Dejar ir con Mónica Ojeda

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Conversamos con Mónica Ojeda a partir de su última novela: Chamanes eléctricos en la fiesta del sol. Hablamos de dejar ir, la condición cambiante del amor y la fiesta en un contexto de violencia.

La Elocuente nace de la curiosidad sobre la creación artística. En cada capítulo, partimos de una misma pregunta y compartimos nuestra investigación sobre los hallazgos y misterios del proceso creativo. ¿Por qué creamos?, ¿cómo sueñan los artistas?, ¿cómo se crea en una ciudad que nunca para?, son algunos de los puntos de partida de estos ensayos en los que el pensamiento, la narración y los paisajes sonoros se entrelazan con referencias culturales y voces de nuestra vida cotidiana. 

Publicado: 27 noviembre 2024

Transcripción


Paula, ¿nos vamos a un festival de música electroandina?

Por favor, Pilar, después de leer la novela de la que vamos a hablar hoy, solo tengo el deseo de ir a una RAV en un volcán. Vamos, que quiero que llegue el verano ya.

Bueno, amiga, siento decirte que falta un poquito, pero hoy tenemos algo mejor que una RAV en un volcán. Estamos en Pérgamo con Mónica Ojeda. Hola, chicas.

Hola. ¿Cómo estás? Muchas gracias por invitarme.

Bienvenida, gracias a ti. Tú también tienes tantas ganas como nosotras de que llegue el verano, de irte festivales

Sí, bastante, a mí ya el frío me pone mal. Aunque bueno, estos volcanes andinos son fríos, o sea que la gente se va a celebrar con el frío y todo. Bueno. Igual tenemos que aprender. Ya tenemos que festejar con el frío y todo.

Aún así, pues sí, total.

Bueno, es que con la música y la energía ahí se te pasa el frío y entras en calor, ¿no? Bueno, para contextualizar allá un poquito, Mónica Ojeda tiene una larga trayectoria literaria, es novelista, poeta y cuentista, y en dos mil veintiuno fue seleccionada por Granta como una de las veinticinco mejores narradoras en español de menos de treinta y cinco años. Hoy vamos a hablar específicamente de su última novela, Chamanes eléctricos en la fiesta del sol, publicada por literatura Random House. Esta historia narra la historia de Noah y Nicole, dos amigas que quieren escapar de la muerte y la violencia que arrastra Guayaquil. No hay mejor lugar para hacerlo que Ruido Solar, un macro festival que congrega a músicos, bailarines, poetas y chamanes a los pies de un volcán en los Andes.

La novela se centra en el viaje de Noah, que volverá a encontrarse con su padre, que la abandonó cuando era una niña, para irse a vivir a la montaña.

Sí, y la música tiene tanta presencia en la novela que, este, que hasta se han hecho varias listas de Spotify con su nombre,

¿las has visto? Sí, sí, sí, estoy súper enfadada porque yo quería que mi lista fuera la única y de repente me metía a ver que Spotify había muchísima gente muy creativa que ha hecho sus propias listas. Yo siempre recomiendo la mía. Tú sabes que la mía, la que yo la que yo hice.

Pues, la yo mira que la busqué porque pensé, pero tienes como el usuario como Mónica Ojeda

Sí, exacto. Vas vas a ver que el username es Mónica Ojeda ochenta y ocho noventa y nueve. Vale, perfecto. Pero en realidad sí que me han gustado las otras listas, o sea, al principio las vi con sospecha y luego las abrí y y descubrí canciones que no que yo no había escuchado y algunas incluso las metí en mi lista, o sea, que en realidad he aprendido mucho de la gente que tenía

sus listas. Claro, yo creo que la gente se ha puesto como a fantasear, en plan, si yo programase este festival,

¿a quién?

No, no, no, no,

no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no,

no, no, no,

no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no,

no, no, no

Se debería hacer un ruido solar, ¿no? Agarrar todas esas listas de Spotify y montar el el festival.

El festival, sí.

Y y bueno, ya para ir un poco de lleno en lo que habla la novela, creemos que un poco la relación de Noah con su padre es el conflicto principal. Noah quiere volver a verlo después de tanto tiempo porque necesita encontrar respuestas. Hay un ensayo que se llama El arte sin órganos publicado este año por la caja Books, en donde Ana Gorostissu reflexiona. Cito, al samplear y usar grabaciones fragmentarias de voces, de otras canciones o de ruidos aleatorios, se abre la puerta sonora para que los fantasmas se manifiesten. Y a partir de ello se pregunta, ¿qué significa para nuestra música la presencia incesante de lo que ya fue y no está ahora?

Y yo al leerlo como que no pude evitar pensar en qué es justo lo que representa el padre de Noah para ella, ¿no? Una presencia pasada que la tormenta, un fantasma que se reproduce en repeat. Y te quería preguntar si buscabas que la figura del padre y la música se entrelazaran, porque a fin de cuentas sí que son dos elementos que se repelen y se diferencian, pero creo que inevitablemente se vuelven extremos que se encuentran, ¿no?

Sí, sin duda, qué bonito lo que dices. Sí, algo que a mí me parecía interesante, digamos, desde el principio cuando me senté a escribir, es estudiar también o pensar la música en una tradición que yo seguí durante la escritura de la novela, que era la tradición de la vinculación de la música con la noche, con la pérdida, con el dolor y con los cuerpos desmembrados, ¿no? ¿No? Eso es una tradición del origen musical que relaciona la música con lo oculto, con lo sobrenatural, pero sobre todo que lo relaciona con los muertos, ¿no? Y un poco haciéndole guiño a lo que a lo que comentabas, la música siempre es como un una articulación de las cosas que ya no están, ¿no?

Y que han acontecido pero que ya no están y que a través de esa presencia ausencia, que es el sonido elevándose, uno

resucita

a sus muertos o piensa aquellas cosas que perdió o recuerda incluso momentos, geografías que ya no tiene a mano, ¿no? Y en ese sentido yo me pasé leyendo muchos libros sobre música como de Ramón Andrés, de Pascal Quiñard, ¿no? Y todos confluían en esa idea de que la música sale o la voz que canta sale después de haber perdido algo, ¿no? Que es la pérdida lo que nos hace levantar la voz. Es el conocimiento del dolor, el conocimiento de lo frágil, de lo vulnerable, y por eso las leyendas que hablan de los orígenes de los instrumentos musicales son muchas y y y todas coinciden en ser leyendas orales en donde hay alguien que pierde a un ser amado y por eso de repente construye la quena o construye la flauta o construye la o construye el violín, ¿no?

Hay como un retornello a nivel universal en dotar de un relato al origen del instrumento musical como un origen que está vinculado al dolor y al haber perdido a alguien amado, ¿no? Y eso es algo que me parecía maravilloso, como pensar que la música, la fiesta, es algo que se hace precisamente como ratificación de la vida, pero en medio del hecho de que sabemos que somos finitos, vulnerables, mortales, y y la música es eso, ¿no? Es esa cosa bella, intensa, que que viene un poco a tejer lo descosido, a a recordarte a esas personas que ya no están a estos fantasmas,

¿no? Nos llamaba mucho la la atención también como este contraste que hay en la novela, entre la parte como más del festival, en el que hay mucha presencia de la música, y luego la parte del padre en las montañas, ¿no? Que además creo que también tiene mucha diferencia, no solo como de la perspectiva del espacio, sino del ritmo de la narración. La narración de el festival es mucho más rápida, es como que estamos dentro de una vorágine musical frente a que la narración en la montaña se vuelve más pausada, como más reflexiva, ¿no? Y Entonces, en el mismo ensayo que mencionábamos antes, se dice que con la música el el pasado regresa una y otra vez guardado, archivado, condenado a la repetición interna, ¿no?

En el sentido de la música grabada. Y nos llama mucho la atención que en el ruido solar nadie graba, como que es verdad que están en un festival en medio de la nada, entendemos que a lo mejor no había donde cargar Un móvil. Un móvil, pero bueno, también hay como cámaras analógicas, o sea, la posibilidad de grabar sigue ahí y aún así no no hay presencia de una grabación. Y en las fiestas normales, que no son en volcanes, ¿no? Normalmente solemos sacar el móvil para grabarnos borrachas, subirlo a Instagram, lo que sea, o cuando estamos en un concierto y suena la canción más famosa, la pista se llena de móviles que ascienden a tal, ¿no?

Entonces nos preguntábamos, ¿de qué manera se relaciona el ritmo vital y los diferentes tipos de registro? ¿No? Porque en el ritmo más pausado de la montaña, el padre realmente registra todo en su diario, ¿no?

La

escritura. Con la escritura. Entonces, ¿cómo nos afecta cada uno de estos tipos de de registros y de de ritmos? Uf, yo

creo que algo que que pasa en el ruido solar muy concreto es que casi que que es como si estuviera prohibido, ¿no? No estar presente, ¿no? No estar presente, ¿no? Lo más lo que más exige es esa presencia, ¿no? Hace poco estuve en un concierto de Nick Cave que vino aquí a a a Madrid y, bueno, hizo un concierto en el Wisinck Center y y él en un momento que estaba, pues, es un un un cantante muy de de escenario, no se mueve mucho por el escenario, está como tocando las manos del público, y yo estaba muy adelante, y en un momento él como que se disgustó, se separó, paró de cantar y le dijo a una persona que estaba enfrente, le dijo apaga tu móvil, le dijo, te estoy contando, te estoy cantando solo a ti.

Este es un momento solamente para ti, ¿no? Quítate la pantalla de delante porque este momento es único, es un momento que te estoy cantando pantalla de delante porque este momento es único, es un momento que te estoy cantando a ti, ¿no? Y me fui todo el rato pensando en eso, lo que significa también, tenemos una obsesión con el registro, pero a veces esa obsesión con el registro tiene que ver con vivir, prolongar lo lo obviamente lo que uno vive, ¿no? Como estoy pasándola muy bien, quiero recordar esto por el solo registro, ¿no? Pero a veces ese registro va en contra de estar presente en el momento, ¿no?

Y y eso es algo a mí sí me ha parecido muy interesante, ¿no? En el ruido solar, los personajes no están filmando, es como que casi que está prohibido, no, es una cosa de estar allí en ese segundo versus el padre, que es una figura además generacional totalmente distinta, ¿no? Estos chicos son jóvenes, pero han ido a un escenario, a una escenografía ancestral, en donde se pide que la música sea vivida como ritual, ¿no? A través de las pantallas, no, no, no. Tienes que estar aquí con el todo tu cuerpo atento, como que todo tu cuerpo fuera de enorme oreja, y tú estar aquí presente y bailando, no con el teléfono, no registrando, solo bailando, ¿no?

Esa es por por ese lado y por otro lado está está el padre, que es un hombre de cincuenta y pico años totalmente aislado, que en cambio él utiliza el registro como forma de como la única manera de poder relacionarse físicamente con el entorno. Porque es un hombre que no le gusta la música, por ejemplo, que le tiene como un poco de miedo a la hipersensibilidad, ¿no? Entonces, a tener los sentidos hiper despiertos para él es mareante, y la escritura le sirve como un espacio de quietud en donde él puede procesar todo lo que los sentidos le han otorgado, ¿no? Entonces, la escritura se convierte no solamente en registro del pasado sino en lugar de reintensificación de cosas que en el presente no ha sido capaz de hacer ¿no? Y y es verdad lo que decías ¿no?

En el fondo es una novela en realidad sobre el el la la una hija que va a buscar al padre que la abandonó cuando yo tenía ocho años, ¿no? Y y un poco también ese fondo de abandono, de sentirte abandonado, de sentir que necesitas un refugio es lo que te aporta también la música, pero también lo que te aporta el registro, ¿no? El hecho de de sentir que puedes volver al pasado en dos segundos, ya sea porque pones repeat, porque pones play al video o porque abres un libro y y y vas a tu diario y puedes ver lo que escribiste hace dos años, ¿no? Esa cosa de de revivir las cosas también tiene que ver con resucitar muertos, ¿no?

¿No? Sí.

Que es un poco lo de las canciones, ¿no? Cada vez que escuchas una canción, ¿no? Estás escuchándola escuchando la voz de un muerto, ¿no? O sea, la voz de alguien que ya no está.

En este, o sea, hablando de esto del diario, ¿tú ¿tú usas la escritura del diario? ¿Alguna vez te has leído tus diarios pasados? ¿Sí es que los haces?

No, nunca he escrito diario. Yo creo que, porque soy, y y creo que se nota en mi trabajo, soy una escritora

de ficción, pero creo que la ficción es como una máscara de la

de la ficción es como una máscara de la de la biografía, siempre. Entonces, mi única manera de relacionarme con mi propia biografía es a través de la máscara de la ficción. A mí me cuesta escribir sobre mí de forma absolutamente desnuda. Soy como tengo como exprés

la

mitad del libro me doy cuenta de que en realidad estoy reflexionando sobre mi relación con mi padre, por ejemplo por ejemplo con chamanes que hay esta cosa del tema del abandono de mi padre no me abandonó, de verdad, pero he tenido, sí, esa sensación de abandono emocional, momentos de distancia con mi padre, momentos de acercamiento, y siempre como ese ejercicio de tratar de entender lo que siente alguien que es diametralmente distinto a ti, y de sentirte solo y desarropado en el mundo, pese a tener un mundo de afectos a tu alrededor, eso también. Entonces, de repente es algo que va entrando en mis libros con las máscaras de la ficción. Entonces, nunca me he atrevido a escribir un diario, pero he disfrutado mucho escribiendo escribiendo El diario del padre, ¿no? ¿No? Este hombre que de repente se sienta a tratar de escribir sobre lo que le pasa, sobre y y buscando un poco las palabras hurgando, ¿no?

En esa experiencia de miedo de que tu hija te vaya a venir a ver pese a que tú la abandonaste hace diez años y no sabes qué le vas a decir, no sabes si quieres verla, sientes culpa pero no te arrepientes, entonces es un un conflicto como bastante

complejo, ¿no?

Ajá. Muy interesante.

O sea, a nosotras nos gustó sobre todo mucho ese conflicto por por justamente ser tan complejo como ver al padre de que al final no hay como una posición ni de victimismo ni tampoco se le juzga, es en plan muy sincero en ese sentido. O sea, ha dicho no he sentido ese incondicional por mi hija que todos esperaban y y he decidido irme a las montañas. Qué bueno, que es como se puede juzgar de cierta manera, pero también se puede entender, ¿no? A partir de lo que vas escribiendo en el diario. También he pensado sobre lo que decías, es que el diario y este registro de de la escritura también era como la forma un poco del personaje de relacionarse con el lenguaje, al final él vive de forma muy solitaria, su mejor amigo es

su perro,

como que no tiene la la parte como más de comunicación oral o comunicación de de palabras. O sea, él vive en el silencio, ¿no?

Sí, sí. Totalmente. Yo estaba pensando también que cuando les escribía la novela, para mí era como muy interesante pasar justamente estos dos registros. El delirio absolutamente gozoso de los sentidos y también a ratos pesadillesco en el festival. Es la música, el paisaje, todo lo que está pasando allí con estos personajes que todos están heridos, son jóvenes y están tratando de hacer un paréntesis, digamos, en su vida.

Subir a ese festival durante esos siete días para ellos es olvidarse durante esos siete días que viven en un país que se está resquebrajando, donde la violencia ha tomado casi poderío de todo y resquebrajando, donde la violencia ha tomado casi poderío de todo y donde no son capaces pese a ser jóvenes de imaginar un futuro. Porque si no, si todo lo que ves por delante es violencia, todos han perdido amigos, familiares, por el tema de las narco bandas, pero ellos suben a ese festival a tratar de con el cuerpo y los sentidos tratar de de de disfrutar y con ese disfrute tratar de imaginar a ver si es posible pensar que hay lugar para la vida, ¿no? Y para para una vida posible, ¿no? Versus las partes del padre, que en cambio es un hombre absolutamente solitario que no ha sabido hacer colectividad y que está tratando de de escribir porque le da mucho miedo los sonidos y sobre todo la música, ¿no? Y la escritura es como si tuviera como una oralidad encapsulada y aprisionada, ¿no?

La escritura la escritura pide control, la música y los sonidos son a veces algo mucho más de de de juego, de desmadre, ¿no? Y y me gustaba mucho eso, que hubiese como ese especie de contraste entre estas dos generaciones, ¿no? Pero también entre estas dos búsquedas.

Que chamanes eléctricos habla mucho de música, pero es un objeto que está escrito así como El diario del padre, por decirlo de alguna forma. Pero es una novela muy musical, no solo porque se hable de música, sino porque las palabras que usas, la construcción de las frases, los capítulos de las cantoras y las diferentes formas de hablar de los personajes transmiten a la narración esta musicalidad tan potente.

Sí, Y en ese sentido, como hemos hablado también ahora de como ese recurso del padre, la palabra escrita, hay una cita que me parece muy interesante, que está dentro del Diario del Padre, que dice, las palabras que son pronunciadas violentan la divinidad del silencio, las palabras escritas la protegen, ¿no? Pero al mismo tiempo yo tuve una experiencia personal, lo voy a contar de como anécdota, porque es verdad que creo que la novela consigue ese ese placer por la lectura silenciosa de la palabra, de de leer callado en tu casa, tal, pero también hay mucha, creo que la novela también incita a ser leída en alto, ¿no? A mí me pasó que cuando empecé la novela, estaba en casa de mi madre, tal, y a los dos días de empezarla tuve una infección en el ojo horrible, ¿vale? O sea, fue una experiencia traumática. Y entonces se me puso el ojo, mi izquierdo este, tan mal que lo, o sea, se me cerró, no podía ahí podía abrir los ojos, estaba Y, entonces, mi madre me vio ahí completamente desquiciada, aburridísima en mi casa, en mi cama, ahí supurando pus asquerosa, y dio la novela por ahí y me la me ofreció leérmela en alto, que eso es algo que me hacía de pequeña y ya está, no lo volví a hacer con ella.

Y empezó a leerme muchos, o sea, nos seguimos como la mitad de la novela. Wow. Y me gustó mucho porque yo ya la había empezado a leer, me había cautivado mucho la lectura silenciosa de tal, pero de repente encontré como otra nueva dimensión al escucharlo como yo con los ojos cerrados y escuchar como todas esas palabras. De hecho, yo ya me puse buena del ojo y yo seguía en casa de mi madre, y mi madre estaba enganchada y seguimos leyéndonosla porque nos gustaba mucho escucharla. Fue muy guay escucharla, la verdad.

Y entonces quería preguntarte un poco como sobre esto, sobre tu relación con la oralidad a la hora de escribir y también un poco como, ¿qué se pierde en la palabra pronunciada y qué se pierde la palabra escrita que se queda en silencio, ¿no? Como ese esos esos esas dos relaciones.

A mí hay un ensayo de Pedro Lemevel que me encanta, que se llama El abismo y letrado de unos sonidos, y es un ensayo chiquitito de cuatro páginas muy divertido, donde él es sobre todo provocador, no es un ensayo así académico, sino más de provocación, pero a mí me me parece interesante lo que la provocación hace al pensamiento, ¿no? Como de repente te lleva otras derivas. Y en ese ensayo él, de cierta manera lo que hace es decir que, lo voy a parafrasear, pero lo que trata de decir es que la escritura es vigilante, hay algo de la escritura que vigila la oralidad, ¿no? Es como la escritura es como hablábamos del registro, ¿no? Dejar algo quieto, intentar que algo que se mueva, que se mueve, se quede quieto, por lo menos lo máximo posible, ¿no?

Por eso están los diccionarios y tal, pero luego la la la oralidad se inventa más palabras y el diccionario tiene que cambiar y luego la vuelve a fijar, pero luego hay una cosa de la escritura como vigilante versus la oralidad en donde que tiene otro tipo de movimiento. Un movimiento que no busca fijar, que es casi más performático, que es casi más de la evanescencia, que contiene un poco como ese carácter evanescente, ¿no? Y a mí me me me gusta pensar la escritura desde allí, porque yo escribo, no soy contador oral, no no me dedico a ello, me encantaría, sí ojalá tuviera el talento, pero no, me gusta escribir, pero a mí me gusta escribir porque para mí la escritura siempre ha sido encontrar la añoranza de la oralidad en el ejercicio de la escritura. Es decir, mientras escribo añoro como como a mi abuelo contándome historias y siempre para mí los los libros son como música que suena en mi cabeza, ¿no? Las palabras para mí sí suenan dentro de mi cabeza.

Hay un un ensayo de Murray Schchaffer que se llama Las palabras cantan, ¿no? Es muy bonito, es un tipo que se dedicó a la música canadiense y y hablaba justamente sobre esta palabra trueno de de de de Joyce, ¿no? Que él tiene un Finniggins Wake, que trató de convertir una palabra, una la onomatopeya del trueno, trató de inventársela, ¿no? Pero un poco para hablar sobre cómo nos olvidamos a veces, Pero un poco para hablar sobre cómo nos olvidamos a veces de que las palabras no solamente significan y, sobre todo, es lo que menos hacen, quizás, ¿no? Como, por supuesto, que una palabra tiene significado, pero, sobre todo, es un evento sonoro, es un evento sonoro, es un impulso nervioso transformado en sonido, ¿no?

Como decía Nietzsche, ¿no? Y eso eso a mí es algo que me fascina de la literatura, me fascina que son es una articulación de sonidos que apuntan a significar, pero no solamente a significar, sino a detonar sentidos. Y esa detonación de sentidos es quizás lo que a mí más me llama la atención de la literatura cuando estoy escribiendo y de cuando estoy leyendo y leo a alguien, digo, pero cómo ha generado, ya no por lo que me está contando, sino esa fisidad de de la lengua que que que proyecta y que se me mete como una música, como cuando te obsesionas con una canción y estás cantando, ¿no? Pues eso es algo que a mí me gusta mucho y me gustaría hacer una especie de escritura musical siempre, ¿no? Pero pienso la escritura como una composición.

Me gustaría, ojalá. Qué guay. Sí.

O sea, me ha gustado mucho eso que has dicho como de la literatura siempre como añoranza de la otra persona que te cuenta, ¿no? Y

y me gusta esa dimensión como de ponerle voz y y la posibilidad de que exista, o sea, de que exista la posibilidad de de ponerle

voz realmente y de contárselo a otra persona, porque también implica como salir un poco del solipsismo de yo con mi libro y ya está, ¿no? O sea, me me gusta que tenga ese potencial ahí encerrado.

Totalmente. De hecho, es algo que que que vincula la escritura con los cantos, por ejemplo, ¿no? Como cuando tú vas a a cualquier lugar en donde haya cantos tradicionales, no importa quién se inventa el canto, porque el canto muchas veces es de la comunidad y, sobre todo, cada vez que levantas un canto, es todos los muertos, todas las personas que han cantado antes levantándose con tu voz. Y con la escritura yo creo que pasa algo igual, cuando tú te sientas a escribir es verdad que estás a priori, entre comillas, solo, no estás solo en realidad, estás escribiendo con toda la tradición de libros y de y de y de historias que te han marcado tu escritura, incluso en la manera en que adjetivas, en la manera en la que puntúas, en la manera en la que eliges contar algo, todo eso viene de otras voces, de toda una tradición que están contigo. Entonces, también estás escribiendo acompañado y también lees acompañado.

O sea, es que hay una cosa como de colectivo en la escritura y en la literatura que creo que a veces nos olvidamos porque parece que uno está solo cuando escribe, parece que uno está solo cuando lee, ¿no?

¿No? Es un poco como así como hablábamos con la música de la presencia de fantasmas, la literatura también nos acechan un montón de fantasmas y no mucha, o sea, no necesariamente negativos, ¿no? O sea, son todos los que han venido antes y los que han marcado. Total. Me gustó mucho eso de la de la literatura está vigilante, me me ha gustado un montón.

Sí. Y y bueno, para seguir un poco conversando sobre la novela, no sé si conoces una novela. Bueno, ahora justamente estábamos hablando de Malas Tierras de la editorial. Es una novela que en España está publicada por Malas Tierras que se llama La sangre de la aurora, de Claudia Salazar. Ah, sí,

sí, sí, sí, no. Es buenísimo.

A mí me encantó, me la leí hace un par de años, así para contextualizar relata un poco cómo se entrelaza la vida de tres mujeres con las guerrillas de Perú. Y, obviamente, la violencia es un tema central, así como también en chamanes. Y hay una cita que se me vino a la cabeza cuando estaba leyendo chamanes, que es de esta novela, que dice, que me explote la música en el cuerpo antes que una bomba. Ay, qué bello, sí. Y y creo que también se se relaciona mucho con lo que se quiere transmitir con con tu historia, porque por un lado tenemos esta violencia, que es violencia de la naturaleza, de estos terremotos, de las erupciones de las volcanes, pero también tenemos la violencia de la música, del propio amor, y versus tenemos esa otra violencia que es la de las armas, la de los narcos de la ciudad.

Entonces queríamos preguntarte que cómo diferenciarías tú este tipo de violencias, o sea, lo vemos un poco como a través de la historia, pero ¿qué crees que marca una violencia y la diferencia de la otra?

Sí, yo siento que cuando empecé a escribir el libro estaba tan preocupada por Noah y Nicole, estas dos amigas que se van al festival, que salen de esta Guayaquil en llamas, tomada por la violencia, y y pensé, claro, ellas van a ir a este paisaje, este entre comillas paisaje, este territorio vivo en realidad, lleno de volcanes, lleno de páramo, naturaleza, pensando que ahí van a encontrar un descanso de la violencia, como si la violencia fuera únicamente algo que se encuentra en las ciudades, ¿no? Pero yo creo que algo que trabaja el libro no solamente es el tema obviamente del abandono, del sentirse abandonado en este mundo, ya no solamente por tu padre, sino por el estado, no encontrar futuro, ser joven, pero no sentirte joven, porque cuando te amputan el la posibilidad de imaginar un futuro, ya no eres joven. Sentir que que la amistad la hace siempre en medio de de de del peligro de morir, sino también el hecho de que cuando estos personajes realmente están tratando de ascender a la montaña y huir de esa violencia, se dan cuenta de que las heridas de la violencia la llevan en el

cuerpo, la llevan con ellos y no no no es algo que se

queda en la ciudad, sus dolores, sus guiadas las llevan ellos, lo encuentran en ese paisaje y luego se dan cuenta de que ese territorio vivo no es sumiso, ni tampoco está ahí para para simplemente acompañarlas o no es esa naturaleza de del del joven Werther, ¿no? De que te acompaña con tus emociones, ¿no? Es la naturaleza que tiene sus movimientos tanto agradables como incómodos para las para los seres humanos. Entonces, de repente hay erupciones volcánicas, una yeguada medio las atropella a los personajes, hay tormentas eléctricas, sismos, y se

dan cuenta de que están desarropados también allí, o sea, de que también allí les

hace falta de de que están desarropados también allí, o sea, de que también allí les hace falta un refugio. Y entonces también la novela yo creo que gira mucho en torno a la idea de que al menos en la en la naturaleza, en ese lugar, en la montaña, encuentran violencia, pero no encuentran crueldad, ¿no? Que es lo que sí encuentran en la ciudad, ¿no? Que es esa violencia de los hombres, es como dice Nicole, ¿no? ¿No?

Esta violencia de los hombres, que es la violencia de la crueldad con los otros, y aquí en esta naturaleza la erupción el el volcán erupciona porque tiene que erupcionar, ¿no? No no porque quiera mi desaparición ni porque le ignore mi mi dolor, sino porque esto es un movimiento el movimiento de la vida tiene mucha mucha abundancia de fuerza, ¿no? Y eso es un poco como también algo que acompañaba a los personajes, ¿no? Estas dos amigas que una va a ir a buscar al padre, pero están allí sintiendo que tienen que confrontar ese esa necesidad de amparo que tienen y y darse cuenta también de que el refugio es algo que está constantemente también moviéndose, que el refugio no es estable y que no van a encontrar solo un lugar de refugio sino lugares temporales de refugio. Bueno, eso sí.

Y que, o sea, como esos lugares temporales que van cambiando, pero tanto como lugares físicos, como también personas, ¿no? Como esa amistad de de de Noah y Nicole, que en algún punto pudo significar un refugio, pero que luego cambia otra cosa, y que se distancian un refugio, pero que luego cambia otra cosa y que se distancian también. Y también, o sea, con esto que hablábamos sobre la violencia y tanto de la naturaleza, versos de la ciudad, me gustó mucho eso que dijeras de de que la la ciudad implica esta crueldad como algo más deliberado, no como que la naturaleza al final es algo que sucede.

Y

y estaba ahora hace un rato comentando con Paula y bueno, lo que fuimos comentando mientras redactábamos el guion era que la novela, o sea, chamanes es una novela de muchos contrastes, ¿no? Está el tema música, el tema silencio, el tema naturaleza, el tema ciudad, la pausa y el desenfreno, como todo el tiempo como poniendo dos caras, y yo recordé una frase que dice Mario, el personaje del bailarín, que habla cuando habla de las máscaras de las diaplumas y dice, lee las máscaras de diaplumas tienen una parte que mira hacia adelante y otra parte que mira hacia atrás, y dije, ¿cómo es que la novela es una máscara diabluma, no?

Sí, total. Sí, es una novela que absolutamente funciona así, casi por dicotomías, por contrastes, ¿no? Música, silencio, escritura, oralidad, esa colectividad que se genera en el festival versus la soledad que que que defiende el padre como que es incapaz de conectarse con otros, ¿no? Cada quien lleva su herida y se relaciona con su herida de una manera distinta y buscan refugios distintos también. Y algo que me interesaba mucho era eso también, como como para cada persona el refugio es una cosa distinta, ¿no?

Y entonces, hay personajes que la encuentran en el amor de otra persona, en amistad, o hay personajes que la encuentran aislándose, como es el padre, ¿no?

Claro.

Y hay una una frase que creo que creo que la dice Nicole en algún momento, pero porque la dijo otro personaje, algo así como, no creo que le dice a su madre en algún momento, algo así como, claro, no soporto la debilidad de tu amor, ¿no? Siento que de cierta manera eso también es algo que articula esos contrastes dentro de la novela, esos esos ires y venires, esos desplazamientos, ¿no? Porque por una parte no soportas la debilidad del amor, pero también por otra parte no puedes no puedes vivir sin él. Entonces, Noah también va a buscar al padre sabiendo que el amor de su padre ha sido débil, pero hay algo que ella está buscando en ese lugar, como una especie de avisoramiento de un futuro posible, ¿no? Como a ver si voy al origen de mi yate, que es mi padre, el que me ha dejado, voy a encontrar alguna seña del camino que debo seguir en esta vida, porque tengo dieciocho años y estoy perdida y no sé qué hacer con mi vida, ¿no?

Se se me han puesto refinan

una segunda

escuchando esto. No, porque es verdad que de las cosas que me han parecido más potentes de la novela es que justo presentas un amor que sin dejar de ser muy poderoso, eso, como capaz de orientar a las personas. Hay un momento también un personaje que dice como que que vuelve a ser humano o que como que huye de lo monstruoso por porque ve a su amada, ¿no? Por estar con su amada como que el amor tiene una potencialidad muy fuerte en orientar a las personas hacia querer ser mejores, a a enraizarlas en la vida, a querer vivir, pero también lo presentas como cambiante, finito. O sea, es como fuerte pero débil también al mismo tiempo, que me parece muy muy guay porque no renuncias a esa parte como de potencialidad, pero tampoco lo idealizas como el amor todo lo puede, el amor nos Hay una frase que dicen, la teníamos por ahí apuntada, que le dice Nicola a Noah como nadie puede redimirnos, aunque de todas formas sigamos esperando que las personas que queremos lo hagan.

Me gusta mucho si nos quieres hablar un poco más como de tu idea del amor.

Sí, uf, qué complejo es la idea del amor. Mira, cuando estaba escribiendo la novela, me releí un librito de Simone Bale que se llama La Amistad. Ay, es muy bonito. Es muy bonito, y hay un momento en donde Simone Bale dice que, bueno, que que uno tiene que amar también la distancia que te separa de tu de tu amiga, ¿no? Amar esa individualidad, eso que que que hace que la otra sea otra, ¿no?

Porque a veces el amor tiene un un componente de de de de hambre, de devorar al otro, de casi que deglutirlo y meterlo dentro de ti, ¿no? Porque cuando amas a alguien hay una componente de admiración, hay un componente como de, sí, hay algo como voraz que se, algo feroz en el amor. Y yo creo que todos todo el tiempo estamos tratando de domesticar esa ferocidad del amor y creo que está bien, o sea, porque si no, terminaríamos aniquilando todo lo que queremos. Entonces, cuando leo a Simón Mell, yo decía, ay qué bonito esto, pero me sirvió mucho para pensar la situación del libro, porque siento que en chamanes hay como muchos abandonos simultáneos, por una parte el padre que abandona a Noah, pero por otra parte esta disolución de amistad entre Noah y Nicole, que han sido refugio la una de la otra durante mucho tiempo, porque tienen refugio la una de la otra durante mucho tiempo, porque tienen vienen de familias desestructuradas y y que han sido casi hermanas, y que Nicole, que es la que la que cuenta porque no en ningún momento cuenta esto, Nicole sí que uno lo ve en sus partes cuando ella empieza a darse cuenta de que Noah se está separando de ella, de que Noah está tomando como un camino que ya no puede seguir, de que Noah le guarda o le oculta ciertas cosas, porque Noah es un ser privado, ¿no?

Y tiene su vida y su intimidad, y Nicole al principio reacciona con mucho miedo, con ese miedo de de quien está a punto de perder algo que quiere, ¿no? Y por eso en toda la novela Nicole está siempre

tensa, rígida, no se deja llevar, duda de todo,

a todos los rígida, no se deja llevar, duda de todo, a todos los mira con unos lentes de suspicacia máxima, pero es porque está en un momento de pérdida. Y cuando uno está en un momento de pérdida no está abierta a a todas las cosas, estás como casi a la defensiva, ¿no? Y y entonces ese ese returnelo que hay en la novela de el amor no se no se reclama y el desamor no se cuestiona, ¿no? Que hay un momento en donde lo dice un personaje, ¿no? No puedes pedir que te amen y no puedes cuestionar que no te amen.

Es así, hay algo como ilógico en esto, pero es así, o te aman o no te aman, ¿no? Pero esos afectos dentro de la novela son afectos que han sido capaz de dar techo, refugio, arropamiento, amparo a los personajes durante algún momento de sus vidas, y en algún otro momento esos afectos se disuelven porque hay caminos que se han tomado o decisiones o el amor no ha sido lo suficientemente fuerte como para hacer a la gente presente. Sin embargo, sí que hay como algo bello también en dejar ir, ¿no? Y es algo que me parecía también bello de trabajar esta disolución de una amistad con todo el conflicto, con toda con con todo ese conflicto que es de querer retener, pero al final yo creo que Nicole no no se convierte en una persona que que que busca encarcelar a Noah, pero sí está en un atravesando por un dolor, que es el dolor de la pérdida. Y también a veces lo más generoso que puede que puede hacer alguien es pasar su dolor de la pérdida en un afecto, pero dejar que la otra persona si se tiene que ir se vaya, ¿no?

Como ese es ese gesto de Simone Dale, de ama la distancia que te separa del otro, aunque esa distancia vaya a crecer tanto que ya no lo vayas a ver, ¿no? Pero ya hay que amar eso también, ¿no? Entonces, son esa esa cosa de los afectos que en realidad son móviles porque están vivos. Para que nunca cambien y fueran inmortales, inmortales, tendrían que estar muertos un poco como lo que hace el padre, que es taxidernizar a los animales, parar el cambio de de lo vivo, está muerto, está congelado, entonces todo lo vivo va a cambiar, ¿no? Eso es lo único que sabemos.

Pero luego, por ejemplo, a a su perro, que era como al animal que amaba, no no fue capaz de taxi, ¿cómo se llama? De taxidermizar. De taxidermizarlo, como que es un forma de dejarlo ir, que también, que es lo que decías tú justamente.

Un momento de cariño. Un momento,

el mayor acto de amor al final de soltar, ¿no? Y creo que también se hace muy bien esta la descripción de la amistad de de Noah y Nicole, porque también es un poco como que la amistad inevitablemente surge muchas veces de la necesidad, ¿no? O sea, como que Noah y Nicole en ese contexto en el que estaban, se necesitaban la una a la otra para poder sobrevivir y para poder sostenerte y ser y sostenerse y ser una especie de salvavidas. Pero ya luego saliendo a otro contexto en que, claro, han tomado decisiones diferentes, Noah tiene preguntas que quizá Nicole no va a poder satisfacer, pues naturalmente van distanciándose y también naturalmente está este tipo de amistades que cambian porque has crecido, ¿no? Como que hay unas amistades de de infancia, adolescencia y luego, bueno, surgen otras cosas.

Sí, hay también, yo insisto en que creo que hay un amor también en saber despedirse, ¿no? Incluso el padre cuando se encuentra con Noah, sin hacer spoilers, pero creo que en su en su casi capacidad amputada de tener afecto, él trata de lastimarla lo menos posible, ¿no? De y de y de desearle lo mejor que le puede desear en la dentro de las circunstancias, ¿no? Pero hay un intento, yo creo que de los personajes de no, de muchos de los personajes de separarse haciendo el menor daño posible por lo menos, ¿no? Lo lo mínimo que puedan hacer, pero la separación es dolorosa, ¿no?

Como también la pregunta es, ¿estamos dispuestos a aceptar que las cosas se acaben, que las cosas se terminen y y despedirnos amorosamente de a quienes hemos querido, que es algo que nos debemos a nosotros y les debemos a la gente que queremos, pero a veces no somos capaces de soltar y allí es en ese no soltar hay una cosa muy violenta, ¿no? Muy violenta, de forzar la presencia de alguien que no quiere estar, de alguien que que tiene que moverse, que se quiere ir, ¿no? Sí, yo creo que fue una una pregunta que atravesó la escritura todo el tiempo, pienso mucho en el amor también como algo que necesitamos, tú dijiste antes, ¿no? Como, claro, a veces nos relacionamos desde la necesidad, y yo no sé relacionarme desde otro lugar que no sea la necesidad, necesito de los otros, ¿no? Necesito del afecto, necesito de mis amigas, ¿no?

Esa necesidad que tenemos todos, ¿cómo la podemos limpiar de violencia, ¿no? Y aceptar también que las otras también tienen sus necesidades y que no somos nosotros el centro. Eso creo que es lo más importante, ¿no?

Total. También creo que dejar ir implica como una

parte de asumir la temporalidad, ¿no? Asumir como nuestro paso por el

mundo de una manera, la temporalidad, ¿no? Asumir como nuestro paso por el mundo de una manera fugaz, cambiante que va a acabar, ¿no? Igual que asumir la vida es mirar a la muerte, como que a lo mejor asumir el amor también implica como ese dejar ir inevitablemente, ¿no? Como las dos cosas unidas.

Sí, sí. Recuerdo que hay un personaje que se llama Pam, que en un momento dice algo así como, si solamente vale sufrir por lo hermoso, ¿no? Dejémonos romper el corazón por lo hermoso, ¿no? Y dice, bueno, sí, sí, tengo que sufrir porque porque amé, por supuesto, que hay una cosa más bella que amar, y sin duda alguna nos refugiamos en esas cosas efímeras. Sí, la amistad es efímera, a veces es muy efímera, los amores también, pero porque nosotros mismos somos efímeros.

Entonces, bueno, nos vamos a privar de la belleza solamente porque viene con

dolor, ¿no? Claro, como que sería peor no tener nada. Sería peor, exacto. Y, bueno, nos encantaría seguir porque la verdad es que siempre nos pasa que nos enrollamos un montón y pero Gamos tiene que abrir a las cinco, así que para ir terminando, Mónica, queríamos hacerte una mini preguntas y para finalizar, que queremos saber cuáles son tus obsesiones ahora mismo. Pueden ser literarias, pueden ser vitales, pero ¿qué es lo que te está obsesionando y te está haciendo run run en la cabeza?

Mira, estoy obsesionada con varias cosas. Para empezar, la relación entre entre los monstruos y la música. Estoy muy obsesionada con eso. Estoy investigando muchísimo sobre monstruos o que cantan o que silban o que tocan algún instrumento musical y que con eso atraen, seducen a sus víctimas. O sea, hay una cosa entre la música y la seducción un poco, con el canto de las sirenas.

Las sirenas son los más conocidas, pero en Latinoamérica me estoy consultando, sobre todo en Latinoamérica hay un montón de monstruos que hacen otro tipo de efectos sonoros para atraer, ¿no? Y a veces no es canto y tal, sino que a veces es un silbido o palmadas o tocar la marimba o tocar algo, y eso me está volviendo loca, me está encantando, porque hay una relación del monstruo con el deseo, ¿no? Hay una cosa como el monstruo es un tipo de deseo, el miedo al monstruo es un tipo de deseo que me parece fascinante, ¿no? Y y eso, digamos, realmente tiene un lazo con la música, como como como el canto que te atrapa y que te lleva hacia una zona avisal de ti, pero que es una zona avisal en donde ves tu reflejo. O sea, hay algo que tú ves allí, hay algo que tú ves de ti en el monstruo y también en su canto, ¿no?

Estoy leyendo mucho libros sobre esto.

Mira, qué buenísimo.

Y luego nos recomiendas algunos.

Sí, sí, sí.

También un poco músico de banda tóxico, ¿no?

Hablando de monstruos y música, por supuesto.

Que canta en una banda. Sí, te atrae.

Total, total. Y lo que decía es que en eso en Latinoamérica hay un montón, o sea, ahora estaba pensando como en algunas historias del folclore en Chile, no se me estaba ocurriendo, hay una que es del pájaro tetue, que no sé si te suena, que también que hace el ruido tetue y tú tienes tienes como que hacerle una ofrenda o sino algo como desgraciado te va a pasar

en la vida.

Bueno, pues muchísimas gracias, ha sido un placer conversar contigo, Mónica.

Y muchas gracias a Perdomo también por recibirnos nuevamente.

Sí, muchas gracias a ustedes, ha estado increíble.

Estaremos esperando la siguiente novela, la

siguiente libro. Gracias. Gracias.

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