Analizamos la increíble historia de cómo desarrollaron y administraron en tiempo récord la primera terapia genética del mundo creada completamente a medida para salvar la vida de un bebé. Los científicos usaron una herramienta que actúa como un "lápiz con goma de borrar" para corregir una errata en el material genético del bebé que le producía una enfermedad rara incurable y mortal. La clave fue usar una versión avanzada de CRISPR llamada "edición de bases" para cambiar una sola letra defectuosa del genoma sin efectos secundarios hasta ahora. La misma tecnología base podría adaptarse para tratar otras enfermedades genéticas, abaratando y acelerando la creación de nuevas curas. Este caso abre la puerta a una nueva era de medicina de ultra-precisión, donde las terapias se diseñan a medida para cada paciente y hay esperanza para enfermedades que hasta hoy se consideraban incurables.
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Transcripción
Hola a todos y bienvenidos a un nuevo episodio del podcast cuerpo y metas, un podcast donde hablamos sobre temas relacionados con la salud, la nutrición y el deporte para que podáis entreteneros mientras aprendéis algo nuevo. Yo soy Mirabai Cuenca, me podéis encontrar en Instagram como arroba mirabai barra baja cuenca, y ya sabéis que además de ser runner y friki del gimnasio, me dedico a investigar. Soy investigadora concretamente en el campo de las terapias génicas, y por eso hoy os voy a traer una historia que fue mochada y salió en todos los periódicos, que parece ciencia ficción, pero realmente consiguió salvar la vida de un bebé en tan solo unos meses. Es la historia de un equipo de científicos y médicos que consiguieron diseñar, fabricar y administrar una terapia génica completamente nueva y personalizada una terapia génica completamente nueva y personalizada para una enfermedad que no tenía cura a un bebé, y que consiguieron, además, que funcionara y mejorase la enfermedad del pequeño que, de otra manera, no habría sobrevivido. Este bebé nació con una enfermedad genética mortal, que ya os digo que hasta entonces no tenía cura, y este equipo de profesionales inició una carrera contrarreloj para hacer una terapia amiguita, única y exclusivamente para este bebé, y lo hicieron en menos de un año, o sea, es absolutamente increíble.
Y yo os vengo a contar cómo lo hicieron y qué implicaciones tendría esto para los demás, que no tenemos esta enfermedad, pero podemos desarrollar muchas otras enfermedades genéticas. Si queréis consultar los detalles más técnicos de la historia, se publicó en mayo de dos mil veinticinco en el New England Journal of Medicine, que es una de las revistas más prestigiosas que hay, sobre todo en cuanto a terapias que se llevan a la clínica se refiere. Y para los que no queráis detalles tan técnicos, quedaos a escuchar este episodio en el que vamos a ir desgranando pieza a pieza y explicando de manera muy sencilla todos los detalles que hay detrás de esta terapia pionera, que básicamente es una terapia que consiste en utilizar un lápiz con goma de borrar sobre nuestros genes. Se llama técnicamente edición de bases mediada por CRISPR, y veremos cómo los investigadores hicieron posible lo imposible para aplicar esta terapia en una persona en un tiempo récord, y también debatiremos un poco si esto puede significar el comienzo de una nueva época en la que la medicina personalizada esté más a la orden del día y en la que te puedan realizar una terapia única, y es a medida para la enfermedad o el problema que tú tengas.
Empecemos por el contexto, ¿a qué pesadillas se enfrentaba este bebé y sus padres? ¿Cuál era la enfermedad que tenía? Bueno, todos sabemos que las proteínas son esenciales para la vida y, de hecho, como deportistas vivimos a veces pendientes de la ingesta de proteínas para reparar los músculos, para mejorar la recuperación y mejorar el rendimiento. Pero nunca, a lo mejor, se nos ha ocurrido pensar que, al usar esas proteínas, nuestro cuerpo está generando sustancias de desecho, concretamente, residuos tóxicos como el amoniaco, que si llegasen al cerebro, pues evidentemente nos causarían muchísimos problemas. No obstante, esto nunca sucede porque nuestro hígado tiene una especie de sistema de tratamiento de residuos súper eficiente, y este sistema se conoce como ciclo de la urea.
Este ciclo lo que hace es que coge el amoniaco que resulta del metabolismo de las proteínas y lo convierte en urea, que es una sustancia inofensiva que, además, excretamos fácilmente, proteínas y lo convierte en urea, que es una sustancia inofensiva que además excretamos fácilmente por la orina. Pues bien, lo que le pasó a este bebé es que nació sin la primera y una de las más importantes máquinas de esta planta de tratamiento de residuos, es decir, nació sin una enzima que es la que ayuda a que se realice la primera reacción química de este ciclo de la urea para convertir el amoníaco en urea. Concretamente, esta enzima se llama carbamoil fosfatosintetasa uno, o CPS uno, por sus siglas en inglés, así que este bebé nació con una deficiencia de CPS uno. Por tanto, cada vez que el bebé tomaba leche materna para crecer y para alimentarse, pues, las proteínas de la misma se descomponían y se metabolizaban generando amoniaco que el bebé no podía eliminar y, por tanto, el bebé empezaba a acumular una especie de veneno para su cuerpo. Esta enfermedad es ultrarara, superrara, afecta solamente a uno de cada uno coma tres millones de bebés y, eso sí, tiene una tasa de mortalidad del cincuenta por ciento en los primeros meses de vida.
Es decir, que si a este bebé no le hubieran desarrollado esta terapia, posiblemente, a día de hoy, no estaría vivo. Esto se lo detectaron a las cuarenta y ocho horas de nacer, cuando empezaron a ver que le costaba respirar, que estaba letárgico, y entonces le hicieron un análisis de sangre y vieron que los niveles de amoniaco estaban por encima de mil micromoles por litro cuando suelen estar por debajo de treinta y tres. Literalmente se estaba ahogando en su propio amoniaco. Entonces, los médicos pasaron a secuenciar su genoma y encontraron la causa de estos elevados niveles de amoniaco, que eran precisamente dos mutaciones en el gen que da lugar a que se produzca esta proteína CPS uno, esta enzima CPS uno, que es la maquinaria que convierte el amoniaco en urea. Tenía dos mutaciones en este gen, una en la copia que le vino dada por su padre y otra en la copia que le vino dada por su madre, o sea, malísima suerte, ¿vale?
Porque tú tienes dos posibilidades de poder fabricar bien esta proteína y las dos se te han ido al garete, por eso es una enfermedad tan rara, porque es que realmente es mala suerte. Entonces, estas mutaciones que tenía además en ese gen eran bastante malas, o sea, directamente daban lugar a que no se produjera esta enzima. Generaban una especie de proteína corta, pequeña e inútil, o sea, todo mal. La única cura real para este tipo de pacientes es hacerles un trasplante de hígado, pero claro, trasplantar a un bebé de unos días de vida, pues básicamente no es factible, es una operación muy arriesgada. Así que la única opción que les quedaba al bebé y la familia era, pues, hacer continuamente tratamientos de limpieza de la sangre de este bebé para retirar el amoniaco, o sea, someterlo continuamente a diálisis para limpiar la sangre, darle al bebé una dieta baja en proteínas con una restricción de proteínas brutal, con lo cual, claro, el bebé iba a tener problemas de de crecimiento, y fármacos que se llaman secuestradores de nitrógeno para intentar atrapar el amoniaco, porque el amoniaco realmente está formado por nitrógeno e hidrógeno.
Entonces, si tú utilizas fármacos que secuestren el nitrógeno, es básicamente, pues intentar retirar también ese amoniaco. Pero claro, cualquier enfermedad que tuviera un bebé, y como sabéis los bebés pueden enfermar muy fácilmente por infecciones que cogen de forma recurrente, un simple resfriado o una gastroenteritis, pues podría desencadenar el catabolismo de proteínas del propio bebé, es decir, que se empezasen a utilizar las propias proteínas que tiene como en reserva, y esto le generaría acumulaciones de amoniaco que no se pueden siquiera controlar con estos tratamientos de diálisis y secuestradores de nitrógeno. En ese caso, esa avalancha de amoniaco le podría causar daños neurológicos o directamente podría producirle la muerte. Entonces, ante esta situación tan desesperada, los médicos del bebé, que eran de un hospital de Filadelfia, contactaron con un experto en genética, un jefe de laboratorio de la Universidad de Pensilvania, y le propusieron crear una terapia a medida para este bebé. Gracias a dios, tenían financiación y dijeron que sí, así que vamos a ver ahora en qué consistía esta terapia que decidieron diseñar, testar, fabricar y administrar en menos de un año.
¿Y en qué consistía esta terapia? Bueno, esta terapia está basada, como os he dicho antes, en el sistema CRISPR CASNEIN. CRISPR, a lo mejor, os suena porque es una herramienta que lleva varios años en danza y, de hecho, recibió el Premio Nobel de Química en dos mil veinte, y digo que, a lo mejor, os suena, aunque no estéis puestos en ciencia, porque la persona que descubrió este sistema, que es un sistema de defensa de las bacterias que nosotros hemos adaptado para otros usos, fue una persona española, fue Francisco Mojica, concretamente Francisco Juan Martínez Mojica, y aunque la terapia recibió el Nobel en dos mil veinte, Mojica no se llevó el Nobel, esto generó bastante controversia. La razón por la que no se llevó el Nobel, que no viene mucho al caso pero os la cuento rápidamente, fue porque él descubrió el sistema biológicamente en bacterias, pero él nos dio la idea de utilizarlo como herramienta de edición genética, pues para terapias o para investigación, esto lo hicieron las que sí se llamaron el Nobel, que fueron Emmanuel Charpentier y Jennifer Toutna. En cualquier caso, CRISPR lleva bastantes años en danza y es una herramienta que, precisamente, permite editar genes, como si fueran unas tijeras moleculares que cortan en nuestro ADN y dan lugar a que se repare de una manera o de otra, pero permiten editar nuestro ADN con un mecanismo de cortapega fácil.
De hecho, esta herramienta de CRISPR CASNEIN ya se había llevado a la clínica para otra para tratar otra enfermedad, concretamente una enfermedad que se llama amiloidosis ATTR, también es una enfermedad rara en la cual utilizaron estas tijeras moleculares para cortar la proteína defectuosa, eliminarla y que no se produjera. Como os podréis imaginar, tampoco se ha utilizado tantísimo más esta herramienta porque el hecho de cortar el material genético, pues puede tener bastantes efectos secundarios si, por lo que sea, cortas donde no tienes que cortar, y entonces eso puede ser peligroso porque puede llevar a mutaciones en otros genes o tener ciertos efectos secundarios. Entonces, lo que hicieron como terapia para este pequeño bebé fue utilizar algo adaptado a partir de CRISPR CASNEIN, pero mucho más útil y menos peligroso, que fue modificar toda esta maquinaria de CRISPR para que no fuera activa cortando como unas tijeras, sino para que lo que hiciera fuera borrar letras del material genético y escribir unas nuevas. Es decir, tú no cortas, tú no rompes el material genético, sino que simplemente lo modificas ligeramente, modificas químicamente su composición química, precisamente. Entonces, esta adaptación del método CRISPR se denomina edición de bases o base editing en inglés.
Vale, para que entendáis esto un poco mejor, imaginaos nuestro ADN, nuestro material genético como un libro, pero que está formado solo por cuatro letras que están formando muchísimas palabras diferentes, capítulos, etcétera, en diferentes combinaciones, pero al final son solo cuatro letras, actg. Estas letras realmente son moléculas químicas, que se llaman bases nitrogenadas, pero bueno, esto da igual, son moléculas químicas que se representan, de hecho, por cuatro letras, entonces podemos imaginarnos el material genético como un libro. Lo que hace CRISPR Kast Nine de normal es cortar las letras en un sitio y esto da lugar a mecanismos de reparación en nuestras células que pueden insertar aleatoriamente algunas bases en ese sitio para reparar el corte, ¿no? Como si fuera una cicatriz o, pues, si le proporcionamos un molde externo, pueden pegar allí otro fragmento, como si fuera un cortapega. Cuando nosotros modificamos la maquinaria de CRISPR para que no se activa cortando, sino que haga otras cosas, lo que vamos a conseguir es que una letra se cambie por otra, y esto es lo que se denomina edición de bases o base editing, que es lo que hicieron para este pequeño bebé.
Entonces, cuando nosotros estamos cambiando una base por otra, si esto ocurre en otro sitio del genoma, puede tener efectos negativos, pero posiblemente sean menores que si podemos generar roturas en diferentes sitios del genoma que empiecen a dar lugar a que las células que tenemos en nuestro cuerpo se vayan muriendo. Entonces, esto es una tecnología revolucionaria que se ha descubierto hace poco, que podemos directamente editar letras únicas de nuestro código genético de manera superprecisa, y es lo que le aplicaron a este pequeño, es la primera vez que se aplica in vivo en una persona. Entonces, en resumen, y en una sola frase, si Christopher Kast Entonces, en resumen, y en una sola frase, si Krysper Kasnine normalmente son unas tijeras que cortan el ADN para que luego la célula lo repare, a veces con errores, la edición de bases es simplemente un un lápiz que tiene muchísima precisión y que tiene una goma de borrar, y lo que va a hacer es borrar una letra y poner otra letra diferente, que es la que hace falta en ese sitio. Es como si fuera una cirugía de precisión química, letra a letra, en nuestro material genético, Y lo que consiguieron con esta cirugía fue, precisamente, corregir una de las mutaciones que había heredado este bebé, concretamente, la que había heredado de su padre en el gen CPS uno, es decir, en el gen que daba lugar a que no se produjera la maquinaria que el bebé necesitaba para convertir en la amoniaco con urea.
Entonces, al corregir una de las dos mutaciones de la copia que había heredado del padre, al menos el bebé podía producir un poquito de máquina funcional, no la misma que una persona sana, porque, lógicamente, esta terapia no es cien por cien efectiva, pero podía, al menos, corregir la mayor parte de sus síntomas y sobrevivir, que era de lo que se trataba. Esta mutación que había heredado de su padre consistía en un cambio, porque esto es una mutación, un cambio en una de las letras del ADN de una g por una a, que lo que hacía es que no se produjera la maquinaria. Entonces, lo que hicieron con esta terapia de edición de bases o cirugía de precisión fue convertir la a de nuevo en una g, que era la que tenía que estar en ese sitio para que se fabricase una máquina funcional. Entonces, utilizaron lo que se denomina un editor de bases de a de adenina o abreviado AB, editor de bases de adenina, adenina base editor, que se ha desarrollado en el Broad Institute, en Harvard, en el laboratorio de uno que se llama David View, que la verdad que es muy bueno, y todos sus papers son cremita.
Y como esto era un editor de bases de adenina o adenin base editor AVE, pues bautizaron la terapia como k guion AVE, k porque el niño, el nombre de niño empezaba por k. En esta terapia, básicamente, lo que utilizan son dos componentes. Utilizan una molécula de ARN guía, que se llama, que es como el GPS de la herramienta, o sea, una sonda que es la que le da la precisión, porque te lleva toda esta herramienta de la edición de bases, todo este lápiz molecular, te lo lleva a un sitio concreto del genoma, es decir, a donde tú quieres corregir la mutación, al gen que da lugar a la máquina CPS uno, que es la que convierte el amoniaco en urea en este caso. Entonces, es como una pequeña molécula de ARN que está diseñada para encajar como si fuera una llave en una cerradura en la secuencia exacta del genoma que tú quieres modificar porque es la que tiene la errata. Entonces, dirige todo el sistema al lugar en el que se tienen que producir los hechos.
Y y, por otro lado, esta terapia incluye también un ARN mensajero, que es como si fueran las instrucciones para que nuestras células produzcan esta maquinaria adaptada de CRISPR y que, por tanto, produzcan este lápiz con goma de borrar, porque si no, de de normal, nuestras células no sabrían producirlo, ya os digo que es un sistema que se encuentra solo en bacterias. Entonces, nosotros externamente les damos a nuestras células las instrucciones para que produzcan este lápiz con goma de borrar que después se dirija con el ARN guía al gen que tenemos que editar de manera superprecisa para que tenga los efectos que nosotros queremos y no otros. Entonces, este ARN mensajero son las instrucciones para que se fabrique la proteína editora, el ADN in base editor, el AVE en sí, ¿vale? Concretamente, se llama AVE ocho E porque era la octava generación de una versión superior de los editores de bases de adenina que se estaban usando en los laboratorios. La elección de esta herramienta, concretamente, este editor de bases La elección de esta herramienta, concretamente este editor de bases de adenina de su octava generación en una versión mejorada, no fue casual, esto lo tuvieron que probar en el laboratorio y lo hicieron en un mes o mes y medio desde que diagnosticaron esta enfermedad al pequeño, o sea, que lo hicieron bastante rápido y de todas las que probaron en células en el laboratorio, pues esta herramienta fue la que más les convenció y, por tanto, la que decidieron incluir en la terapia porque era la más eficiente.
Y ahora os preguntaréis, ¿todo esto está muy bien? Mira, bye, hay una terapia con dos componentes, ya saben cuál es la que mejor funciona en el bebé, pero ¿cómo se lo meten? O sea, directamente esto te lo pinchan, te lo tomas por vía oral, ¿cómo se hace esto? ¿Cómo llega esos ARNs que son moléculas minúsculas, a donde tienen que llegar, que es concretamente al hígado del bebé, porque es donde se produce este ciclo de la urea. Bueno, pues esto se hace mandando un paquete sencillamente.
Este paquete, en términos técnicos, se denomina nanopartícula lipídica, o por sus siglas en inglés, el n p, del lipid nanoparticle. Nanoparticle es una partícula súper pequeña, de ahí nano, de que es muy pequeña, que está formada por lípidos, como su propio nombre indica. Es como un paquete con una membrana de grasa que te protege todo para que te llegue al sitio que te tiene que llegar. Entonces, imaginaoslas como si fueran un camión blindado por esa grasa de reparto dentro del cual vamos a meter este RN guía y el RN mensajero, que son las instrucciones para que se produzca el lápiz con goma de borrar y para que este lápiz vaya solamente a donde queremos que vaya. Estas bolitas de grasa o estos camiones de reparto protegen la terapia de nuestro sistema inmune, porque realmente nosotros tenemos estas capas de grasa en todas nuestras células, entonces nuestro sistema no las reconoce como extrañas.
Además, estas estos camiones de reparto, estas bolitas de grasa, están diseñados con una composición tal que hace que no se peguen y se agreguen entre sí y nos generen problemas, y además están diseñados para que cuando llegan a las células a las que tienen que llegar, se fusionen con ellas y dejen el material que tienen que repartir dentro, en su interior. Otra cosa que hacen estas repólitas de grasa es evidentemente proteger la mercancía, no solamente para que no sea atacada por el sistema inmune, como ya os he dicho, sino también para que no se degrade, para que no se rompa en el camino, ¿no? Es como un papel de burbujas que tú le pones a la vajilla para que llegue a su punto de destino. Entonces, cuando llegan al interior de la célula después de haber protegido bien esta mercancía a través de nuestro torrente sanguíneo, porque esto, por cierto, se lo inyectan al bebé, pues se fusionan con las células donde liberan en el interior su mercancía gracias a cambios en el pH, ¿vale? Y como dato, este tipo de tecnología es el que ya se usó en esa terapia génica que os contaba antes, que utilizaba CRISPR CASNI para tratar amiloidosis que era otra enfermedad rara.
O sea, que las nanopartículas lipídicas es lo que más se usa como vehículo ahora para meternos terapias génicas, por así decirlo, por su seguridad y porque suele permitir que se readministre, ¿no? Como nuestro sistema inmune no reacciona frente a él y no lo reconoce como extraño, normalmente, si no te funciona la primera, te pueden dar varias dosis. Y, de hecho, este tipo de tecnología también es el que se utilizó en las vacunas del COVID, las de Pfizer y las de Moderna, que si recordáis eran vacunas de ARN mensajero, y se metían dentro de este tipo de nanopartículas lipídicas y se nos inyectaban intramuscularmente. Bueno, pues esto para la terapia génica del pequeño, bastante similar. Entonces, al inyectarse van viajando por la sangre estos camiones de reparto, estas bolitas de grasa con el ARN mensajero y el ARN guía que tienen que llegar a las células del hígado del bebé.
¿Y cómo llegan a las células del hígado? Porque, claro, como saben, de todos los tejidos que tenemos en el cuerpo a dónde tienen que ir? Bueno, esto se debe a que, bueno, es una especie de defecto de de estas partículas que nosotros, en este caso, pues, aprovechamos para tratar una enfermedad que afecta al hígado, pero generalmente estas partículas van al hígado y si tú quieres tratar una enfermedad de corazón, pues, no te va a ser tan fácil, ¿vale? Pero esto se debe a la composición de estas bolitas de grasa, porque tienen en su superficie un componente que se llama apoligoproteína E o APOE, que quizás hayáis escuchado por su relación con el colesterol, con el colesterol LDL, de low density lipoproteins, pero, bueno, esto no viene al caso. Tienen las las nanopartículas típicas tienen este APOE en su membrana, y al recubrirse de este APOE, se parecen mucho a estas partículas de colesterol LDL que os digo, que al final siempre van al hígado y tienen receptores naturalmente en la superficie del hígado.
Entonces, nuestro hígado confunde las nanopartículas lipídicas con partículas de colesterol que normalmente tenemos y las capta con estos receptores, básicamente. Entonces, las capta, las mete dentro de la célula y así es como le hemos colado a una célula del hígado ese lápiz con goma de borrar que queremos que nos corrija la mutación del bebé. Digo, todo esto fue una carrera contrarreloj que fue súper rápido. Eligieron la herramienta que tenían que utilizar en células en cosa de mes y medio, contactaron a la empresa que podía repartir este material de forma eficiente y segura al hígado del bebé, y se pusieron manos a la obra a probarlo en animales para ver si era seguro. En los animales lo que hicieron fue testar la dosis en monos para comprobar qué dosis eran seguras y suficientes, cuáles eran tóxicas, si se podía readministrar la terapia pasados unos días o unas semanas, y confirmaron que el tratamiento era seguro, que permitía la a las semanas, que después es lo que hicieron en el bebé, y se acabó.
Después también crearon un modelo de ratón que tuviera la misma mutación que querían corregir en el bebé, esto lo hicieron súper rápido, la verdad, para lo que es crear así un modelo de ratón personalizado, y le inyectaron la terapia que ya habían desarrollado y vieron que funcionaba, que corregía a la dosis más baja la mutación en un diez por ciento de las células, y esto era suficiente para mejorar la enfermedad en el ratón. Si incrementaban la dosis, se podía corregir esa mutación hasta en la mitad de las células del hígado del ratón, pero claro, esto también tenía más riesgos de tener otros efectos secundarios que aunque no fueran peligrosos, luego nunca sabes, ¿no? Entonces mejor que la terapia esté haciendo solo lo que tú quieres que haga, aunque sea una dosis más baja, si esto ya es suficiente para aminorar los síntomas de la enfermedad y mantener al pequeño comida. Lo que hicieron cuando ya tenían esta dosis que era segura en ratones fue utilizar tres técnicas distintas para verificar que no hubiese ningún otro gen mutado o editado en esos ratones al introducirles esta maquinaria, y cuando ya comprobaron que esto era así, dijeron, el riesgo es mínimo, vamos a solicitar la aprobación a la FDA y vamos al bebé.
Es decir, ya tenían todo listo con los estudios en animales y todo, en cinco meses solicitaron la aprobación de la FDA. Esta se les concedió, más o menos, a los seis meses, porque se concibió por una vía rápida y acelerada para esta este tipo de medicamentos que son expedidos para un único paciente. Son normalmente aprobaciones muy rápidas porque son situaciones desesperadas para enfermedades graves que no tienen cura y que la alternativa es que la persona se muera. Así que la FDA les dio luz verde en una semana y, a los siete meses del diagnóstico, le administraron la terapia al bebé, y vamos a ver ahora cuáles fueron los resultados. Le administraron al bebé la dosis más baja, la más baja que había demostrado efectos en ratones, que es cero coma un miligramos por kilo de peso corporal, cuando el bebé tenía siete meses.
Y como habían visto en los estudios en monos que se podía redosificar, le administraron una segunda dosis tres veces más alta a los veintidós días, que también toleró bien. Y lo mejor es que clínicamente el bebé empezó a mejorar. Pudo empezar a aumentar un poco la ingesta de proteínas, lo cual es vital para que crezca y se mantenga sano el bebé. Estaba, de hecho, en percentiles muy bajos de peso, creo que era percentil nueve y pasó a ser percentil veintiséis tras la terapia. Después también consiguieron reducirle a la mitad la medicación, esta secuestradora de nitrógeno y secuestradora de amoniaco que necesitaba usar el bebé para controlar el amoniaco.
Es verdad que no consiguieron quitarle esta medicación porque al quitársela vieron que le subían demasiado los niveles de amoniaco, o sea que quizá esta terapia no era suficiente para retirar por completo la medicación, al menos no solo tras dos dosis, pero al menos consiguieron reducirle esta medicación a la mitad y lo más importante, después de administrar la terapia, el bebé tuvo una gastroenteritis, y ya os he dicho que cualquier virus o enfermedad que tuviera el bebé podría inducirle una metabolización de sus propias proteínas que daría lugar a una crisis de amoníaco con efectos neurológicos graves o que incluso podrían causar la muerte del bebé, y esto no fue así. Al haberle administrado la terapia al bebé, y aunque estaba solamente con la mitad de la medicación que normalmente estaba tomando, tuvo una gastroenteritis y sus niveles de amoníaco no se dispararon, con lo cual este bebé tiene muchas más probabilidades de sobrevivir ahora, aunque habrá que verlo porque solo se le ha estudiado un par de meses después de esta administración de la terapia que ha sido hace nada. Por otro lado, evidentemente, cuando le hacen ahora un análisis de sangre al bebé, los niveles demoníaco habían bajado a unos niveles dentro de lo normal, también otros marcadores de cómo está funcionando ese ciclo de la urea se habían restituido a a valores normales, lo cual indicaba que esa planta de tratamiento de residuos estaba empezando a funcionar al menos parcialmente.
Ahora, la cuestión es si esta terapia va a durar o no, porque aunque tú edites el material genético de una célula y esto se transmita a las células hija, el hígado de un bebé está creciendo todo el rato y regenerándose, de manera que si las células, ese diez por ciento o menos, no se sabe exactamente cuánto tiene editado en su material genético el hígado del bebé, porque evidentemente no se le ha podido coger un trozo para analizar, ¿no? Pero si asumimos que es igual que en ratones solamente un diez por ciento de las células de su hígado van a estar corregidas, y si lo que se empieza a expandir por lo que sea son el resto de células de su hígado que tienen la mutación, pues evidentemente esto no va a durar para siempre y habría que redosificar. De todas maneras, como esta terapia es segura, pues tampoco habría problema de volver a administrársela nuevamente más adelante en la vida si este fuera el caso, en teoría. Así que ahora el seguimiento durante años de este bebé va a ser clave para ir respondiendo estas preguntas y ver cómo evoluciona, o sea que super bien todo a esta hora, exitazo, pero hay que ir viendo cómo evoluciona y es muy posible que el bebé necesite dosis de refuerzo de esta terapia.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que para administrarle esta terapia al bebé se le tuvo que inmunosuprimir, ¿por qué? No porque las, ya os he dicho que las nanopartículas lipídicas normalmente no causan una respuesta exagerada del sistema inmune porque las conocemos, porque nosotros tenemos ese material en nuestro cuerpo. Sin embargo, este bebé nunca había visto una máquina funcional que convierte el amoniaco en urea, porque no lo tenía, porque había heredado esta mutación o maquinaria defectuosa de sus padres. Entonces, claro, tú no sabes qué va a pasar cuando el hígado de ese bebé vea esa máquina funcional que es completamente nueva, quizá empiece a atacarla. Entonces, por si acaso, le administrarán una terapia de inmunosupresión, y esto no creo que lo puedas mantener por toda tu vida, así que habrá que ir viendo también cómo responde el pequeño en ese sentido.
En cuanto a si es terapia, es eficiente a nivel de coste, los investigadores dijeron que el coste de haber desarrollado esta terapia era equivalente a hacer un trasplante de hígado y el cuidado posterior en el futuro que tienes que tener al recibir un trasplante de hígado y que, de hecho, avances en la tecnología, en la plataforma y en la manera de implementarlo podrían abaratarlo mucho, tanto como para que sea rentable, sobre todo para una farmacéutica, cuando hay tan pocos pacientes y son enfermedades de estas ultrararadas, no se sabe y no creo que que lo sea. Eso sí, da bastante esperanza para terapias génicas, para otras enfermedades un poco más comunes en el futuro, y el único problemilla en este sentido que yo le veo es que, como os he dicho, las nanopartículas lipídicas tienden a ir generalmente al hígado por esta composición que tienen, que tiene a polipoproteína en su superficie, que es la que tiene receptores en el hígado. Entonces, esto presenta evidentemente un problema cuando quieres dirigir la terapia génica a cualquier otro órgano, porque esto quiere decir que, por ahora, solo podemos corregir enfermedades que afecten a nuestro hígado, pero hay muchísimas que no afectan al hígado y afectan a otros órganos.
Esto también quiere decir que si nosotros estamos aplicando terapias a otros órganos, a menos que consigamos redirigirlas muy bien, siempre habrá efectos secundarios o no deseados en el hígado, porque algo de esa terapia se va a llevar, porque aunque nosotros consigamos dirigir estas partículas más hacia otro tejido, si siguen teniendo la misma composición, el hígado siempre va a poder coger algo. Entonces, evidentemente, esto es algo que hay que desarrollar más. Hay otros mecanismos, otros camiones de reparto que tenemos para las terapias génicas, pero tienen sus propios problemas y eso se podría ver en otro episodio, no me voy a meter en esto ahora, así que, bueno, simplemente digo que en ese aspecto, en el aspecto de repartir las terapias a otros órganos para enfermedades que no afecten al hígado, todavía vamos un poco retrasados. Pero, no obstante, esto la verdad es que es muy guay ver como algo que se hace en el laboratorio desde hace unos años, que se ha descubierto a partir de un sistema inmune de las bacterias y que ha dado lugar a multitud de herramientas de edición genética puede aplicarse en la clínica a un paciente, a un bebé, a un humano, y corregir una enfermedad que hasta entonces no tenía cura.
La verdad es que eso es la motivación que tenemos todos los investigadores para ir a trabajar a diario, así que la verdad que muy guay. Ya me podéis dejar en comentarios qué os parece a vosotros y vamos a ver ahora un resumen de lo que hemos aprendido. Primero, que una enfermedad genética devastadora que convierte algo supervital, como son las proteínas en una sustancia completamente tóxica para nuestro cerebro, sobre todo como es el amoniaco, y que no tenía cura hasta hace unos meses, ahora sí que tiene cura. Lo segundo que hemos aprendido es que en ciencia hay herramientas súper precisas que pueden editar nuestro material genético como si fueran un lápiz con goma de borrar. Estas herramientas se conocen como edición de bases mediada por CRISPR, y estas herramientas además pueden aplicarse in vivo en humanos por ahora de forma segura.
Y por último, hemos aprendido que el futuro de la medicina quizá pase por una colaboración masiva entre empresas, hospitales, universidades y, por supuesto, financiación. Y esto, la verdad que en España, como no se pongan las pilas y se dedican a invertir en investigación, en emprendimiento de empresas de biotech, en IEA, en sanidad, en lugar de estar ahí a robar al cotilleo, al cachondeo y al putiferio en un país un poco ya de pandereta, pues va a ser complicado. Evidentemente, quedan preguntas importantes que responder sobre la durabilidad de esta terapia, sobre la seguridad a largo plazo, sobre cómo se resolverían problemas de coste, pero bueno, al menos esto abre una puerta de esperanza para muchas personas que tienen enfermedades genéticas más o menos raras, que hasta ahora no tienen cura, pero que yo creo que se va a poder ir encontrando si se resuelven estos otros pequeños detalles. Para mí es una idea muy bonita para cerrar este episodio pensar que la ciencia con fondos económicos, con colaboración entre empresas, en hospitales, en universidades y en centros de investigación y, sobre todo, la valentía de una familia de aplicar una terapia completamente nueva y prestarse a ello, pues puede cambiar el futuro y puede ayudar a encontrar la cura de enfermedades que hasta ahora son incurables.
Muchas gracias si habéis llegado hasta aquí. Si lo habéis hecho, además, hacédmelo saber en comentarios y espero que os haya gustado. Si es así, pues se agradece que le deis a me gusta, que os suscribáis a la plataforma que lo estáis escuchando, que dejéis una valoración positiva en Apple Podcast o Spotify, y estáis escuchando, que dejéis una valoración positiva en Apple Podcast o Spotify, y que lo compartáis en vuestras redes sociales con vuestros amigos para que llegue a más gente. Nos escuchamos en el siguiente episodio y nos vemos por Instagram. Adiós.