Japonesamente 49: Tablillas ema y papelitos omikuji

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Las tablillas de madera ema y los papelitos omikuji son dos amuletos japoneses muy populares en templos y santuarios, porque la ofrenda que haces para conseguirlos no es excesiva (ojo, que técnicamente no lo compras, sino que entregas una ofrenda y a cambio te dan el amuleto :D).

Hablamos en general de amuletos en el Japonesamente 8, pero aquí nos centramos en estos dos y te explicamos para qué sirven, cómo son y cómo se usan.

Y lo más interesante, aunque hay estilos clásicos que son los más frecuentes, ambos amuletos los puedes encontrar con otros formatos (aunque sirvan para lo mismo). Por eso, te contamos algunos santuarios y templos donde las ema o los omikuji son diferentes, por si quieres visitarlos en tu próximo viaje a Japón.

Ah, y hoy mismo, sale a la venta nuestro tercer libro, "Manual para viajar a Japón y no morir en el intento". Nuestro deseo sería, sin duda, que se venda bien :)

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Transcripción

Me gustó mucho, Laura, ese japonesamente que hicimos de los omamori y el ofuda, ¿te acuerdas? Claro, es que con los amuletos japoneses hay mucho que contar. Claro, claro, por eso lo decía, por eso. Vale, entonces, ¿quieres que hablemos de más amuletos japoneses así en profundidad? A ver, te propongo hablar de los EMA y los omikuji, a ver qué te parece. A mí ya sabes que todo lo que tú dices me parece bien que para eso aquí mandas tú.

Me ha gustado eso de que mando yo. Muy bien, ahí queda dicho en público, ahora todo el mundo lo ha escuchado, perfecto, queda clarísimo. Es que tampoco hacía falta ni decirlo ni nada, ya se sabe. Ya se sabe, aunque sea teatrillo, ese teatrillo es real, esto ya se sabe. Esto no es teatrillo. Bueno, hemos hablado ya de los engimono, los amuleteos japoneses en el podcast, esos amuletos tan populares, y hablamos justamente de hoy, quería hablar de dos engimono, dos amuletos

que te puedes quedar si quieres, realmente también pueden funcionar un poco como recuerdo de tu viaje a Japón. Bueno, es lo bueno de muchos de los amuletos, que al final funcionan también como recuerdo, como regalo, cuando no sabes qué comprarte o qué comprar, es algo muy personal, es algo que además tiene mucho que contar, porque no hay nada más impersonal que alguien te pida un regalo de un sitio que visitas y le lleves lo mismo que le llevarías de cualquier

otro destino. A ver, no tiene nada de malo, hay gente que colecciona imanes de nevera, por ejemplo, y va a estar muy feliz con su imán de nevera de Japón. Claro, pero imagínate, pues le das, yo qué sé, una tarjeta de regalo con dinero y ya está. Hombre, pero eso no lo vas a regalar si es de Japón, porque esa persona no va a… Ya, bueno, sí, pero le puedes comprar, no sé, pues te traigo de Japón una cosa como

muy sencilla, muy normal, pues dices, ya que he estado en Japón, te voy a traer un EMA, por ejemplo, o un omikuji, que es algo muy curioso, y encima, como has escuchado este podcast, pues le puedes contar un montón de cosas relacionadas. Vale, venga. Y yo creo que eso aporta un extra a ese regalo. Venga, te lo compro. Como tú has dicho, hablamos de los EMA y los omikuji en este episodio. Uno es para pedir tus deseos a las deidades y el otro es un poco para saber tu futuro,

tu fortuna. Y yo creo que está bien hablar de los dos a la vez, porque comúnmente los veremos juntos, en el mismo lugar, en los templos y santuarios. No está hecho al azar esto de hablar de estos dos, a ver qué os pensabais aquí, que somos unos profesionales. Está todo pensado. Bueno, es que realmente cuando vas a santuarios o templos en Japón, o si veis fotos, por ejemplo, de amuletos, veréis que en muchas ocasiones las tablillas EMA y los papelitos

omikuji, ahora hablaremos más de ellos, se cuelgan en el mismo sitio. Y además es que los hay por todas partes, son hiper populares. Siempre dices papelitos omikuji. ¿No te gusta lo de papelitos? Sí, sí, sí. Lo que pasa es que es una de esas palabras que estoy esperando ahora que salga la palabra vermellón o salsa dulzona o… Pulular. Pulular. Naturaleza espectacular. Bueno, aquí en el diccionario Lau hay unos cuantos términos.

Bueno empezamos hablando de las EMA. Claro. Pues las EMA, que nosotros hablamos normalmente de las tablillas EMA, las EMA son eso, pequeñas tablillas de madera que están decoradas por una cara en la que, justo en la otra cara, puedes escribir tus deseos. Exacto. Y en japonés se escribe EMA, a veces, claro, tendemos a ver el nombre y pensamos en el nombre propio, ¿no? EMA, a mí se me va a veces la M, ¿eh?

Sí, sí, a mí a veces también me pasa, por eso lo digo, que sepáis que es una sola M, EMA. Bueno, de hecho, el dibujo MA es caballo, o sea, literalmente dibujos de caballos, ¿vale? Pero, ¿puedes dibujar alguna otra cosa que no sea un caballo? Normalmente puedes dibujar y escribir lo que tú quieras. Ah, pues perfecto, sí, porque yo te he visto a ti escribir cosas de conciertos de Arash y demás. Claro, y se hicieron realidad, sí que, oye, hay que creer en el poder de las tablillas

EMA, ¿no? Y ¿dónde se...? O sea, una vez que escribes el deseo, ¿dónde lo pones, este? A ver, básicamente cómo funcionan las EMA es que para conseguir que las deidades te hagan caso, ¿no?, esa deidad del templo o el santuario, pues tienes que escribir, como hemos dicho, tu deseo, tu plegaria, lo que sea, en una de las caras de esta tablilla EMA, y luego colgarla en el espacio dedicado del santuario o templo, ¿no?

Siempre tienen como unas hileras, así como unos hilos, no sé cómo decirlo, no me sale ahora la palabra, ¿no? Y ahí justamente vamos a colgar esas EMA. La tablilla se quedará colgada un tiempo ahí, hasta que básicamente cuando no hay mucho más sitio, hace un hueco nuevo, ¿no? El sacerdote, el monje del templo o el santuario, pues agarra todas esas EMA y las queman en un ritual con el deseo de que nuestros todos, nuestros deseos, lleguen a las deidades.

Con lo cual hay que tener cuidado de que pidas un deseo que tarde un tiempo en cumplirse, porque si va a ser muy inmediato y todavía queda mucho sitio para poner, el sacerdote no lo va a quemar y no te va a dar tiempo a que te des suerte. No, porque ya llega a las deidades. El ritual lo único que hace es… Que es broma. Oye, si no por lo que se ha pasado algo en la comunicación tablilla EMA deidad, pues

el ritual este de quema ayuda a que esa comunicación sea fluida y maravillosa. Pero bueno, hay una diferencia no grande con otros enguimonos, otros amuletos, de los que hemos hablado ya, como el Omamori, el Ofuda y demás, porque las EMA son solamente un medio de comunicación. Eso es. Realmente, tú has dicho, hemos hablado del Omamori y el Ofuda. El Omamori y el Ofuda, recordad, el Omamori es esa bolsita pequeñita, normalmente como

de tela, y el Ofuda podía ser de madera o también de papel, realmente contienen el poder de las deidades en su interior. Nos traemos el poder de esas deidades y de ahí tenemos su protección, por decirlo de una manera. Ahora me ha sonado un poco a He-Man, ¿sabes? Ya tengo el poder. Bueno, yo no, a través del Omamori o del Ofuda, tenemos la protección porque contienen el poder de las deidades en su interior.

En cambio, las tablillas EMA, como tú decías, es básicamente eso, lo que hemos dicho antes, es un medio de comunicación para nosotros intentar hablar, mandar nuestros deseos a las deidades. Yo sé que algunos aquí vais a pensar, si yo voy, por ejemplo, a un santuario o, bueno, un templo también, y echo la monedita y me pongo a rezar, ¿no me estoy ya comunicando con las deidades o con la diosa Kano o lo que sea que haya en ese templo?

Es evidente que sí. Pero lo que pasa es que, al final, cuanto más intentes esta comunicación, más posibilidades hay de que se haga realidad y, por qué no decirlo, más posibilidades también de que el templo santuario te saque el dinerete. Ya que, si te parece, mira, como vamos a hablar de dos Engimonos a la vez, hemos hablado un poquito del EMA, hablamos un poquito del Omokuji y luego profundizamos.

Sí, claro, luego profundizamos. Sí, yo creo que eso, ¿no? Presentamos un poquito las tablillas EMA, los papelitos Omikuji, y luego ya profundizamos en cada uno de ellos. Entonces, las EMA las hemos presentado ya, los Omikuji son pequeños papeles, normalmente doblados o enrollados, que podemos adquirir en la gran mayoría de templos y santuarios. Como hemos dicho antes, predicen, de alguna manera, nuestra fortuna, nuestro futuro.

Por su precio, porque son muy baratitos, son probablemente uno de los Engimonos más populares. Bueno, son una especie de lotería divina, una manera totalmente aleatoria de conocer tu futuro, básicamente. Sí, de hecho, el término Omikuji significa justamente esto, voluntad divina impartida al azar. Esto es lo que significa ya realmente el término, con lo cual, pues imaginaros, es que es al azar. Y bueno, como pasa con todo lo que se compra, entre comillas, compra en templos y santuarios…

Las ofrendas que se hacen para conseguir estos… Exacto, el Omikuji no se compra, sino que tú das una ofrenda para conseguir este Omikuji. Normalmente cien yenes. Muy baratitos, muy baratitos, y bueno, normalmente puedes seleccionar al azar el Omikuji que más te apetezca, porque hay unas cajas expuestas al público. En otros lados, por ejemplo, tienes como unos recipientes alargados con forma hexagonal,

que los agitas, extraes una varilla de bambú que tiene un número, y con ese número te indica de qué caja, de una… Sí, como una estantería que hay con unas cajoneras. Exacto, una especie de estantería que tiene cajas con números. Pues entonces abres la caja con el número que te ha salido en esa varilla y extraes un Omikuji y luego lo lees, claro. Es divertido. Como nos estamos liando, porque es que veo que nos estamos liando, vamos a hablar en

profundidad de las tablillas Sema primero y luego de los Omikuji, y ya luego en todo caso volvemos aquí al inicio. Volvemos al inicio, venga. ¿Te parece? Sí, porque nos estamos un poco liando. Yo ya te decía que sí, pero bueno, en fin. Va, pues empezamos hablando de las tablillas Sema y decíamos al inicio, ¿no?, que significa literalmente dibujo de caballo. ¿Y por qué caballos, Laura? Bueno, porque en la tradición sintoísta se creía que los caballos eran los mensajeros

de las deidades. Se pensaba que realmente los Kami se trasladaban siempre a caballo, por eso la imagen de un caballo se comenzó a usar para comunicar, para trasladar nuestros deseos, nuestras peticiones a los Kami. Entonces, en el origen realmente estas tablillas siempre tenían ese dibujito de un caballo. Luego ya esto cambió. De hecho en la antigüedad los japoneses solían donar caballos como ofrendas a los santuarios

para solicitar el favor de las deidades. No eran listos ni nada, los del santuario, el tener en su tradición religiosa que los caballos eran los mensajeros, porque claro, que la gente donase caballos era tremendo. Y lo curioso es que durante el periodo Kamakura la asociación del caballo como mensajero o animal que transportaba a las deidades, también fue aceptada por el budismo. Era una idea totalmente sintoísta y fue aceptada por el budismo.

Curioso o quizás no tanto, porque al final estas dos religiones han funcionado de una manera muy coordinada durante prácticamente casi toda la historia del país. Lo curioso es que tú decías que al principio empezaron siendo representaciones de caballos, pero por ejemplo gente como Hokusai, tan famoso por su sukiyo-e, ya en el periodo Edo empezaron a crear Ema con diferentes estilos. Sí, y de ahí realmente hasta nuestros días, porque en la actualidad tenemos un montón

de diseños diferentes de tablillas Ema, varían un montón según el santuario o templo en el que estemos. Pueden ser hasta de formas diferentes como de diseños diferentes. Tradicionalmente la forma es así como plana y como triangular en la parte superior. ¿Cómo lo decimos? Eso es un rectángulo pero con la parte superior en forma de triángulo. Es un pentágono pero que no es regular. Si imagináis una tablilla rectangular y en la parte de arriba le ponéis un tejadito,

más o menos, pues ya tenéis una Ema. Esa sería la forma tradicional y la forma que encontramos en muchos santuarios y en muchos templos, pero también cada vez más estamos viendo Emas muy diferentes, con forma de gato, de corazón, de flor de cerezo, por ejemplo, de concha, de mar o de cuenquitos como para saque. Al final son formas y luego los propios diseños que van a tener mucha relación con el santuario

o con la deidad del santuario. Puede ser por algo específico de la deidad o por una festividad por la que es muy conocida ese santuario o templo. Los dibujos, lo mismo. Si tradicionalmente solían llevar un caballo, la imagen de un caballo, en la actualidad vemos un montón de diseños diferentes. Normalmente, muchos de ellos son, a lo mejor, el dibujo del salón principal del templo o el santuario, a veces la imagen de la deidad del santuario o del templo.

A veces tienen más de un diseño, aunque todos tradicionales, para que la gente compre más de uno, y a veces incluso tiene cosas más modernas, porque puede haber incluso personajes de anime, Hello Kitty, puede haber de series de televisión tipo Tokusatsu, con estas gentes con armaduras y demás. Hemos visto de Rilakkuma también, hemos visto de todo. Hay diseños para todos los gustos y luego también muchos diseños que son dibujados

porque las hay como en blanco, donde los propios feligreses, por llamarlos de alguna manera, son los que las decoran. Exacto, son los que las decoran. Sí, de hecho, luego podemos hablar quizá, si te parece, de algunos lugares con emas interesantes. Venga, eso sería interesante, para que los japonistas tomen lápiz y papel y apunten. Claro, ahí, lápiz y papel. Pero claro, viendo esto, viendo los diseños diferentes que hay, las formas, los dibujos

diferentes que hay, no nos extraña que a veces muchos turistas, en vez de colgar esa ema en el santuario o en el templo para que las deidades escuchen sus deseos, sus plegarias, pues se la lleven para casa, como recuerdo. Totalmente. Y tampoco es algo que os tiene que hacer sentir mal. Igual que a veces hemos recibido preguntas de ¿pero los japoneses se van a sentir mal si compramos amuletos, como recuerdo, porque nosotros no somos shintoístas, no somos budistas

y demás? No. No se van a sentir mal. Por lo contrario, es una manera de que ese santuario o ese templo salga a flote o se sostenga económicamente, con lo cual si queréis comprar ema para toda la familia y alicatar la casa a base de ema, pues ellos encantadísimos. Pero quedan muy bonitas. La verdad es que tenemos un par aquí en casa y queda muy bonito colgado en la estantería. Y no tenemos más porque al final tienes que tomar una decisión en qué te gastas el dinero,

porque Omamori ya tenemos unos cuantos, Goshuin tenemos también un montón… Demasiados. Llega un momento que dices es que no puedo estar comprando todos los amuletos todas las veces. No. Estoy de acuerdo. Yo creo que vamos a modas, entonces cuando se nos pase un poco la moda, no sé si se me va a pasar algún día, pero si se me pasa la moda de los Omamori, pues a lo mejor me pongo a coleccionar más distintas.

La verdad es que es curioso, porque tú estabas hablando de estos diseños modernos que decías de personajes de anime o de estas series de televisión de tipo tokusatsu y demás, y es de nuevo hacer un poquito la reflexión de lo diferente que se vive la religión en Japón. Porque al final tienes esos objetos que se supone que son un medio para comunicarnos con las deidades y lo tenemos con forma de Hello Kitty o de Rilakkuma o de lo que sea.

Bueno, al final eso, la religión en Japón en muchos casos también entienden que una manera fácil de continuar sobreviviendo es acercarse a lo que vive la gente y a lo que a la gente le interesa y le importa. Entonces, intentar a veces que eso esté muy desconectado de ese día a día, pues te hace perder esa capacidad de vender esas emas y de llegar a esos feligreses. Entonces, yo creo que, bueno, en este caso es positivo.

Oye Luis, ¿y cómo hacemos esto de escribir las tablillas emas? ¿Cuál es el proceso? ¿Qué hay que hacer? Pues quitarle la tapa al polígrafo y escribir, ¿no? Ah, no, tienes que empezar por el principio. ¿Cuál es el principio? A ver, el principio es acercarse a la oficina, a la tienda del templo o el santuario, donde vais a ver que están a la venta todos los amuletos. Es que cuando dices empezar por el principio, digo, hay que talar el árbol para cortar

la madera, no sé. Eso por la parte del templo o santuario. Por la nuestra, el principio es nos vamos a la tienda. Ya sabéis que todos los templos y santuarios, o la gran mayoría de ellos, tienen las tiendecitas y las oficinas donde ponen a la venta un montón de amuletos y artículos varios, ¿no? Entonces ahí podemos escoger la tablilla que nosotros queramos, si tiene diferentes diseños. Perdón, no pagamos.

Pagamos una ofrenda a los señores de la tienda, que entonces, amablemente, después de hacer esta ofrenda, nos van a dar esa tablilla y ya ahí podemos ir. Normalmente hay como unas mesitas, hay bolígrafos, unos rotuladores, a veces, en el propio complejo del templo o santuario, para que podamos escribir en esa tablilla. Y como hemos dicho, normalmente vamos a escribir en la parte en la que no hay dibujo.

Totalmente, y no hay que preocuparse porque los kami, o las deidades budistas, son políglotas, entonces aunque tú no sepas japonés, no pasa nada, porque entienden todos los idiomas. Todo, todo. Así que lo puedes escribir en el idioma que quieras y luego justo lo tienes que colgar en el lugar indicado. Esto es fácilmente reconocible porque es que lo vais a ver enseguida. Sí, porque están todas ahí.

Están todas ahí, pues vais vosotros y colgáis la vuestra y ahí ya, pues bueno, a esperar a que esas deidades escuchen vuestros deseos. Podéis pedir lo que queráis. Es lo que iba a decir, no os preocupéis porque a veces mucha gente, también quizás porque Japón se ve muy distinto, entonces se preocupa por cosas que no son objeto de preocupación. Ya hemos quitado un poco la preocupación de que se van a sentir mal si compramos esto

y no lo llevamos, pero también es que no es un tema de preocupación, podéis pedir lo que os dé la gana. Evidentemente la gente, sobre todo los japoneses que van más a menudo a este tipo de sitios porque viven allí y los tienen cerca, pues piden muchos temas de salud, suerte en negocios o cuando cambian de trabajo, o exámenes. Estudios, pero también temas de embarazos, partos, cosas así también.

Bueno, cualquier cosa que digáis, necesito la ayuda extra de las deidades para conseguir algo. Eso sí, no lo pongáis ahora esto, porque ahora sí que ya no está, las deidades les va a costar. Qué pesado eres Luis, eres muy pesado. Bueno, antes hemos dicho que podríamos mencionar algunos lugares, santuarios o templos que destacan. En cuanto se meten con tus arashi, te pones. Estamos aquí hablando de cosas serias.

Pues eso, que hemos dicho que podríamos mencionar algunos lugares que destacan por tener tablillas EMA diferentes. Quizá diseños diferentes, formas diferentes, no sé, ¿te parece si mencionamos algunos? Pues hombre, yo creo que habría que empezar por Fushiminari, en Kioto, que es uno de los clásicos. Tiene estos túneles de puertas torii que están tan pegados que es un verdadero túnel de toriis. Es un sitio precioso y tiene unas tablillas EMA con forma de zorro, que es el mensajero

de la deidad Inari. De hecho, el visitante es el que tiene que pintar la carita del zorro por un lado y luego escribir su deseo por el otro, con lo cual es maravilloso, es una experiencia fantástica, pero de nuevo… Es una experiencia religiosa. Sí, tan religiosa, pero de nuevo, claro, ves esas tablillas y hay gente que hace unas caritas fantásticas. Yo soy un desastre y solo sabría poner ahí dos ojitos y una boca sonriente, que le quedará

fatal seguro a ese zorro, pero hay gente que sabe hacer barbaridades, unas cosas fantásticas y hace ahí unas caras, los dibujitos de las caras súper, súper chulos, muy guays esas tablillas y es un lugar, como tú decías Luis, que visita casi todo el mundo. Sí, es muy clásico, es un lugar perfecto para una primera visita a Japón o incluso para la segunda o la tercera sin ningún tipo de duda. Sí, repetir.

Luego otro lugar en Kioto bastante popular sería el santuario Yasaka y yo creo que dentro del santuario Yasaka, ya sabéis que si habéis leído el post que tenemos en Japonismo, la guía del santuario Yasaka, hay un montón de pequeños santuarios y pequeños recovecos, pequeños rinconcillos en todo lo que es el complejo del santuario Yasaka, pues uno de estos complejos, uno de estos pequeños santuarios, es el santuario Okuni, que está dedicado

al amor y por ello aquí vamos a encontrar tablillas con forma de corazón para que podamos pedir nuestros deseos amorosos. De hecho, no es el único de los santuarios en Japón que tiene tablillas con forma de corazón, porque en el santuario Jishu, que está dentro del Kiyomizudera, en Kioto también los hay. Hay un montón. En uno de los santuarios que hay cerca de, según subes, al castillo de Inuyama también

hay. Lo que pasa es que menciono este, porque el santuario Yasaka está en pleno centro de Kioto. Es fácil de ir. Exacto. Y el santuario Jishu, que está en el complejo del templo Kiyomizudera, ahora mismo, en cuanto estamos grabando, ahora mismo está cerrado por obras. Totalmente. Y además, para entrar al Kiyomizudera, incluso aunque no estuviera cerrado por obras, hay que pagar. Que sí, que sabemos que es una visita que gusta mucho, pero el santuario Yasaka es de

acceso gratuito. Eso sí. Solo tendrías que pagar la EMA, evidentemente. Pero bueno, espero que estéis con el lápiz y papel, porque seguimos. Que nos vamos de Kioto hasta la capital, hasta Tokio, y allí, en la zona de Kanda, cerca de Akihabara, tenemos el santuario Kanda Myojin, que es un santuario que aparece en el anime Love Live. Y claro, por eso se ha convertido en el santuario de la cultura otaku.

Y aquí se pueden ver un montón de EMA que están decorados con dibujos del anime realizados por los propios visitantes y son una maravilla. Son una pasada. La gente tiene una… Un arte… Bueno, sí. Es increíble. Estás paseando por ahí y vas viendo los dibujitos que ha hecho la gente en las tablillas EMA y de verdad que alucino. Ojalá yo saber dibujar de esa manera, ¿no? Totalmente. Pero bueno, también en Tokio tenemos el santuario Hie, uno de los grandes santuarios de Tokio

y en cambio muy poco visitado por los turistas realmente. Y aquí, en el complejo del santuario, vamos a ver un montón de estatuas e imágenes de monos porque son los mensajeros de la deidad del santuario. Luego hay un pequeño santuario Inari en el que vamos a ver tanto, por un lado, tablillas con forma de mono, porque hemos dicho que son los mensajeros de la deidad del santuario, pero luego como ese pequeño santuario es un santuario Inari, también vamos a ver un

montón de tablillas con forma de puerta tori. Exacto, y son súper chulas y además muy diferentes. Si seguimos en Tokio nos vamos hasta Koenji, que es uno de los barrios más alternativos hacia el oeste, y ahí tenemos el santuario Kisho. Y os vais a sorprender porque la sema de este santuario tiene forma de gueta. Las guetas son el calzado tradicional japonés, este que es una tabla como con dos tablas

por debajo que lo elevan un poquito por encima del suelo. A veces cuesta escribir, pero sí, la sandalia tradicional japonesa, vamos. Pero ahí de madera, ¿no? El santuario está dedicado al clima, entonces veremos en esas guetas los deseos de mucha gente que pide buen tiempo, veremos que hay mucha gente que dibuja un pequeño teru teru bozu también en su deseo, pues yo qué sé, hay una, por ejemplo, una excursión escolar,

nos vamos de viaje y queremos que haga buen tiempo, pues nos vamos al santuario Kisho y ahí pedimos a las deidades que haga sol, que haga buen tiempo, cosas así. Exacto. Siguiendo en Tokio, por ejemplo, podemos irnos hasta el santuario Tamagawa Sengen, que está en las márgenes del río Tama, y en este santuario está consagrada una deidad dedicada a la felicidad familiar, los partos seguros y fáciles, y por eso las semas de aquí están

relacionadas con el embarazo y con el parto. ¿Cómo se llama la deidad, Luis? Venga, ánimo. Konohanasakuya Hime. Muy bien. O sea, la princesa Konohanasakuya. Konohayasakuya Hime, sí señor. Bueno, te he intentado pillar, pero no te he podido pillar, ¿eh? Ya sabía yo, que tienes mala leche. Otras tablillas chulas… Eso me pasa por meterme con aras. Exacto. Otras tablillas chulas son las del santuario Dazaifutenmangu, ya a las afueras de la ciudad

de Fukuoka, en la zona de Dazaifu. Aquí hay tablillas de muchísimas formas diferentes. Tenemos las tradicionales, esas que decíamos como el rectángulo con el techado, el triangulito por encima, pero también vais a ver varias semas con forma de calabaza japonesa. Claro, ¿y cómo se escribe aquí el deseo, Laura, en una calabaza? Pues es muy fácil, porque tienes que escribir tus deseos en una hojita, en una hoja de papel,

que viene ya junto con la calabaza, la vas a enrollar, esa hojita de papel, y la vas a meter dentro de esa calabaza japonesa antes de colgar justamente todo en el santuario. ¡Oh, qué interesante! Es chulo, es muy guay. Sí, sí. Luego, por ejemplo, si nos vamos hasta Shikoku, en la isla de Shodoshima, que es muy conocida por sus aceites de oliva y otras cosas, tenemos en Angel Road uno de los enclaves más románticos

que hay. Es una lengua de arena que se puede cruzar un par de veces al día nada más, y tienen un pequeño santuario donde tienen emas con forma de corazón o con forma de concha, que se supone que te ayudan a mantener a tu amado cerca. Claro, porque primero, forma de corazón, decíamos, ese Angel Road es uno de los sitios más románticos que hay en Shodoshima. Se supone que la pareja que anda toda esa lengua de arena de la mano junta, pues van

a estar juntos toda la vida, ¿no? Nosotros caminamos por ahí, pero no íbamos de la mano, porque yo estaba con las cámaras. Exacto. Entonces, ¿vamos a estar juntos o no? O solo a medias. Tú con tu cámara, seguro. Y luego, claro, la forma de concha, al final, las conchas, evidentemente, son dos que están siempre juntitas. En un reloj. Sí, dos en un reloj. Entonces, por eso, mantener tu amado, tu persona amada cerca.

Qué bonito. ¿Te parece si dejamos las tablillas, Emma, y nos vamos a los omikuji? Sí. A ver, ¿qué me vas a contar de los papelitos omikuji? Bueno, hemos dicho, los omikuji, recordad, son unos papeles, normalmente doblados o enrollados, que además los encontraréis en, yo creo, casi todos los templos y santuarios japoneses, que nos van a predecir la fortuna, el futuro. Y recordad que decíamos que la traducción del término omikuji realmente significa voluntad

divina impartida al azar, es decir, que es totalmente aleatorio. Pero una pregunta, ¿cuánto dura la predicción, sabes? No, no, yo creo que de eso no hay información. Tú consigues un omikuji y entonces ahí tienes la predicción. Claro, y es al azar, porque las deidades han tenido a bien darte esa suerte. Se me suena como muy Bajorano, ¿no?, el de los profetas y tal, de Star Trek. Madre mía, tú luego dices de mí, Laura, y los crossovers.

Yo creo que en cuanto adquieres un nuevo omikuji, se restartea. Se resetea la suerte. Se resetea, eso es. Y ya está, no pasa nada. Pues si yo fuera una deidad, yo digo, les voy a dar mala suerte a todos estos para que sigan comprando omikuji, ¿sabes? Bueno, como recordad, hemos dicho, la manera de adquirir estos omikuji puede variar un poquito de templo de santuario a templo santuario. Como decías tú, a veces tenemos ese recipiente alargado y así hexagonal con las varitas

con un número, entonces vas a un cajoncito y agarras un papelito de ese número, a veces pones la mano directamente en una caja y mezclas y pum, sacas un papelito. Al final da igual, la idea es que siempre nos vamos a encontrar ese papelito enrollado o doblado y para los japoneses… Y lo tienes que abrir para leer cuál es tu suerte, porque no lo sabes. Y esto es como muy así waku waku, ¿no? De qué emoción, qué emoción, pues estoy aquí abriendo a ver qué van a apreciar.

Eso del waku waku, qué emoción, que no lo has explicado. Eso lo contamos en un Japón a fondo, diría yo. Eso está contado, lo de… Diría que sí. Lo contamos en un Japón a fondo. Si no está contado, lo mencionáis, por favor, en comentarios o en Discord y lo contamos en el próximo Japón a fondo. Vale. Lo dejamos ahí. Pero es eso, es muy emocionante ver qué predicciones hay. Y claro, tú abres ese papel y ¿qué te encuentras, Luis?

Pues te encuentras la predicción, la predicción general, que tienes unas letras, unos kanji en grande, la parte superior o central del papel, y luego tienes algunas predicciones de aspectos específicos relacionados con tu vida. Entonces, la predicción, por ejemplo, el mejor de los casos, vais a tener dos kanjis que se leerán daikichi, que significará que vais a tener excelente buena suerte. Esto es lo más de lo más.

Sí, porque el primer kanji sería el de grande y el otro el de buena suerte, entonces es como la gran buena suerte. Exacto. Luego tendrías el chukichi, que es buena suerte moderada o media. Media. Luego el shokichi, que es… Pequeña. Pequeña suerte, pero poquita. Luego tienes el kichi. Suerte. Luego tienes el hankichi. Han viene de mitad, de medio, con lo cual no tienes suerte, no es toda la suerte, solo

tienes la mitad de esa suerte. Media suerte. Luego tienes suekichi, que es peculiar. Sí, porque el primer kanji es el de futuro, que va a venir. Entonces dices, bueno, ahora mismo, ahora mismo no, pero bueno, va a venir. Una suerte futura va a llegar. Luego tienes el sue-sho-kichi. Claro que ahí tenemos el de futuro, el de pequeño y el de suerte, con lo cual pequeña suerte futura. Que en esto es curioso, porque tienes la suerte futura y la pequeña suerte futura, pero no

tienes la excelente suerte futura, ¿sabes? No, eso ya sería media suerte. Y estos, dentro de lo que cabe, son los positivos. Luego seguiríamos con kyo. Mala suerte. Continuaríamos con sho-kyo. Que sería el kanji de pequeño y este de kyo de mala suerte, con lo cual pequeña mala suerte. Que es peor que mala suerte. Sí, claro. Luego tendríamos han-kyo. Sí, porque claro, kyo es mala suerte en plan normal, estándar, ¿no?

Y luego ya vamos haciendo, de aquí vamos bajando y cada vez peor, ¿no? Entonces han-kyo, hemos dicho el han es mitad, medio, con lo cual es media mala suerte. Luego tendríamos sue-kyo. Que es mala suerte futura, este sue es el de futuro. Y ya, si os sale este, pues yo creo que os podéis tirar al río el dai-kyo. Que es la gran mala suerte. Que vaya telas y te sale la gran mala suerte. Luego tenéis todos esos kanjis en la web, en el post de omikuji.

En japonismo.com buscáis omikuji y veis los kanji para que los sepáis interpretar. Exacto. Si hacéis una ofrenda para conseguir un omikuji, podéis comprobar esos kanjis, cuáles son, en nuestra web fácilmente. Y además, luego, como tú has dicho, por abajo, esto vendría arriba, lo más grande, pero luego vamos a ver un montón de predicciones de otros aspectos, como tú decías, de la vida personal.

Sí, es casi como si fuera un horóscopo, porque te hablan, por ejemplo, de temas del hogar, de personas, si estás buscando amor, viajes, negocios, estudios, un montón de cosas. De un montón de cosas. Entonces, vais a ver siempre a los japoneses, normalmente en grupos, comparando la suerte. Mira, me dice que voy a encontrar una persona amada o que tengo buena suerte en los negocios o en los estudios o cosas así.

Es curioso porque en el pasado mucha gente usaba realmente los omikuji como una especie de guía para tomar decisiones. Igual que tradicionalmente en Japón se han utilizado ciertas guías religiosas como días favorables y demás, pues también al final se tomaban estas predicciones de esta suerte al azar de las deidades como una manera de guiarnos acerca de decisiones importantes que había que tomar en la vida.

Evidentemente esto ya ha pasado un poco de moda y hoy en día los omikuji se compran más o se paga la ofrenda más que nada por la tradición, porque se lleva haciendo así de siempre. Y porque es divertido. Y sobre todo porque es divertido por lo que tú has dicho. Cuando vas además en grupo, pues la gente se divierte un poco mirando. Mira tú, te va a pillar un coche. Hombre no, yo estaba pensando, mira, vas a conocer a alguien, pone que vas a tener suerte

en el amor. Sí, sí, pero tú imagínate que vas con tu mujer y te sale, vas a conocer a alguien. Eso te debería salir entonces gran mala suerte. Porque que te salga eso y que lo mire tu mujer… Lo estás complicando mucho Luis. Creo que ya hemos mencionado en alguna ocasión la pasión que los japoneses tienen por todo el tema del uranai. Estas prácticas un poco de leer la mano… Creo que lo mencionábamos en el episodio del podcast en el que hablábamos la segunda

parte de las curiosidades. Ah, puede ser. Exacto, sí. Me suena que es ahí. Entonces, bueno, al final los omikuji forman parte un poquito de esto también, de esta pasión que sienten por saber del futuro, tener predicciones de su futuro. Pero ¿qué hacemos con el omikuji, Laura? Porque sabemos que con la ema tú escribes tu deseo, lo cuelgas en un espacio que está claramente habilitado para ello y ese mensaje, ese deseo llega a las deidades.

Pero ¿qué pasa con el omikuji, sobre todo cuando predice que es mala suerte? Pues la creencia popular dice que si te sale un omikuji con mala suerte, como tú dices, debes colgarlo, debes atarlo a las ramas de un pino, que normalmente está ubicado en el templo o santuario, porque de esta manera la mala suerte que te ha salido en ese omikuji se quedará atrapada o como esperando, porque ahí hay un juego de palabras, en ese árbol,

en el pino. Y entonces los dioses, las deidades, se la llevarán. Pino en japonés es matsu y se dice igual, aunque se escribe con cañes diferentes, claro, se dice igual que el verbo esperar. Exacto. Entonces al anudar ese omikuji en el pino, lo que estamos haciendo es, estamos esperando que las deidades se lleven esa mala suerte. Y claro, los omikuji tradicionales, que son papeles que van doblados varias veces, se

atan relativamente fácilmente porque al final quedan alargados, entonces simplemente haces un lacito con el omikuji cerrado, no abierto, evidentemente. Pero bueno, yo de todas maneras he visto mucho más que pinos últimamente. Sí, sí, sí. La tradición es el pino, por hacer este juego de palabras de matsu pino y matsu esperar. Pero ya en la actualidad, la gran mayoría de templos y santuarios tienen los mismos

espacios que usamos normalmente para la sema, muchos casos también van a ser para los omikujis. Más que nada porque son tan populares y la ofrenda es tan barata que no hay pinos suficientes. De hecho es que hasta si te sale muy buena suerte, tienes dos opciones, o bien te lo guardas y lo llevas por ejemplo en el monedero, lo llevas encima para que esa predicción se cumpla, o también cada vez está más de moda dejar de nuevo atado ese omikuji en

el templo o el santuario como para agradecer a las deidades y que tenga un mayor efecto esa buena suerte que te ha salido. Qué interesante. Pero lo que tú decías, 100 yenes, relativamente baratito, muchísima gente, es una tradición que yo creo que todos los japoneses cuando entran a un templo o santuario se compran el omikuji para ver qué dicen, la fortuna. Entonces hay mucho, vamos a atar, va a haber muchos, por eso ya no solo pinos sino que

tenemos esos espacios ya específicos. Interesante. Y bueno, hablando de, para hacer un poco una semejanza a lo que hemos hecho con la sema, que hablábamos de que a veces las semanas ya no tenían solamente dibujos de caballo, los omikuji también hay varios tipos, no solamente son estos papeles plegados que tú despliegas y entonces ves cuál es tu suerte o cuál es tu mala suerte, sino que hay demás

tipos. Sí, el resultado final siempre es el mismo, de conocer nuestro futuro, nuestra fortuna, pero nosotros a lo largo de nuestros distintos viajes a Japón hemos visto un montón de omikuji diferentes, por ejemplo, vamos a hacer así un poco, a ver, memoria. Exacto, para que apuntéis también santuarios interesantes donde poder tener omikujis curiosones. Mira, por ejemplo, hemos visto omikuji con forma de abanico, de abanico tradicional,

ese sensu, el abanico tradicional japonés, nosotros lo hemos visto en dos lugares, en el santuario Josankei, a las afueras de la ciudad de Sapporo, en la isla de Hokkaido, y luego lo hemos visto en el templo Chionji, que está en Amanohashidate, que es una excursión de día que recomendamos en la web desde Kioto. Y fijaros, por un lado es un santuario y por otro lado es un templo, porque nos da igual,

en este caso lo vais a encontrar en ambos lugares. Y es bonito además, porque recuerdo el templo Chionji, que en este caso los terrenos del templo sí que estaban llenos de pinos y todos estos abanicos se colgaban de las ramas del pino. Súper bonito. Luego, un omikuji muy interesante que recuerdo, que a mí me gustó muchísimo, fue en el santuario de Kibune, en las montañas al norte de Kioto, y es que este omikuji, cuando tú lo adquieres,

cuando haces la ofrenda para conseguirlo, está en blanco, no hay nada. Está en blanco y dices, aquí me han timado, vale que ha sido barato, pero me han timado. No tengo suerte, ni bueno ni malo. Y es que curiosamente justo al lado hay una especie de pileta de agua, y es que los tienes que colocar abiertos ahí, y en contacto con el agua se revela esos kanjis en el que revela la fortuna. Exacto. Entonces ya agarras el papel, lo sacas del agua y ya puedes leer tu fortuna, pero si

no está en blanco. Nos pareció muy curioso. Súper chulo, la verdad, muy chulo. Bueno, luego, por ejemplo, en el templo Chusonji, en Hiraizumi, había omikuji con regalito. No me acuerdo de esto. Sí, sí, sí, tú metías la mano y tenías además un regalito. Sí, sí, que a mí me salió, es verdad, ya no recuerdo, era un saquito de tela tradicional con un cascabelito y un animalito, no recuerdo exactamente qué es, es verdad, estos son

bastante populares también. Y luego tengo uno aquí, justo al lado del escritorio, lo estoy viendo ahora, que es el santuario Yasukuni, en pleno centro de Tokio, que estaba doblado de una forma tradicional, muy bonita, y luego un estampado de sakuras, de flores de cerezo, porque fuimos justo en época de floración de los cerezos. Qué interesante. Bueno, decíamos, Luis, que yo creo que todos los japoneses cuando van a un templo o un

santuario hacen la ofrenda para ese omikuji, pero la locura del Hatsumode, que los templos y santuarios tienen que colocar espacios adicionales, espacios extra, para que los feligreses, los visitantes, anuden estos omikujis, eso es impresionante. Exacto. Para los que no os acordáis, porque a veces el problema de hacer podcast hablando específicamente de Japón es que hay mucho vocabulario específico, intentamos que sea fácil y que todo el mundo

lo entienda todo, pero es que a veces no hay manera. El Hatsumode es la primera visita al santuario o templo que se hace en año nuevo, en los primeros días del año, porque el día 2 de enero, por ejemplo, también, si es la primera vez… Entre el 1 y el 3 es lo tradicional, luego depende de cómo caiga año nuevo, puede ser hasta el primer fin de semana. El caso es que en estos días de año nuevo, los santuarios y los templos se llenan de

gente a un nivel nunca visto, y claro, si la gente normalmente, los japoneses, ya compran los omikujis o los consiguen con la ofrenda, porque son muy baratitos y es una tradición fabulosa, imaginaos cuando acuden por decenas o incluso cientos de miles. Millones y todo, en estos santuarios y templos los más famosos reciben millones de visitantes en pocos días. O decenas de millones. Tanto no. Tanto no te pases.

No sé, hay apuestos aquí. No, hombre, hay. Normalmente no. Los más famosos unos 3 millones pueden visitar en pocos días. Entonces es que hemos llegado a ver carpas específicas para conseguir esos omikujis, para anudar esos omikujis… Es una auténtica locura. Es una barbaridad, sí. Y claro, me diréis ya, Laura, Luis, esto de los omikujis está muy guay, vale, podemos mirar un poquito en la web, comparar los kanjis y ver qué significa, si tenemos buena suerte,

suerte media, suerte pequeña, lo que sea, pero están en japonés, ¿no? Están en japonés si es que encima tradicionalmente no están ni siquiera escritos en japonés estándar porque se basan en los 100 poemas chinos escritos por el monje budista Tendai. Entonces el lenguaje que utilizan los omikujis suele ser un lenguaje un poco poético que cuesta un poquito más de entender. De hecho cuesta hasta para los propios japoneses y por eso cada vez más templos y santuarios

tienen omikuji ya escritos en japonés estándar, digamos comprensible, por decirlo de una manera. Exacto. En lugar de decirte una gran mala suerte te dicen la cosa está muy malita. La cosa está muy malita, exactamente. Y luego en algunos templos y santuarios así más turísticos también los tienes en otros idiomas, en inglés los hemos visto, en chino también, en coreano también, ¿no? Y hasta de hecho en la última excursión que hicimos en Tokio fuimos a una zona nada

turística y en cambio tenían omikujis, tenían una maquinita en este caso era, una maquinita de omikuji. Es que flipas, una maquinita de omikuji. Bueno yo esto lo dije, lo comenté en redes sociales, tú imagínate que visitas el templo y lo que es la tienda, porque claro las tiendas cierran, ¿no? En el horario comercial, la tienda del templo pues cierra a las cinco, cinco y media, lo que sea. Y tú tienes la necesidad imperiosa de saber tu fortuna, tú necesitas tu omikuji a las

tres de la madrugada. Es una visión comercial tremenda. Pues colocas una maquinita en vez de tu calpis, pues te compras el omikuji y así puedes ver la fortuna a las tres de la madrugada, a las cinco de la madrugada, a la hora que sea. Pues a mí me parece una ideaza que no me extrañaría que lo empecemos a ver en más lugares sobre todo teniendo en cuenta que el turismo está volviendo a Japón en, bueno, pues en números

más o menos importantes, sobre todo ahora que ya se puede volver a ir otra vez exactamente igual que se iba antes de la locura de la pandemia. Me ha gustado cómo has metido ahí un japonismo mini a pesar de que esto es japonesamente. Sí, sí, sí, bueno, pero tenía sentido con el tema de los omikuji y con el tema de los ema y cualquier otro ngimon o al final cualquier otro amuleto con los que los templos

y santuarios consiguen financiación pues para, bueno, pues para pagar esos o los sueldos a los sacerdotes o monjes, para pagar reparaciones, para pagar, bueno, cualquier cosa que haga que ese templo y ese santuario sigan en pie y sigan adelante. Te tomo el relevo y voy a decir que si estuviéramos en Japón, yo ahora mismo escribiría en una tablilla ema, segurísimo, pediría que, por favor, toda la gente de Málaga el próximo

sábado, el sábado 6, justo de mayo, a la una de la tarde, entre una y dos de la tarde, se acerquen a la caseta de la FNAC en la Feria del Libro de Málaga. Bueno, claro, porque firmamos, bueno, cualquiera de nuestros dos primeros libros, si los traéis, pero sobre todo nuestro tercer libro. Que sale hoy. Es que sale hoy mismo. Sale hoy. Así que yo escribiría... Esto no es Japón a fondo, pero hay que mencionarlo claramente.

Yo escribiría en la ema, por favor, que todos los japonistas de Málaga y alrededores vengan a saludarnos el sábado a la una, entre una y dos de la tarde, en la caseta de la FNAC, en la Feria del Libro y en la plaza de la Marina. Yo escribiría que todos los japonistas, estén donde estén, pues se compren este tercer libro manual para viajar a Japón y no morir en el intento. Y luego iríamos al templo santuario a adquirir un omikuji para ver si tenemos buena fortuna,

buena suerte y todo. Exacto. Tanto la venta del libro como las firmas, por ejemplo, empezamos este sábado aquí en Málaga, pues que vayan bien. Que sean exitosas. Yo creo que sí, yo creo que sí, tenemos muchas ganas. Por cierto, si todo va bien y hemos recibido o no, tenemos los libros en casa, igual lo podemos enseñar en el directo de mañana. Estamos esperando. Estamos esperando. Sabemos por japonistas que nos han enseñado los mensajes que los han comprado en tiendas

online que les han confirmado que lo van a recibir mañana, que lo van a recibir hoy mismo, quiero decir. Exacto. Nosotros también los vamos a recibir, yo espero que sea hoy mismo, porque así mañana os lo podemos enseñar en el directo de YouTube. Ojalá. Así que nada, tenéis un montón de información, podéis ver fotos, un montón de información más en la web, podéis ver fotos de todas estas tablillas, Emma, de formas diferentes

o todos estos omikuji especiales de los que os hemos hablado, todo esto está en la web si necesitáis esa ayuda un poco visual. Es que a lo mejor, como solemos hacer normalmente, podrías añadir algunas fotos en las redes sociales, justo no, para complementar este episodio de Japonesamente, ¿qué te parece? Perfecto. Me parece genial. Así que nada, nos vemos en el próximo episodio de Japonesamente. ¡Chau!

¡Chau! ¡Chau! ¡Chau! ¡Chau! ¡Chau! ¡Chau!

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