Paula y Pilar conversan con Greta García sobre su primera novela "Solo quería bailar". Tratan temas como la violencia burocrática, cómo sobrevivir siendo artista y lo políticamente incorrecto.
La Elocuente nace de la curiosidad sobre la creación artística. En cada capítulo, partimos de una misma pregunta y compartimos nuestra investigación sobre los hallazgos y misterios del proceso creativo. ¿Por qué creamos?, ¿cómo sueñan los artistas?, ¿cómo se crea en una ciudad que nunca para?, son algunos de los puntos de partida de estos ensayos en los que el pensamiento, la narración y los paisajes sonoros se entrelazan con referencias culturales y voces de nuestra vida cotidiana.
Publicado: 30 septiembre 2024
Transcripción
Hola a todas. Bienvenidas al podcast de la elocuente, el espacio donde comentamos los libros que iremos
en nuestro club de lectura.
Antes de empezar, queremos dar las gracias a la librería Pérgamo, en donde grabaremos los capítulos de esta nueva temporada. Muchas gracias, Pablo, por cedernos a este espacio para hacer nuestro podcast. Somos Paula y Pilar, y hoy también nos acompaña nuestra compañera Ana, que está controlando detrás de la cámara que todo vaya perfecto.
Y arrancamos con una invitada que nos hace mucha ilusión, está con nosotras, Greta García, autora de Solo Quería Bailar. ¿Qué tal, Greta? ¿Cómo estás?
Bien, muy feliz de estar con ustedes, y aquí en esta librería que, claro, la había, el nombre y el la feria y tal la tenía presente, pero no no había estado aquí. Mira, qué bonita oportunidad con vosotras.
Qué bien. Pues, vamos a empezar contextualizando un poquito. Solo quería bailar, cuenta la historia de la Pili, que no es esta Pili que tenemos aquí sentada con nosotras. Podría ser. No lo sabemos de momento, ¿no?
La Pili de la historia es una bailarina de Sevilla que está cumpliendo la condena máxima en la cárcel, porque un día decidió hacerse terrorista. No sabemos muy bien cuál fue el atentado que hizo hasta el final del libro, pero sí sabemos que es porque estaba harta de la burocracia sin sentido y de que el sistema le impidiera dedicarse a lo que más ama, que es bailar, ¿no?
Así es, la Pili solo quería bailar. El baile es lo que disfruta, lo que la hace sentir libre, pero no pudimos evitar pensar durante la lectura que existe una paradoja, ¿no? Sí, el baile la libera, pero al alvés también la encadena. No es aleatorio que hayas decidido que la Pili esté en una cárcel. Fuera, la Pili tampoco podía bailar.
Ese deseo de querer dedicarte a una práctica artística, de cierta forma, te obliga a solicitar ayudas, a internarte a un proceso de burocracia engorroso, a una constante incertidumbre y precariedad. Fuera, al fin y al cabo, la cárcel es la falta de recursos y tiempo, ¿no? Pensamos un poco en Lectura Fácil, de Cristina Morales, por ejemplo. Allí, Nati, la prota, usa el baile como escape, como evasión. Esa es su forma de salirse de la norma, de alejarse del sistema.
Pero en el caso de la Pili, como muchos otros artistas, no concibe dedicarse a algo que no sea su proyecto creativo. Nos preguntamos, entonces, Greta, ¿qué ocurre cuando tu vía de escape se solapa con tu deseo de vivir de ello?
Oh, qué buen resumen había hecho. Ya, pues, hay esta hay esta la mierda, que al final pasa eso, que lo que es tu pasión y tu tu ilusión, tu vocación en la que lo quieres volcar todo, ¿no? Al final se convierte en un en un trabajo, un oficio y con su con su claro oscuro. Y, pues, pues te lo comes, te lo comes. Y vas y vas navegando con ellos, porque intenta mantener y respetar esos momentos más más disfrutones, más bellos, ¿no?
Cuidarlos, y los otros, pues, asimilarlos, intentar gestionarlos de la mejor manera posible, porque al final te van a tocar hacerlo. No sé, yo fantaseo con que algún día tendré un un secretario que Ojalá. Ojalá, ¿no? Pero, sí, entonces, bueno, intentar tener una balanza de las cosas y tirar para el tema, bueno, porque no hay otra, ¿no? Entonces, bueno.
Yo muchas veces como hablándolo con amigas y amigos también que están, que intentan dedicarse a lo que les gusta la creación. Es como alguna, o sea, nos viene la pregunta como en algún momento se acaba esto, como tener que hay hay algún momento en el que no haya que crear un proyecto para una convocatoria y es como, pues, tiene pinta de que no
Tiene pinta
de que,
pues, ya, tengo pinta de que no. Incluso, yo creo que, a lo mejor, a medida que puedes ir como teniendo más repercusión, más fama, o que a lo mejor te pueden llamar, ¿no? Que puede que puedes tener como cierta facilidad de entrar en ciertos circuitos, porque ya tienes una un nombre. Incluso, cuando creo personas que pueden tener esa facilidad, creo que, incluso, ahí siempre hay un engorrone de burocracia que no, o sea, siempre está ahí, pase lo que pase, la tengan más facilidad o no de conseguir trabajo, siempre hay un, siempre la burocracia siempre siempre siempre siempre está está ahí. Sí, entonces.
Pago con ello. Sí, ya es, pues yo creo, no sé, yo creo que hay quienes que, a lo mejor, con una supergran compañía muy famosísima, pues, a lo mejor, tienen un equipo de producción que hace todo eso y la la persona directora creativa solo se puede relajar y solo hacer, o relajar, estar focalizándose cien por cien en lo suyo, pero creo que, aún así, muchas veces se empantanan y se
se borran una cosa con la otra. Todos estamos esperando tener de repente un familiar perdido que muera y nos deja una una herencia gigante, y así poder contratar a alguien que nos lleve la burocracia Claro. Y y no estresarnos con eso, ¿no?
Sí, sí, sí. Yo a veces me lo planteo como un poco, digo, bueno, voy a tomar como un juego. A mí me gusta mucho pensar Mansar los niveles. Sí, pensar de manera lúdica, pues sí que a veces como hay Sí, no sé, intento pensarlo de, venga, ve, esta mañana voy a mandar esto y voy a rellenar y voy a tal, Pero bueno,
no. O ponerte un premio en plan, si hoy día completo toda este esta burocracia, todo este papeleo, pues me voy a comprar un chocolatito.
Y luego también se dan como mucho la paradoja de escribir cartas de motivación completamente desmotivada de comprar. Claro. Me encantaría y en el fondo estás pensando, por favor, dame una oportunidad de lo que sea, pero Total,
ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta
ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta ta
ta ta ta ta ta ta ta ta ta da rabia, ¿no? De esto que nos movemos, que al final, pues bueno, quien le va un poco mejor es también quien tiene como más habilidad con los papeles y con el ordenador. Mucha gente, ¿no? Con mucho talento, pues pues por no ser tan buena en en eso, pues no tiene esas oportunidades.
Bueno, y siguiendo con esta sensación de desamparo que tenemos todos los que nos dedicamos al ámbito creativo y que también tiene la Pili, en una entrevista en Vou o Vogue, como dirían en España.
Ah, digo, Vogue, yo sé que es.
Te preguntaron qué es lo que lleva a una persona a cometer un acto violento. Creemos que una frase de tu respuesta lo sintetiza muy bien. Dijiste, sin amor nace el monstruo. Pili se siente desamparada, sola, tanto desde sus redes de apoyo como desde la institución, y ahí es cuando empieza la fantasía de la de la violencia y luego su ejecución. Nos gusta que en el libro hayas llevado a cabo la fantasía.
En la vida real utilizamos constantemente ese recurso para gestionar la frustración. Nos visualizamos cortándole la cabeza a nuestro jefe tirano, rompiendo todos los cristales de ese trabajo en que no nos pagaron las horas extras, quemando la casa de ese ex novio abusivo o reventándole las ventanas del auto, por ejemplo. Por ejemplo. En ese aspecto, la literatura, además de como denuncia, nos sirve como un escenario para llevar a cabo esos deseos violentos. El arte en general es un espacio para canalizar la violencia que reprimimos, ¿no?
Y algo que nos preguntamos frecuentemente es, ¿cómo podemos generar un puente entre la ficción y la acción real? ¿Qué lleva al arte a ser un agente de cambio? ¿Y si crees que realmente tiene que hacerlo? A a
ver, ¿como qué lleva el arte a ser un agente de cambio si creo que tiene que serlo?
Sí, y también cómo cómo podemos hacer un puente entre ese deseo de generar violencia y no llevarlo a cabo, en plan, nos recreamos en esa fantasía.
Ah, ¿cómo llevas eso?
Pero a través del arte, quizás algún puente, algo que se reconcilie entre ambos, porque claro, al final también el el arte puede ser un agente de cambio en ciertos aspectos, ¿no?
Claro, claro, totalmente. Yo sí que creo y quiero tener fe en que sí que el arte tiene un poder transformador y de mejorar el planeta, sino que sería tritísimo. Entonces, yo me creo esa película, ya no sé si habrá o no, no tengo, pero quiero pensar que sí. Y y yo no sé, no, cada persona tendrá sus herramientas. A mí sí que me ayuda totalmente la ficción y el arte y la fantasía para para que ocurra lo que lo que no, lo que me gustaría que ocurriera.
O o representar mis horrores, ¿no? Una manera de de sacarlo y, entonces, estar más en paz, ¿sí? De poder de poder gestionar al monstruo que tenemos estás dentro, que sí, que totalmente, ¿no? Creo que la violencia viene de cuando no hay de cuando no hay amor. Luego hay, pues, o sea, no sé, yo estoy yo estoy ahora mismo horrorizada con el caso del del del hombre este tan mal horrible de Francia que ha violado a su mujer así, que que él que él lo tiene todo y simplemente es el mal, ¿no?
Y no tiene ni, digo, siempre tiene amor, tiene tiene, no, lo tiene todo y es un y es una malísima persona. Pero, bueno, son como casos diferentes, ¿no? Ella viene de que ella hace un acto de, la Pili se se rebela porque es por por una frustración enorme, ¿no? Por un por porque ha sufrido mucha violencia, al final la violencia, pues sí que genera más más violencia, y ella, pues no vio otra vía de escape. Y claro, nombre, ¿qué es que ocurre en la vida real?
Pues. ¿Cómo cómo hacerlo así? Yo sí que recomiendo a todo el mundo que a mí a mí, no sé, a mí me ayude a escribir, bailarlo, llevarlo a escena, hablarlo con amigas, ¿no? También compartirlo. Y y sí, pero sí que compartir los miedos y los y las ganas de hacer cosas malas.
Claro, o sea, me gusta mucho eso que dices de compartirlo, porque siento que una de las cosas que hace el arte de la expresión artística es eso, pues poner temas sobre la mesa y luego hablarlas, ¿no? Que creo que eso es una cosa muy importante, que que que se viva la literatura de manera colectiva también en ese sentido para poder hablar de estos temas que te remueven, ¿no? Y que es Sí, o
sea, y creo que esa es como la importancia y la que lleva a ser del arte un agente de cambio, ¿no? Que al final el arte individual y solito hace poco es cuando se genera como esa comunidad en torno a él y el pensamiento, ¿no?
Sí, sí, totalmente. Hablando, pues, se llegan a discusiones, evoluciona y pasan cosas.
Queríamos seguir con este tema justo de como del encuentro, ¿no? Porque creo que también se habla en la novela de de esto, ¿no? Entonces no queremos desvelar ninguna sorpresa de la trama, pero queremos entrar en uno de los factores que provoca que el personaje de Pili se desquicie, ¿no? Que en este caso sería la soledad.
Hay
un momento en el en la novela en el que Pili, completamente cabreada por la burocracia, cuelga un post que dice alguien se viene a quemar la agencia, no completamente tal. Y entonces, sin embargo, aunque recibe apoyo en la red social y el post se llena de interacciones y comentarios, cuando se pasa del plano virtual a la realidad, Billy se encuentra completamente sola. Esta contradicción nos parece que ilustra con su momento actual en el que estamos, que aquí nos gusta mucho remedio esta frase, somos como súper fans de ella, y ella tiene un concepto que es como que cada uno vivimos en nuestro cuarto propio individual conectado a través de pantallas, pero estamos como conectados de forma online, pero esa conexión como que hasta que, pues nos surge la pregunta de que hasta qué punto se hace efectiva la que nos surge la pregunta de que hasta qué punto se hace efectiva la realidad, ¿no? Entonces, eso queríamos entrar un poco en este tema y preguntarte qué papel tienen las redes sociales en la creación de comunidad.
Es verdad, yo con las redes que cada vez me aburro más, me parecen superaburrías, las uso como medio de manera laboral, porque sí que, por ejemplo, con la novela me me está siendo muy bonito poder compartir y recibir los mensajes de gente que lee la novela. O sea, si no, yo no tendría la manera o tengo los club de lectura o alguna feria que voy a firmar una presentación. Pero, si no, o sea, este feedback no, pero, bueno, es un tú a tú, ¿no? No es un grupo, no es una no es una comunidad. Es un poco lo que yo siento por por las redes, sí que es como, no sé, yo no lo entiendo bien con las redes sociales, tengo ahí mis mis conflictos.
Creo que es, no sé, es que justo pensando en que de qué maneras pueden llevarse como luego a la realidad. ¿Habéis visto la peli de la trampa que está en el cine ahora? No. Es del hombre, este, Salayang, el, bueno, un un director que tiene, que es el de Señales, El Bosque, ha hecho pelis muy chula, la del Tiempo. Bueno, a mí me gusta.
Y en la peli está hay un momento que hay una influencer encerrada en un baño y está pidiendo ayuda para rescatar a otra persona que está secuestrada en otra casa. Y, entonces, ella, claro, como es como una Rosalía de famosa, abre su TikTok o lo que se dice, necesito alguien alguien conoce de no sé qué, le suena esta estatua, no sé cuánto, allá abajo, y encerrado un chico, no sé qué, y lo va, tiré tronando la apello, pero bueno. Y y, entonces, ella, por ejemplo, gracias a eso, consigue que salven al chico este.
Ah, bueno.
Y empecé, oye, mira qué guay, mira qué buena influencia que
se llama Para el cambio social no sabemos, pero si estás secuestrado
Si estás secuestrado, ahí ahí ahí sirvió. Bueno, yo sí que creo que para mucha gente, o sea, yo es que soy una persona muy sociable y me gusta el cuerpo a cuerpo y y compartir, pero sí que creo que puede ser una herramienta de mucha gente que no tiene esa facilidad y que está aislada, y en lugares en los que no tienes como o Madrid, ¿no? Claro. Incluso entre Madrid, pero en sitios como más remotos y tal, sí que puede ser una manera de sentirte menos sola y encontrar gente afín a a ti y a tus peculiaridades o tus afinidades. Pero creo
que la novela ilustras muy bien esa crítica de de falsa sensación de comunidad que da en las redes, porque, claro, como decía Paula, Pili sentía que todo el mundo iba a estar con ella y la iba a apoyar, pero pero, al final, lo que se lo que se muestra o lo que parece ser en en una página web, en un post, al final, la realidad está ella sola y ella misma, ¿no?
Claro, y que también es como muy raro saber el tono de ciertas cosas, ¿no? Con el con las redes cuando se escribe, según también tu estado de ánimo. Yo en los mensajes que me puede escribir mi mi mejor amiga, hay días que digo, ¿por qué me dice? Si de bueno, es totalmente subjetivo de que yo
me estoy montando estas películas, me
ha dicho lo mismo que todos los días.
Claro, el que lo lees como de otra forma, que es
otro tono. Entonces, sí que a lo mejor la gente se puede tomar algo a a risa, ¿no? Y y una pensar, ah, sí están conmigo, o sea, que no es, no, no se
sabe. Y y, bueno, siguiendo un poco, en la novela hay muchas frases que serían virales en Internet, muchas de ellas frases que todos hemos pensado, pero que estaríamos locas si nos atreviésemos a publicar o incluso a decir, el monólogo interior de la Pili es irreverente y crudo, y siento que actualmente exponemos constantemente todo lo todo lo bueno, o sea, como ahora estamos hablando de las redes, exponemos todo, todo, todo, lo bonito, nos construimos en Internet la identidad que queremos, incluso cuando se muestran las debilidades y hay usuarios que también deciden hacerlo y usar un poco eso, ¿no? Sin embargo, toda esa parte de la mente que tiene más que ver con lo ilógico y lo subconsciente, no se cuenta. Son secretos que se quedan para nosotros y que verbalizarlos nos llenaría de vergüenza. Ponemos, por ejemplo, una descripción de un sueño que tiene la Pili, que también nos hizo mucha gracia, que dice, he soñado que era Manuela con tres cabezas y seis ojos de toro emboilao, y que le metía los dedos en el ojo de un bebé, a un bebé.
Luego lo ahogaba con la sábana y al final le rajaba la barriguilla y le metía un plato dentro, ondulado, blanco, el plato típico de Tomás Puchero. No era cosa fácil, el plato era más grande que el bebé y el bebé lloraba y chorreaba sangre, y yo con mis tres cabezas chocando entre ellas y los seis ojos de toro acojonados seguía intentándolo. A ver, es una imagen cruda, pero no resulta del todo asquerosa, ¿no? Como que hace un poco de gracia y Oye, pues, yo
todavía estoy fatal por el otro lado.
Pero, o sea, la pregunta que nos hacemos como en esta clase de descripción, que la habilidad hace bastante recurrente, es, ¿cómo ha sido la reacción del público en la sociedad de lo políticamente correcto?
Ah, bueno, pues, sí que algo que se me ha preguntado mucho, pero yo estoy recibiendo el libro con mucho con mucho amor y mucho cariño, y con muy buen rollo. Así que eso con, sí que hay una sensación, ¿no? De que por eso a lo mejor el libro da risa, porque se salta un poco lo correcto. Claro. Y justo me lo he podido permitir hacer, porque ese monólogo interno, ¿no?
Exactamente como la he explicado superbién, que claro, como es tu barra para interior y dentro pasan cosas. Y y ahí, pues me permitió decir, pues todas las cosas que en la vida da, pues, claro que no decimos, porque porque no está tan bien visto, incomoda o o, a veces, no tenemos ganas, no, tampoco tenemos ganas de todos los otros contando en otras cosas más internas, o también, a veces, queremos proteger ese tipo de de cosas. Entonces, sí que yo me lo he pasado muy bien escribiendo todo esto y jugando con con con esa con esa provocación que a mí misma me me generaba, ¿no? Cuando le escribía había cosas que decía, por favor, no sé qué, y yo me y que me daban mi risa, un poquito de vergüenza. Y yo, cuando me pasaba eso, sí, me parecía me parecía como el buen camino a seguir.
Es que, además, el punto de humor hace que todo sea más desenfadado, en plan, que casi me caigo de
de la burente. Ay, qué súper. El punto del humor, me caigo de luz.
Pero lo hace también todo más desenfadado y también como un poco como, bueno, estamos hablando esto, tampoco tiene que ser tan en serio, o sí, es una broma, pero si quieres no es una broma, ¿sabes? Sí.
Sí, pero a mí también me pasa como ese, o sea, nos reímos porque yo creo que nos incomoda un poco, nos incomoda reconocernos en esos pensamientos que muchas veces son como pensamientos intrusivos que obviamente no se pone, no se verbalizan, pero como estamos como en el pensamiento interno de la mente del personaje, me parece que que lo que crea es que sea más veraz, ¿no? Me recordó también a la peli esta de el director completamente cancelado de Mike, de Mike Calger,
que alguien me hace
en el que la la protagonista, sí es la protagonista, ¿no? Sí, como que está con un bebé
Para un galeni, ¿no?
Sí, para que está con un bebé y se ríe porque y le dice, ¿por qué te rías? Dice, porque me he imaginado vuestras caras, las caras que se os quedarían si yo hubiera tirado el bebé por la ventana, repente, que es como un pensamiento super intrusivo y en este caso ella lo verbalizan, entonces se quedan como Claro. Pero existen, ¿no? O sea
Sí, sí, sí. Eso me Mira, tuve una entrevista en un programa de radio y había un señor y entonces, estábamos hablando y yo dije, bueno, yo creo que estos pensamientos los tiene todo el mundo, no sé, yo que si te los veo, a mí lo escuché y me da miedo, porque imagino que hoy se lo clavo a alguien y digo, oye, ¿y qué ves? ¿Por qué imagino esto? Que es totalmente incontrolable, ¿no? La cabeza dice y te mete imágenes o cosas.
Que Y y me dijo, che, hombre, serás tú a mí, eso no me pasa. Y él me lo negó, él me dice, no, no, eso, ¿por qué se muelas así? Y yo mirándolo, digo, Yo lo llamo monstruo, pero que es, yo creo que lo lo natural y para mí eso, la la la risa o la brutalidad o la la la la dulzura también de la manera que tiene Piri de de expresarse, que que que también es que también es es muy honesta, ¿no? Y por eso creo que que genera esa esa empatía. Y eso creo que libera un poco a mí lo lo hacía con ilusión, porque a mí me gusta mucho cuando le digo muy guarro, protagonistas que la cagan todo el tiempo o que le pasan, ¿no?
Que les hacen las cosas mal o o que cuentan cosas superespecíficas de la caca y de los etes, porque es que es verdad que son cosas que una, pues, no se habla tanto sexual, ¿no? Y de repente son, dices, tú, pero este ejemplo concreto, ahora que me estoy leyendo el celo de Sabina Urraca, hostia, tiene cosas superespecíficas y tiene un par de frases que digo, que digo, pero eso tal cual tal cual yo, y a lo mejor tú lees otra y dices tú, pero tú, tú. Entonces, cuando gracias a esas cosas tan concretas y tan íntimas, cuando las vemos sobre el papel, tú tienes tu última intimidad de él o sola, pues libera un poco y te sientes menos rara, ¿no? O menos
A veces también. Con menos mal. Como que haces algo asqueroso y dices, seré la única persona del mundo que está haciendo esto tan asqueroso. Guarrada.
No, qué va. Como oye, ¿no? Qué va, qué va, qué va. Es súper, todo el mundo tiene secretos.
Claro, como en ese sentido también nos muestras un poco la variedad y lo complicado que es la identidad de cada uno. Y aquí hay una reflexión en la novela que a mí particularmente me ha gustado mucho, que es como hay una reflexión en torno al yo y los recuerdos. Y hay una frase que está al principio de de la novela, que yo cuando la leía dije, bueno, a ver, me va a encantar este libro porque me encantó, que define, la protagonista define el yo como, y lo voy a citar, una bola de recuerdos que el cerebro almacena como un disco duro y que por su cuenta remezcla como un DJ encocado en una rabia infinita. Me pareció buenísima. Y bueno, también me pareció muy interesante como esta dicotomía entre necesitar los recuerdos para saber quién eres, pero al mismo tiempo que este pasado, a veces cuando es un pasado traumático, o sea, el que te puede destruir tu propia identidad, ¿no?
En en la novela conocemos el pasado de Pili de forma gradual. Al principio solo conocemos su presente. Y en este presente los únicos vínculos que tiene en la cárcel son su compañera de Zelda y la y la doctora de la cárcel de la que está enamorada, ¿no? Sus padres no van a verla. Y esto, además de reafirmar la idea de la que hablábamos antes del amor, nos llevó a pensar en la importancia de la mirada del otro para la constitución de nuestra propia identidad, ¿no?
Y entonces quería preguntarte, ¿hasta qué punto las personas que nos aman, no? O el hecho de sentirnos amadas por ellas, ayudan a nuestra construcción de nuestra identidad, ¿no? O sea, ¿de qué manera nos constituyen estas personas y este pasado nuestro?
Pues eso lo tengo muy claro, la verdad, no te sé responder. Sí que, o sea, sí que, por ejemplo, así como analizando un poco desde lo primero que has comentado, el esto de de la manera del pensamiento lo visualizaba porque yo estaba interesada en la meditación y yo, hay veces medito, no me pongo a hacer y pásana. ¿Ostras
veis? Alguna vez, yo
no llego a hacer el retiro ese de una semana, pero yo sé, yo he tenido una época de que ponía media hora, luego una hora y hacía esto de respirar y te concentré en dos puntos aquí, y luego leí algún libro y comentaba, claro, que a veces los, no sé, yo leí un par de cosas y yo me lo imaginaba así, ¿no? Como como que está el cerebro, y luego el cerebro solo con los recuerdos va generando como una capa aquí de de borroso, de de ruido, de bruma, de todos los recuerdos, y al final eso, pues se va mezclando, y y me ayudó como ese ejercicio de de ver, bueno, de entender el cerebro como un músculo que hay que entrenar y que se atrofe a veces, ¿no? Y por eso, a veces, pues, o cosas traumáticas se pueden quedar a enganchar, yo me imagino, cuando se me queda aquí como una paranoia, ¿no? O de esto. Digo, esto, ¿por qué no se me quita esta persona o este pensamiento?
Y claro, me imagino que digo, claro, es que se me han quedado dos neuronas así. No es que yo tenga un problema real, es que se me han quedado dos neuronas enganchadas. Está el DJ ahí El DJ ahí, y se tienen que que hacerlas, hay que ponerlas a entrenar, hay que darles de comer, hay que hacer algo, ¿no? Eso me ayudaba y, entonces, por eso salió de ahí. Y lo del amor y como la y la mirada de fuera, claro que claro que hace, pero y más hace según tú estés, ¿no?
O sea, si tú no estás fuerte o estás no estás sólida, ¿no? Pues, entonces, sí que la mirada de fuera es la que te, no sé, es muy subjetiva la mirada de fuera. Entonces, a veces, igual que antes comentábamos los comentarios de las redes sociales, según como este es una de ánimo, yo ahora que estoy con las reglas, que estoy hipersensible, a lo mejor alguien que me está mirando más seria, simplemente, me está pensando en que, no sé, se hace caca, no sé. Y y yo me lo estoy tomando en plan de, ah, claro, es que me está viendo las ojeras o que estoy sudando, no sé qué, porque yo te Entonces, bueno, eso es como la capa más superficial, ¿no? Que lo que pregunto esto es algo más profundo.
Pero, claro, o sea, si el amor te te da la gente que a ti te importa de la que tú quieres, cómo ese amor se te devuelve, hace que tú estés mejor o peor, ¿no? Y te ayude a a crecer con
O como en el caso de la Pili, a brillar, ¿no? Como que estábamos pensando también en que, dentro del en el contexto del del baile, del baile, la Pili reflexionaba sobre el tema de las bailarinas que brillan y las que y en ese punto la mirada del otro, de su madre, en este caso, era muy importante para que ella se sintiera una buena bailarina. Sí. Porque a pesar de que a la Pili la ponían siempre en la última fila, su madre le decía, y lo digo tal cual, a mi madre le encantaba cómo cómo brillaba, me decía Pili, tú brilla, y yo me lo creía y me sentía importante detrás en la esquina del escenario. O sea, para brillar se necesitan estos ojos que te miren y reconozcan ese brillo.
Si nadie te mira el brillo, realmente estás brillando. Quizás en la práctica, o sea, quizás en la cárcel la piel tiene más tiempo, pero perdió algo fundamental en la práctica artística, que es el espectador. Existen diferencias entre las miradas que consumen disciplinas artísticas variadas, y en tu caso, Greta, ahora tienes espectadores que te miran performar, pero también lectores de tu novela. Y te queríamos preguntar, ¿cuál crees que es la mayor diferencia entre quién te ve y quién te lee? Y tú, ¿qué buscas transmitir con el baile versus con la literatura?
Oye, que estoy flipando, como qué guaito lo que habéis de la novela, que yo es que ayer hablaba con, esta mañana tenía una reunión con una compi bailarina, así como con las dudas cuando uno empieza un proyecto, con la las rayadas de, ay, ¿qué va a pensar la gente? Y me imagino, ¿cuánto? No sé qué, o tal, dice, y es que yo no sé si tengo claro lo que estoy haciendo, si tal. Le digo, es verdad que a mí me pasa y a veces hago las cosas de todas maneras más visceral y lo voy como entendiendo después, ¿no? Y a mí, al principio, de la presentación de la novela, me daba pánico hablar de ella, porque digo, que yo no sé de qué de qué va, no sé decirte en plan, pues, o sea, sí te cuento, pero como Y luego es verdad que, a medida que ella ha ido hablando, se ha ido como Desganando.
Sí, sí, y he ido como yo misma entendiendo que que es chumpo, y vosotras, pues sí, que no todavía. Digo, pues, entonces, como que ¿qué busco yo transmitir con el baile o o qué qué diferencia veo entre quién me ve y quién me lee?
Sí, también que y también qué buscas transmitir tú con el baile versus con la literatura, si son cosas diferentes
o? Pues sí que me genera un placer enorme poder hacer algo que no dependiera de mi cuerpo. Eso sí que me ha parecido la bomba, o sea, que yo podría haber sido cualquier persona, ¿no? O sea, sí que cuando yo me, aunque a mí me gusta mucho disfrazarme, incluso, cuando estoy en escena, a veces, ocultarme, pero eso me dio un placer y una liberación muy grande, depender tanto de mi cuerpo, porque sí que yo sigo muy
obsesiva y lo sigo
siendo, de muy obsesiva y lo sigo siendo, de de estar en forma para encontrarme bien, para estar bien en escena, para poder hacer las habilidades y peripecias físicas que me que me gustan, me divierten y que, al final, me dan de comer. Entonces, sí, que tengo ahí como un una, lo que comentamos un poco antes, ¿no? Pues esto es una vocación, algo que me alegra muchísimo placer y que también al final se convierte un poco en una especie de de prisión o cadena de que tengo que estar manteniendo esto, porque es que si no, no llego, porque si no, no voy a estar, y porque si no vuelvo para la gente que me va a ver, pues, yo voy a ser el resultado que yo quiero o espero, ¿no? Y y toda esta cosa del juicio de la mirada, que que es mucho más que es mucho más dura, que que es muy dura. Y, luego, pues la la el el el poder hacer algo eso, que que viajara sin mí, en el que yo pudiera estar empijada a mi casa y pudiera cada uno tener su experiencia totalmente íntima con el texto, ajeno a mi cuerpo, Pues, eso me parecía fantástico, porque sí que el teatro tiene algo, pues, muy, sí que hay algo de tu como individuo en el público, que tienes tu experiencia individual, pero, totalmente, la la lo que lo que ocurre con en la sala, la energía que se genera en el público marca muchísimo la sensación que tú te puedes llevar.
O sea, sí que se genera una, sí que se genera un clima en según qué sala, qué espacio, que sí que repercute en tu mirada, y también te puede pillar un día más malo, más bueno, un, hoy estabas más cansada, entonces no has conectado tan bien o te has caído, o sea, cualquier cosa. Y el texto es, una vez que está cerrado es el mismo y es igual y no hay ninguna variación, es exactamente igual. No interfiere el que haga más frío, más calor, más nada, sino es totalmente igual, y uno lo puede leer cuando le dé la real gana, que le pille con la energía y las ganas de hacerlo, ¿no? No de haber que fui al teatro, estaba alucinando con la obra, pero tenía un montón de gases porque venía a estar todo el día en el tren, estaba diciendo, oh, qué coraje me estás dando, que es que estoy aquí como con dolor aquí de gases y no, como te pasa eso, pero es que no tengo otra oportunidad de verla, no puedo irme ahí, sino lo tengo que ver ahora. Y en la novela, pues, bueno, tú puedes leer la novela cuando te cuando te dará ganas, y, entonces, eso me apareció la bomba.
Y lo que busco transmitir con el baile versus la o con la escena versus la literatura es bastante similar. Al final, busco emocionar de algún de alguna manera y y compartir preocupaciones o cosas que me apasionan. Sí que es la primera, sí que es la primera cosa que escribo, y y sí que ha sido con la lo que veo más diferente es que he generado como una historia muy lo más realista que he hecho nunca. Siempre todo lo demás era, han sido cosas más más oníricas o, sí, más desde la fantasía y desde el absurdo, y esto es una cosa muy, muy, muy, muy específica con uno con uno con con unos con unos escenarios totalmente, ¿no? Que puedes verlos en Google Maps, que solo lo puedes como encontrar, y y que hay como una trama de principio a final, conflicto, personajes, un montón de personajes, ¿no?
Hay diálogo, como todo esto, así nunca lo había hecho. Entonces, eso eso es lo que ha sido más nuevo para mí. Pero, al final, como en el fondo, lo que lo lo que me lo que me agrada de esto es como generar algo en alguien que pueda pensar o le pueda inspirar o o le ayude a comentar cualquier cosa, que sí, que con lo que hago en escena también lo intento.
Me ha gustado mucho lo que has dicho, como de que en en la literatura, cómo estés tú corporalmente importa menos, pero al mismo tiempo siento que al escribir también se trabaja con el cuerpo. O sea, es como una manera de trabajar con el cuerpo abstracta, ¿no? No podía ser como, me ha recordado, pues, estoy como como hemos mencionado a Cristina Morales y me flipa y ya la debo a la cabeza.
Él también soy fan, pero
es casa, ella,
Pues se dice por ahí. No lo sé porque no me lo ha contado ella, ¿no? Pero se dice como que cuando estaba escribiendo una de una de sus novelas, quería escribir la sensación de como para para usarlo en la metáfora, quería escribir como la sensación de una gota de miel que cruzase tu brazo y que para escribir eso ella estuvo toda la tarde como observando la gota de miel, cruzando su brazo, ¿no? Como que sería un ejemplo en el que lo físico se junta como con la escritura. Pero obviamente hay como mucha diferencia, ¿no?
No, no, pero totalmente, o sea, sí que sí que al final está todo, o sea, el cuerpo es que no hay manera de quitártelo de encima, o sea, es que está ahí. Entonces, siguen todo y interfiere. Y y sí que, aunque para mí sí que ha sido un trabajo hipermental y yo me sentía como si estuviera enchufado una máquina, mi cuerpo desaparecía, porque venía de estar como con un trabajo super superfísico y era como mi momento de parar y solo estar Mindfulness, ¿no? Pero, claro, sí que también, gracias a que yo estaba Mindfulness, podía escribir. Y lo que también me ha y lo que también a mí me ha gustado un montón y y me ha dado mucho mucho para escribir, también trabajar desde las sensaciones, desde sensaciones físicas mismas de del bailar, o cómo qué cosa me imaginé cuando bailo o o dolores que tengo.
Y, pues, deseos, ¿no? Como estas sensaciones sí que me me gusta, y también intenta escribirlas y me encanta leerlas también.
Yo cuando terminé de leer la novela, a mí se me quedó como una sensación como de haber sido la espectadora de una especie de fracaso brillante, ¿no? Como como que vi una actuación bella y fea al mismo tiempo, ¿no? Entonces, por un lado, a lo largo de la novela encontramos referencias también a las conductas alimenticias insanas, ¿no? De de esta obsesión por perseguir la delgadez para poder bailar, que parece algo como muy que viene de mano del oficio de la bailarina muchas veces. Y entonces nos preguntamos que parece que este deseo de ser vista se puede pervertir hasta el punto de ser autodestructivo.
¿No? Y bueno, pues de qué manera se relaciona ese deseo de brillar con con la
enfermedad. Sí, claro. Bueno, eso eso en el momento en el que también empiezas a relacionar conceptos de la manera equivocada y en tu cabeza no el cerebro vuelve a ser una conexión chunga, que tiene como que trabajar, hacer un un trabajo psicológico fuerte para desenganchar esa cadena de lógica en tu cerebro, en el que asocias que dejar de comer te va a ser mejor bailarina. Y eso te puede venir porque porque has visto ejemplos, porque te lo han dicho, ¿no? En la educación, sobre todo cuando eres más niña y y y tienes el el músculo menos amanzadito, ¿no?
Está, es más fácil que, entonces, se te hagan estas conexiones tóxicas y que, al final, tú misma vas y que, a lo mejor, vas, puedes ir haciendo y vas a recibir un tipo de recompensa, pues, totalmente, que que alimenta esa esa toxicidad. Entonces, como que que de qué manera la pregunta otra vez.
Sí, como este deseo de brillar, ¿no? De de ser vistas y de que es un deseo, creo, que no tiene por qué ser constitutivamente mal. O sea, de hecho que creo que toda la persona que se dedica a la expresión artística tiene un poco ese deseo, ¿no? Pero también está como un poco vinculado en este caso, o puede llevarnos como a esos pensamientos que nos lleven a conductas más enfermas.
Claro, en este Sí, perdón, de
En nada, solamente que yo también estoy pensando con lo que estábamos hablando antes que decías tú de esto de de cómo a veces cómo estaba tu cuerpo físico al momento de performar, cómo afectaba también esa performance, cómo cambiaba con la literatura. O sea, y ahora conectándolo un poco como ese deseo de brillar y de de que te puede enfermar, incluso como el mismo arte de cierta forma nos puede enfermar en el sentido de que esto nos apasiona tanto, de que, por ejemplo, vamos a bailar hasta que nos suelan los pies, vamos a dejar de comer para que, que no lo estoy romantizando, por si acaso, pero vamos a dejar de comer porque, no sé si creo que lo dijiste tú en una entrevista para, o lo leí en alguna parte, para que el chico nos pueda lanzar más por los aires. Incluso, la escritura, me voy a pasar, no puedo dejar de escribir, me voy a pasar cinco horas escribiendo, a pesar de que me duele muchísimo la espalda, me estoy cagando la vista. También ahora se me viene a la cabeza un amigo de que él es artista visual y lo que hace es bordar con máquina, y se pasaba tantas horas bordando con máquina que los dedos los tenía ya, como esta pasión desbocada, de cierta forma, es como que el arte mismo nos desenferma un poco, ¿no?
Pero como que no podemos evitarlo.
Sí, eso, pues, esa es la donde hay que hacer más trabajo en la formación, sobre todo, hacer un trabajo psicológico de hacernos entender que eso no es la manera. Ya. O sea, sí que hay sí que hay que entrenarse, ¿no? Y sí que hay que, y en el entrenamiento, pero dentro del entrenamiento y eso se ve como a los atletas, ¿no? Tienen que tener unos descansos y está todo superprogramado para que el cuerpo llegue a tu objetivo de la mejor manera posible, porque sí que mente y cuerpo va totalmente uno.
Entonces, claro que eso hay que entrenarlo para que no acaben pasando este tipo de cosas, que al final, pues eso se romantiza y no suma nada, ni te ayuda a a estar mejor. Sí, yo estoy como, yo estoy muy enamorada de Simone Bailes, de todo esto, ¿no? Que ella lo está siendo como un muy buen personaje hacérnoslo entender y hacer llegar como a un montón de gente este este mensaje de que sí, que hay que hay que entrenarse psicológicamente igual que físicamente, y entender que el cuerpo necesita esos descansos, tanto cuando la mente no está bien, porque, entonces, te expones a un riesgo, una caída y una adhesión tremenda, como a llevar tu cuerpo a unos límites que no que que, claro, que no, que no que no ayudan. Solo, exacto, van a cinco años más
peor. Hablando también como de ambientes tóxicos, la el personaje de la Pili, a fin de cuentas, se desquicia un se desquicia bastante por intentar adaptarse a un sistema que la está expulsando constantemente. En un momento de la novela se dice, en serio al en en serio a nadie se le ha ocurrido nada mejor que esconder a las personas que no encajan. Y, no sé, Greta, ¿tú crees que el arte puede ser una alternativa para dar esos espacios a identidades diversas, para salir de la normatividad y nutrir el arte con eso que no encaja, hacerlo más disidente, menos repetitivo y ordinario?
Claro, claro que sí. Claro que sí, punto. Totalmente, sí, sí, sí. Eso es que yo misma me lo, yo no acabo la carrera en derecho, pero la tengo empezada. Yo la quiero la quiero acabar porque me gusta, Y sí que que yo me lo preguntaba mucho con en clase de derecho penal, cuando hablaban de los testamentarciarios y las cárceles, y hoy tiene un profesor que decía, a ver, es que esto, porque hasta ahora a alguien se le ocurrió esto, ¿no?
En plan, y al final las normas van van viniendo y se van haciendo las cosas, pero que esto no quiere decir que sea lo bueno, que porque estén las normas puestas así no quiere decir que las normas, las leyes sean buenas, sino que lo que hay que hacer es seguir en el conflicto dialogando, planteándonos este tipo de preguntas y encontrar maneras para para evolucionar y mejorar. Pero claro que a veces no creemos que porque esté puesto la ley es lo bueno. No, hombre, no, lo hizo la ley, la ley, claro, la ley es la lógica, es la es la razón, es lo mejor, es como, no, no, eso, bueno, eso fue en ese momento y no tiene para nada por qué ser la la la la solución. Y sí que claro que el arte, una buena alternativa, no sé
si la solución ha nada, pero Total. Pues, ya para terminar, queríamos retomar un poco lo que habíamos hablado al principio de nuestra conversación sobre toda este desquicie de cuando te quieres dedicar a algo artístico, que entras en esta vorágine de convocatorias, burocracia y tal, que también es lo que desquicia al personaje protagonista de la novela. Entonces, no queríamos terminar esta entrevista sin preguntarte sobre alguna situación random malocada a la que hayas llegado, porque solo querías bailar.
A ver, random y alocada.
O, bueno, graciosa, tampoco. Bueno, sí que puedo decir que la la ayuda que pide la protagonista es
una muy similar que estaba pidiendo en tiempos de pandemia.
Ahora nos cuentas que estuviste en una cárcel por haber probado, no
sé, escapé, hice un hoyo con una cuchara. Sí, compartía piso con dos compis y estábamos pidiendo la ayuda a la creación, unas que sacó la junta de Andalucía, que son la ayuda, la creación extraordinaria, y ahora me pasé un proyecto, y pasó tal cual, ¿no? Y, entonces, tal cual pasa la novela que se colapsa la pantalla y está todo el mundo en plan, ¿cómo, cómo, cómo? Era las doce de la noche, estaba sin tener fatal, porque digo, pero qué, dama, está aquí peleando nuestro mundo porque hay este dinero y queremos llegar. Y mi, venga, nos ponemos un cubata, y en plan, que me niego, que no, que me acuesto, pero luego estaba, ¿cómo te vas a dormir?
¿Que te que te viene bien el dinero? ¿Hoy? Que no sabes si vas a tener trabajo, que tal. Y pero, entonces, pero si yo a lo mejor lo necesito una compañera más que yo, y entonces, y empezaba ahí una rayaera y por el chat, no sé quién lo ha conseguido. Eso es que tiene enchufe, ¿cómo va a tener enchufe?
Si es por la plataforma. Y era como, era el entresijo este de tal. Y entonces yo de ahí de esa de esa rabia de esa noche fue que dije, vale, esto es lo que pasa en la novela, porque yo estaba escribiendo escribiendo cosas de de una protagonista bailarina tenía la voz, pero no tenía como un detonante de algo que accionara y y pasaban estas cosas. Entonces, esa noche yo y fue una noche de de mucha inspiración y por eso y al final el agradecimiento le agradezco a la agencia.
Qué bueno, la verdad.
Qué bueno, la verdad. Sí, no, no hubiese yo escrito la novela.
Lo que es llevar. Te quiso que te viniera ese ese pensamiento y esa fantasía violenta.
Claro, que también es algo que eso, como lo hemos comentado al principio de la entrevista, que es algo que se dice tanto, tan a diario y, sorprendentemente, poco ocurre, ¿no? O sea, que muy bien nos portamos los humanos. Sí, sí, sí. Total, total, total.
¿Y qué qué común es que se queden pilladas esas páginas? O sea, es que me parece parece que lo hacen como a posta, hablar, una resistencia más.
Hacemos un pedido para que haya un mantenimiento a todas estas páginas.
No, si nos piden cosas complicadas en Internet que sean, por
lo menos, ligeras. Claro. Bueno Greta, muchas gracias por tu tiempo. La verdad es que ha sido un placer y gracias de nuevo a la librería Pérgamo y a nuestros oyentes, por supuesto. Y nada, nos escuchamos a la próxima.
Muchas gracias.
A vosotras. Qué curras lo habéis hecho.