Kawagoe o "la pequeña Edo", genial excursión de día desde Tokio

00:00 /1h03

Desde Tokio, una genial excursión de día que te proponemos es Kawagoe, a una media hora en tren. Conocida como "la pequeña Edo", por su casco histórico repleto de edficios históricos perfectamente conservados (y que ahora son galerías de arte, tiendas de artesanía, cafeterías y más), Kawagoe tiene suficientes lugares de interés como para pasar todo el día allí.

En este episodio de Japón a fondo te contamos los principales, incluyendo bonitos templos y santuarios, callejones curiosos como el callejón de los dulces, la famosa torre de la campana y hasta otros lugares menos frecuentados por los turistas.

Luego, en Japonismo mini, empezamos por los comentarios y todo el cariño recibido de los japonistas ante nuestro episodio anterior (gracias). Seguimos con la palabra japonesa, que en este caso es yokocho y finalizamos con una sorpresa que igual ya no es tan sorpresa...

¡Publicamos nuestro tercer libro! De momento está en preventa (sale a la venta a principios de mayo). Su título, "Manual para viajar a Japón y no morir en el intento". Una guía donde damos respuesta a todas esas dudas que te estresan ante la preparación de un viaje a Japón. Y encima a un precio muy, muy ajustado (si ves otras guías, compara y verás la diferencia).

Mata ne!

¿Quieres colaborar con el programa?

----

Continúa la conversación en:

Transcripción

Ahora que ya se puede volver a viajar a Japón, mucha gente nos está preguntando por ideas para hacer excursiones de día desde Tokio. Algo tenemos que hacer, Laura. ¡Zafarrancho de combate! Ahí estamos. Vamos a preparar un episodio sobre una excursión de día genial que seguro que os gusta a todos. Cuenta, cuenta, porque a mí no me has dicho nada. Pues si te hablo de la pequeña Edo, seguro que sabes a qué me refiero, ¿no?

Hombre, Kaguagoe, no podía ser otra cosa. Esa me parece una idea de episodio fabulosa. Me ha gustado mucho, Laura, que hayas propuesto Kaguagoe, porque cuando yo decía lo de una excursión de día que merezca la pena, que tenga muchas cosas que ver y todo esto, no tenía muy claro en qué pensar, y creo que va a gustar. Bueno, hemos hecho ya algunas. Entonces, bueno, pues es un poco Kaguagoe, al final. Es que yo creo que no es tan conocida, uy, cómo estoy,

no es tan conocida entre quizá los hispanohablantes, y creo que merece mucho la pena. Es una pequeña localidad, tiene un centro histórico súper cuco, muy, muy bonita, y encima está a media hora en tren de Tokio. Bueno, el problema de todas maneras de decir esto de a media hora en tren de Tokio es que, claro, Tokio es muy grande. Entonces, está a media hora en tren desde el punto en el que sale el tren hacia Kaguagoe.

Si tu hotel o lo que sea está en el otro extremo de Tokio, hay que sumar ese tiempo también. Bueno, pero así es la vida, hijo. Esto ya forma parte del estar en Tokio. Exacto, esto forma parte del equipaje Tokioíta. Pero bueno, en el teatrillo, de inicio, hemos dicho La Pequeña Edo, y es que ese es el apodo típico de Kaguagoe. O sea, que no es al azar.

No es al azar, ¿no? Y es porque eso es su centro histórico, está lleno de edificios del periodo Edo que están súper bien conservados, la verdad, y que la gran mayoría de ellos están en uso actualmente. Bueno, como ha ocurrido en muchas otras zonas de Japón, todas estas casas se han restaurado, se usan como tiendas, restaurantes, lo que sea. Lo bonito es que están todas juntas en una zona que es muy paseable y bastante contenida.

Más o menos compacta, aunque nuestra excursión... La verdad es que nosotros, al final, anduvimos muchísimo. También porque una vez que te sales de esa zona de casas del periodo Edo, resulta que en Kaguagoe también hay más cosas de interés. Y las quieres ver, lo quieres añadir, y entonces, al final, es un buen paseo, pero es una buena excursión, te ocupa realmente todo el día, y la puedes disfrutar muchísimo,

porque además te permite conocer mucho más de la historia japonesa, conocer, como tú decías, además, meterte en preciosos santuarios y templos más allá de estos edificios del periodo Edo. Es que eso es lo chulo, porque yo creo que incluso, tú decías, no es tan conocida entre los viajeros hispanohablantes que estoy de acuerdo. Es decir, la gran mayoría de gente que hay en Kaguagoe, al menos hasta hace tres años,

era mucho asiático. Exacto, pero incluso los que hay en Kaguagoe suelen irse casi todos hacia la zona esta de casas del periodo Edo. Entonces, en el momento en el que te sales un poquito de lo establecido, descubres otra parte de Kaguagoe que, para mí, es también muy interesante y que ya está mucho menos llena. Lo que pasa es que, a ver, los edificios estos antiguos, muchos son casas y almacenes del periodo Edo,

luego hay unas callejuelas estrechas, todo esto realmente te permite, a mí me encanta esta expresión, ya lo sabes, viajar en el tiempo. Madre mía, no lo has dicho veces ni nada. Ya sé, Luis, siempre cuando estoy escribiendo para Japonismo siempre me dicen, ya está, ya has usado el viajar en el tiempo o edificios de antaño. Sí, lo del antaño, o sea, le pillaste aquí el gustirrinín a escribir lo de antaño y ahora mismo yo,

cuando acabemos el podcast, me voy a meter en japonismo, voy a hacer una búsqueda antaño, a ver cuántas veces hace. Me voy a poner roja. Pero es que la verdad es que pasear por, especialmente, ese centro de la ciudad, que está tan bien conservado, te permite, básicamente, sentir cómo era un poco el Japón Tokugawa, el Japón del periodo Edo. Pero claro, no solo el periodo Edo, porque en Kawagoe también hay edificios muy bonitos

del periodo Meiji, que es uno de nuestros favoritos, y que muestran, además, cómo Japón se modernizó y se abrió al mundo tras siglos de cerrazón. Además, Kawagoe era una ciudad importante porque desde aquí se distribuían muchas mercancías que se necesitaban en la antigua Edo, que hoy es Tokio, y por eso fue una ciudad de importancia comercial y estratégica que tuvo una relación muy estrecha con Edo.

Y por eso, esa fue la razón por la que el Shogun tuvo a varios de sus hombres más leales en el castillo de Kawagoe. El castillo de Kawagoe, que también os vamos a proponer para visitar. Exacto, aunque tampoco os emocionéis cuando hablamos de castillo de Kawagoe. No es un castillo...

No tiene su tenshu, su torre principal. No queda nada, ¿no? Una ruina solo. Sí, hombre, vimos un poquito, porque queda parte del palacio. Ah, vale, eso era parte del castillo también. Sí, sí. Entonces, bueno, hay mucho que ver y hacer en Kawagoe. Y a lo mejor, algunos de vosotros, a lo mejor habéis estado ya en Kawagoe... Pero a lo mejor no lo habéis visto todo. Exactamente, a lo mejor sorprendemos con ahí alguna cosilla. Nosotros hicimos un recorrido más o menos a pie,

circular, más o menos iba a decir, ¿no? Circular a pie. Salimos de la estación de Kawagoe y volvimos andando a la estación de Kawagoe. Y así no te gastas en autobuses. Bueno, quieras o no, pues mira, sí. De todas maneras, se puede adaptar, claro, porque hay más estaciones en Kawagoe de tren, ¿no? Tienes la estación de Honkawagoe o Kawagoeshi. Entonces, están todas muy cerca entre sí, así que las podéis utilizar como estación de inicio o de final

en función de cuánto queráis andar o no. Nosotros sí que es verdad que llegamos y salimos por la misma estación. Sí, hicimos eso, lo que os decía. Al final fueron unos ocho kilómetros, que dices, bueno, tampoco es tantísimo. No es tantísimo, pero cuando llevas el tute de ya un viaje largo... En nuestro caso fue en verano, que hace calor. Llevábamos mochilas con equipo fotográfico. Es decir, tened en cuenta también lo cargados o no.

Que vais o no cuando vayáis a Kawagoe o a cualquier otra excursión y el momento del año en el que estáis también para decidir cuánto queréis hacer de la excursión. Exactamente. Nosotros íbamos con Eric, lo anduvimos todos. Hay tiempo para tomar un dulcecito, porque hay varias pastelerías tradicionales. Hicimos comida allí. Exacto.

Luego hay tiendas de kimonos, tiendas de artesanías. Hasta hay sitios para hacer una cata de sake, me refiero. Hay tiempo para todo. En esos ocho kilómetros no es en plan senderismo por la montaña, de tún, tún, tún, sin parar, sino que realmente te permite ver y disfrutar muchísimo de Kawagoe. Yo creo que podríamos empezar con este itinerario. Yo creo que podríamos hablar de sitios que sean interesantes en tres grandes zonas. Porque tienes, por ejemplo, los alrededores de la estación,

la zona sur de Kawagoe y demás. Luego tienes la zona central de Kawagoe, que es donde están los almacenes y estas casas tradicionales y muchas de estas cosas que tú has dicho. Kurazukurino Machinami se llama. ¿Qué te pasa la boca? Lo vais a ver así en todos los mapas. Kurazukurino Machinami.

Eso es. Y luego está la antigua zona, la zona del antiguo castillo de Kawagoe, perdón, donde además hay muchos otros lugares de interés, pero que ya están un poquito más retirados de lo que se suele ver y recomendar en la mayoría de sitios. Pero claro, nosotros en japonismo nos gusta recomendar absolutamente lo típico y lo menos típico. Y lo menos típico, todo al final, para hacer una excursión completa,

para disfrutar de Kawagoe de una manera completa. Y que cada uno de los que nos escucha, cada uno de los japonistas, haga una excursión que sea muy personal. Eso es. Nosotros llegamos a la estación de Honkawagoe. Yo creo que la gran mayoría de gente probablemente vais a llegar ahí. Sí, porque está conectada desde Shinjuku y es uno de... Ikebukuro, ¿no era? Ah, no, perdona. Ikebukuro era...

Llegaban a Kawagoe o Kawagoeshi. Exacto. Hay varias maneras de llegar a Kawagoe. Desde Ikebukuro es con Tobu. Eso es. Desde Shinjuku es con Seibu. Seibu, eso es. Ambas son líneas de trenes que no están incluidas en el JR Pass porque son de otras empresas que no son el grupo Japan Rail. Me estaba haciendo ahora aquí un pequeño lío porque hay varias maneras de llegar a Kawagoe.

Si nos da tiempo, luego lo repasamos. Quizás al final lo repasamos. Si no, ya sabéis que tenéis los mapas y todo en la web, en japonismo.com. Siempre tenéis todos los mapas que podéis usar fácilmente durante vuestro viaje justamente para ver cómo llegar, cómo moverse. Aunque estáis preparando el viaje a Japón a fondo y con japonesa mente, y nos encanta, hay veces que un buscador, por ejemplo, te funciona mucho mejor en nuestra web, japonismo.com,

porque puedes buscar exactamente lo que quieres, mientras que a veces buscar dentro del podcast y dices que sé que fue más o menos al principio que lo hablaron o al final. O sea, que echad un vistazo, si tenéis alguna duda más específica, al artículo que tenemos en japonismo.com sobre Kawagoe. De todas maneras, todas las estaciones, como hemos dicho antes, están relativamente cerca las unas de las otras.

Y justamente por aquí, muy cerquita, ya empezamos a encontrar unas primeras calles comerciales. Se han aglutinado todas bajo el nombre de Crea Mall, creo que era. Y están eso llenas de negocios, de tiendas, un poco que se han unido bajo ese nombre para obtener más visitantes, tener más ventas.

Es la típica calle comercial japonesa. Sí, lo que pasa es que en este caso sorprende, porque es una calle comercial, pero seguro que conocéis, porque además lo mencionamos en los episodios sobre curiosidades... Y en nuestro segundo libro, Japón en imágenes. Exacto, Shotengai. Pero claro, Shotengai son cubiertas, y esta no está cubierta, pero es una calle comercial. Es una típica calle comercial. Y aquí recomendamos parar en un complejo muy interesante

que se llama Koedo Kurari, que es un conjunto de tres bodegas que se encuentran en los edificios de una antigua bodega de 1875. Y lo bueno es que aquí se puede comprar sake de más de 30 bodegas diferentes de la prefectura de Saitama, que es la prefectura donde está Kawagoe, o podéis disfrutar de la cata de sakes que mencionábamos antes. Entonces, es una maravilla para empezar el día. Para empezar el día, sí, a base de sakes, a lo mejor no tanto,

pero bueno, en fin... Estás con el onigiri y el sake. Bueno, pues es una manera, cambias el sake por el cafetito del konbini, pues oye, pues bien. Y listo. Bueno, lo interesante, lo divertido, es que aquí había máquinas, si no recuerdo mal, si no lo han cambiado, había máquinas de degustación. Entonces, tú decidías, escogías qué sake querías probar y metías un token, te tenías que comprar ahí en la tienda,

un token, la máquina, y pues casi como si fuera una máquina de café, es justo lo que decíamos del desayuno, pues ahí recibías tu sake. Entonces, está muy chulo visitar todo el complejito, es pequeñito, pero ver los edificios... Sí, los edificios son bonitos. Claro, es un edificio justo, ¿no? De comienzos, bueno, finales periodo Edo, comienzos periodo Meiji, fantástico. Y si os encaja hacer esa cata de sakes, pues genial.

También es interesante que justo al salir de la bodega hay un almacén donde se guarda una de las carrozas del gran festival de Kawakoe. Lo digo para que os fijéis también porque hay almacenes de ese mismo tipo que están repartidos por toda Kawakoe y todos ellos con grandes puertas para que esas carrozas puedan salir. Que recuerdan mucho a los almacenes de Takayama, por ejemplo, exactamente lo mismo, lo que pasa es que, claro, si está cerrado

porque no vais en época de festival, pues evidentemente no vais a ver nada. O por ejemplo, aquí en Málaga, a todas las casas de las cofradías que tienen esos portones gigantes para que salgan por ahí los tronos en Semana Santa. Es básicamente lo mismo. Es que al final es muy parecido. Igual. Bueno, si lo del sake os parece demasiado heavy para empezar, si vais así muy tempranito y dices yo ahora mismo una cata de sake no puedo, lo dejo para más tarde,

sí que podéis parar ahí muy cerquita, hay una confitería tradicional, una pastelería tradicional que tienen un montón, especialmente un anmitsu bastante popular en Kawakoe. El anmitsu es un dulce tradicional, hablamos de él en nuestro primer libro, de hecho, creo. Así que, bueno, le podéis echar un vistazo. Te veo hoy haciendo mucha promoción de nuestro primer libro, del segundo libro, o sea, que yo os recomendaría

a todos los que nos escucháis que, vale, el episodio está muy interesante, pero aguantéis hasta Japonismo Mini por si acaso. Por si acaso, porque a lo mejor hay alguna sorpresita. O no tan sorpresita, pero bueno. Exacto, no tan sorpresita. Bueno, id paseando por esta calle, vais a ver un montón de edificios interesantes, varios ya edificios tradicionales, hay un pequeño teatro, el Teatro Koe 2A, por ejemplo,

el Teatro de Kabuki. Luego hay una tienda también, así como muy tradicional, Komei Yamada Ya, que es una tienda que vendía específicamente arroz. Ahora también vende varias... ¿Cómo se llama esto? Granos, digamos, harinas, alubias, frijoles, cosas de eso. Entonces, bueno, es una calle muy bonita en la que empezar esta visita a Kawakoe, para ir entonándonos, ¿no? Si nos hemos tomado el saque, pues más todavía.

Nos vamos entonando para justamente disfrutar de ese día en Kawakoe. Y según vais caminando, os vais a encontrar algunos santuarios. Hay uno curioso, que es pequeñito, que es un santuario llamado Shuse Inari. Shuse.

Shuse Inari. Eso es. Como su propio nombre indica, sobre todo la segunda parte, lo de Inari, está conectado con el gran santuario de Fushimi Inari de Kioto y tiene muchas esculturas de zorros. Pero además, sobre todo, hay un santuario que es más interesante todavía, yo creo, que es el Santuario Kawakoe Kumano. Exacto, un santuario kumano, es decir, un santuario que está conectado con justamente el gran santuario de Hongu,

en la zona de Kumano Kodo, el camino de Kumano. Es un santuario espectacular. Tiene un montón de recovecos diferentes. De hecho, por ejemplo, recuerdo uno que a mí me gustó mucho, que hay una zona en la que puedes lavar tu dinero para justamente conseguir fortuna, para que se multiplique, digamos, ese dinero. Luego hay otro lugar en el que te pueden leer las líneas de la mano. Esto les encanta a los japoneses.

Y se ve como parte de eso, de la creencia de santuarios. Es bastante habitual hasta en festivales, en días de las festividades de los santuarios, encontrarte a personas que están ahí leyendo las manos. No sé, hay un juego también, ¿te acuerdas? De lanzar unas anillas y luego el camino de acceso... ¿Te acuerdas? Te podías quitar los zapatos y ir descalzo. Ibas caminando descalzo si podías. Pero además hay que hacer como una especie de ocho, ¿no?

Sí, eso era el otro lado. Porque es el tema de que te acercas a uno de los salones principales y tienes que hacer justamente la purificación esta, unos movimientos específicos que no puedes ir directo, no puedes ir recto, sino que tienes que hacer, como tú decías, Luis, un ocho. Pero yo recuerdo el camino de acceso al santuario, que era un camino de piedras que se supone que activan, si vas descalzo, te activan diferentes puntos de acupresión,

que es hiperdoloroso, también os lo tengo que decir. Tenemos fotos de gente con unas caras de au au que no podían. Entonces, tenemos un post específico de este santuario en la web. Tiene un montón de recovecos, un montón de historias. Así que echadle un vistazo, porque así veis un poco las fotos y podéis reconocer un poco. Ah, mira, esto es lo de lavar el dinero, esto es lo de las anillas. Pero bueno, nos salimos de los santuarios estos,

que hay que desviarse mínimamente, y volvemos a la calle principal, donde hay una tienda superchula que se llama Todorokiya. Es una tienda, pues eso, iba a decir tradicional, pero no hace falta casi decirlo, porque en toda esta calle principal es todo tradicional, que está especializada en katsubushi, estos copos de bonito seco que se utilizan en Japón para todo, y en alga kombu. Es un sitio donde se puede comprar estos productos de buena calidad

por si se quiere llevar de vuelta. Sí, señor. Luego al lado está el templo Renkeiji, un templo histórico bastante importante, fundado en el periodo Muromachi, y es un lugar de... Bueno, también muy interesante, porque hay una escultura que se llama Obinzuru, Obinzuru-sama, que es una estatua de madera de color rojo. Entonces, los fieles tocan la estatua más o menos allí donde les duele. Esto es bastante típico en Japón, se hace en muchos casos.

Pero le puedes tocar la cabeza también. Si le tocas la cabeza a Obinzuru-sama... Que no es porque te duela. Te va a hacer más inteligente. Así que ya sabéis, si vais a este templo... Tú le tocaste la cabeza. Yo le toqué la cabeza y creo que ha funcionado al revés. Me ha hecho menos inteligente o no sé qué ha pasado. Ha pasado algo. No puedes decir esto, Laura, porque si suponía que iba a hacer yo aquí el guiño...

Ya, pues te lo he quitado. Si te lo dices tú, no tiene ninguna gracia. Ya te empiezo a conocer, te lo he quitado. El templo Renkeiji es uno de los templos que forman parte de la ruta de una peregrinación de los Shichifukujin, los Siete Dioses de la Buena Fortuna. Así que, bueno, si hacéis esta peregrinación, que es muy popular hacerla, por ejemplo, en Año Nuevo, muy típico hacer estas peregrinaciones

de los Shichifukujin en los primeros días del año, pues vais a visitar sí o sí este templo, el Renkeiji. Me gustaría decir una curiosidad de este templo, porque tiene un salón para mascotas. Ay, no me acordaba yo de eso. Tiene un salón para mascotas porque ahí se guardan las cenizas de las mascotas de los habitantes de Kaguagoe, que tienen mucha pena, y es un lugar precioso para recordarlas. Tiene mucha pena, te ha quedado un poco raro eso, perdóname.

Si se te muere una mascota, te da mucha pena. Eso me gusta, cuando hay esos salones, porque suele haber pequeñas fotografías de los animalitos y mensajitos de cariño de sus familias, lo de propietarios no me gusta, de sus humanos. Queda...

Ostras, pues no me acordaba. De sus humanos, ahora te ha quedado como si fueras una alienígena que viniera a la Tierra. Pero es lo que se dice cuando se habla de los peludos y los humanos, que los peludetes, los gatos, los perros, los conejitos, todas esas cosas, siempre hablan de los humanos. Y si tienes un gato de esos egipcios que no tiene nada de pelo, ¿qué? Entonces no es un peludete.

De verdad, no se puede. No puedo, mira, yo apago, no voy a hablar más. Bueno, entonces nos vamos ya... Esto, digamos, hasta esta parte ha sido la zona de la estación y relativamente cerca, porque se llega en una cantidad de tiempo razonable. Pero nos metemos ya de bruces, porque lo bueno es eso, es que es todo a continuación, en esa parte de Kawagoe, que es el distrito de los almacenes, lo que tú has llamado antes Kurasukurino Machinami.

Machinami, eso es. Bueno, distrito de los almacenes, tal cual. Eso es lo que significa Kurasukurino Machinami. Kurasukuri es almacén tradicional, son esos almacenes típicos que tienen muros de arcilla, típicos del periodo Edo, y los vamos a ver, a partir de aquí, los vamos a ver uno casi al lado del otro en esta calle principal. Sí que, de todas maneras, antes de meteros ahí de lleno en la calle principal,

a empezar a ver todos estos edificios, bueno, todos estos antiguos almacenes, hay una calle justo en paralelo que recibe el apodo de Taisho Roman Yume-dori. Madre mía, está todo lleno de nombres. Ya me veo aquí todos los japonistas dándole la pausa, escuchándoselo dos o tres veces, como hace Silvia y algunos otros. Básicamente, es una calle que le han puesto este nombre porque tiene edificios de arquitectura tradicional del periodo Taisho.

Que es el que va después del periodo Meiji. Eso es, es decir, que todavía son esos edificios con grandes influencias occidentales, adaptando un poco el estilo japonés, detalles japoneses con arquitectura un poco occidental. Y es un tipo, especialmente todo el periodo Taisho para los japoneses, es un periodo como muy romántico, de ahí ese Taisho Roman. Y el Yume es de sueño. De hecho, es un sitio que se utiliza mucho en Japón

para grabar series y películas que quieren una ambientación localizada en este periodo Taisho porque realmente es perfecto. Se ha mantenido muy bien, sí, totalmente. Pero bueno, luego podéis dar una vueltita justo por esta calle para ver este ambiente romántico del sueño del periodo Taisho. Y ya os volvéis a la calle principal y vais a ver un montón de estos antiguos almacenes, estos Kurasukuri. A mí, de todas maneras, tengo que decir,

como pequeña, o sea, nos gusta mucho, aquí en Japonismo siempre compartimos cosas muy positivas de los sitios, pero también nos gusta ser críticos cuando toca. Y creo que es una pena que esta calle principal no sea peatonal porque tiene una cantidad de tráfico que no veas. Y claro, con la cantidad de gente que se acumula, las aceras son relativamente estrechas. Y ya no es tanto porque digas, no, mira, es que quiero ponerme en el mitad de la calle

para poder hacer una foto bien desde tanto. Eso me da un poco lo mismo, pues si pasan coches, pues ya me apaño. Pero el problema está en que hay muchísimo tráfico y hay demasiada gente. Hay demasiada gente y luego hay algunas tiendas que ya te ponen un cartelito de no te quedes de pie aquí delante, porque claro, es como que tapas, ¿no? Claro, y tapas al final el acceso. Con aceras más anchas, pues bueno, podría haber gente parada, ¿no?

Pues admirando esa arquitectura mientras el resto de la gente sigue pudiendo avanzar. Estoy totalmente de acuerdo. Es una pena realmente que esa calle principal no sea peatonal. Para mí debería ser peatonal, pero del todo. Sí, sí. 100%, no solo en fin de semana o tal. Para mí debería ser peatonal todos los días y creo que todos los negocios de ahí sacarían muchísimo más provecho, porque al final la gran mayoría de negocios que hay ahí,

que ocupan estos antiguos almacenes, son hoy tiendas, muchas tiendas de artesanía. Y a veces también, salvo que vayas con las ideas muy claras de quiero comprar esto, quiero comprar lo otro... Vas mirando. Exacto, tú vas mirando, entonces necesitas poder pararte y tomarle la atención y digas, mira, voy a entrar. Porque si no te dejan pararte, pasas haciendo fotos como las que hago yo, con la cámara aquí al cuello, voy haciendo traca, traca, traca,

y según caminamos. O vas rápido, no rápido, pero me refiero, vas caminando, pero tampoco te puedes fijar mucho porque la marabunta de alguna manera te lleva. Y claro, hay pastelerías, hay un montón, hay galerías de arte, hay un montón de lugares superinteresantes. Además, es que es muy chulo poder entrar. Tú entras en estas tiendas o en estas cafeterías, en estos restaurantes, están dentro de esos antiguos almacenes,

los podemos ver por dentro. Entonces, mola realmente mucho poder tomártelo con un poco más de calma en esa calle principal. Y estoy totalmente de acuerdo que lo de los coches, a mí, personalmente, me agobió mucho. Hubo un momento que era como, mira, vámonos ya de aquí, porque es muy bonito, muy chulo, pero estoy un poco harta de no poder disfrutar de este paseo por la calle principal. Pero vamos, que al final esto es algo que hace

que también se disfrute más en directo, con los ojos, me refiero, más que casi en fotografías. Sí, totalmente. Porque en fotografías, a no ser incluso llevando un gran angular, muy angular, como el que yo llevaba la última vez en Kawagoe, las fotos quedan de aquella manera porque estás muy cerca. Y si intentas hacer fotos a las tiendas que hay en la ciudad de enfrente, están pasando coches todo el rato.

Con lo cual, tampoco quedan igual de bien. Entonces, eso, tenedlo en cuenta que, aunque queráis hacer fotos, y van las fotos, van a ser chulas, van a ser recuerdos bonitos, es un sitio que creo que se disfruta mejor con la experiencia de tus propios ojos. Sí, en nuestro mapa tenéis unos cuantos lugares destacados. Exacto. Diferentes lugares, pastelerías también. Cafeterías, tiendas de unas cosas, de otras.

Sí, o sea, mirároslo bien. Luego hay un templo, recuerdo, con un gran salón principal, que creo que era el templo Hosenji. Sí. Maravilloso, un pequeño remanso de paz, justamente en esa calle principal. Se nota que, aunque sea una zona de muchísima gente, la gente que está en esta calle está por las casas y por esa arquitectura y demás, porque este templo está siempre súper tranquilo, a pesar de lo cerca que está de toda esa marabunta de gente.

Sí, sí, sí. Pero bueno, es eso. Hay tiendas de kimonos, luego, como tú has dicho, cafeterías, tiendas de cerámica. Hay un montón, un montón de cosas. Tiendas también, pues eso, donde tienes las cervezas estas Koedo en el escaparate, que no lo hemos mencionado antes, pero tú has mencionado la palabra Koedo en algún momento. Bueno, he dicho Pequeña Edo, que en japonés es Koedo. Y existe una cervecera que hace cervezas artesanales,

de estas que se han puesto también un poco de moda, no solo en Japón, en todo el mundo, que se llama precisamente Koedo, escrito con C, no con la K del japonés ko, pequeño. Y, claro, algunas, si no sabes de dónde viene, pues dices, pues qué nombre más extraño han decidido. Y no, se llaman así precisamente porque esa cerveza se hace en Edo, en Edo, en la Pequeña Edo, que es Kawagoe. Eso es, la Pequeña Edo Koedo, que es Kawagoe.

Entonces, bueno, vais a ver un montón de estos negocios, muy bonito. Si no os agobia al final la gente, el tráfico, pues disfrutad mucho de ese paseo. Vais a ver un montón de templitos, un montón de santuarios en pequeñas callejuelas que hay por ahí. O sea, dedicaros un poquito a explorar esa zona y finalmente vais a llegar a, probablemente, la imagen más icónica de Kawagoe, que es la calle Kanetsuki,

que es donde se encuentra la torre de la campana. La toki no kane. Eso es, la toki no kane. Es una campana que toca cuatro veces al día a modo de reloj. Esto para que lo sepáis si estáis por allí y os apetece escucharla a las seis de la mañana, que igual no es un poco pronto, pero bueno, las doce del mediodía, las tres de la tarde y las seis, que yo creo que son horas que a lo mejor seguro que las podéis escuchar.

La torre original original se construyó entre 1627 y 1634, no se sabe exactamente, pero bueno, como sucede con tantas otras cosas en Japón, fue pasto de las llamas en muchísimas ocasiones y, de hecho, la última vez fue en 1893. Por lo que lo que estamos viendo en la actualidad es una reconstrucción de 1894. Que, oye, no está mal, ¿eh? 1894 bastante es. Pero ¿tú sabías, además, que el sonido de la campana

está declarado como uno de los 100 mejores sonidos de Japón? O sea, el ministerio... Es flipante esto. El gobierno japonés hace listas hasta de los mejores sonidos, nuestros paisajes sonoros. Es tremendo. Desde el año 1996. Tienen ahí su listita de los 100 mejores sonidos. Y no nos preguntéis cuáles son los otros 99. Algunos más sabemos, en algunos más hemos estado, pero ahí lo dejamos. Bueno, justo en la plaza interior de la torre

hay un pequeño santuario, o sea, que meteros también por ahí para verlo. Y, bueno, toda la calle en sí está llena de restaurantes y cafeterías. Es muy típico tomar aquí helados de batata, son muy típicos de Kabagoi. De hecho, nosotros nos tomamos un helado de batata o de boniato justo aquí, ¿no? Y enfrente, o sea, si volvemos, digamos, a la calle principal... Exactamente. ...y seguimos, encontraremos otro de los grandes lugares destacados de Kabagoi,

que sería el Callejón de los Caramelos o casilla Yokocho. Antes de llegar a este Callejón de los Caramelos, hay otro callejón, el que te lleva desde la calle principal... Es verdad. ...al Callejón de los Caramelos. Sí, señor. Que también es súper chulo, con muchas cafeterías, con tiendas donde se pueden comprar cortinas Noren, artesanía de la región, recuerdos de todo tipo. Y, encima, es eso, cuando lo terminas,

llegas a este callejón, que es uno de los puntos más turísticos de Kabagoi. De hecho, este callejón que dices tú es en el que hay una ranita, ¿no? Esa, esa. La rana esa de la suerte, la escultura de una rana. Yo creo que es también muy fotografiada, ¿no? Pero, bueno, el casilla Yokocho, yo creo que es el callejón... Bueno, decimos callejón, pero realmente es un poquito un entramado, ¿no? Es una calle que hace un poquito de curva

y acaba siendo un par de calles, por decirlo de una manera, muy estrechitas, muy, muy, muy estrechitas, callejones. Y ese es el Callejón de los Caramelos, porque aquí vamos a encontrar un montón de tiendas especializadas en golosinas, en caramelos, en dulces, al final, japoneses. Y, claro, dices, a lo mejor a mí es que no me gustan mucho los dulces, que me extrañaría si empezamos a conoceros un poco.

Hombre, además, hay mucha variedad. No puedes decir que no te gustan. Pero es que, además, aunque no quieráis comprar nada de dulces, es que es súper bonito, porque la arquitectura de las tiendas, la estética, además, que tienen, la callejuela empedrada, etcétera, es que es muy bonito. Sí, merece la pena pasear por ahí, ¿eh? La pasión por la, al final, producción y venta, ¿no? De caramelos y golosinas en Kawagoe.

De todas maneras... ¿No? Ay, perdón. No, no, dime, dime. Te iba a decir que, claro, cómo se nota que el paso del tiempo... Te iba a decir que empezó a finales del periodo Edo, siguió en el periodo Meiji, pero luego ya a comienzos del periodo Showa era el momento quizá álgido, había más de 70 tiendas especializadas y, en cambio, con un poco la modernización de Japón tras la Segunda Guerra Mundial,

esa recuperación tras la Segunda Guerra Mundial, pues perdió un poquito de fuelle toda esta industria y actualmente, si antes teníamos 70 tiendas especializadas, en nada, en una manzana muy chiquitita, en una cuadra muy chiquitita, actualmente quedan al menos, creo, de 20. En parte, yo lo entiendo, porque ahora, claro, tienes los konbini y en muchos konbini tienes un montón también de dulces y de chocolatinas y de cosas,

y creo que el paladar actual ha cambiado un poco, quizá precisamente porque la gente se ha acostumbrado a todo este tipo de dulces, golosinas y demás, y no tanto a caramelos más tradicionales como los que se pueden hacer en muchas de las tiendas de por aquí. Estoy de acuerdo, pero en estos konbini o en tiendas de golosinas que hay por el resto de Japón no vais a encontrar uno de los productos más típicos

de justamente esta zona de Kabagoe, que es el fú. Fú. Qué curioso, fú, fú. Fú, fú, fú, fú. Es, curiosamente, uno de los snacks más largos de Japón. ¡Fú! Con, atención, 95 centímetros de longitud. Atención ahí. Eso sí, el fú es una barra, o parece una especie de barra, está hecha de gluten de trigo. Es crujiente por fuera y esponjoso por dentro, recubierto de azúcar negro de Okinawa. Muy raro.

Y se hace desde hace más de 200 años. Entonces, lo recomendamos, salvo que algunos seáis alérgicos al gluten, más que nada porque es el ingrediente principal. Básicamente, es súper extraño, es un dulce muy extraño, pero es el más popular porque es el más tradicional justamente de este callejón de los caramelos de Kabagoe. Y claro, una vez que has entrado en el callejón de los caramelos, por este camino que hemos dicho, con ese otro callejoncito,

donde está la rana, el callejón y demás, sales del callejón de los caramelos, por el final, y desde ahí tienes muy cerquita el Museo del Festival de Kabagoe, que tiene, pues eso, se dedica a contarte cosas de ese festival, que tiene más de 400 años de historia, por si vais a Kabagoe en una fecha que no sea la del festival, y por lo que sea, os apetece saber un poco más, aprender un poco más de este festival.

Merece la pena. El Festival de Kabagoe se celebra, solo por tenerlo claro, el tercer fin de semana de octubre. Así que si no vais el tercer fin de semana de octubre a Kabagoe, cualquier otro momento, al menos podemos ver esas carrozas expuestas. Aquí hay un par de ellas. Bueno, un par de carrozas. Son muy grandes, claro. Sí, pero nos da información de cómo es este festival, podemos ver vídeos y demás,

que además, recordad, este tipo de carrozas son patrimonio de la humanidad, fueron declaradas patrimonio de la humanidad hace unos cuantos añitos ya. Entonces, bueno, hay mucha artesanía en ellas, son muy interesantes de ver un poquito de cerca. Así que, bueno, el museo puede ser muy interesante. Y una vez que sales del museo, vuelves a la calle principal otra vez, y allí os vais a encontrar una residencia,

una casa de la familia de mercaderes Osawa, que es interesante porque se construyó, Laura, en el año 1782. Y ahí sigue. Y es la casa más antigua de toda Kabagoe. Lo interesante es que, claro, es casa y almacén a la vez, típico de esa época. Entonces, es como el ejemplo perfecto de esos kurazukuri, de esos almacenes típicos de Kabagoe, con los muros de barro, la argamasa... Los vais a ver de color negro,

porque originalmente eran blancos, pero se pintaron en negro en la Segunda Guerra Mundial para evitar llamar la atención de los bombardeos. ¡Qué bueno! ¡Ostras, qué curioso! Pues justo al lado de esta residencia hay un callejón superchiquitito, superchiquitito, llamado Callejón Inari, que nos lleva justo a un pequeñísimo santuario también llamado Honso Inari, que es conocido por su fuente de agua, que llaman Pozo Inari, de nuevo.

Y es un lugar así como entre... Justamente entre edificios, muy cerca de la calle principal, pero como que es un pequeño remansito de paz también. Estás ahí en medio casi de la nada, me atrevería a decir. Eso sí, hay que tener cuidado con el agua del pozo que hay en este santuario, porque se permite que los residentes... Sí, yo creo que los vecinos toman... Pero se recomienda hervirla. Sí, porque yo creo que si no...

Si no la bebéis directamente, no vaya a ser que tengáis que buscar un baño rápidamente. Lo bueno de Japón es que hay muchos baños públicos por la calle, pero en fin, no queréis tener esa experiencia. Luego desde aquí podemos ir andando por la avenida Hommachi, una de las grandes arterias de la ciudad. Hay un montón de cafeterías, un montón de restaurantes, pero la idea... Podéis ir paseando por ahí, evidentemente,

pero la idea es ir en dirección al antiguo castillo de Kawagoe. Y ya es como la tercera zona de la que comentábamos al principio. Y como veis, estamos haciendo el paseo circular, porque cuando veamos toda esta zona ya nos dirigiremos de otra vez de vuelta a la estación. Eso es. De todas maneras, decíamos al principio que no os emocionéis cuando hablamos de castillos, porque a nosotros nos gustan mucho los castillos japoneses

por su arquitectura tan diferente y demás. Y yo creo que no solo a nosotros, sino a casi todos. Pero en este caso, lo que vais a ver es la puerta de entrada, una puerta de entrada tradicional que te acerca a ver las ruinas del foso Nakano-mo. ¡Del foso! Ni siquiera ruinas de nada, son las ruinas del foso. Efectivamente. Lo más bonito, la entrada. La entrada me recuerda mucho al estilo un poco de entradas

de esas casas de residencias de barrios de samuráis que hemos visto en Kamazawa, por ejemplo, o ahí arriba, en Kakunodate. Muy parecido, pero luego es que, claro, son las ruinas del foso. Que dices, pero si no queda casi ni foso. Pues no queda casi ni foso. Lo que pasa es que, bueno, si dejamos atrás estas ruinas y seguimos caminando, vamos a llegar a una zona donde está el Museo de Arte de Kawagoe, para el que tenga estos intereses artísticos.

Pues interesante, sí. Pero luego podemos girar y visitar la residencia Honmaru, o Honmaru-oten, que era el palacio de la línea de defensa interior, que esto sí que era parte del antiguo castillo de Kawagoe y que sigue en pie. De hecho, es lo único que sigue en pie del antiguo castillo. Ya sabéis que en muchos casos, en los castillos japoneses, había lo que se llamaba el goten, el palacio, se traduce normalmente,

que es el lugar, el espacio, en el que se encontraba la residencia del señor del castillo y en el que muchas veces también se encontraban sus, entre comillas, oficinas, las salas donde recibía las visitas. Otros señores de la zona tenían sus reuniones, historias de esas. Entonces, era una parte del castillo en sí, era más de...

podía ser de estilo defensivo, en muchos casos se usaba de almacén de armas, etcétera, etcétera. Y en cambio, estos goten, estos palacios, eran la parte residencial. Entonces, la verdad es que la visita al Honmaru-oten está muy chula, mola mucho.

Es bonito. Sinceramente, porque podemos entrar y puedes visitar todas las salas de tatami que hay y especialmente ver todos los jardines interiores. Que de otra manera te los pierdes, lógicamente. Y entonces, puedes saber más cómo se vivía en el castillo. Entonces, es una visita, la verdad, que nos gustó bastante, sobre todo por lo tranquila que era. Porque comparado con lo que es la calle principal de Kawagoe...

Casi no había nadie....el callejón de los caramelos y todo esto, aquí había, creo que, dos japoneses más y nosotros. Lo curioso es que justo enfrente de esta residencia o este palacio Honmaru, hay un parquecito con un santuario, que es un santuario que es bastante conocido entre los japoneses porque aquí se originó, creo, una canción popular que se llama Warabeuta. Y bueno, pues para los japoneses es como un lugar interesante

si van a Kawagoe. Interesante entre comillas. Bueno, interesante entre comillas. Cuando nosotros fuimos, no había absolutamente nadie. También hay que decir que en ese parque, además, hay cerezos. Entonces, en primavera, si es cuando estáis en Japón, y decís, nos queremos hacer una excursioncita, porque, bueno, también queremos ver otros sitios, pues mira, vais a ver cerezos también.

Así que, perfecto. Vamos a ir andando casi como hacia el sur, digamos, hacia la estación de nuevo, por esta zona. Vamos a pasar por una zona donde se encontraban las ruinas de una antigua torre del castillo de Kawagoe, la Yagura Fushimi, que da muy poca cosa. Hay otro santuario Inari, cerquita, y luego llegamos a uno de los templos interesantes de nuevo de Kawagoe, que es el Narita-san Kawagoe Betsuin Hongyoin. ¡Madre mía! ¡Qué pedazo de nombre más largo!

Un poquito largo el nombre. Este también forma parte de esa ruta de peregrinación que hemos dicho de los Shichifukujin, los siete dioses de la buena fortuna de Kawagoe. En este caso, está dedicado al dios Ebisu, que es el patrón de los negocios y la fortuna. De todas maneras, para el que quiera recordar el nombre del santuario o preguntar por él, o del templo, perdón, cariñosamente se le llama en Kawagoe Ofudasama.

Así que preguntad por Ofudasama si no tenéis el mapa de japonismo en el móvil, y perfectamente. Bueno, porque Ofudasama es el nombre común de la deidad Fudomyo-o, que es, de hecho, la imagen principal de este templo, del Narita-san Kawagoe Betsuin Hongyoin. Esta deidad, la Fudomyo-o, es una deidad protectora del budismo de la escuela Shingon. Y siempre la veréis, la vais a reconocer muy fácil, porque se le ve siempre rodeado de llamas,

porque básicamente lucha contra el mal en el mismísimo infierno. Y con una espada flamígera. Sí. O sea, un poco aquí estilo, ¿no? Claro, para cortar la cabeza del mal. Y luego con otra, tiene también una cuerda para sacar a flote de ese infierno a sus aliados. Entonces, es una imagen que ahora la estamos comentando así, a lo mejor no os hacéis a la idea, pero una vez la ves, reconoces luego a Fudomyo-o siempre, ¿no?

Siempre así, en llamas y tal. Y bueno, claro, el templo, hemos dicho que el nombre empezaba por Narita-san, bla, bla, bla, bla, bla, bla, y dices, pero eso de Narita-san me suena al aeropuerto de Narita. Bueno, es que este templo es la sucursal en Kawagoe del templo Narita-san Shinshoji de Narita, de la ciudad de Narita. Me encanta eso, que en Japón los templos tengan sucursales. Sí, sí, sí. Bueno, ya hemos mencionado varios, ¿no?

Sí, sí. Sucursales de templos de Santorio y Sinares. De Kumano. Sucursales de Kumano, ahora sucursales de Narita-san. Totalmente, es interesante. Pero más interesante, si te cuento que el templo original, que de ahí saca el último de los nombres, Hongyo-in, estaban ruinas cuando en 1853 llegaron a Japón los barcos de nuestro amigo el Komodoro Perry, que, ¿sabes?, que obligaron ahí a abrir el país. Y fue en esa época cuando, según cuenta la leyenda,

esto es todo un poquito leyenda, un poquito así historia, el sacerdote de este templo, que se ve que era ciego de ambos ojos, recobró la vista tras ayunar en el templo justamente de Narita. En Narita-san, ¿cómo era? ¿Shonshoji? Me lo cuesta un poco, ¿eh? Shonshoji, no recuerdo cómo se llama el de Narita. Cuando volvió a Kawago este señor, que supongo que volvió ya viendo, diciendo que qué camino más bonito,

junto con un grupo de ciudadanos le pidió permiso al daimyo de la zona para restaurar el templo y convertirlo en una sucursal del de Narita para agradecer un poco a la deidad que había recuperado la vista. Entonces es curioso. Y claro, añadieron justamente la imagen de ese Fudomyo-o, así, imagen un poco feroz, para protegerles de los barcos extranjeros. Pero a ver, ¿no se suponía que Fudomyo-o protegía a los aliados del infierno?

¿O es que los extranjeros venían del infierno? Claro, hombre, es eso. Claro, claro, ahí vas bien. Vamos a dejarlos. Pues creo que Fudomyo-o se fue a comer caramelos de estos al callejón porque no hizo mucho caso. A ver, lo chulo es que si estáis el 28 de cada mes, se celebra aquí un mercadillo. Hay un montón de puestos, unos 100 puestos de antigüedades y de artesanía, que si os encaja en la visita, pues fantástico,

porque podéis disfrutar del templo y encima de ese mercadillo. Fíjate todas las cosas interesantes que hemos contado. No solo Kaguagoe merece la pena en cualquier momento, sino que hay un parque con cerezos ideales para eso. Finales de marzo, abril. Luego los días 28 de cada mes. Luego, en octubre, cuando el festival. Tercer fin de semana de octubre. Es fabuloso.

Sí, señor. Bueno, desde aquí, muy cerquita, tenemos otro templo, el Kita-in, que es otro de los templos que forman parte de esta ruta de los Shichifukujin, esta ruta de peregrinación de los siete dioses de la fortuna. En este caso está dedicado a Daikokuten. Podéis visitarlo, evidentemente, siempre, pero si lo visitáis es un año nuevo, ya sabéis que podéis tener goshuin específicos, sellos específicos. Es un templo muy importante en todo el área de Tokio y alrededores,

porque aquí hay muchos tesoros culturales del antiguo castillo de Edo, y eso lo hace bastante especial. Sí, porque para ayudar en la construcción del templo, el Shogun Tokugawa Iemitsu mandó trasladar varios edificios del antiguo castillo de Edo a Kaguagoe. Entonces, realmente, hoy en día, esos edificios que en su momento fueron trasladados a Kaguagoe son básicamente casi casi lo único que nos queda del antiguo castillo de Edo.

Y en muchos casos son tratados como grandes tesoros para todos. Totalmente, eso es una verdadera maravilla. Destacan dos, el salón Kyukuden, que de hecho fue el salón donde nació Tokugawa Iemitsu, destaca por sus murales y dibujos en tinta china, esas pinturas maravillosas en tinta china, y luego el salón Shoin, que era la habitación o el salón principal de Katsugano Tsubone, que era la niñera de Iemitsu,

una mujer de importancia en el castillo de Edo. Manejaba un poquillo ahí a Iemitsu. Sí, sí, sí. Entonces, bueno, muy interesante, porque tenemos estos dos salones, estas dos construcciones del antiguo castillo de Edo, y luego también detrás del templo hay tumbas de cinco daimyos diferentes, de cinco señores de Kawagoe, de diferentes épocas. Pero es que además hay una pagoda y luego hay estatuas que se llaman Gohyaku Rakan,

que son 540 estatuas de piedra de discípulos de Buda, que cada una de ellas tiene una expresión facial diferente, esculpidas entre 1782 y 1825. Como todos los sitios de estos de Rakan, como algunos de los que hemos visitado en nuestro reciente viaje a Japón después de la pandemia, que lo mencionábamos en el episodio del podcast en el que hablábamos, que también estuvimos viendo esto de Rakan, todas son diferentes.

Todas son diferentes, impresionante. Y tan impresionante también la torre de la campana, la Shoromon, no Shoro, yo no Shoro en ver la torre de la campana. La de Salomon. La Shoromon, que data, atención, de 1633. Es torre y puerta, tiene la parte de puerta, la campana arriba. Laura, ¿y de qué color es la puerta? Te va a encantar, Luis, porque es de color vermellón. ¡Ay! Que también, si buscas vermellón,

en japonés seguro que sale muchas veces. Ahora fíjate, me apetece comer algo que tenga una salsa dulzona. Ya hemos hecho el hat-trick, ya hemos dicho cuatro. Nos falta la naturaleza espectacular. Exacto, naturaleza espectacular. Bueno, fijaros en esta torre-puerta de la campana, porque tiene unas tallas de madera súper bonitas, especialmente un dragón, recuerdo, en la parte delantera, un halcón en la parte trasera

y esa campana de bronce que data de 1702 y que llegó aquí justamente desde el antiguo castillo de Kawagoe. Pero hay mucho que ver en el complejo Kita-in, en la Ue contamos bastante más, porque luego tiene un pequeño santuario también dentro, esculturas varias... Hay cosas. Hay un montón de cosas. Y bueno, pues desde aquí ya nos iríamos hacia la estación, que claro, dependiendo de las ganas que tengáis,

de lo cansados que estéis y de qué cosas hayáis visto de Kawagoe, podéis ver algunos de los restantes templos de la ruta de los Shichifukujin, por ejemplo. Pero bueno, si hacéis esto que ya hemos hecho, ya son ocho kilómetros, así que se puede hacer, pero tenedlo en cuenta, ¿vale? En la web, de todas maneras, también tenéis información de festivales y celebraciones, algunos los hemos dicho aquí, el gran festival de Kawagoe,

como os he dicho, justamente esos mercadillos. Hemos dicho también las peregrinaciones de los Shichifukujin, especialmente en Año Nuevo, que son los más interesantes, pero bueno, hay algunas celebraciones más, así que echarle un vistazo. ¿Todo esto, Luis, se puede hacer andando o tenemos que tomar algún autobús? Nosotros lo hicimos andando, y como digo, ocho kilómetros, sin ningún problema, aunque hay dos autobuses turísticos

que, como no, los tenemos marcados, ¿no? Donde están sus paradas en el mapa de Kawagoe que hay en la web. Está el primero, el Koedo Loop Bus, que es un autobús de recorrido circular, y luego está el Koedo Kawagoe Loop Bus. Y hemos dicho al inicio que existen varias maneras de llegar a Kawagoe, porque hemos mencionado que Kawagoe tenía, de hecho, tres estaciones, ¿no? La estación Kawagoe, que podríamos llamar

un poco como la estación central, vamos a decir. Luego la estación Hon-Kawagoe, como la estación, ese Hon hace referencia a la original, como la que era la central de antes, ¿no? Y luego la estación Kawagoe-shi, que hace referencia a la ciudad de Kawagoe. Esto se da en varias ciudades que han ido creciendo y se han hecho nuevas estaciones en otras partes de la ciudad y para distinguirlas, ¿no? Una se llama con el nombre de la ciudad

y otra añaden el shi. El shi o el hon a veces también pasa bastante. Yo recuerdo Matsuyama, por ejemplo, ¿no? Matsuyama-Matsuyama-shi. Sí, totalmente. ¿Cómo llegamos a Kawagoe? En tren. Ya, pero como tú eres el que controlas los trenes, a ver, ¿desde dónde? Antes hemos dicho... Yo me he guiado. Desde Ikebukuro es lo más económico. Vale. Allí tenemos la línea Tobu, que nos lleva tanto a la estación de Kawagoe

como a la estación de Kawagoe-shi, que son unos 31 minutos, que decíamos al principio, ¿no? Se tarda media horita. Eso sí, en tren express. Pero, claro, Tobu es otra empresa diferente de JR, con lo cual aquí hay que pagar el billete porque no está incluido en el JR Pass, ¿no? También hay que tener en cuenta que si vais en alguno express, seguramente haya que pagar el extra de express, mientras que si queréis pagar un poco menos,

aunque se tarde un poco más, podéis subir, por ejemplo, a un tren local, que eso sí, para en todas las estaciones, etcétera. Y luego, desde Shinjuku, tenemos la línea Seibu-Shinjuku, que esa va hasta la estación de Hon-Kawagoe, que son unos 45 minutos en el tren Limited Express o una hora en un tren express, pero ya no limitado. Y he visto también por ahí que se puede llegar desde Shibuya. Sí, si subes a la línea de metro Fukutoshin

hasta la estación de Kawagoe-Kawagoe-shi, se puede. Pero ¿la línea de metro llega hasta Kawagoe? Bueno, esto lo explicamos en el artículo sobre el metro de Tokio, que en muchos casos, como todas las líneas de tren, tienen el mismo ancho de vía, salvo las del Shinkansen, en muchos casos, cuando acaba la línea de metro, las vías continúan y entonces hay trenes de otras compañías que hacen servicios que siguen.

Súperinteresante. Yo creo que eso nos lo tendrías que contar en algún podcast, es así... aquí especial. Bueno, especial, me refiero, dedicado solo a esto, porque me parece flipante el cómo se... Por eso, a veces, y no solo en Tokio, en Osaka también, estás esperando al metro y de repente ves un tren que pone Tobu y dices, pero si esto es el metro, ¿qué hace un tren que pone Tobu pasando por el andén del metro?

Que yo siempre hago broma y le digo a Luis, siempre le digo, oye, esto te fijas tú, porque mucha gente yo creo que no se fija si pone Tobu o si pone... Pero si son diseños de trenes diferentes, unos tienen más pantallitas en el interior, otros tienen menos, la distribución de los asientos también cambia, unos son más modernos, otros menos. Bueno, yo dejo la propuesta aquí. Si os parece interesante que hablemos justamente

por ejemplo del metro de Tokio y este tipo de curiosidades también de cómo una línea que es de metro hasta cierta estación luego se convierte realmente en un tren, un tren de cercanías, por decirlo de una manera. Es que es un carajal. Entre otras muchas curiosidades más, pues comentadnos. Dejádnoslo en los comentarios, en Discord, en Twitter, en donde queráis, nos lo decís. Pero mejor decid que no, que si no me vais a dar trabajo.

Y bueno, hasta aquí Kabagüe. Y que si no, Luis, no tenemos tiempo para... ¡Japonismo Mini! No tenemos tiempo para Japonismo Mini porque, bueno, yo antes de decir algo que quería decir, que he dejado el spoiler al principio, ¿por qué no empezamos por los comentarios y luego lo contamos? ¡Hala! ¿Sí? Claro, si hacemos como la sorpresa. Venga, vale.

Bueno, comentarios. Yo tengo que decir, primero, muchísimas gracias por el volumen increíble de comentarios. También hemos recibido muchos e-mails y muchos mensajes directos hablando justamente del último Japón a fondo, en el que comentábamos un poco nuestro último viaje a Japón. He recibido muchos comentarios también a nivel personal. Muchas gracias a todos. Muy guay. Pero solo para ti, claro. Debe ser que como yo mantuve la compostura al Luisete, que le den.

No, señor, porque además yo dije que gracias a ti, pues... Sí, pero nadie más me ha dado las gracias. Todos te dan las gracias. Absolutamente todos te dan las gracias. Entonces, bueno, de corazón, no quiero hablar mucho porque si no me pongo a llorar otra vez, así que de corazón, gracias. Y luego el último, japonesamente, el que hablábamos del japonismo. Sí, el del japonismo. Pues también gustó mucho.

Me quedo con dos comentarios que he leído por ahí que me han hecho mucha gracia. Silvia, por ejemplo, decía, una pasada el podcast de hoy. Porque además Silvia es de las que lo escucha justo el jueves. Ya lo hemos dicho antes, sí. Dice, no me digáis que no es necesario escucharlo más veces. Hay tanta información y tan interesante que merece la pena volver a ser escuchado. Y luego teníamos otro mensajito de Olga que decía,

de verdad que es un placer oíros hablar. Hacéis que me mire las cosas con otros ojos. Es un gusto estar aprendiendo cada vez que os escucho. Muchas gracias. Oh, qué bonito. Súper bonito. Ha habido muchos comentarios también. Sobre todo, ha habido mucho cariño. Y eso es algo que no imaginábamos cuando iniciamos el podcast. Porque iniciamos el podcast un poco, pues bueno, para hablar de Japón. Bueno, otro medio diferente, ¿no? Probar otro medio.

Y no sospechábamos que iba a haber gente tan agradecida, tan cariñosa. El cariño, el cariño. Eso es súper bonito. Sí, súper bonito. ¿Quieres hablar de la palabra? Bueno, sabéis que siempre añadimos una palabra en estos Japón a Fondo. Y hoy la hemos mencionado cuando hablábamos del callejón de los caramelos, ¿no? Hemos dicho yokocho. Y es una palabra que la vais a escuchar bastante. Hay varios yokocho por el mundo japonés, ¿no?

Yokocho realmente puede tener el significado de helado. Pero cuando se aplica como a las ciudades, realmente es como el callejoncito, como en plan del callejón que tienes ahí al lado, ¿no? Que siempre está no en la calle principal, sino justo al lado de la calle principal. En muchos casos son realmente callejones, aunque en otros, pues claro, ya hay bastante más cosas, ¿no? Y dices, pues esto de callejón tiene poco, pero sí.

Surgen como callejones. A ver, es verdad que amey yoko, por ejemplo, que vendría de amey yayokocho. Exacto, esto está justo hacia el sur del parque de Ueno. Eso es, entre Okachimachi y Ueno, entre las estaciones Okachimachi y Ueno, paralelos realmente a las vías del tren. Es un poquito más ancho de lo que ya consideraríamos un callejón. Aunque está tan lleno de gente que solo te queda un pequeño espacio para caminar.

Cierto es. Luego, omoi de yokocho, por ejemplo, sé que es un callejón callejón, ¿no? Omoi de yokocho, no sé. Hay varios yokocho, es una palabra que vais a escuchar bastante. Sí, y de hecho, cada vez que la veáis, yo siempre recomiendo que se pasee por ahí, porque casi siempre suele tener cierto encanto. Sí, sí, sí, son, al final, callejones, en muchos casos, pues eso, o especializados, ¿no? En el de Kawagoe, en esas tiendas de caramelos,

o a veces llenos de bares de yakitoris, o llenos de bares para beber whisky, o llenos de lo que sea. Eso me gusta. Como la lleno de farolillos, muchas veces, hay un ambiente siempre en estos yokocho, en estos callejones. El famoso farolillos yokocho. Madre mía.

Bueno, Luis, a ver, va. Eh... No puedo, de verdad que no puedo. Yo estoy acabando aquí. Oyes, me he mantenido bastante prudente desde que me has echado la bronca al principio del episodio hasta ahora, al final. Al final, lo has dado todo, y aquí... Pachum, putum, putum. Eh...

¿Qué querías comentar? A modo de que has hecho un pequeño como... Bueno, tú has hablado de ciertas cosas que salen mencionadas en nuestro segundo libro, luego otras que salen en el primer libro... Entonces, a lo mejor hay que hablar de que ahora en breve sale nuestro tercer libro. Pues sí, no te hagas así el remoloncillo. Me hago así lo interesante.

No, hombre, no. Comienzos de mayo, sale nuestro tercer libro. Que ya está en preventa. Ya lo tenéis en preventa. Tenéis el enlace en japonismo.com, en la web. En la web tenéis ahí el enlace, podéis comprarlo desde ahí. Bueno, ya sabéis, es preventa.

Reservarlo. Reservarlo. Súper barato, además. Está súper bien de precio. Y es ideal para todos aquellos que estéis preparando un viaje a Japón. Totalmente. Se titula Manual para viajar a Japón y no morir en el intento. Con lo cual, el título... Yo creo que nosotros títulos cortos no sabemos hacer. No.

Nos gustan títulos largos que son descriptivos. Es curioso, porque cuando planteamos el libro, yo escribí el título, ellos, en nuestra editorial Anaya, simplemente añadió... Yo escribí cómo viajar a Japón y no morir en el intento. Ellos simplemente cambiaron el como por Manual para, pero realmente dijeron, pues vale, nos gusta. Porque es que también es muy descriptivo. Siempre decimos, medio en broma, medio en serio, que nos escribe mucha gente, lo podéis ver

cuando hacemos las rondas de preguntas y respuestas en Instagram, que se repiten muchas preguntas. A muchas personas que se están planteando un viaje a Japón les causa cierto estrés las mismas cosas. Lo típico de... ¿Se puede utilizar el JR Pass en el metro? Que siempre nos reímos con esto. O ¿cuánto presupuesto debería llevar? ¿Cuáles son los principales aeropuertos? ¿Cómo me muevo desde ellos a la ciudad?

¿Normas de etiqueta? Etiqueta, hay un montón. Tema de comida, tema hasta... Bueno, de... Sí, cómo moverte por Japón. ¿Qué hacer con las maletas? ¿El equipaje? Pues eso, hay un montón de cosas que la gente que viaja a Japón tiene dudas. Y nosotros siempre decimos, está todo en japonismo, pero también entendemos que japonismo son, no sé, 1.050 pos o más sobre Japón. En muchos casos son muy largos.

Y a veces, cuando de repente has decidido, voy a viajar a Japón, o mira, qué maravilla, he encontrado japonismo. Pero entras y dices, oh my God, esto está lleno de información interesante, como me viene muy bien, pero al mismo tiempo es abrumador. Entonces, este libro es un resumen condensado de todo eso que necesitáis saber para poder viajar y no estresaros, no preocuparos, hacerlo además, planificarlo por libre,

que también os va a resultar más barato. Yo creo que es perfecto. Y es que tiene un precio muy, muy, muy competitivo. Sí, la idea es que de un vistazo tengáis toda esa información y luego, si necesitáis, evidentemente, más, ahondar más en ciertos temas, pues está la web y ya podéis ir a buscar directamente. Ah, mira, aquí lo llaman esto, takyubin. Venga, pues voy a buscar takyubin, japonismo. Y ya podéis leer un poquito más, con más detalle,

cómo funciona y demás. Pero lo que es el manual os va a dar la información ya de base. O sea, la básica la tenéis segurísimo. Y encima es más barato todavía que los dos libros anteriores, porque ya estaban muy ajustados de precio. Y en los tiempos que corren, en los que todo se ha encarecido muchísimo, tener un libro así, que sea una guía, con tanta información, tan condensada, por no sé si son 16 y pico o 17 euros,

a mí me parece que es una maravilla. Bueno, es un estilo manualito, justamente de ahí me gusta el título. Para llevar encima e ir consultando por diferentes temáticas que os pueden venir bien en diferentes momentos del viaje. Totalmente, así que bueno, estamos súper contentos. Tercer libro ya, Luis. Se dice pronto, ¿eh? ¿Quién nos lo iba a decir? Hemos aprovechado bien la pandemia, ya que nos ha tocado vivir esto,

al menos, mira, ahí va. Hostia, es verdad, que los hemos escrito los tres. En pandemia. En pandemia, sí. Así que, bueno... A nosotros nos gustan las cosas complicadas de todas maneras. Porque lo de escribir libros con el país del que escribes abierto y poder hacer presentaciones de los libros y todo esto, a nosotros esto como que no nos gusta. Pero bueno, eso esperamos que os sirva. Estamos convencidos, sinceramente, que os va a servir muchísimo

si estáis preparando vuestro viaje para repasar y para aprender cosas. Porque también hay cosas que algunas no están 100% en la web. Exactamente. Ahí que ponemos el foco en algunas cosillas, bueno, pues que también nos parece de utilidad. Y esperamos que os guste mucho. Tenemos mucha ilusión por verlo en físico. Y, sobre todo, espero que al menos se puede utilizar el YARPAS en el metro, que ya no nos lo preguntéis.

De hecho, no nos lo está preguntando mucha gente, fíjate tú. No lo está preguntando, algo está pasando. La comunicación funcionó antes de la pandemia y eso ya lo hemos aprendido. ¡Qué bueno! Ahora, bueno, hay algunas preguntas que se repiten bastante, pero habrá que seguir haciendo hincapié en cosas. Bueno, nosotros nos despedimos por hoy. Ya habéis visto Kaguagoe, un sitio fabuloso, nuevo libro, nos emplazamos al jueves que viene.

¡Mata ne!

Episodios recientes