenidos a la librería de Hung and Dong.
No me ofendo porque confundas una obra Healy con otra, o sea, son todas muy parecidas. No lo voy a ofender, una persona. Está bien, porque como yo he traducido una, pues nadie se va a ofender. Yo soy la más perjudicada en esta confusión.
Pues sí, claro, ahí tenemos un poquito como este punto de cómo entra a a a a ser reconocida, pues las obras que son así populares, las obras que son un poco más best sellers. ¿Ganaría un premio Kotagawa o un premio a Anaoki, la una obra, una novelita healing, quizá no.
Ajá. Claro, es un poco un término medio entre cosas que están vendiendo, que a los libreros les gusta, que les funciona, que les gusta venderla.
Bueno, siempre hay un puntito de marketing, ¿no? En en en este en estos premios, pero claro, como son escogidos a través de votaciones, no es un panel, no es un jurado que esté marcado por no la gran calidad literaria, etcétera. A pesar de que, pues, no queremos decir con esto que que no tengan calidad literaria. De hecho, tienen buen gusto. Pero tenemos aquí como este punto también de otra marca de lo que hacia qué dirección está tomando, ¿no?
El el
mercado de ella. Está interesante y es que me parece curioso porque que esto lo promocionen en Corea también, es como, este premio ha ganado x, o sea, perdón, este libro ha ganado x cosas, no este premio, este premio coreano, lo que sea, pero lo ponen también como un premio de referencia de internacional. ¿No hemos ganado el premio de Libreros y Y es verdad que hay libros en coreano que lo publicitan al mismo nivel de la Kutagawa o el cómo se llama el otro.
¿No? Y
exacto. Lo lo publicitan como hoy ha ganado este premio importante en Japón y y lo lo lo usan como de vuelta, no? Es decir, que este premio a nivel regional sí que tiene cierta importancia también haber ganado el premio de libros. ¿No? Aunque no sea
Sí, bueno, sobre todo a nivel japonés tiene, está teniendo cada vez más más relevancia. Y en
Corea, si gana un libro coreano, por supuesto que también tiene relevancia, sí, gran relevancia.
Ahí está un poquito la cosa, ¿no? Es esta idea también de ver que yo creo que a ti te puede interesar, pues pues para las cosas que haces de tu tesis y demás, ¿no? El papel que puede llegar a tener el haber ganado un premio en en en Japón como algo que, de alguna forma, también nos demuestra la irrupción que está teniendo la literatura coreana. Pues, se dice, no, pues, que cada vez hay más libros en de literatura coreana traducidos en español. Bueno, que también está pasando lo mismo en Japón.
Sí, no, que que estén ganando libro coreano tras libro coreano tras libro coreano, bastante guay. Y dices que hasta hasta este año, o sea, bueno, el año pasado también ganó
Sí, de, bueno, de hecho, es que tenemos a una autora que aparece repetidamente, ha ganado tres veces. Ostras. Sí. Songumpión.
Ah, ganó con almendra.
Ganó con almendra en el dos mil veinte, con contraataque a los treinta en el dos mil veintidós y con una obra que se llama Prisma, que esta no me suena, porque las otras dos sí que me suenan Sí. En el dos mil veintitrés.
No la tenemos en castellano todavía, yo creo, Prisma.
¿Por qué crees que tenemos esta autora así ganando tanto tanto premio de libreros?
Porque funciona, porque vende, también está funcionando mucho en España. Almendra ha vendido muchísimo en todo el mundo y al final tenemos también el impulso de ella y yo, bueno, ahora para cuando salga este episodio ya me la habré terminado, pero me estoy devorando contra ataque a los treinta, que acaba de salir. Ha salido en a finales de de marzo, ¿no? Llevaba poco tiempo fuera y y me, bueno, la versión en inglés ya había salido un poco antes, pero yo me he esperado la versión en castellano y la verdad es que yo creo que es un poco también una obra que me me apetecer mucho contarte luego en un ratito, porque tiene mucho que ver con todo este tema de la oficina, el mundo laboral, cómo se habla de todo esto en literatura y cómo ha ido cambiando también a lo largo de los años, ¿no?
Total. Yo creo que, además, tenemos como este puntito de unión entre obras que son populares y obras que, de alguna forma, pues también son están reconocidas por la crítica. Yo creo que la temática del trabajo, la temática de cómo es vivir y sobrevivir en la oficina, pues aúna estas estas dos partes y teníamos muchas ganas de de hablar de ello, ¿no?
Sí, sobre todo en en esta cultura que que asociamos con la cultura japonesa a la cultura coreana, especialmente de la de la idea de estar todo el día trabajando, que tiene también que ver con las leyes laborales o con el sistema de conglomerados o con el sistema de de verte un poco la empresa, ¿no? Que ya va poco a poco cambiando, como en todas las sociedades, pero tenemos mucho eso en la cabeza y, al final, se tiene que reflejar también las manifestaciones culturales, manifestaciones artísticas y en literatura, como es obvio, se habla mucho de oficina y se habla mucho de trabajo. Así que vamos a ver un poquito qué es lo que hemos encontrado.
Venga, vamos a fichar.
Vale, yo creo que podremos, podríamos como empezar a hacer un recorrido, ¿no? Así como más o menos temporal, para que vayamos viendo qué qué obritas podemos encontrarnos a lo largo de los últimos años. Y a mí lo primero que se me ocurre, si pienso en Corea, obviamente, ya me dirás tú un poco qué se te ocurre cuando cuando hablemos de Japón o o hablemos de China, quizás. Son los años sesenta, coreanos, que son unos años interesantísimos por lo intensos, precisamente. Pensamos que como contexto, ¿no?
Corea termina su su guerra, la guerra fratricida entre las dos Coreas, después la división. En el año cincuenta y tres hay un período de posguerra en el que además la literatura es como un poco moralista, está muy centrada en ese período de posguerra, con mucha mucha intensidad, centrada un poco en la carencia como de la totalidad, ¿no? Como la idea de que hay algo más allá superior a nosotros que que no está funcionando bien. Mientras que cuando empieza los sesenta, hay varios autores que que, de alguna manera, empiezan a explorar como un individualismo un poco chungo también, un poco nihilista, un existencialismo bastante así depresivo, como gente que hay muchos diálogos de gente que simplemente le gusta escucharse, ¿no? Y que le gusta pensar sobre la vida, reflexionar sobre las cosas.
Y los años sesenta es como un momento en el que justo, además, en la sociedad coreana empieza esa carrera por por salir de la pobreza, básicamente. ¿No? Lo que luego se va a conocer como el milagro del río Han, que de milagro tiene poco. ¿No? Porque conllevó
Igual, igual que el supuesto milagro económico japonés, que de milagro también tiene
un poquito. Como muchos muchos cambios sociales y mucha, bueno, un poco arrasar con todo, ¿no? Con la urbanización, la modernización, ese desarrollismo salvaje y la neoliberización de de Corea del Sur, ¿no?
Me voy a imaginar que también apoyaditos. ¿No? Por Estados Unidos
Apoyados por Estados Unidos, con varios varios dictadores de hace bastante maquinaria. Sobre todo el año sesenta tenemos a Park Jong Hee, que después de un pequeño movimiento democrático que hubo, pues, hizo un golpe de Estado y en el año sesenta y uno, pues, va a tope y hay censura, hay hay toque de queda, ¿no? Todo esto marca un poco también los sesenta coreanos. Y hay autores que empiezan a hablar un poco de, pues, desde ese desde ese punto, ¿no? Uno, uno de ellos, uno de los más representantes es Kim Soon-ok, que quizás te suene una obra que que es más o menos famosa, que es Viaje a Mujin.
Ah, sí, sí, claro que sí.
Que este hombre luego se reconvirtió en director de cine y tiene una obra que se haga una película que se llama Niebla, que está basada en Viaje a Mujin y tiene varios relatos, ¿no? Porque él también creó una una revista literaria.
La de Viaje a Mujin de que de que iba, para quien no la conozca.
Es una es un relato que luego se convirtió en peli, que va de precisamente un trabajador de una empresa farmacéutica que que ha conseguido como salir del pueblo, digamos, no ha salido del pueblo y cuando está en en Seúl le está yendo muy bien, pues se casa con la la hija de, bueno, de un empresario, precisamente de esta empresa farmacéutica, ¿no? Se supone que él va a heredar leer un poco la dirección de la empresa. Y y sucede mucho que este autor, que es tiene como mucha, está muy inspirado por Camus, está muy inspirado por Rilke también, como le pasa a muchos autores coreanos de su época.
Intensitos.
Muy intensitos. Cuando, por ejemplo, tenemos la la película en la que se basa Viaje a Mujin, o sea, perdón, la película que se basa en Viaje a Mujin, empieza justo en una oficina y está como el protagonista de Viaje a Mujin está disociando en Seúl, ¿no? Y está muy, es muy interesante porque, además, tenemos un acceso a cómo es Seúl en los años sesenta. Es completamente contemporánea esta obra al momento del que está hablando, ¿no?
Es una gran, es una gran ventana. ¿No?
Para Es una ventana. De hecho, literalmente una ventana, porque hay un momento que está en la oficina, abre una ventana y se y se asoma como a una plaza de Seúl, literalmente una plaza de Seúl, año sesenta, que es como coches y coches y coches y coches, y coches, y le ves un momento ahí como disociando un poco. ¿No? Esa misma esa esa visión que nos transmite al principio de la oficina, donde además están continuamente sonando teléfonos, es la misma un poco que también nos transmite este esta idea de individuo consumido agobiado.
Estoy pensando que en las oficinas de hoy en día no se podría hacer ni eso, porque la gran mayoría de oficinas de hoy en día no tienen ni ventanas. Son todas estas paredes de cristal, no ya no puedes ni asomarte afuera.
Es verdad
Dis disocias mirando la ventana.
Son ventanas, son como cristales, como pequeñas jaulitas de cristal.
Sí, pequeñas o grandecitas jaulitas de cristal.
Sí, sí.
Te toca te toca disociar sin ni siquiera tener un poquito de de
Que te dé el aire,
¿no? Sí.
Que bueno, que te dé el humo, más bien, ¿no? En este caso. Además sale fumando y fumando, fumando, y justo saca un paquete de tabaco en el caso de la película, ¿no? Que que es una, estaba muy bien, porque como Kim Seong una, está muy bien, porque como Kim Soon estaba involucrado en esta película, él expande un poco el universo de lo que quiere transmitir. Y hay un momento al principio de la película que sigue en la oficina y saca un paquete de tabaco y la mujer le ha puesto, no fumes.
Y él va a hacerle caso, pero de repente llega una llamada o le preguntan que haga no sé qué y se agobia y se saca un cigarro. Se le pone a fumárselo en la oficina, que también es como muy idea, un poco mad Men, ¿no? También de fumar compulsivamente.
Pues, es que la oficina es lo que lo que mencionabas al principio, ¿no? Pasa se pasa tanto tiempo en ella, se pasa tanto tiempo en el trabajo que es extraño que no se hable más, que no sea un espacio que esté más representado también dentro de dentro de la literatura, no como algo de pasada, sino no no, es un espacio de de socialización. Y quizá también tenga que ver que muchos escritores previo a este momento histórico es que, pues, es que no tenían que trabajar algunas de ellas, no es historia del intelectual, que ya venía de alguna familia un poquito más adinerada, lo que sea, que no formaba parte de su experiencia necesariamente. El haber trabajado en una oficina, el haber tenido que estar que estar currando.
Exacto.
Y en este momento sí, es como que se expande mucho más este tipo de experiencia y, por lo tanto, tenemos, pues, más escritores que, ya sea porque muchos de ellos, pues, quizá vengan del mundo de la publicidad justamente, de los y los trabajos creativos que se hizo hoy en día, o incluso vendedores, ¿no? Que es la idea esta de, a mí me gusta mucho escribir y leer, pero claro, me tengo que ganar la vida de algo y terminan trabajando en la oficina. Esta ruptura un poco como de los sueños, ¿no? Entonces, empiezan a aparecer generaciones de de de de escritores, que es que ahí están escribiendo parte de esa experiencia también, están reflejando la experiencia de los demás.
Se reflejaba bastante otra otra obra, ya te pregunto por cosas japonesas, pero estoy pensando justo en otro relato también de Kim Soon-ok, que este mete como una como una visión femenina. Hemos de recordar que es un señor cotidiano en los años sesenta, con lo que esa visión femenina tiene sus cosas, pero uno de los elementos de esa ese relato que se llama Andanzas nocturnas, Estos dos relatos, tanto Viaje a Mujin como Andanzas nocturnas, se pueden encontrar en una antología, que es un poco viejita, porque han salido hace ya bastantes años, yo creo que en los años dos mil y pico en castellano, de la editorial Verbum, lo pueden encontrar como Viaje a Mujin, Mujin escrito con y, en vez de con j, ¿no? M u y n Viaje a Mujin, de Kim Soon-ok. Y son varios relatos, ¿no? En la pequeña antología.
Y Andanzas nocturnas habla de una mujer que trabaja en un banco y su marido también trabaja en el banco, pero como los dos necesitan el sueldo, porque hay un poco de, hablamos de estos años sesenta, sesenta y uno, sesenta y dos, hay un poco de idea de que ella tendría que dejar de trabajar cuando se casaran, ¿no? Pero necesitan el sueldo, necesitan los dos sueldos y el y ella tiene que convencer al marido para decirle, no, no, no, tenemos que seguir trabajando, pero para salvar cara y que nadie piense que de que de repente, pues, no sé, o no te hago caso o no soy una buena ama de casa o tú no eres un buen proveedor, vamos a hacer como que tú y yo somos solo compañeros de trabajo en el banco. Entonces, se saludan, cada uno sale por su cuenta, luego se reúnen en casa y es como que
Como si estuviesen como si fuesen amantes, ¿no?
Como si fuesen amantes, exactamente, como si de repente fuese un problema que estuvieran casados, ¿no? Y y ella fantasea con decir, bueno, en algún momento, en algún momento nos casará el director del banco, ¿no? Es como que nos dará su bendición el director del banco cuando hayamos conseguido ahorrar o cuando tengamos ya un momento en el que yo ya puedo ejercer como esposa de la mañana que se espera de mí. No, pues, está bien.
Como las dos dos choques entre dos grandes entidades, entre dos grandes sociales, ¿no? Por una parte, la familiar, la idea de que tú tienes que proyectar una estructura familiar concreta, como lo que hablamos en el capítulo anterior, y la idea de que tú tienes que proyectar el ser un buen trabajador o el o el ser una un un una persona productiva de una forma concreta también. ¿Cuál es la la idea secreta aquí? ¿Vives una vida secreta en casa o vives una vida secreta en el trabajo?
¿No? Esto se complica porque hay una tercera vida secreta, y es que ella cuando regresa del trabajo tiene algo así como una especie de escarceos sexuales un poco raros que no acaban de quedar muy claros y que son un poco turbios, ¿no? Pero es como que de repente le le gustan mucho los otros hombres oficinistas que vuelven de casa y es como que ella se se proyecta con ellos, ¿no? Y hombres como que le la, como ella regresa sola y no está regresando con su marido o no está regresando tal, pues como hombres que la increpan, le preguntan o le dicen a dónde vas, a dónde queda, cogemos un taxi juntos. Y ahí hay un punto en el que le gusta padecer, es padecer como esta atención, ¿no?
Y tiene como como esta fantasía aparte en la que juega un poco que realmente ya no está casada. Es es es curioso. Pero bueno, todo esto es un poco de manera lateral, ¿no? Entra un poco el mundo de la oficina, que también se habla mucho del toque de queda, ¿no? De regresar de la oficina y tener que volver pronto a casa antes de que se te empiecen a, se te empiece a complicar la cosa para conseguir taxis, porque nadie quiere que le pille el toque de queda fuera, ¿no?
Porque es, no se puede realmente. No, claro, claro. Entonces, es al final.
Tipo de cosas tipo tipo, es un detallito histórico que ahora mismo, pues, no existiría y que le da como como este punto también, ¿no? Contemporáneo.
Sí, sí, sí, total.
Qué curioso. Pues en, yo, a nivel de literatura de Japón, hay yo le le veo ciertas similitudes, ¿no? Le veo la la cuestión de que, no, tampoco voy a hacer aquí la el el repaso histórico tal, pero para situar, ¿no? Cincuenta, sesenta, también contexto de de Guerra Fría, contexto de recuperación, en este caso, pues de la Segunda Guerra Mundial. Ajá.
Un apoyo también por parte de los Estados Unidos muy fuerte, una reindustrialización del país también muy fuerte. Y esta también está movimiento por sanitizar a a los trabajadores japoneses, ¿no? Por construir lo que supone se suponía el país de la clase media, en el cual hasta el noventa y tres por ciento de los japoneses se consideraban de clase media a finales, a principios de los setenta, a finales de los sesenta, a pesar de que eso realmente no era así. Esa es la típica típica pregunta también de demoscopia que también puede suceder en muchos países, que la gente quiere considerarse más de clase media a pesar de que su renta anual no lo refleje. Pero bueno, la cuestión es que en este momento en el cual, pues tenemos la emergencia, lo que sería el Sagariman, sería el oficinista japonés, que quizá tenemos todos en en la cabeza.
También emerge un tipo de literatura, que es literatura popular, que es literatura de consumo, que son las que son como las novelas de oficina. Y que, básicamente, lo que hacen es romantizar la experiencia de de la oficina con un montón de tramas, para que parten de situaciones que podían ser familiares precisamente para la gente que está trabajando en oficinas, ¿no? Pues, que si rencillas entre compañeros, que si escarceos románticos entre compañeros y compañeras, que si el espionaje industrial, que si esta lucha por ascender de una forma concreta o que si, pues, el jefe me está me tiene manía, todo eso.
Podría ser un kdrama coreano de oficinas de ahora mismo perfectamente.
Claro, pero es que de alguna forma se establecen unos unos tropos en en en estos años y en estas obras, que es que funcionan muy bien y vendían como churros, ¿verdad?
Estado de equipo que estamos hablando.
Esto estamos hablando, pues, en los cincuenta, sesenta, hasta principios de los setenta. En los setenta continúan, ¿vale? Y hasta los ochenta, pero la gran época, digamos, de del de este tipo de literatura de una forma más pura hasta cierto punto, ¿no? Sería, pues, los sesenta. Yo tengo una obra, sin embargo, que es más tardía, que quiere hablar, que a mí me gustó un montón, como me hace un montón de años, que es Supa, que sería como supermercado de Suchisatoshi.
Es muy interesante, porque lo que habla es de la llegada de los supermercados a Japón. Ya habían más o menos llegado, pero te habla sobre todo de la idea del supermercado como cadena.
Pero esto no los no los setenta ya, ¿no?
No, esto es del ochenta y cuatro. Ajá. ¿Vale? Esto ya es en pleno momento de auge
Es que Japón en los ochentas tenía que ser más fantástico.
No, claro, aquí aquí era el el el paraíso Yupi. Sí. ¿No? La idea esta del de de que el dinero es que crece en los árboles también. Ajá.
Y también la la la llegada, ya no tanto la llegada como algo novedoso, sino como la expansión de esta cultura de masas. Y lo curioso en este caso de esta obra es que te habla de los supermercados y habla de muchas cosas muy curiosas, que es de la estandarización de la experiencia. ¿No? La idea de que tú cuando vas a un supermercado, que es eso de el olor a mercado. ¿No?
Ves eso de la que tú sepas dónde están las cosas, cómo están las cosas. Esto está súper, súper, súper estudiado. Y en esta novela lo exploran de una forma de tienes un personaje que llega de otro, de otro tipo, de otra industria a trabajar en las oficinas de de de un supermercado, las oficinas centrales de un supermercado y y y le tienen que explicar cómo está haciendo esto, y él trae como unas ideas novedosas también sobre cómo expandir y mejorar el negocio. Y además, pues evidentemente, todo una subtrama amorosa y y unos líos también con las compañeras. También, pues choques con otros compañeros, una relación así medio positiva, negativa con sus jefes.
Tiene de nuevo, tú cuando va a salir este tipo de es como lo de los kirgramas. Tú te esperas ciertas cosas, ¿no? Tienes ciertas expectativas y se pueden decir, ay, es que es muy formulaico. Pero, ¿tú has trabajado en una oficina? Es que realmente es Trabajar en una oficina es muy formulaico también.
Sucede. Claro, hay hay hay varias cosas que es que se van repitiendo constantemente.
Y este supermercado lo podemos encontrar en castellano, ¿no?
No, no está traducido al al castellano. Tiene una traducción al inglés de hace de hace unos años que está relativamente bien, pero no está traducido al castellano y creo que funcionaría bastante bien.
Pues editores tenéis tenéis aquí tenéis aquí material. Estaba pensando justo en esto de las fórmulas de lo que se lo que cabe esperar en una oficina y y lo que lo que esperamos que tenga que suceder en una oficina. Y justo me viene a la mente un un relato de Pan Mingyu, que es un es un autor, un un un relato de Pan Mingyu, que es un es un autor, ya saltando un poco de de época, ¿no? Es un autor que empieza a consolidarse, se considera como parte de la generación de la crisis del Fondo Monetario Internacional, que justo hablabas antes de la clase media, no de cómo los japoneses se consideraban de clase media, a los que no les sucedía lo lo mismo.
¿Cuál fue la crisis del Fondo Monetario?
Esto fue el año noventa y siete y hay, pues esto, no información recogida sobre el porcentaje de coreanos que se consideraban de clase media pre año noventa y siete y post año noventa y siete, y desciende dramáticamente en una clase media que nunca se llega ya a recuperar, ¿no? O a autodefinirse como tal. Se pierden un montón de trabajos, ¿no? Para la gente, a lo mejor, que no conozca tanto esta. Yo tampoco soy una experta económica, pero sí que afectó bastante a varios países de de Asia y además Corea entró en una deuda bastante grande que ya está completa, ya se ha restituir con el Fondo Monetario Internacional, ¿no?
Fue un rescate bastante importante y fue también como un poco un golpe en la dignidad coreana que ya estaba pensando que había conseguido, ¿no? Y, de hecho, había conseguido ya unos Juegos Olímpicos, había conseguido entrar en el en el patio de los grandes, ¿no? Por decirlo así. Y esto fue fue bastante, bastante duro. Y hay muchos autores que que aquí empiezan a hablar en los años dos mil, pues un poco de este este este golpe, ¿no?
Y y uno de ellos es Pag Mingyu, aunque esta este relato que te comento es algo posterior, pero se llama aspirina y, de hecho, se puede encontrar en en castellano. Está publicado por Malas Tierras en el año dos mil veintidós, traducido por Luis Frailes. Es una antología de relatos, pero la antología, la antología que se llama aspirina, el cuento que le da nombre, que es el que abre este relato, el que abre esta antología, va precisamente de una una oficina. Y y Park Min Kyu, antes de dedicarse a escritura, la escritura antes de lo que hablábamos justo, ¿no? De autores que tienen otras experiencias de vida, trabajaba en una agencia de publicidad.
Clásico.
Total. Y esta agencia de publicidad aparece un poco, ¿no? Muy inspirada en el relato de aspirina, que también es una agencia de publicidad. Y comentábamos antes esto de lo que se espera que suceda en una oficina, lo que no se espera es lo que sucede en este en este relato. Y es que tienen que estar pensando, pues, ideas para clientes, cómo podemos publicitar esto.
Además, todo tipo de de artilugios, artefactos o productos raros que tienen que publicitar, como cosas así, un poco banales. Y de repente pasa una cosa en el centro de Seúl, ¿no? Como que aparece como una masa blanca extraña en el cielo, que parece que tapa como el sol y que está como ocupando, ¿no? Está dejando media medio centro de Seúl a la sombra. Y parece que todos están ignorando eso porque tienen muchas cosas que hacer, pero el ejército tiene que ir a ver lo que es, los las fuerzas del Estado no van a ver lo que es.
Y me imagino que tiene forma de aspirina.
Tiene forma de aspirina, porque de hecho es una aspirina gigante. Y es es curioso porque entra un poco ahí dentro de lo absurdo, pero la vida continúa, la gente se pregunta, pero mañana tenemos que ir a trabajar y es como sí, o sea, hay una aspirina gigante.
Lo más heavy es que me puedo imaginar un contexto en el que, si sucediera algo parecido aquí, ¿tú tendrías el mismo tipo de preguntas como cuál es esto? ¿Me obliga a tener que ir mañana a a currar o no? O sea, es suficiente.
Es que es total, pero además en el contexto de la post pandemia en la que vivimos, hemos vivido cosas que de no haberlas vivido tan recientemente como es la pandemia, no entenderíamos tanto esto, pero es que realmente hemos ido a trabajar en las circunstancias más locas, ¿no? En en los últimos años, sobre todo en los primeros años de pandemia. Entonces, bueno, que haya una aspirina del cielo, pues tampoco es muy diferente que haya un virus que esté que esté
Es como, existe un espacio de normalidad que además es que se te impone, es es se se te impone de una forma en la cual da igual lo que tenga que pasar fuera. Tú tienes que ir a la oficina y sobre todo es que si no pierdes el trabajo. Exacto. Pues no, y si pierdes el trabajo, eso sí es el auténtico desastre, no que aparezca la la la espina en el cielo.
En este caso, estaban muy preocupados de no tener como un pitch preparado para un cliente. ¿No? Es como, ay, es que con esto de la aspirina ha dormido muy mal. Es como, pero chico, tengas que haberte preparado esto mejor, porque, bueno, ¿qué más da? Que tengamos una espina en el cielo, ¿no?
Bueno, para mí Kyou es un un autor que me parece muy, muy interesante y es muy divertido. Tiene ese punto, tiene ese punto así un poco satírico, como un poco absurdo, ¿no?
Claro, yo creo que es que es forma parte de este tipo de generación, que ya lo que hacen no es romantizar o o incluso hablar de del del enui, este, así de los sesenta, de la oficina, sino que muestran lo absurdo que es. Es entran con la ironía y con y con la comedia a a hablar desde un punto de vista casi más menos serio, a pesar de que la crítica que existe es una crítica muy válida y muy seria, pero la fórmula que dice es que no, es que realmente es todo muy absurdo, es muy patético el el el tener que el tener que ir a a la oficina. Y que quizá está relacionado con con esta ruptura del sueño. Tú hablabas, ¿no? De de cómo la crisis del fondo monetario internacional en Corea se supone como este también este choque para atrás y esta esta idea de no, pero es que nosotros ya habíamos entrado en la en la liga de los grandes, ¿no?
Ya ya habíamos habíamos hecho todo lo que todo lo que había que hacer y, sin embargo, no es suficiente. Eso le pasa también en Japón con la la la la cuando explota la la burbuja inmobiliaria en el ochenta y nueve. Quizá con más fuerza incluso que en que que en que en Corea, justamente por el Japón caen más arriba, básicamente. Pero es esta idea también de, a pesar de haber hecho todo bien, entre comillas, según dictan los los parámetros capitalistas, etcétera, no se logra una estabilidad o el hecho de de de de poder ir a una universidad muy buena y tal no te va a asegurar un trabajo de toda la vida, y ni siquiera este trabajo de toda la vida te va a asegurar que puedas pagarte una casa de una de forma cómoda y tal. Bueno, esto es el comentario clásico de quién haya visto Chin Chan, que que hablan siempre de que tiene una hipoteca super super larga.
Así se habla de la hipoteca.
Sí, claro, pero porque Chin Chan se burla de esto, no, de que te que mola, tenemos que pagar treinta años todavía para pagar la casa, no sé qué. Estamos hablando de aquí de una serie que está esperando los ochenta, los noventa. Tienes el padre Xinchan también, que es oficinir.
Un salariman.
Un zariman, la la la madre que es ama de casa, etcétera. Bueno, justamente también sería un poco esta crítica desde desde el humor, desde lo irónico, desde lo absurdo, ¿no? Y que quizá entroncaría con este otro género, que no es que reemplace a los dramas de oficina, como tú has mencionado, ya siguen habiendo k dramas al respecto, también hay y hay dramas al respecto, sigue siendo un subgénero que funciona. Sin embargo, existe otro paralelo que es el que habla desde la crítica, ¿no? La crítica más del de las cosas pequeñas, los espacios de resistencia, del si es que realmente trabajar en una oficina es terrible.
Es terrible, pero no es terrible como es es terrible trabajar en una mina, es terrible porque te drena por dentro de una forma y, sobre todo, por la expectativa de que es lo que tienes que hacer, de que se supone que eso es un buen trabajo
Claro.
A pesar de que es totalmente insuficiente luego, a final del día.
Ajá.
Entonces, ¿se te ocurre algún algún ejemplito de?
Estaba pensando justo esto, ¿no? Hablando de de de oficinas que te drenan y y de la el el ir a una buena universidad no te garantiza nada, como una parte más, más reciente de la de la cultura coreana, no de la sociedad coreana, que es como en los años a principios de la década pasada, en dos mil diez, dos mil once, empieza a surgir como esta idea del gel Choson. No sé si lo has oído alguna vez. Choso es el el nombre antiguo de Corea que también hace referencia a la última dinastía, ¿no? Entonces Choso suena como un poco como viejo, ¿no?
Como si fuese algún tipo de de de espacio oligárquico, un poco chapado a la antigua. Y hace es que tengo en mente cómo es la gente que haya jugado a World of Warcraft.
Bueno, aquí el comentario hubo bueno.
No, no, pero tiene, tiene muchísimo sentido. Verás, hay una hay un un mapa dentro de que se llama la península del infierno y es un mapita que es, bueno, es como en una especie, es una expansión de las primeras expansiones del World Wacas, no? Pues tuvo mucho éxito este juego en Corea, porque obviamente los juegos multijugador tienen mucho éxito en Corea. La gente que está metida en el mundo, en el mundo de del gaming sí que lo sabe. ¿No?
Pues esa península del infierno. ¿Qué es Corea? Corea es una península. Entonces, cogieron ese mapa de la península del infierno, ese mapa de World of Warcraft y le cambiaron los nombres de los sitios.
Para hacer referencia.
Para hacer referencia a sitios. No eran ciudades de Corea, sino como, pues no sé, es como era como el valle de los de los desesperados o el no sé qué. ¿No? Pues le cambian los nombres y es como el el abismo de la tienda de pollo, que es donde acaba todo el mundo cuando no tienes nada más que hacer. Has terminado la carrera y no tienes, no puedes acceder a un trabajo decente y ya estás vendiendo pollo frito, ¿no?
O el está bien chiquillo. La zona la zona de los humanidades, ¿no? Como el abismo de la de las humanidades o el la zona de la cuchara de plata, ¿no? La gente que ha nacido ya con dinero. Entonces cambiaron todos los nombres, como esto fue un meme de Internet, pero se expandió tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, que ya la gente empezaba a hablar como era help oning bla, pues help choson.
Y y se convirtió, pues, en un como en un marco cultural de de Internet durante muchísimo tiempo. Y hay muchísimas obras y muchísimas tropos culturales que hacen referencia al Help Y uno de ellos, realmente lo que denunciaba, ¿no? Este esta este meme, este mapa del infierno, era el hecho de que ya no valía con ir a una buena universidad, con esforzarte, con conseguir estudiar mucho, sino que te matabas a estudiar y puedes acabar igualmente en el abismo del pollo frito, no? Y y una de estas obras que es un webton, se llama Miseng, que es Vida Incompleta de de Jung Tae Hook, que es un un bueno, es un creador, es un artista que es bastante conocido en Corea, digamos que es uno de los top de la de la época y hoy en día también. Y Miseng es un es un webtoon que salió en el año dos mil doce, tiene más de un billón de clics porque.
¿Un billón con B.
¿Con B? Porque representa muy bien la vida de la oficina y es es un el concepto que él que él plantea precisamente es nadie gana. Es decir, no existe una vida completa. Por eso se llama Misen como vida, vida partida, vida incompleta. Da igual, pensamos en un primer momento que la premisa de este webtone es que hay un chico que no está suficientemente formado porque se ha dedicado a otros temas, como es el caso del Badook, el el juego del Go, que es a lo que él se iba a dedicar y por temas, por temas familiares, pues no se puede dedicar a eso, tiene como sus tramitas, ¿no?
Y sus y sus problemas y tiene que entrar en una oficina a trabajar de prácticas que le han medio enchufado porque no tiene capacidad para poder conseguirlo, porque no ha estudiado, no ha ido a la universidad y él va enfrentándose a este mundo y nos damos cuenta de que ahí no hay nadie que realmente esté contento con la situación, porque pensamos que realmente el pobrecillo, el protagonista es el que no está llegando, si hubiese llegado, si lo hubiese hecho distinto. Y él se va dando cuenta de que realmente ahí todo el mundo tiene una vida incompleta.
Claro, eso es bueno, quien haya trabajado también en una oficina lo sabrá. Lo raro es encontrar a alguien que realmente quiera trabajar en una oficina o que esté cien por cien feliz trabajando en la oficina. Es como es porque no son espacios que estén pensados para albergar tu propia individualidad y tus propios tus propios sueños. Al fin de cuentas, estás trabajando la gran parte de las veces en el proyecto empresarial de otra persona.
Exacto. No
pasa nada, o sea, no debería haber ningún tipo de problema. Lo lo raro es en querer forzar esta idea de no, tú tienes que ser feliz aquí, ¿por qué tengo que ser feliz en una oficina? Perdona que te diga, ¿no? O sea, tengo que estar como mínimo satisfecho a tal o aceptar la situación, pero esto de la felicidad y que te vaya a completar.
Claro. También es el problema de la precariedad, ¿no? Él entra como prácticas y tiene que intentar consolidarse dentro de la empresa, pero al igual que él, que él entran otros muchos, que son todos como el el grupito de prácticas con gente súper formada. También habla un poco también del tema de, bueno, la mujer dentro del espacio de la oficina, no? Porque hay una chica que está muy formada, pero la pueden hacer cafés.
Bueno, lo típico un poco que que también se denuncia ese tipo de narrativas, pero es muy interesante. Es un webtoon que además se puede encontrar en castellano, no está publicado en papel, pero está en muchas plataformas de de webtools, y y es muy interesante y es muy característico de esto del gel chozo, donde no hay salida, no podemos trascender esto.
Qué curiosa. Mira, justo estaba pensando en que hay esta esta novela, esta idea de la de de de escapar, quizá ya es un punto de conexión, no solamente entre Japón y Corea, sino también en la China contemporánea. Existe esta obra, no es una novela, es no, es realmente es un reportaje periodístico, pero está medio literalizado, que se llama, sería como los escapistas, no está traducida, que sería el título original que sería Tauto de Rene, es, pues eso, la gente que huye a los escapistas, es de Li Jin Ti, del año dos mil veinticuatro. Es una crónica superinteresante, porque lo que hace este periodista es ir a Hikan, a a, pues, una ciudad industrial del noreste de China, que es una ciudad que, digamos, que ha visto días mejores. Ajá.
¿Vale? Y en esta ciudad, lo que encuentra es un montón de trabajadores que han escapado de las grandes ciudades de Beijing, etcétera, huyendo de las largas horas, de las condiciones súper extremas, de de esta idea de es que si estaba si estoy en una ciudad grande y tal, tendré un futuro mejor y se dan cuenta de que realmente no o que el precio a pagar para este supuesto futuro mejor es demasiado alto. Entonces, es como que escapan allá a esta ciudad un poquito más más pequeñita, que está así como medio en declive, etcétera, tener un estilo de vida, pues más modesto, menos ambicioso, con, pues con con motivaciones, pues que no estén que no estén motivadas por esta idea de autoexplotación para llegar a un punto mejor. Y esto es algo realmente, quizá, te lo hace diez, quince, veinte años sería un poco más difícil de encontrar en en en la producción cultural de la China contemporánea y ahora está como como más presente.
O sea, son gente que se han ido al campo Pero
no se han ido al campo, se han ido a una ciudad industrial igual, pero más pequeña. Ah, vale. Es como es esta idea de no, bueno, quizá no todos tenemos la de la la carrera de ratas, que al final de cuentas es que es tan increíblemente competitiva. Es decir, no, pues vamos a vivir un estilo de vida más pequeño. Vamos a a de alguna forma de renunciar a esta idea de del del del éxito marcado por no, yo estoy en esta gran empresa, en esta gran oficina, en esta gran universidad es como, uf, uf, qué presión, ¿no?
Me voy a me voy a una ciudad media y y adapto un poco, pues mis expectativas.
No, pues eso, eso está bien, es curioso, ¿no? Es como esto está basado en gente real, entiendo, es como una crónica de alguna manera. Sí. Qué guay. ¿Y la hay en algún idioma que podamos leer?
No, este, este, este está sin traducir.
Yo dame por hecho que aquí habrá gente que nos escuche, que lea chino perfectamente y que a lo mejor le interesa echarle un vistazo, pero no es mi caso. Pero bueno, es curioso. Además, esto ha salido ahora mismo, o sea, el año pasado,
año pasado, en
dos mil veinticuatro. Quizás inicia también algo nuevo de irse al campo. Eso es algo que me cuesta imaginarme todavía en Corea del Sur, donde todavía la idea es ir a Seúl, ir a Seúl, ir a Seúl. Si no has estudiado en Seúl no tienes nada que hacer. Es decir, es universidad de provincias, no hiciste hasta un concepto de universidad de provincias sin sin nombre, no da igual qué ciudad sea, quitando las técnicas, que hay algunas técnicas que son buenas fuera de Seúl.
La idea de irse fuera de Seúl es prácticamente la la muerte de la productividad, no? Y y un poco algo difícil de explicar a tu familia. ¿No? Hablábamos de las expectativas familiares y está muy cruzado también un poco con todo esto. Bueno, pues estaba pensando, sí, contarte mi nueva obsesión, que es con ataque a los treinta.
Venga. Es es que es esta obra, esta autora Song Wong Pion, que es la autora de Almendra, habrá gente que nos escuche, que que haya leído Almendra. También la autora de El Impulso, que también está publicada por temas de hoy. Estas dos están publicadas por temas de hoy y y estaban traducidas por Song Me Jung. Contraataca a los treinta está traducida por por Hianmin Shin y Álvaro Trigo.
Y y fíjate que a mí, Songompión, es una autora que no me encanta, almendra no me encantó, me parecía un poco densa, un poco, bueno, no acabé de conectar y, sin embargo, contacté que los treinta me está gustando mucho, porque tiene también un puntito absurdo y y la premisa es cien por cien mundo laboral, oficina. Y en este caso, además tiene como una una capa extra que es son como las oficinas, la organización de una academia de estudios, que además en Corea son grandes instituciones, las academias de estudios privado, donde dependiendo de a cuál vayas y cuál te puedas permitir, tu futuro está muy condicionado, ¿no?
También pasa en Japón.
Es es esto, ¿no? De del estudio privado aparte, ¿no?
Además me imagino para acceder a la a la universidad.
A la universidad principalmente, sí, y ya después para prepararte los exámenes de inglés, para prepararte exámenes de funcionariado, para todo, no las academias. Y esto es una una protagonista que se llama Kike, que que ya le está costando mucho encontrar un buen trabajo y entra un poquito aquí de medio de con un contrato un poquito chungo de supuestamente de prácticas, que es un máximo de tres meses, pero que al final lleva ahí ya casi un año trabajando, poco renovándole el contrato de forma un poco ilegal, porque lo que hace esta academia es, en cuanto terminan con un una persona de prácticas fuera y cogen a otra, ¿no? Van sustituyendo. Pero a ella la está manteniendo un poco más porque, bueno, les funciona bien. Y de repente entra otro chico de prácticas y este chico es un poco extraño.
Ella sabe cosas que han pasado de él porque él le ha, o sea, ella le ha visto en otro contexto y él no lo sabe más adelante, sí, pero él no sabe todavía un contexto en el que se veía que él tenía algunas rencillas con esa academia previamente y digamos que bueno, se apuntan. Es todo un poco ridículo y es muy divertido porque les bajan un poco el sueldo y a cambio les dicen como que que pueden apuntarse al curso que quieran, no? Y él, este chico hace las cuentas de cuál es el que proporcionalmente sale más caro para decir, ya que nos bajan el sueldo, el que técnicamente nos haga perder menos dinero, no a nivel del valor. Y se apuntan a un curso de Ukelele que ofrece que ofrece la la academia, que precisamente es como lo más inútil que se te puede ocurrir en el contexto.
Que ha sido como una venganza, ¿no? Contra contra tu empleador.
Y el curso de Ukelele está es muy divertido, ¿no? Los personajes van al curso de Ukelele.
¿Quién va a un curso
de Ukelele? Imagínate, imagínate. Y este chico lo que empieza a plantear es la revolución es imposible, ¿no? En la idea de este chico, ¿no? En un primer momento parece.
Es como no nos podemos, no nos podemos enfrentar, nos tienen agarrados de todas las formas, nos estamos completamente esposados por el sistema. Pero como no nos pueden pillar, es haciendo pequeñas putaditas. Y esa va a ser la revolución, hacer putaditas a putaditas, a putaditas que no son por sí poquito a poco, poquito a poco, poquito a poco.
El sabotaje con Santa.
Es un sabotaje muy tonto. Empiezan por una cosa, ya no cuento nada más, pero empiezan por decirle, mandarle una misiva anónima a uno de los jefes diciendo que, por favor, deje de rascarse la cabeza, que se le cae la caspa encima, encima de la mesa y el hombre se muere tanto de vergüenza que desaparece por ahí. Ya no, ya no aparece como come solo, empieza a comer solo, no quiere comer con la gente y todo el mundo gana del proceso, ¿no? Pues esas pequeñas cositas en la que en la que realmente piensas hay responsabilidades porque hay cámaras de seguridad, quién ha mandado, quién ha dejado ahí la carta, pero nadie va a pedir eso por una cartita tonta, donde alguien le dice a otro que tiene gas, paso. Realmente es una tontería.
Entonces, bueno, me me gusta mucho esta obra, todavía no la he terminado porque la he cogido hace poco y quiero ver cómo lo resuelven. ¿No? Realmente, porque me da la sensación de que no va a quedar aquí la cosa, de que la empresa tiene que contraatacar nunca, mejor dicho. ¿No?
Está bien, entonces, no del del del espacio de de de conflicto, la oficina también como como un espacio de conflicto. ¿Cómo cómo hemos avanzado de de de un punto así de a la oficina, como representación de del futuro, etcétera? Ah, no, pues le voy a escribir una carta a mi jefe recomendándole NHS. Sí, literal. Pues, mira, justo estaba pensando en esto del espacio, los espacios de de, les dije, el contraataque y y el conflicto y la lucha, a ver, o sea, signo de nuestros tiempos, según la temporada de Severance o o Severance en en general, ¿no?
Este día también de de de estar en pelea contra tu empleador, ¿no? Está la propuesta de Severance para quien no se viva debajo de una roca, ¿no? ¿Ha visto? Bueno, no, tampoco es tan tan tan popular, quizás en en según qué círculos, pero básicamente es este esta empresa que se inventa como un chip, ¿no? Que permite a los trabajadores cuando se lo implantan en desdoblarse.
Entonces, tú cuando entras a un a un a la la oficina realmente, te conviertes en una versión de ti, que cuando sale ya no tiene los mismos recuerdos de cuando estaba trabajando.
Es como dividirlo en dos conciencias diferente, tu conciencia dentro del trabajo y tu conciencia de fuera.
Claro. ¿Qué qué tiene que que ver Severance?
Muchísimo. Con
con todo lo que estamos hablando hoy. Exactamente, es este de que te pones un poco de culo con con con con con tu trabajador, que la oficina ya no es un espacio necesariamente, ni siquiera de de dejémoslo de espacio de bienestar, si es que en algún momento lo fue, pero un espacio de producción o o de normalidad, es como no, no, no es es un espacio casi hostil.
Sí.
Es un espacio difícil, un espacio en en el cual tú tienes que estar Performando con Performando a la defensiva, a Y creo que estamos en este punto, ya es un poco casi post irónico
Ajá.
En el cual hablar de la resistencia contra el trabajo, y además estamos hablando desde el privilegio del trabajo asalariado oficinista, etcétera, pero a fin de cuentas es uno que está muy presente en en en la ciudad dental y es uno del que, pues, también es más representado en en productos culturales, ¿no? Pero ya está este vínculo de no qué rabia da tener que estar en este tipo de contextos y de no rabia porque es insuficiente y porque porque van en tu contra o porque no llega a ni siquiera a cumplir las mínimas expectativas, ¿no?
No, la verdad es que Severance es una serie, mí me ha me ha cambiado la vida completamente y eso que no trabajo en la oficina, pero es increíble. Y creo que, bueno, no sé, yo a lo mejor soy muy optimista, pero sí que sí que puede ser un poco revulsivo cultural, no de uf, uf, las oficinas no pueden seguir siendo estos espacios todavía. Y eso que fíjate precisamente Cedrance estéticamente tiene tiene un estilo un poco también setentero, un poco incluso a la batería.
Es un poco anacrónico, porque tiene como elementos tecnológicos que son contemporáneos y otros que no lo son, y y juega también quizá con este, yo creo que juega con con con este acervo imaginario cultural que tenemos, de que se supone que
es la la oficina. El cubículo.
Exactamente.
Sí, todo esto. Que vi hace poco que el creador del cubículo, él estaba muy espantado en lo que con lo que se había convertido en un cubículo, porque en un gran momento era una propuesta que no es en la que luego se convirtió, era una propuesta de mejora de condiciones en la oficina, donde que cada persona tuviese un poco su espacio, donde cada persona tuviese un pequeño espacio personal, no de alguna forma que se aislara del ruido, pero al final quien realmente lo fue desarrollando después en el contexto de las empresas, de las oficinas, lo fue poco a poco convirtiendo más en este pequeño nido de esos pequeños nidos como concentrados de aislamiento total, ¿no? Entonces, yo no sabía, por ejemplo, eso, que el el creador del cubículo estaba un poco espantado en cómo se había, en qué se había convertido la idea del cubículo.
Que tiene como esta, quizá un punto de unión y también con esto si quieres pues vamos atando pues ideas que que que han aparecido es esta presión sobre el individuo, ¿no? Presión casi por por aniquilar el el individuo, por quizá aniquilarlo es muy fuerte, aunque enseveranza se desesperan ese tipo de cosas y en algunas obras literarias que hemos ido viendo también, pues está esta idea también de hacer desaparecer la propia la la propia individualidad, pero es desdibujarla, es que se es es construirla a partir justamente de de tropos. Si tú puedes ser reducido a un a un tropo literario, oye, pues tienes problemas. Pero también es interesante que en este proceso que es de, pues de persecución o de desdibujamiento de la individualidad, también emerge un una perspectiva colectiva. ¿No?
¿Por qué te sientes conectado cuando lees este tipo de obras o cuando ves un qué idioma de oficina o cuando ves Severance? Ay, porque es una experiencia colectiva también, porque es una serie de puntos colectivos también. Entonces, quizá tú no vas a alzarte en armas y a aquí a declarar la la revolución en contra de tu empresa, pero sí te puedes sentir más apretado por estos pequeños espacios de sabotaje, estos estos deseos también de de ir en contra, ¿no? De de de tu jefe por echar carpa.
Absolutamente.
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Lo hacemos.