Semana en la que un acontecimiento ha estado por encima del resto. Donald Trump, y por tanto Estados Unidos, reconoce que Jerusalén es la capital de Israel.
Este hecho, que ha desatado críticas negativas en todo el mundo, ha eclipsado otros temas que siguen candentes, como la reforma fiscal, las elecciones en Alabama (con un candidato republicano acusado de abusos sexuales) o las amenaza nuclear de Corea del Norte...
En este caso Jerusalén fue la gran protagonista.
Una semana jerosilimitana en Washington.
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