Maratón Berlín: LA CRÓNICA - Así fue la carrera | Lo bueno y lo mejorable

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Os contamos con todo detalle como fue nuestra Maratón Berlín, lo más destacable y el resultado tras tantas semanas de entrenamientos. Gracias por acompañarnos en este camino.

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Transcripción

Este podcast está patrocinado por Zurich Seguros, la compañía organizadora de las cinco grandes, el primer circuito de maratones a nivel nacional que junta las mejores pruebas del país. Hola a todos y bienvenidos a Diario Runner. Yo soy Pedro Moya, creador de palabraderunner.com y en este podcast hablamos sobre correr, material, tecnología, aplicaciones, cacharros, experiencias y mucho más.

Y en este episodio, que estamos grabando también en vídeo en exteriores, sentados aquí en las escaleras que hemos encontrado después de un rato buscando, estoy con Mirabai, nueva maratoniana, Mirabai Cuenca, ¿qué tal? Hola, todo bien, la verdad. Recuperada. Estamos grabando esto una semana justa después de la maratón de Berlín y, bueno, muchas emociones, muchas cosas que contar, así que aquí vamos a ir a tajo, un poco dividiendo la carrera por partes, por antes de la carrera, durante, después.

Sí, claro, lógicamente yo creo que eso es más sencillo, menos lioso, modo historia para todo el mundo. Bueno, para quien no haya visto nada de Instagram y demás, ¿qué tal fue la carrera? ¿En una frase? Súper bien, mejor imposible, tal y cual te esperas y, por tanto, no te esperas, porque nunca esperas que pase como esperas.

Dios, esta frase por lo menos es de un filósofo, ¿no? Ha quedado bien, sí. Básicamente fue un debut sin complicaciones, sin imprevistos, que ya es decir, más allá de que el entrenamiento y todo haya salido bien, pero luego el día de la carrera hay muchas cosas que pueden salir mal, que no dependen de ti y la verdad es que salió todo estupendo, incluido la meteorología, que hacía un día también genial para correr. Sí, la verdad es que sí.

Bueno, pues nada, empezamos por el principio y empezamos por la feria, ¿vale? Si quieres. Aunque llegamos jueves, la feria al final fuimos viernes, también por quitarnos el lío del sábado y aún así la feria estaba hasta arriba. Porque el sábado nos parecía bastante estresante. Nosotros teníamos actividades con Abbot y luego a mí la tarde anterior y sobre todo de un debut, pero bueno, en general sí es una prueba importante. Me gusta estar tranquila en casa, sin prisa, sabiendo que no tengo nada pendiente.

Y aún así no ocurrió, porque dijimos, no, bueno, el sábado descansito. Sí, anduvimos bastante, la verdad, al final, sí. Sí, acabamos con miles de pasos a través de los pies y cansados por la tarde, pero bueno, eso luego no afecta la carrera, así que es lo de menos.

Entonces el viernes fuimos a la feria del corredor como a mediodía. Salimos por la mañana, por cierto, primero a activar, que fueron unos ocho o seis kilómetros. Creo que el primer día ocho kilómetros, con seis aceleraciones de cien metros en la recta y de la puerta. Esto, por cierto, que algunos habéis preguntado por qué activar dos días, por qué salir viernes, por qué salir sábado también, que salimos viernes y sábado. Gente que me decía, yo la activación del sábado no la veo necesaria, porque no sé qué,

bueno, al final no hay un método perfecto. Nosotros el jueves, que fue el día que viajamos, no hicimos nada, estuvimos todo el día en el aeropuerto de avión. Entonces, pues viernes y sábado salimos a activar. Y como son salidas tan, tan, tan suaves y demás, es que no implican cansancio prácticamente. Sí, bueno, a mí me va bien, porque es hacer algo, ya que estás de viaje, a mí me gusta hacer algo generalmente casi siempre, y eso, son muy suaves,

reconoces el terreno, te ves corriendo y poco más. O sea, yo tampoco creo que pase nada si no activas el sábado, por supuesto, y de hecho te lo dije, dije, vamos a ir porque nos apetece y porque tenemos tiempo, pero que si no tienes tiempo, pues tampoco es un drama. Es sin agobios, vamos, al final todo el material, todo lo que es el entrenamiento, es que no sirve para nada, ya está. Era simplemente ese detalle, que es que no hay una fórmula perfecta, nosotros lo decimos así,

y ya está, sin problema, la cuestión no es salir el sábado y hacerte 20 kilómetros. No, claro que no. Bueno. Día previo, bueno, yo te cuento si quieres mis opiniones de la feria, que tú me puedes rebatir, porque a lo mejor te parece otra cosa. Bueno, la feria, el sitio, muy chulo, porque sí, es el aeropuerto flujaz en Tempelhof, pero yo tampoco me acuerdo exactamente, bueno, sé que se usaba en la guerra y tal,

pero no me acuerdo exactamente la importancia. Tiene algunos ahí aviones expuestos fuera que tú te puedes acercar y ver, pues bastante curioso, pues eso, todo, ver el paisaje desde allí y tal. Y había unos cuantos puestos fuera y otros puestos en interior. De los puestos fuera no miramos casi ninguno, porque la mayoría eran de skate, de la carrera esta que iba a haber de skating. Sí, la Maratón de Berlín también tiene versión para skaters, que es el sábado,

es el sábado, sí, la vimos, sí, sí. Y entonces había muchos puestos de eso, de patines, de ruedas, de recambios, de, no sé, cosas de skate, la verdad. La feria principal era dentro del pabellón, lo que es cubierto. Y entonces, dentro, mis opiniones, bueno, para mí, siendo una major, me esperaba mucho más, pero es que esto me ha pasado en bastantes cosas. Supongo que habrá gente que no esté de acuerdo conmigo,

pero cuando ha sido a grandes carreras también en otros sitios que no sean majors, pues mi sensación fue, pues una major no es para tanto, lo siento, en popular opinión. No, no. Entonces, claro, yo en la feria me di cuenta, primero, fatal indicado por el dorsal. O sea, yo no entiendo alemán, Pedro tampoco, y nosotros... Bueno, tampoco era alemán, la indicación no es en inglés, es que no había indicaciones.

Recoge aquí el dorsal, no había. No, no, en inglés, pues claro que no había indicaciones en inglés. Nosotros justo entramos, que tiene todo el sentido de que entres a la feria y que estés para recoger el dorsal, estaba ahí, pero había como... No hay como que te obliguen a ir ahí, para empezar, y encima no te pone recoge tu dorsal aquí, de aquí de tal dorsal a tal dorsal, como se ve en otras maratones y en otras ferias.

Sí, porque lo imprimen al momento, claro. Claro, entonces, pues sí, yo intuí que ahí se cogía el dorsal, porque había gente ya ahí con el dorsal haciéndose fotos. Y yo, o sea, es que nos recorrimos toda la feria y yo tenía todo el rato la sensación de que deberíamos haber cogido ya el dorsal. Y ya te lo dije, tuvimos que volver para atrás, bueno, no sé, a ver, que a lo mejor nosotros somos poco avispados.

A ver, pero no es la primera carrera en la que vamos, ni es la primera carrera grande en la que vamos. Y lo que me parece es un despropósito que se pueda cometer ese error en una feria de una millón. Que luego el tema que intentamos ir hacia atrás para volver a recoger el dorsal, volver a tirar las tiendas hacia atrás, sobre todo el stand gigante de medidas, y no te dejaban tirar hacia atrás, porque claro, estaba el paso de gente,

de que sí, sí, pasa la tarjeta por aquí, gástate los 120 pavos en la chaqueta de medidas, pero para atrás para recoger el dorsal sí que ya no puedes. Bueno, al final pudimos, pero bueno. Y luego, dentro de la feria, pues bien, es una feria grande, tal, pero vamos, que por mí... Hay mucha marca grande, hay mucha marca... A ver, medidas, la gigante tiene el stand enorme, pero... Exacto, nada que envidiar a otras ferias grandes de carreras grandes.

Maratón Valencia, por ejemplo, que estuvimos el año pasado, para mí, nada que envidiar a esta feria. Maratón Madrid, nada que envidiar a esta feria. Además, bueno, claro, luego, aquí sí que había puestos, como tú dices, de marcas muy grandes, tipo, había de New Balance, de Hoka, de Adidas, todas las zapatillas. Exacto, para probar material que nunca has tocado. Exacto, de todo, yo me probé Hoka, para ver qué talla llevaba, esto, muy bien.

Pero claro, a mí luego me faltaron, pues yo qué sé, tiendas de mallas, a mí me gusta, que no es porque sean los de Wong, pero me gusta ver Wong, me gusta ver Hoko, Otsu, Contra Sport, y no había. Está claro que no podemos ver marcas nacionales allí. Bueno, vale, nacionales, pero del rollo, alemanas, me da igual. Había un poquito puesto pequeñito y mucho de multimarca de... Exacto, y multimarca en lo que no queda nada.

Exacto, una UDT que te tiene, pues mallas, zapatillas al 50%, y dos millones de cinturones de hidratación de Neizan, que, por cierto, justo el que yo buscaba no estaba. Extraviando valiente, me dijeron. Y bueno, eso. Bueno, una feria sin más, que no tiene más. Otras dos cosas positivas de la feria, que al ser puestos de marcas grandes, había dos de estos de pistolas y botas, podías probar todas las pistolas y botas que hubiera,

y yo iba con la intención de, no me he traído pistola, joder, puse pistola, voy a probar, me estuve dando allí con la pistolita, no había mucha cola, luego te podías probar también las botas, que nosotros no hicimos la cola. Pero te dejaban hasta las gafas estas de Relax, que no sé qué marca era, pero... La misma era toda de Hyperice, ¿no? ¿Hyperice era? Creo que era toda de Hyperice, sí. Bueno, pues yo veía a la gente ahí que se quedaba muy chill,

y yo decía, buf, me merece hacer la cola, pero bueno, eso. Ah, y otra cosa positiva es que encontré los calcetines de compresport que yo estaba buscando, porque los que yo iba a utilizar el día de la carrera, como estaban viejitos, se me bajaban. Y muchos me habéis comentado que esto os pasa, que los calcetines ultralight de compresport se os bajan. Y yo entonces pensaba que eran, pues eso, porque tienen su tiempo, pero no,

es que se bajan. Porque me compré los nuevos, además, la versión V4, porque estaban a 10€, que es súper barato, la verdad, una maravilla, y encima me los cargué antes de entrar al cajón. Resumen de la feria, muy grande, hay muchas cosas que ver, te puedes echar ahí ahora si quieres, pero que, pues eso, una feria del corredor más, y ya está, que no por ser la de Maratón de Berlín, es una feria del corredor de la leche,

o sea, es grande, es enorme, hay muchas marcas, muchas cosas que probar, que comprar si quieres. Si te quieres dejar la tarjeta ahí, te la puedes dejar perfectamente. Sí, nosotros no picamos, la verdad. No, no mucho, la verdad. Es que a mí me dicen 120€ y se me quitan las ganas, por muy bonito que sea. Sí, era lo más atractivo, la chaqueta de la Maratón, pero la verdad que, pues eso. Y luego había stands así, tipo, de Abbott, que fuimos nosotros,

estaba el propio de Abbott, que estaban todas las medallas para firmar, estaba la medalla gigante de las Ismaillor, estaba el puesto de Super Sapiens, que nos quedó pendiente un poco. Bueno, como íbamos así ligeros de tiempo, bueno, sin más. Y nos encontramos a mucha gente también, porque avisamos de que íbamos a ir. Hubo gente que, además, iba a propósito, nos hizo mucha ilusión ahí veros a todos.

Total, que el viernes ya dejamos todo esto hecho, del dorsal recogido, bueno, todo en general, todo lo que te dan, que no te dan nada, en realidad no tienes bolsa del corredor como en otras carreras, simplemente te dan una bolsa gigante por si la quieres dejar luego el día de la carrera en el habitamiento para recogerla después de la carrera. Y ya está, o sea, no dieron nada más, ¿no? El dorsal y la pulsera Pantrard, que te la ponen a la entrada de la feria.

Y listo, no hay bolsa del corredor como tal, ni hay camiseta de participación ni nada, si la quieres la tienes que pagar igualmente. Y si no, no tienes camiseta ni de finisher ni de no finisher. Nosotros no tenemos camiseta de Maratón Berlín. No, tampoco de Progo.

Bueno, tenemos la nuestra de Maratón Berlín, de Abbot, de Corregal, y eso ya queda para el recuerdo. Sábado, salimos de nuevo activas por la mañana, otra vez cerquita del Tiergarten, aunque eran seis kilómetros y casi no noté tiempo nada. Sí, sí. Y salimos con la calma, en plan, horario de rico, o sea, desayuno tranquilamente y a las once y pico activar. Horario de vacaciones, los madrugones venían en la preparación, no en el fin de semana de carrera.

Además, como ya comentamos la semana previa, lo importante también era un poco descansar bien, sobre todo... Yo sabía que no iba a dormir el día antes prácticamente, digo, mira, pues no me voy a cortar también, que no es que estuviera descansando como un bebé los días antes, pero bueno. El sábado por lo más mediodía tuvimos eventillo de Abbot, que fue muy guay, la verdad, porque conocimos al equipo de Abbot

ahí en la línea de salida de la Maratón, bueno, en la recta de salida y de meta, y fuimos a hacer un recorrido por el circuito de la Maratón, en autobús, con la gente de Abbot, y en el propio autobús, no recuerdo el nombre del señor, pero era el diseñador, el arquitecto del circuito de la Maratón de Berlín. Y entonces él, por la megafonía del bus, iba contándonos los detalles, las zonas un poco así más chungas,

curiosidades y demás, cambios que ha habido en el recorrido durante el 2000 y pico, que no es el original, o por zonas de obras, no sé qué contó. Y como estaba el tráfico cerrado, porque en ese momento estaba siendo la Maratón esta de skaters, íbamos por la carretera siguiendo la línea azul en algunos tramos, y eso estuvo guay, un poco por visualizar el circuito, que lo que nos pasa en Berlín es que, al no ser una ciudad

tipo Madrid, Barcelona, lo que sea, que no la conoces, estás pasando por sitios que no son atractivos visualmente, que a lo mejor tienen su historia, pero que luego, pues sin más. Sí, sí, sí, total. Y después de esto, nada, vimos a mis padres, porque se iban a quedar con las Infinity, por si me las tenían que dar el quilo otra vez. Cuenta este plan de bombero que al final, evidentemente, no funcionó.

Vamos a ver, yo las semanas previas estaba bastante bien, en general, de cuerpo y de todo. Entonces, cuando te sientes bien de todo, que es raro en el tupperine, antes de una Maratón, pues entonces tu cabeza ya empieza a buscar otras paranoias de por qué la carrera va a salir mal, porque evidentemente tiene que salir mal. En mi cabeza era así. Entonces yo pensaba que las Alphafly me iban a hacer ampolla.

A mí se metió eso en la cabeza y yo iba terriblemente asustada. Y entonces, claro, mi madre me dijo, en plan, pero para que dejara de pensar en ello, no tienes otras zapatillas, yo sí tengo las Infinity. Dice, danos las Infinity, sí en el 21. Que además me parecía una cifra razonable, era de donde ellos iban a estar, pero me parecía que yo ahí ya podía ver si me iban a hacer daño o no. Te paras, tranquilamente te las cambias

y acabas la carrera con Infinity. Y yo dije, pues ya está, es perfecto. Porque a mí me da igual pararme, me da igual acabar más rápido o más lento, me da igual hacerla con las Infinity después, si me han ido mal las Alphafly, que en principio son las que más me gustan. Y ya está, y pues me paro y me cambio. Obviamente no lo iba a hacer, luego lo pienso, digo, ahí con tanta gente, cómo voy a cambiar las zapatillas.

Pero bueno, a mí me dio tranquilidad y no fui ni pensando en las zapas. Bueno, era más un plan por quedarse tranquila mentalmente que algo que fuese hacer de verdad, porque no tenía mucho sentido. Y aparte que no le iban a hacer nada a las zapatillas, porque las había probado mil veces y la última vez que le hicieron algo fue porque se colocó mal el Sparadrapus. Exactamente. No fue por otra cosa. Bueno, y esto fue el día anterior.

Al final hicimos lo que comentamos, teníamos un apartamento alquilado, compramos en el Lidl, aunque no era exactamente los mismos productos como nos avisó Carmen, pero bueno, hicimos la compra, cocinamos mucho en casa, muy limpio y bueno, por esa parte muy bien, la verdad. Sí. Sábado noche me coloqué Variesif, que eran, bueno, esos son los Variesif extra finos que ya hemos comentado. Sí, no sé si lo comentamos aquí en el podcast,

sí que lo comenté por Instagram. Sí. Bueno, rápidamente, son unos apóstolos gigantes, idealmente de, bueno, los nuestros serán de 15 cm por 15 cm. Tú los recortas. Sí, los recortas. Nos los recomendó una chica, una enfermera por Instagram y luego muchos enfermeros nos dijeron que los utilizaban también. Y lo que pasa es que no son muy adhesivos. Claro, también bien, porque si te hace herida no te la levantas,

pero bueno. Pero si se te mueve un poco con el sudor o lo que sea, por si acaso, le pusimos... Kinesio Tape. Kinesio Tape, exacto. Y con el Kinesio Tape ningún problema, porque no te presiona el pie si te lo pones suavecito, no es como el espaladrapo y además, pues eso no se despega, a mí no se me movió ni un ápice con todo el sudor. Esto me han dicho que eso, que lo explicáramos bien y que lo cuente. A mí me dijo el fisio también que pusiera el Kinesio Tape,

que mucha gente lo pone solo, sin Variesif ni nada, para rozaduras y tal, en ultras, y les va fenomenal y yo estoy por probarlo, porque el Variesif es caro y la verdad es que yo creo que con Kinesio iría bien. Pero bueno, te lo pones el día antes, para que primero, yo creo que es importante por dos cosas. Primero, para que pegue bien antes de que empieces a sudar enseguida y segundo, porque imagínate que te lo has apretado demasiado,

que luego se hinchan los pies en carrera y tal y te presiona. Yo me di cuenta por la noche de que el pie derecho perfecto, pero el pie izquierdo me lo había apretado demasiado y yo creo que me estaba ahí cortando un poco la circulación y de hecho, al levantarme, lo primero que hice fue soltarme un poco el Kinesio Tape del pie izquierdo. O sea, sí que si lo hacéis, pues yo lo pondría el día antes. Además, tardamos un ratico en colocarlo.

Sí, porque hay que llevar cuidado sobre todo en la zona de apoyo y de zapatilla, que no se quede ninguna arruga, ningún pliegue en el Kinesio Tape, cualquier cosa así que puede ser un poco délica. Así que es mejor llevar tiempo y ponerlo con calma. Y lo pusimos también la noche anterior precisamente por eso, para no ir con prisa el día antes de, o sea, la mañana antes de salir hacia el cajón de salida,

porque empiezas con nervios, que si el baño, que si no sé qué, que si te olvidas lo que sea, que si tienes que coger transporte para llegar a la salida. Tema baño, fibra. Bueno, todavía. Yo lo llevo bastante bien, ¿vale? A mí me dice la gente, no tomes fibra el día de antes. Mira, oye, yo no tengo problema con el porridge y yo es que llevo tomándolo años, me encanta, así que por la mañana, por la tarde, lo hice.

Entonces fui al baño por la mañana, después de mi porridge mandatino y fui al baño entre los nervios. Y el segundo porridge, pues por la tarde. Dos veces, y bien iras, no pasa nada. Después hice mi movilidad, mi flexibilidad y además me dije a mí misma, mira, ya se ha ido al baño, si mañana por la mañana, por lo que sea, antes de carrera no vas, no te preocupes que estás vacía. Pero esto no sucedió,

porque yo al día siguiente me levanté y volví a ir al baño antes de carrera dos veces. Y ya, pues evidentemente no tenía ganas de nada durante la carrera. Iba ligerísima de peso. Iba, pues sí, si había subido algo con las cargas de hidratos, claramente lo perdí. Y eso ya fue, la mañana, el desayuno de pre-carrera y todo, como ya lo hemos comentado en otro episodio, ya sabéis, lo tenéis en el episodio anterior,

el delish and thrill, exactamente. Sí, datos, dormir, dormí, pues mira, me costó muchísimo dormirme. Yo dormí poco, la verdad. Yo creo, Pedro durmió incluso menos que yo, que estaba más nervioso que yo, pero, o sea, yo dormía al final mis horas, cuando me dormí, pues ya bien, pero me costó conciliar el sueño y eso normalmente no me pasa, me pasa al revés, que me despierto por la noche pero me duermo rápido,

pero ese día, físicamente yo me notaba nerviosa, me tumbé en la cama y, pues, cuando te notas nervioso, que tiemblas así un poquillo, yo estaba así, pero me lo tomé normal, dije, bueno, pues aquí a respirar hondo y a contar las respiraciones hasta que te duermas. Conté muchas, muchas veces hasta 20, o sea, que tardé bastante, pero bueno, oye, es lo que hay el día antes de carrera y, como veis, fue igual de bien, así que no pasa nada.

Y nada, desayuno, preparar todo, coger todo, que no se nos olvide ese, el chip, que luego veréis que sí que se nos olvidó devolverlo, el chip de cronometraje de carrera, aunque de momento no ha pasado nada, no sé. Pues nos salimos disparatados para la zona de salida, pero fuimos antes al Hospitality que tenía preparado Abbott, que podíamos dejar las cosas allí para ducharnos después y después de la carrera volvíamos allí para comer

y también había una zona de recuperación, pero sobre todo para comer y estar con la gente y demás. Entonces dejamos las cosas allí y ya nos fuimos con unos compañeros de Abbott andando, que también participaban, hacia la zona de salida, ya todo petadísimo de gente por todas partes. Yo me encontré a una amiga del podcast o de Instagram, no sé por qué me dijo que me conocía y la verdad que a mí esas cosas siempre me ayudan a estar menos nerviosa

y así que si me veis siempre y queréis saludarme, yo encantada porque... Durante todo el fin de semana estuvimos a cuenta gotas, encontrándonos a gente, ya sea andando por la calle en plan random o en la feria, o de camino, o en el cajón, o en carrera y nos hace muchísima ilusión. Es un poco al principio un poco raro porque nos quedamos mirándonos siempre, hay silencio, se ríen, nos reímos y es en plan...

Me conoces. Sí, y ya estábamos dentro, dentro de los corralitos, el cajón de salida, tuvimos que hacer una paña para hacer un pis porque la verdad que todos los baños que había, bastante petados todos. Ya, la verdad es que sí. Había los típicos... Pero colas, los toitoi, pero... Toitoi, sí, sí, creo que se llama ahí. Y nada, pues calentamiento, gran calentamiento hicimos, dos rectas, literalmente, para saber que...

De todas formas, si hubiésemos hecho más calentamiento, luego estuvimos como media hora desde que tiró la salida a salir por el arco. Yo, además, como tampoco iba a ir a salir a fuegote, tenía claro que mis primeros kilómetros iban a ser de calentamiento. Era mejor no tropezarse ni nada de eso, que la verdad que ni un problema. Bueno, nos metimos al cajón de salida. Me cargué los calcetines. Ahí fue donde se desgarró los calcetines.

Porque como yo soy una paranoica y encima tengo como un cierto toque, necesitaba que estuvieran perfectamente estirados y lisos por debajo, así que de tanto estirar, como tiene una zona que es media muy fina, ¡tasca! Por cierto, respecto al material de carrera no hemos comentado nada, pero tenéis también en Instagram el reel con el contenido final de lo que íbamos a utilizar, porque en el podcast anterior

dijimos que había cosas en el aire, la camiseta, las mallas, que por cierto utilizamos las mallas de gumo con tres bolsillos, ahora después comentamos sobre eso. Y nada, estábamos en el cajón de salida, ahora es mi cuarto de tiro en la salida, y aquí Mirabai tiene críticas importantes hacia la organización. Bueno, a ver, no son críticas, nuevamente, es, me esperaba, echábamos en falta a contador de kilómetros en la salida.

O sea, pero tal cual. Pero bueno, eso para empezar, pero eso es una cosa que yo echaba mucho de menos, es un speaker bueno que te motive, que me diga let's go, es que me da igual, que me diga que voy a salir a correr una mayor, o sea, es que mi primera maratón y nadie me dijo que vas a salir a correr mi primera maratón. Probablemente alguien habría de speaker en la salida, es decir, la salida de todos, de las nueve y cuarto,

alguien hubo, porque se escuchaba el inicio de la salida, pero claro, una vez que dan la salida a las nueve y cuarto, y hasta que sale la última oleada de la tierra... No salimos tan tarde. No, bueno, nosotros pasamos por el arco media hora después. Sí, veinte minutillos después, pero vamos a ver, que no sé. No hay un speaker que sea todo el rato la salida, aunque sea en inglés da igual, o en alemán me da igual,

algo que anime, sino que hay música puesta, canciones normales. Bueno, y esta es otra, la música. Vale, entiendo que esto es cosa de Berlín, que ponen todo muy bajito, etcétera, que somos los españoles los escandalosos, que vamos y ponemos la música a todo tren, pero es una salida de una mayor, vuelvo a repetir, o sea, súbeme un poquito el volumen que no oigo, y para seguir, ponme música un poco motivadora,

que cogen y me ponen pepas, y esa fue la mejor canción que me pusieron, y yo, ostras, ponme Rocky, no sé, voy a hacer una maratón, es que no lo entiendo. Es verdad que yo creo que de cara a la gente que no está adentro, que está viéndolo por la tele, o ve la imagen de la salida, se ve muy espectacular, porque salen los fuegos artificiales, sale el fuego, pero eso es para kipchoge, los que están en el cajón elite,

y el cajón A. Y luego, ¿sabes qué pasa? Que los arcos de salida te cambian y te ponen la imagen de las nuevas salidas, y yo, alas, de 500 euros, que no me voy a comprar. Sí, sí, sí. No te ponen, esto es la salida, esto es mayor, esto es Berlín, no, te ponen publicidad. Sí, básicamente es un arco iluminado. Que esto, al final, no deja de ser simplemente una crítica a nuestra opinión o lo que sea, pero es una prueba más

de que no hace falta irse lejos, no hace falta irse a otro país, ni a una mayor, ni a lo que sea, para valorar lo que tenemos aquí en casa, que te vas a una maratón grande de nuestro país, o de vuestro país, probablemente conozcáis, y a nivel de trato al corredor, de cuidados, de habituadamientos, que ahora hablaremos sobre esto, de bolsa del corredor, de animación, de todo, que no es que Berlín sea malo y la X

sea mejor, sino que no tenemos nada que envidiar a grandes maratones del mundo. Y es más, y a medias maratones, porque es que yo no recordaré más, es que recuerdo mucho más, mi salida, bueno, no, es que esto también lo recuerdo porque es mi primer maratón, no, pero, y hubo otras cosas que le hicieron especial, pero es que mi salida de la primera media de Valencia, que además yo estaba sola y estaba muy asustada hace once meses,

es que también fue espectacular, y ahí yo no sé si había speaker o no, porque no me acuerdo, pero sí que me acuerdo que la música estaba muy motivadora, y en la media de Madrid, que es la misma salida que la maratón, es que era temazo tras temazo. Y, bueno, a las nueve y cuarto de la mañana dieron la salida, que era nuestra salida también, era por Cajones, la primera oleada a las nueve y cuarto, aunque ya os digo que salimos

media hora después, o sea, pasamos el arco media hora después, y la última salida, que también lo comentamos, era a las diez y media de la mañana, que me parece una barbaridad para gente que tenga que hacerse cinco o seis horas a las horas que sean, es súper tarde, y en cuanto salió el sol, que al principio, en primera hora y pico de carrera estuvo nubladillo y tal, pero en cuanto salió el sol, el sol apretaba, y a las doce,

una del mediodía, hacía calor. Sí, pero es que esa gente seguirá corriendo hasta bastante tarde. Sí, sí, claro, claro. Sí, sí, sí, por eso digo que me parece un poco tarde, tanto la hora de inicio de nuestra nueve y cuarto, como la de las diez y media de la última oleada, que me parece brutal.

Y salimos, y Mirabai directamente puso, digamos, marcha automática, puso piloto automático, autopilot, 5-10, 5-0-5, 5-10, y yo le dije, oye, ¿vas a mantener este ritmo? Sí, y hasta meta. Sí, ya no fue más. No, la cosa es que, bueno, esta ha sido una de las preguntas, ¿cuándo decidiste a qué ritmo ibas a salir? Pues ahí, yo decidí ahí, porque, no sé, nosotros habíamos pensado, de hecho yo mismo, había pensado salir a 5-20,

habíamos balajado también 5-30, en épocas locas habíamos pensado 5, pero vamos, no teníamos claro. Y yo fui a salir cómoda, conservadora, y bueno, habíamos hablado antes con esta mujer que se había hecho 50 maratones, Zara, del equipo de Abbott, y ahí vivió esos 55, me parece que era la suya, 55 maratones con esta de Berlín.

Y su primer consejo fue, no salgas muy rápido, sal despacio, y si es en el 37, aprieta, en el 37, ¿sabes? Y yo dije, pues ya está, pues hago así. Y entonces yo salí, y dije, yo voy a salir a un ritmo que me vea cómoda, y después miro el reloj. Entonces yo me puse a un ritmo que yo pensara en mi cabeza, esto puede ser ritmo maratón, ritmo 42.

A ver, esto es difícil de saber, ¿no? Pero bueno, más o menos yo veía mis sensaciones. Miro el reloj, 509, 510. Digo, pues me vale. Yo, vamos a intentarlo. Y entonces ya, pues me olvidé un poco del reloj, que esto es otra cosa que la gente me ha preguntado, que cuando iba mirando el reloj, pues bueno, yo de vez en cuando. Es más, se me olvidaban los kilómetros por el que íbamos, y tuve ahí un pequeño desfase con los geles, porque se me iban retrasando todos.

Y nada, y me fijé en Luis, que era uno de los chicos que nos había saludado en el cajón, y él había metido el ritmo crucero a 510, y lo iba sosteniendo súper bien. Y yo, bueno, pues siempre que le vea, vamos bien. Y yo me iba fijando.

Y yo, está ahí. La Caría sabíamos que iba a ir un poco más rápido, pero también estaba por delante, y digo, pues yo les tengo de referencias visuales y más o menos vamos por aquí. Y nada, y yo, pues a mí me gusta mantener piloto automático, piñón fijo, y me cuesta mucho apretar después, así que...

También es que las condiciones iniciales eran muy buenas, porque hacía fresquito, nublado 100%, estábamos tranquilos ya después de la salida. Claro, era fácil salir acelerado. Exacto, era difícil controlarse. Y mucha gente, yo creo que esto lo pagó. Encima, ya, es verdad que no hay ningún tipo de aglomeración de igual en qué punto del cajón de salida salgas.

Ah, esto también lo preguntó, que si era fácil correr con gente, pues yo no tuve problema, eh. 100%, eh. Es muy ancho. Hay 50.000 personas, pero es que ya como sales de una avenida enorme, es más, mucha gente se espera salir por el arco de la derecha, como fue en nuestro caso, porque el arco de la izquierda, ya ves tú, sin problema, pero el arco de la izquierda...

Si haces un poco más de metros, oye. Haces un poco más de metros, o te alejas un poco de la primera rotonda, pero vamos, que se puede correr desde el primer metro rápido, incluso saliendo de atrás, y nos pasó que en carrera, nos pasó gente que, de repente, en el kilómetro veintipico, te pasaba un tío flechado porque a lo mejor habría salido en un cajón atrás por no tener marca acreditada.

Y bueno, así, crónica de los cinco primeros kilómetros, hechos más reseñables. Bueno, primero, en salida, toda esta gente que nos encontramos que no nos dio mucha fuerza, pero también, empezamos a correr y yo escuché por detrás, miraba ahí, Pedro, me giro y veo a un chico que está medio cojeando, andando y tocándose la pierna por detrás.

Y esa salida, esa salida. En salida. Y yo dije, este chico tiene que ser Sergio, el del isquio, que me había comentado que se había roto el isquio una o dos semanas antes de la maratón, después de haber estado entrenando y tal y cual, y que la iba a hacer andando, porque quería hacer su mayor, quería su medalla y la iba a hacer andando. Así que dije, yo ya le miré, dije, bueno, mucho ánimo, ¿sabes? Porque la tenía que hacer

andando, venga, aquí no se rinde nadie, como decimos en estos canales. Y nada, entonces yo miré a Pedro y le dije, Pedro, estoy muy agradecida de estar aquí y de estar pudiendo correr. O sea, kilómetro uno, miraba ahí, todo agradecimiento a punto de llorar ya, y no ha hecho ni un kilómetro, ¿vale? Ahí ya me dijo Pedro, hoy corremos por todos los que no pueden correr. Se me escapó la lagrimilla y dije, venga, miraba ahí, a por la meta.

Y ya ahí yo había decidido que iba a acabar. O sea, como era, pero no había posibilidad de que no acabase. O sea, si iba a acabar Sergio andando, yo acababa por mis narices. Sí, ya te lo dije, salvo causa mayor de imposibilidad de correr de algún tipo, pues acabar acababas, a un ritmo o a otro, eso daba igual.

Segundo highlight, otra persona lesionada en el kilómetro cinco, seis. Yo escuché, en el público, yo escuché, fue la primera persona que nos animó y por nombre. Escuché, vamos, miraba ahí, vamos, Pedro. Yo ya iba ahí sonriendo yo, mi kilómetro cinco, pim, pam.

Y yo pensé, es una chica. Y pensé, hay una chica que me ha dicho que solo iba a estar animando porque tenía, bueno, la cintilla, la fascia, también se había lesionado y no podía correr, no podía hacer nada. Y digo, ¿a qué es ella? Moniquitin, que luego me escribió.

Y yo ahí le dije que gracias, cuando pasamos, y dije, fijo, es ella. Y otra vez volvía, hoy corres por los que no pueden correr. Y nada, y seguimos en piloto. Y bueno, de hecho, esta chica nos contó una cosa muy interesante. Y es que a ella le han permitido posponer el dorsal al año que viene porque la vio un médico en la Feria del Corredor.

Es decir, que si alguna vez esto os pasa y realmente es que es imposible que corráis y queréis mantener al menos la plaza, porque es una de estas majors que van por sorteo, pues existe esta posibilidad. ¿El problema? Que tienes que estar en la Feria del Corredor. Ya has tenido que viajar, ya has tenido que hacerlo todo.

Si tienes todo sin cancelación, pues a ver qué haces. Está claro, pero bueno. Hay que hacerlo, sí, sí. Pero al menos te guardan la plaza para el próximo año. Siempre que el doctor valore que es causa de tal. Kilómetro 7, punto de inflexión. Porque en el kilómetro 7 miraba y pensó, llevo 7.

Digo, jo, ya llevo bastantes. De 42. Y entonces dije, un sexto. Yo ya empiezo a dividir mi carrera desde el kilómetro 7. La dividí en sextos, en séptimos, en octavos, en tercios, en todo la he dividido. Y en el 7 que digo, o sea, un sexto, digo, mis padres están en el 21.

Por tanto, 7, 7, 7, 21. Es decir, quedan dos veces lo que ya has hecho para ver a tus padres. Entonces ahí ya me empezó a venir un poco de bajona. Kilómetro 7, ¿vale? Pero es que yo dije, ostras, dos veces otra vez esto y será la primera vez que vea a mis padres.

Es que hasta entonces nada. Y dije, bueno, no pasa nada. Solo son dos veces esto. Y digo, 14 kilómetros. Miraba y un río. Es que el Besós, cuando lo hacemos en Barcelona desde nuestra casa, ida y vuelta son 14 kilómetros. Dije, un río. Y bueno, pues nada.

Así yo iba midiendo la carrera en distancias conocidas. Y decía, esto lo puedes hacer, esto lo puedes hacer. Y yo creo que es la mejor manera. Ir subdividiéndotela. Porque como te piensas todo lo que te queda, vas mal. Hay que decir que a nivel de...

Bueno, íbamos controlando el tiempo más o menos. Yo no miraba cada kilómetro, sino que miraba cada split de 5 porque en la carrera hay como mini arcos en cada 5 kilómetros. 5, 10, 15, 20, 25. En la media maratón también había. Como habíamos salido tarde, yo no me servía para mucho. No, claro.

Son relojes digitales y pone kilómetro 5. Y el tiempo, pero del tiempo de Kipchoge, básicamente. El tiempo de la élite. Pero bueno, yo miraba mi reloj cuando pasaba por ese bloque. Y también por saber cuánto nos quedaba para seguir de avituadamiento. Eso sí.

Y demás. Y no, pero lo que quería comentar es que prácticamente desde el metro 1, la animación de la gente, de la ciudad de Berlín, tanto de sus habitantes de Berlín, como gente que ha ido acompañando a otros corredores, desde el primer metro al último, en cualquier parte del recorrido, esa gente te lleva en volandas, de verdad. Muchísima animación por todas partes.

Familias, niños... Eso es lo mejor de la carrera. Para mí, sin duda. Más allá de la animación que pone la propia carrera, que ni fu ni fa de los grupos de música ni nada... Ostras, qué duro, eh, eso. Qué duro. Recuerdo que en el tour con el señor... Lo dijo, pero no me lo esperaba.

No sé, dijo, no sé cuántos dijo, 30, 50... Sí, de jazz y de clásica. De grupos de música en el recorrido, que son puntos, básicamente. Pero es que ya te digo, hay filarmónicas allí. Es que escúchame, a ti te motiva... Es una música muy tranquila, o sea, no son batos de rock, que también había, y también había batucadas.

Pero porque las batucadas eran lo mejor para mí. O sea, porque eso sí te motiva unos tamborcillos o algo, pero a mí que me ponga música clásica o música de jazz mientras estoy corriendo... Había un punto que era un poco, pues eso, estaba el grupo ahí, se lo agradeces y demás, pero no es algo que te motive, porque no... No, no, no es motivante. Que uses para correr, digamos.

Y al mismo tiempo había gente que iba con una bicicleta a un pedazo de altavoz cacharro y tenía ahí una musicote que lo flipas. O a mí el que más gracia me hizo fue el que te dije que se escuchaba música retronando por la calle y era un balcón que había de gente mayor, en plan, 70-80 años, en un balcón con una fiesta que parecía eso, el Fabri. Sí, sí, sí. Y, pero, lo que digo, la gente animando, la gente que salía a la calle...

La gente era su evento, porque se bajaban unos sofás. Salir a la calle a animar. O sea, gente que estaba almorzando ahí por la mañana, con sofás, con mesas, con los niños, comiendo mientras animaba a la gente. Es brutal que la gente hace plan de ir a animar. Muy bien.

Si hicieran eso en Valencia y Madrid, es que... Y lo mejor es que en todos los metros. Estabas lejísimos, en uno de los barrios que te vas a ir por el kilómetro veintipico-treinta, que son barrios así más residenciales, y había gente en cada metro.

O sea, muy bien, muy bien. Alguno que no había, pues ya daba yo palmas, pero vamos. Sí. Qué triste eso, ¿eh? Tengo algunos vídeos que es como, pero, Miravai, ¿qué haces? Vamos, Miravai, y ella solo dice eso. Yo enfoco alrededor y no hay nadie. ¿Cómo lo enfocas mentalmente tú? Pues es que hay que ver esos vídeos, o sea, yo misma haciéndome así con la mano para arriba, ¿sabes? O sea, muy triste, pero bueno. Y nada, continuamos.

Fueron entrando bien los geles, habitamientos, si quieres lo mencionamos ya, porque como desde el primer kilómetro cinco, me parece que fue, del dos, tenemos habitamientos. Y como comentamos en el podcast anterior, los habitamientos consistían algunos, o todos, en agua, maurten, té, y geles maurten en el veintisiete y medio. Voy a aprovechar para coger alguno, por cierto, que luego se me cayeron, pero bueno.

Sí. Habitamientos, cuéntame, ¿qué tal te parecieron? Mejorables, hay que decirlo así. Exacto, sí, sí. La verdad es que esa es la palabra educada. Entonces, bueno, no sé yo, habiendo estado en otras carreras, muy mejorables porque todo lleno de vasos de plástico, o sea, te puedes caer, son incómodos para beber.

Eso es más culpa de los corredores que otra cosa, ¿eh? Lo de tirar los vasos fuera de la zona de tirar. Bueno, ya, pero sí, pero vamos a, sí, pero bueno, todos sabemos que tú cuando tiras el vaso a una papelera, a veces no exerzas. Es que había vasos desde el metro uno del habitamiento. Entonces yo entiendo que hay gente que los tira directamente o gente que al cogerlos se le cae, lo que sea, bueno, se van acumulando ahí, pero para mí el problema era que eran

cortos los habitamientos. Te llevas poca agua, yo ya cogía dos vasos, pero es que aún así, que se te sale la mitad, que no sé qué, que no están llenos del todo, no es suficiente. Habitamientos cortos y como digo, como empezaban, agua, maurten y té, y luego creo que había como baldes para rellenar agua desde tu vaso, pero los primeros habitamientos, no sé cuál fue, el 5 o el 7 y medio, yo me quedaba ahí por delante

y el agua se me acabó. O sea, eran como 10 metros de agua y tuve que coger un vaso de drink mix de maurten líquido y que no pasaba nada, porque no me iba a sentar mal, que lo había probado y demás, pero no cogía agua.

A veces solo estaban en un lado y luego eso, en unos puntos, solo en la derecha, solo en la izquierda, y eso es un problema, porque con la cantidad de gente que hay, la gente se cruza muchísimo para ir a los habitamientos y como en otras carreras sí que te dicen los voluntarios, que sigue, sigue, que el habitamiento es muy largo, pero esto aquí no era largo, porque aquí si te pasabas tenías té, té frío o té caliente, la verdad que no lo sé.

Y luego en el 32 es cuando encima de estar solo en un lado, no están anunciados y yo es que de repente veía y digo, ostras, el habituallamiento está aquí a mi derecha, me lo he pasado. Sí, eran un poco habitamientos improvisados por parte del patrocinador que era Vilsa, que me parece, del agua mineral y tenían ahí su arco en el 30 y pico de punto de animación y tenían su carpa y trataban agua.

Y en resumen eran habituallamientos hechos para pararte. Nosotros ya anduvimos en muchos. ¿Por qué? Tendrías que parar porque no te parabas. Exacto. La gente se para. Entonces tú tienes gente parada, tienes todo lleno de vasos y encima es corto. Por tanto al final dices, mira, me lo tomo con calma, me paro, yo me paré en todo. Si no me quería parar corriendo, no por el tiempo, sino porque no quería hacer un parón,

pero es que al final ya dije, mira, es que me paro, doy tres pasos y sigo corriendo, porque si no al final me voy a matar. Y yo creo que así es la gente. Sí, sí, sí. Y el tema de los vasos, que no es así ninguna tontería decirlo, que lo comentó Carlos cuando hablamos de esto, que él comentó en el podcast y lo recalcó, que eran vasos duros, pero no os imagináis lo duros que eran.

O sea, vasos de los de botellón bueno, de los de botellón bueno, de los que te gastas ahí en el bazar tus buenos euros para que el vaso no se te parta en el botellón, pues de estos. Literal que los pisabas y el vaso no cedía, y lo comenté en el podcast de la semana pasada, que casi me cortó el tobillo por pisarlo, y que no se dobló nada, ni medio centímetro del vaso, y casi me mató. Pues imagínate todo el mar de vasos.

No todos eran así, pero... Pero tío, podrían haberlos puesto de cartón, yo lo siento, o sea, no es que yo sea... O malos, vasos malos. Ya, ya, pero son muchos vasos de plástico. Ya, ya, olvídate de botellas por supuesto y demás, eso sí. Y luego nosotros que íbamos en una parte del pelotón, digamos, que todavía estamos en la parte delantera, más o menos, para las treinta o así, pero imagínate la gente de atrás, supongo que estarían

riendo de vasos allí, como pudieran, porque... Yo no sé cómo no se mató alguien, porque seguro había muchísimos. Habitualamientos, de nuevo, parece esto una crítica a la Maratón de Berlín o algo así, que estamos aquí rajando a los alemanes, pero ni mucho menos, es, pues eso, valorar lo que tenemos, comparar con otras carreras que hemos hecho, y por si vosotros vais, y por supuesto, compartir vuestra opinión si os hay de acuerdo, ya ves tú,

por supuesto. Y yo aquí, la verdad, que sin comparar, o sea, aquí yo no he mencionado ninguna otra carrera, porque la verdad, o sea, no he tenido problemas, pero tampoco me acuerdo exactamente de qué habitualamientos he tenido, pero sí que comento que estos no me han parecido óptimos.

Si ya no es comparar, no es comparar, es decir, poner en una Maratón de 50.000 personas habitualamientos solo a un lado de la calle, es un error, es así de simple, es un error. Y bueno, otra cosa, y yo esto entiendo, no es culpa de nadie, pero había pocos voluntarios o poco agente de los habitualamientos, y había veces que es que no había vasos con agua. Es que yo de algún habitualamiento pensé, verás tú que me tengo que esperar a que me

rellenen el vaso. O sea, te paras y te esperas a que te rellenen también. Claro, como el volumen de corredores que está pasando por el habitualamiento es tan alto, no hay voluntarios suficientes, que tampoco pido que haya voluntarios suficientes para darte un vaso a cada uno en la mano, pero como pasaban tantos corredores, los voluntarios dedicaban el poco tiempo que tenían a rellenar vasos y colocarlos en la mesa, porque

si no los de la mesa volaban también, entre uno que coges, otro que te llevas por delante y no sé qué, pues eso, es verdad que no daban abasto porque hay mucha cantidad de corredores. Otro punto a favor también de tema público es que mucho era internacional y por tanto tenían banderas y tal, y entonces nosotros cada vez que veíamos uno así que tenía español, de México, de Argentina, Colombia, España, nosotros

ahí, vamos México, vamos España, tal. Y así, pues bueno, así nos animaban, les entreteníamos un poco a ellos también, no sé. Estarían esperando a sus familiares o amigos. Y nosotros, bueno, pues eso, pasamos por allí, mucho chocamaning con niños pequeños, así que perfecto.

Luego del, yo recuerdo que del kilómetro 14 al 17 incluso, se me pasaron súper rápido, ahí se me olvidaron geles, porque había mucha animación, el perfil era como favorable, había como un poco de falso llano hacia abajo. Nos encontramos también a Fran, que bueno, un seguidor del podcast, que también nos dio la mano ahí en carrera, y que tal, bien, íbamos todos que podíamos hablar, así que todo perfecto hasta el 15, muy fuertes.

Y luego del 18 al 21, a mí se empezó ya a hacer un poco de bola, iba todo el rato buscando a mis padres, porque se me estaba haciendo largo. Pasamos por el 21, media maratón, antes de ver a mis padres, y yo digo, bien, 21. 21 es lo más largo que yo he hecho en carrera. Y es que tengo que hacerlo otra vez. Y ahí la verdad que mentalmente sí que me vine un poco abajo, y es pronto para venirse abajo, pero a mí me costó

asimilar de, llevas media maratón, pero te queda otra, porque yo pensaba, esperaba pasar mucho más fresca, por el kilómetro 21, es decir, no es que no fuera fresca, iba bien, ya te digo que hasta hace poco había estado hablando tranquilamente normal, mis piernas iban bien, todo iba bien, no iba como cuando acabé una media maratón, pero desde luego no iba fresca, y yo pensando, y tienes que hacer otra, fatal.

Y entonces ahí por eso... Te voy a decir que ahí mi sensación no era esa, porque yo iba mirando a Mirabai toda la carrera, para ver cómo le veía la cara, porque en muchos momentos iba como medio sonriendo y demás, con su música y sus cosas, y su ambiente y su automotivación, y ya sabía que iba bien, pero en ese momento de media maratón, yo para mí, no noté esa flaqueza mental para nada, vamos, kilómetros

más adelante, sí que se lo notaba, porque se le torcía el gesto, o veía que se estaba haciendo volar un kilómetro así más psicológico, tipo del 27, 28, 29, o del 36 al 38, que también es duro psicológicamente también, y de piernas ya, pero en ese momento de la media maratón, para mí ibas fresquísimo, porque además es que iba como un reloj, era modo martillo que decía Jorge López, ahora pam, pam, pam,

tor, kilómetro, pum, pum, pum, cayendo, todos exactamente iguales, y bebiendo bien, comiendo bien, se le olvidaban los geles, pero no es que se le olvidase tomárselos, sino a lo mejor se retrasaba un kilómetro, sí, me retrasaba un par de kilómetros, un kilómetro, o sea, no mucho, pero para mí esa sensación de que se hizo alargar un kilómetro, a mí además se me pasó volando, con la media maratón se me pasó

bastante rápido. Bueno, sí, ese paso, ese kilómetro concretamente fue tal, pero eran solo pensamientos míos, estaba empezando a tener pensamientos intrusivos que no favorecen en nada, y entonces yo dije, vale, estrategia, estrategia aquí es gritar a mis padres, os veo en el 38, porque si tú mirabas y dices os veo en el 38, tú vas a llegar al 38 como que te llamas, como te llamas, ¿no? Entonces eso fue lo que hice, cuando

pasamos por allí, he subido un máximo, mis padres nos gritaron, yo les dije os veo en el 38, les choqué, me vine arribísima, un kilómetro menos, ese ya no cuenta, y luego empecé a decir, vale, si les veo en el 38, estamos en el 21, vamos a pensar que les veo en el 37, vamos a favorecernos a nosotros mismos, eso quiere decir que solo son 15 kilómetros de aquí a que yo les vea, y empecé a descontar, o sea, ya desde ahí pensando, 15 kilómetros menos

hasta el 37, ves a tus padres y solo quedan 4 a meta, o sea, yo restando kilómetros de todos los posibles que podía restar, tú puedes hacer el que tú quieras, y entonces, bueno, eso se me hizo un poco duro, la verdad, así 23 a 25 mientras estaba pensando todo esto. En esos kilómetros fue cuando yo te dije que hay un poco de focus, que sí, que íbamos hablando muchas veces, y comentando, y riendo, no sé lo que sea, pero en ese momento

le dije, concéntrate aquí, vamos a pasar este tramo de carrera, y vamos a por el 30. De hecho, ahí me volví a concentrar en la técnica, fue cuando vimos a Nerea, pero yo ahí no quería bajar, o sea, le dijimos que se venía con nosotros si quería, dijo que no, que se quedaba, pero yo dije yo no me puedo quedar, porque yo ahora tengo que seguir tal como voy, porque si no, pues abajo.

Es que íbamos a Piñón, y entonces yo ya ahí me quería quedar. Después nos encontramos también a Carmen, a la novia de Marcos, Pascual, y pues muy maja también, iba con la camiseta de Abbot, porque era del team Abbot, así que la reconocimos por eso, luego vimos que hablaba español, yo no sabía exactamente quién era, pero nos estaba entendiendo, nos quedamos con ella otro par de kilómetros, luego también se descolgó, ahí empezaron también las duchas

estas, que venían muy bien, porque empezaba a hacer calor. Había algunos puntos que estaban los bomberos, me parece que eran, que tenían mangueras en plan colgadas de un árbol, y entonces estaba una ducha fija, que la verdad que venía bien, estaba fresquita.

Yo me despejaba, a mí es que eso me despeja mucho. Con cuidado, porque había muchos sitios, también en los habitamientos que estaba todo muy encharcado. Muy mojado, yo tuve miedo de resbalar alguna vez. O de mojarse los pies o lo que sea, y que ya no... Pero bueno, a mí eso me espabila bastante, el hecho de echarme agua por la cabeza, cuando llegamos a... Es que ahí también se hacía un poco más cuesta arriba, porque realmente la cuesta arriba era un poco falso, ya no es

arriba. No te flipes, no es cuesta arriba, es llanísimo todo el recorrido, pero cuando hicimos el tour en el bus, el propio jefazo del circuito, nos dijo, de aquí al... 27 y medio dijo, pero al final es 29. Falso llano, literalmente dijo eso en alemán, dijo que era una palabra, aquí es como se dice, que pica para arriba.

Y en realidad tú no te das cuenta cuando estás corriendo, pero si miras al horizonte, a los corredores, si ves como mientras estás yendo en ese sentido, ves más alto a la gente que hay al final. Y al contrario, cuando llegas a ese punto más alto, que no sé ni qué serán, que serán siete metros, es que no es nada, no es nada de subida.

Ves que efectivamente vas favorable hacia abajo, que nos cuesta. Pero yo decía, bueno, cuando llegues a los Gelles Mouten, a Prox, será el punto más alto de la carrera y estará hecho, porque de ahí te han dicho que está para abajo o ya no. Y dije, vale, pues solo hay que hacerlo hasta ahí.

Y cuando pasamos por ahí efectivamente, y ya yo vi que se normalizaba la cosa, no por nada, el ritmo no había cambiado, es simplemente tú notas que te cuesta un poco menos. Y yo ahí noté que ya me costaba menos, habíamos pasado esto, era kilómetro 29-30, y yo ahí le grité a Pedro 12 kilómetros los hago por mis cojones. Se giraron unos que debían ser españoles, empezaron a reír y yo, bueno, pues nada, ya conocéis a mi la baila motivada en carrera.

Ahí ya vimos gente que empezaba a andar, que empezaba con calambres, yo me empecé a asustar. Y ahí recta final ya ves gente de chunga que lo ha pasado mal o que lo está pasando mal, y que sabes lo que te queda por delante. Y yo veía, digo, si van andando ya, ¿cómo van a andar 12 kilómetros? Pero bueno, yo el muro que la gente me preguntaba, no vi muro, o sea, sigo sin saber y espero no sabéis lo que es el muro,

la verdad toco madera, pero bueno, yo no lo experimenté, sí que me asusté porque veía todas estas cosas, pero claro, también a la vez que te asustas dices, no te quejes, porque tú vas mucho mejor que esto, o sea, tú vas perfectamente, si estás cansada, es normal, pero ve tirando porque a ti no te duele nada, ni te pasa nada. Que no es por decir que esa gente saliese más rápido de lo que pudiese, ni nada de eso,

que al final, no sabemos las circunstancias de cada uno, a uno le soltó un gel fatal en el estómago, a otro le dio un tirón o rampas, como a nuestro amigo Alejandro, que lo encontramos en el río Besós, y luego nos dijo que del 15 o así empezó con calambres y rampas en los gemelos, me parece que dijo, y es una cosa que nunca había experimentado en carrera, y le pasó ese día. Así que, bueno, pues eso.

Nada, y en el 30 también me acordé de tu madre que me había dicho, la carrera empieza en el 30, yo te lo dije, tú un poco negativo, bueno, a mí me pareció que estabas negativo, porque él se pensaba que yo iba a acelerar, yo no iba a acelerar en ningún momento, yo siempre soy piñón fijo, pero eso no sería...

Yo no pensaba que ibas a acelerar, yo te iba diciendo desde el kilómetro 1, resérvate que esto es muy largo, resérvate que esto es muy largo, y cuando te decía, tranquila, resérvate, no es que yo supiese que ibas a acelerar porque sabía que no, o no sabía que sí, sino que no era ser negativo, era ser conservador para decir, aguarda fuerzas que esto es muy largo.

Claro, pero si yo te digo... En el 21 estás perfecta, pero luego en el 36 no. No, no, si perfecta tampoco estaba, pero yo le digo en el 30 ahora empieza la carrera, que además es una cosa como decir, ahora me empiezo a esforzar porque ahora es cuando duele, y él me dice, no, no, todavía no, calma, como que calma, te estoy diciendo que empieza la carrera, no que vaya a acelerar, te estoy diciendo que yo sé que ahora empieza lo duro, que no voy a acelerar,

que no me desmotive. Bueno, total, la verdad que del 30 al 34 a mí se me pasaron rápidos. A partir del 34 muy duro hasta ver a mis padres, porque yo sabía que quedaban cuatro minutos y empecé a hacer tiempos. Cuatro kilómetros. Y entonces empecé a multiplicar, pues, 20 minutos, 15 minutos, venga, miraba y solo 10 minutos, pero es que yo creo que han sido los 20 minutos más largos de mi vida. Y ahí sí que iba bastante mal.

Y en el 30, bueno, mal, vamos, un poco hartita ya. Iba mal. Iba igual que siempre, pero con la cara más torcida, ya está, porque no cambia el ritmo en nada, o sea, es que es una exagerada. Estaba a sonreír, intentaba motivarme, pero sí, a ver, que no me dolía nada, que yo iba bien.

No iba mal, ya está. En el 36 sí que es verdad que yo lo sentí, ahí es cuando empecé a sentir, esto es una prueba muy dura, esto es de lo más duro que yo he hecho, y sería mentir decir que no es así, por muy sobrado que vayas. A mí me parece que 42 kilómetros es una prueba muy dura, y llegas a, ojo, tú no me dirás que no tenías piernas cansadas, pese a ir a un ritmo que para ti era hiperfácil. Pues yo en el 36 te lo dije, te dije, Pedro, me duelen las piernas,

pero me duele el nivel, voy sin piernas. Es decir, yo voy concentrada en correr bien, porque como haga un mal gesto, a mí se me va a subir un gemelo, se me va a subir un cuádriceps, no sé lo que se me va a subir, pero algo se me va a subir. Y yo soy una persona que he hecho fuerza en la preparación, pero es que antes de esto, yo venía solo de hacer fuerza, o sea, venía de hacer 6 días a la semana de fuerza y de

entrenar para bidi building, ¿vale? O sea, a mí no me van a decir que es que me faltaba fuerza en las piernas, me puede faltar algo, no soy profesional, pero no fastidies. Entonces yo creo que, pues eso, a partir del 36 es lo que tú dices, tú me dijiste, mira, es normal, ahora corres sin piernas, pero corres con la cabeza y el corazón. Y a mí eso me parece muy acertado, y esto pues para que la gente lo sepa.

Tú puedes estar muy fuerte y te vas a sentir muy fuerte, pero oye, las piernas duelen. Y es lo que te dije, te dije, que no sé si me escuchaste porque ibas a tu rollo, pero te dije el dolor de piernas ya no se va a ir, así que haz lo tuyo, corre con el dolor de piernas. Me dijiste, aprende a correr así, y efectivamente así es.

Porque es que no hay otra manera de seguir. Pero a mí me consola mucho que me lo dijeras, y por eso yo también lo estoy diciendo aquí, porque que la gente sepa que es normal. A mí me consola mucho que tú me estuvieras diciendo esto después de haber corrido cinco maratones, porque fue en plan leches, es normal.

O sea, no es que yo sea una paquete, no es que yo esté floja, no, no. Es que llevas 36 kilómetros de las piernas, te va a doler, duele, y entonces claro, luego a partir de ahí ya fue, pues corro con dolor. Pero ahí ya, tu mente también cambia, es como me duele, pero puedo hacerlo.

Puedo hacerlo, estoy fuerte, venga, vamos, esto es duro, porque es duro, y hay que reconocerlo, pero yo estoy fuerte, y yo lo soy más. Y así. Luego vimos a otra chica que nos animó también el 38, ya... Ya muy cerca de donde estaban mis padres, a mí también me dio mucho subido en eso, luego vimos, bueno, el punto de animación de Abbott. En el 38, que no lo hemos dicho, pero donde estaban sus padres en el kilómetro 38, era como

el punto oficial de animación de Abbott, que era como una calle, con las vallas de Abbott y demás, y estaba todo el equipo de Abbott, que había cientos de personas, y pasar por ahí era un subido, porque claro, hay gente que conoces y que sabes que está esperando para animar, y encima nosotros íbamos con la equipación, entonces pues se viene todo el mundo arriba, aunque no les conozcas a la mayoría.

Y tienen ahí palos de estos que hacen ruido, palmitas, bueno, cosas de estas muy top. Punto de animación. Sí, y yo, bueno, bueno, bueno, me vine tan arriba, pero tan arriba, mis padres estaban justo en el medio, entonces yo ya venía arriba del resto de gente de Abbott, y fui a chocarles la mano a los dos que la tenían puesta, suerte que le di a mi padre que estaba primero, porque yo creo que le reventé la mano.

O sea, le di con una fuerza, y nada, y pues ahí ya estaba hecho. O sea, yo no sabía si iba a bajar el ritmo o no, porque yo ahí, desde que yo me había quedado sin piernas en el 36, yo iba un pie delante y otro detrás. Que salga al ritmo que tenga que salir, y cuando estas dos señoritas digan que no pueden más, pues iré más despacio.

Pero si no dicen nada, yo sigo igual. Así que así seguí, o sea, corriendo al mismo ritmo lo que dieran las piernas, y al final dieron hasta el 42 y fui al mismo ritmo todo el rato. Pero vamos, yo ya dejé de preocuparme ahí del ritmo. Ahí es verdad que del 38, 40 a meta, diría que incluso es de las partes más feas, o sea, antes de llegar a la puerta de Brandenburgo quiero decir, de las partes más feas del circuito,

porque ya estás en la ciudad, ya estás en el propio núcleo, sabes que tienes la puerta de Brandenburgo al lado. Y no aparece. Literalmente la tienes a dos calles hacia la izquierda, te la tapa los edificios, pero ves, o sea, notas que estás, no paras de alejarte, vas paralelo, pero en sentido contrario, ves 40, 41, y sigues sin girar para ir hacia la puerta de Brandenburgo, hasta que llega un momento ya con un giro, más o menos a lo lejos, la intuyes.

La intuyes, porque luego hay otros 40 giros, que esto lo comentábamos luego con Marcos, que también, bueno, él se le hizo en 2.30 por ahí, pero debía llegar ya diciendo, por favor, que me ponga en la meta, y no ves la puerta. O sea, kilómetro 40, 41, y que no aparece, que 42 y no he visto la puerta. Es verdad que hay mucha gente ya animando, porque hay mucha gente que ya va hacia la meta, para animar y demás,

entonces está todo a reventar. También ves muchos cadáveres de gente que le quedan metros para llegar a meta. Pero no me extraña, si es que no la están viendo. O sea, gente que no sé si acabó o no acabó, pero le quedarían kilómetro y medio o un kilómetro, y estaba en la puneta.

Y entonces, ahí, ¿qué mentalidad empezó? Pedro dijo mirabai, 1.500 metros. También iba diciendo 2.000 metros. Si empiezas a contar en metros, la cosa empieza a aparecer de otra manera, porque entonces tú dices, una serie, una serie, tío, de las que hacía, las series duelen, pues esto duele. Y yo ya empecé ahí, a falta de 1.500 metros no se rinde nadie.

A falta de 800 metros no se rinde nadie. Bueno, pues así con todas las circunstancias, hasta que vi la maldita puerta. Y luego, encima, Pedro iba motivadísimo, porque era ahí. Bueno, a ver, ha corrido la maratón un minuto por debajo del ritmo que la correría, y por tanto, pues, que podía acelerar. Y yo pasaba de acelerar ya, y veo que se va pa'lante, y digo, ven aquí, que vamos a pasar de la mano, que me está haciendo el pasito.

No esperaba pasar solo, esperaba, pero lo que pasa es que me estaba haciendo, adelantando para grabar. Pero para grabar. Y yo también pensaba, digo, y este esperará que le siga, porque como llevaba toda la carrera diciéndome, espérate, que aceleramos en el cuello.

Ahora, ese era el momento del sprint. Y yo, no, no va a pasar. Y nada, bueno, pasamos de la mano, y luego, pues a ver, mi idea era seguir de la mano hasta meta, pero es que eso se hace eterno. O sea, me estaba cansando el brazo. Así que nada, soltamos.

Hay un tramo, eh. Hay un tramo hasta el arco. Hay un buen trozo. Desde la puerta de Brandenburg hasta más o menos donde está el arco de salida. Mira, ahí sí que podía haber acelerado, haber hecho mi sprint marca de la casa, pero dije, mira, por una vez, voy a mirar al público. ¿Qué me pasan unos segundos? 3'37, que 3'37 que me da igual, ¿sabes? Tal vez hay gente que te pasaba flechada en ese momento, pero bueno, cada uno siendo más a la meta como quiere, vamos.

No, no, perfectamente comprensible. Luego, efectivamente, grabé la entrada a meta, el bar, el bar, revisé y Mirabai entra con la cabeza y el pecho por delante de la línea de salida y me metió el acelerón para mi zona del pasito.

No, no, no. Esto no fue apuesto. O sea, yo ni siquiera lo iba pensando. Estás tú que después de esos 42 kilómetros Mirabai podía pensar. Simplemente que es que yo iba muy cansada, tenía mucha sed y era como... Y Pedro ahí se estaba recreando, ¿sabes? Porque se la sudaba todo, se estaba recreando.

Estaba disfrutando de la meta. Y claro, yo le tiraba además. Yo le iba tirando de la mano. No es que yo quisiera pasar sola, pero era como venga, tío, tira. Y entonces pues me caí para delante. Pero vamos, que no le iba a hacer la del pasito. Es más, terminamos, lo primero que le dije es no me lo creo y lo segundo que le dije fue agua. O sea, agua. Sí, sí, sí.

Y nada, cruzamos en meta en 3 horas 37. 05. 05, sí. Tiempazo a 5, no me acuerdo. 06. 06 de media. Se confirma lo que te dije en junio, que dije yo creo que la puedes hacer a 5. Y me dijiste, no, imposible. Imposible. Imposible. Era imposible. Y ahora todo lo pasado, yo sé que era tu debut, no querías sufrir ni mucho menos.

Sufriste lo que tenías que sufrir porque es una prueba dura, como has dicho. Claro, es lo que acabamos de decir. Y es larga, pero... Se puede sufrir más. Se puede sufrir. O sea, miraba y podría haber sufrido y no quiso sufrir. Me parece perfecto porque era el debut y era lo suyo, pero llevaba un ritmo que para mí era cómodo. Sí, claro.

Para mí no, quiero decir, para mí para ti. Para mí es un buen ritmo de maratón que vas cómodo, ¿no? Exacto, que eres consciente de la carrera, eres consciente del ambiente, de la meta, de la gente que tienes animando y es... Hombre, evidentemente podía haber sufrido mucho más y haberlo hecho mejor si hubiera ido calladita todo el rato. Claro, claro.

Y si vas con el gancho y viendo a ver dónde caes. Incluso si aceleró al final, que podría, pero ¿para qué? Es que era jugársela de una manera que no es necesaria. Espectacular la verdad. Espectacular, 3 horas 37 en el debut, disfrutando la carrera como la disfrutaste, consciente, perfecto. Yo lo repetiría.

Y luego bueno, no sé si lo hablaremos ahora o no por si lo mismo se alarga demasiado, pero luego la recuperación ha ido súper bien. ¡Ostras! El domingo y el lunes... El domingo y el lunes estamos más tiesos, sobre todo a primera hora del lunes. Bueno, a ver el domingo yo acabé que parecía Robocop, pero es que miraba al resto de gente y decía, es totalmente normal. O sea, yo veía gente ahí además finísima,

de estos que parecen propopulares, ¿no? Que además se habrían acabado hace tiempo, ya estaban ahí sentados tranquilamente en el césped y eso. Y yo les veía como andaban y yo decía, pues claro, si es que si él está andando así, normal que yo esté andando así también.

Está jodido aquí todo el mundo. Sí, sí, está claro. Pasamos, medalla y caminito para ir a los habitamientos finales y igual otra vez un poco aquí de crítica en cuanto a los habitamientos, cómo te llevan y demás, para conseguir el agua hasta que nos dieron un poquito de agua.

¡Ostras! Es un buena caminata, ¿eh? Yo que tenía una sed. Sí, sí, sí. Y son, de nuevo, vasitos rellenos de una garrafa o de una manguera, no sé. Poncho de plástico y pues es que de nuevo hay mucho más. Bolsita que llevaba una guarrería, ¿no? Sí, un croissant de nocilla. Sí, alguna barrita.

Cosas de chocolate. Plátanos que daban también. Una manzana pocha. Manzanas. Tío, vaya manzana. Té, más té, ahí en meta, pues si queréis un recalentito. Y ya está, ya está. Y poco más. Para de contar en la... Sí, pero bueno, una ensa tampoco, eso yo esperaba mucho más.

No, no, ya no, ya está. Pues eso. Y en el habitamiento final, por cierto, una cosa que nosotros no aprovechamos, porque tampoco uno no lo teníamos previsto y ni tampoco lo sabíamos, no sé si estaba escrito en alguna parte, yo al menos no lo sabía, ni sé si está en todas las mayos o en todas las maratones o es algo común en Berlín, no lo sé.

Bueno, en el habitamiento final después de recoger la bolsa de plástico que te da la organización para dejar tus cosas, para recogerlas en el habitamiento final, había duchas. No sé qué tipo de duchas, duchas industriales había montado y nuestro amigo Robert Izquierdo las aprovechó, por ejemplo, que también está guay, porque así te dejas tus cosas y si tienes el hotel o el apartamento, lo que sea, lejísimos, pues ya te vas de allí

duchado y cambiado y no pasas frío, que en este caso no hacía frío. No, pero te quedas destemblado, yo tenía frío después de la carrera, inexplicablemente. O si vas pegajoso o lo que sea o te has tirado algo por encima o lo que sea. Y ya poco a poco salimos de allí porque es una odisea la cantidad de gente que hay en toda la zona de esa parte del Tiergarten, del Reichstag y demás. Y encima como la calle

Berlín está dividido por la gente que está cruzando por la puerta de Brandenburgo corriendo, pues hay que hacer una movida y dar una cantidad de pasos para llegar al metro, pasar por debajo. Bueno, una movida. Escaleras. Es una movida porque hay mucha gente, quedan muchas horas de carrera todavía y evidentemente no vas a cruzar la carretera mientras están los corredores pasando en puntos que son complicados, como la puerta

de Brandenburgo. Y de allí nos fuimos directamente al Spättelite de Abbot, que era un hotel que había al lado, y allí nos pudimos duchar. Estaba Roberto también ya por allí que estuvo también con nosotros. Sí, digamos que a Roberto le dio tiempo a ducharse, a irse a Tracksmith con el tiempo y después a llegar y ponerse las botas de compresión y a comer antes de que nosotros llegáramos en lo que tiene

correr en 2.45. Estaba escuchando esto o viéndolo Robert y le mandé un mensaje de, oye, el Spättelite es en este hotel de Abbot y me manda una foto directamente con las botas. Estoy aquí. Con las botas de Hyperice diciendo, no, no, tranquilo, si ya estoy duchado y estoy aquí, venid cuando queráis. Y nada, nos fuimos para allá y ya teníamos un buffet para comer, para recuperar bien, para hidratarnos y pasar el ratito y ponernos

al día con Marco Pascuale, que le conoceréis también de Instagram, corredor ahí de Madrid, que hizo dos horas treinta, casi baja de dos treinta por segundos, y con su pareja y bueno, pues eso, poniéndonos al día de toda la carrera y recuperando un poquito y echamos casi media tarde.

Sí, sí, la verdad que sí. O sea, no estaba coja, pero bueno, tenía una movilidad y agilidad comprometidas, o sea, yo iba con calma a mis sitios, ¿sabes? O sea, pero bueno. Y luego, ese día muy cansados, muy cansados, o sea, llegamos a casa y una hora ahí en la cama esperando a que diera la hora de la pizza porque a mí el hambre me fue entrando progresivamente, es decir, después de la carrera me entraba poco. Comer, me forcé a comer, pero

tampoco podía comer mucho. Y así a lo largo de la tarde yo veía que a mí iba entrando, nos fuimos a por dos pizzotes, que esto también me lo han preguntado, comida después del maratón, yo ya lo dije, quería un calzone, pero esa pizzería que era la más cercana a casa.

Estaba muy rica, pero no tenía calzone. Exacto, no tenía calzone. Tampoco queríamos irnos súper lejos, porque bueno, estábamos cansados. Y aún así, bueno, habíamos comido todo esto, yo llegué a casa y como decía, nos falta proteína para el recovery este, nos tomamos un sobrecito de proteína los dos con leche antes de ir a dormir, y pese a todo esto que habíamos comido, nos despertamos los dos.

El día siguiente, 8 de la mañana, y nos miramos, y dice Pedro, yo estaba pensando solo, quiero comer, quiero comer, tengo mucho hambre, y de repente dice Pedro, oye, yo voy a desayunar ya unos cerealillos porque tengo mucho hambre, y digo, yo me estoy muriendo, vámonos. Sí, sí, sí.

Y ya, pues mucha calma el lunes, pero ya estábamos bien, estaba un poco cojos, más que cojos, falta de movilidad. El lunes ya estaba muy bien para andar normal, pero me acostaban las escaleras y me molestaba al bajarlas, bueno, muchísimas agujetas en los cuádrices, o sea, yo creo que tenía agujetas hasta en las pestañas, en los cuádriceps, en los óleos, en los tobillos, en los abdominales, tenía agujetas en todos lados.

La rodilla derecha como que me molestaba un poco al bajar escaleras, y me daba un poco de miedo, digo, pero es que digo, yo no juraría que no me he lesionado, porque no tenía sensación de ninguna lesión ni nada, y no, y se me pasó.

Al día siguiente, martes, yo estaba bien para bajar escaleras, la rodilla estaba corriendo, parece que no me molesta, es verdad que he corrido muy lento esta semana, pero vamos. No, no, no, si lo mejor de la maratón, más allá del resultado, es que se cuela cero, pero se cuela.

Sí, que podemos correr Beovía tranquilamente. Sí, no, no, no, a nivel de recuperación ha ido todo fenomenal, sin imprevistos, sin roces de ningún tipo, ya sea en las zapatillas o en la ropa, o en cualquier parte, es verdad que no hacía humedad, no llovió, ni nada de eso, pero bueno, en una maratón. Yo, por cierto, me tapé al final los pezones, que creo que era el único punto así más conflictivo que tengo yo. Yo me puse también Kinesio Tape justo debajo

de la banda de pulso, porque a veces me roza, por si acaso. Sí. Pero no vamos, perfecto. Ah, y por cierto, voy a comentar el tema de las mallas de Wong, que era lo que estrenábamos así un poco, y también un poco por testearlo en carrera, de cara a que lo fabriquen próximamente, ya os contaremos, y ya sabéis que será la malla One Ball Mini, con un bolsillo extra detrás, igual de grande que el de los laterales,

pero en formato horizontal. Yo llevaba ahí, al principio de carrera, dos o tres gels metidos en ese bolsillo. ¿Tú llevabas? ¿Qué llevabas? Yo llevaba Kleenex, una pastilla de cafeína, y la lágrima artificial. O sea que no pesaba mucho el mío.

Y claro, yo no tuve ningún problema, a mí no se me bajaron ni nada, porque yo llevaba los siete gels en un lateral, al otro el móvil, y ya te digo, y atrás eso, los Kleenex, la cafeína y la lágrima artificial. Y si no, pues igual hubiera metido un soft flash de 150 que tengo yo. Yo llevaba un poco menos gel, yo llevaba seis gels, porque llevaba de 60 gramos, que pesaban un poquito más, y entonces me lo fui repartiendo, y yo incluso,

gran parte de la carrera, la malla, además de todo eso que has dicho tú, más el móvil, llevaba la cámara 360 con el palo de un metro y medio, que es extensible, por lo tanto se compacta, y lo llevaba metido en la malla en el bolsillo derecho, sin cogerla ni nada, ni sostenerlo, y podía correr con ella, que esto ya lo probé en la media Maratón de Madrid, y podía correr con ella y no se me mueve la cámara, y cuando la necesito la extiendo

un momento y ya está. Y la verdad que bien la malla, a mí se me bajaba un pelín de la parte trasera, pero porque yo llevaba la camiseta de Abbot metida por dentro, porque me venía un poco larga, y me la metí por dentro, entonces como no tenía la fricción de la piel, sino que era tela sobre tela, se me bajaba un poquito la parte trasera, cuando al principio de la carrera tenía el bolsillo trasero cargado con gels

de más peso. Conforme fui tomando, que se me fue descargando el bolsillo, pues ya bien. Pero por demás, la malla es la misma bol mini de siempre, así que perfecto. Esta semana tengo que hablar yo con la gente de Wong, a ver cómo lo hacemos, y no os preocupéis, que seguramente salga a la venta pronto. No podemos predecir día, porque esto es... hay que producirlo, claro. Hay una cosa que no hemos comentado al principio, y es que el viernes

también estuvimos en la presentación de atletas en la Puerta de Brandenburgo, que justo volvimos de la feria, fuimos a la puerta para ver un atardecer precioso que había ese día, la verdad, y de repente estaban ahí la presentación de atletas con la organización, y vimos aquí al amigo Eliud, y a la jefa, que luego hizo el récord del mundo, de maratón de mujer, y bueno, los principales élites, creo

que eran tres y tres, tres hombres y tres mujeres, estaban ahí presentándolo, entonces lo vimos ahí un poco de lejos, pero la anécdota es que el domingo después de la carrera, la anécdota por la que nos vamos a arrepentir bastante por una vez en nuestra vida de no haber ido de fiesta, es que nos comentaron desde Abbott que después de la carrera en la discoteca Metropol, me parece que era en Berlín, había fiesta

digamos a nivel público, era sábado, perdón, era domingo, pues había fiesta tal cual, que va mucha gente, pero Abbott iba a tener una zona un poco más reservada, y bueno, nos dijeron que si íbamos a acercarnos, pues perfecto, y si no, pues tampoco pasa nada, porque entienden que los que corrimos del equipo, pues estaríamos cansados, como era nuestro caso, y decidimos irnos a por una pizza, como ya hemos dicho.

La discoteca esta estaba a quince minutos, con coche y en transporte público de nuestra casa, ¿vale? No estaba al otro punto de la ciudad. Total, que rechazamos amablemente la invitación, porque estábamos cansados y íbamos a por nuestra pizza, y mientras que estábamos cenando en Instagram veo una historia de otra persona que yo sigo enfocando al amigo Eliud Kipchoge entrando escoltado por la discoteca a la que íbamos a ir, e imagino

que iría hacia la zona reservada. Así que perdimos la oportunidad de bailar un buen perro con Kipchoge. Sí, de tomarnos un chupito de tequila con Kipchoge, con Eliud, pero bueno, se queda ahí. Pero a mí explícame, ¿cómo te haces dos horas cero dos y te quieres ir a una discoteca por la noche? Yo no... Bueno, es otro level.

Seguramente a él se tomó una siesta porque él a las once de la mañana había terminado de la carrera, aunque bueno, ojo que tienen compromisos de prensa y todo durante todo el día, pero bueno, se pasó por ahí, el mismo hizo acto de presentación y se fue. Y no sé si falta algo más, poquito más. Bueno, ¿tú quieres contarnos tus sensaciones con la vejiga llena durante un maratón completo de tres horas treinta y siete? Sí, la verdad que me la jugó,

me jugó... No, es que quiero decir que no fue aposta, ¿vale? O sea, él me dijo en el kilómetro siete. Yo desde la salida me estaba haciendo pis porque claro, hicimos pis antes de entrar al cajón, pero como tardamos tantísimo en salir...

Bueno, eran nervios también, ¿eh? Sí, claro, porque al final has hecho pis ya muchas veces y ya no tienes mucho más que tirar, pero bueno, que incluso, por cierto, ya te lo dije a ti, dentro de los cajones de salida, dentro, mientras que la gente va avanzando, hay también toy toys, y puedes entrar si quieres y luego salir, porque todavía no has pasado por el arco de tiempo y por tanto no empiezas a marcar tu tiempo. Yo no entré en ese momento

y eso, que kilómetro cinco, la hija miraba ahí o seis o siete, no me acuerdo, y dice... Yo me estoy haciendo pis, pero me aguanto todavía, avísame y cuando te vayas a parar tú, paramos los dos a la vez. Y yo realmente pensé, pues yo también me hago pis, porque yo me hacía pis desde también, igual que Pedro, pues por nervios, desde antes de salir, y en ese momento pensé, pues en algún momento voy a tener que parar,

porque con todo lo que voy a beber voy a tener que parar. Digo, pero aguantamos un poquito, hasta el doce o así, y dije, aguantamos un poquito, pasamos el doce, más avitallamientos, más agua, yo sigo teniendo un poco de pis, pero le dije, venga, aguantamos un poquito, ya hasta el dieciocho, justo antes de la media, y así me tomo, en la que paro a hacer pis, la pastilla de cafeína. Pasamos por kilómetro dieciocho,

baños, me dice Pedro, otra vez baño, y yo, no, no, yo estoy bien, aguantamos. Yo cada vez que veía un torito y de estos le decía, hay baños, eh. Ahí están los baños, ¿quieres parar? No, no, seguimos. Y yo no me paraba. Vemos, paso por la media maratón, tal, yo creo que ya me empecé a deshidratar, empecé a sudar, se me pasó el pis.

Ojo, y eso en todos los avitallamientos, pillando agua, yo no dejé de beber en toda la carrera, yo bebé todo. Es por eso que yo bebé en todos. Bueno, y total, que ya pues treinta y pico, ya le digo a Pedro en el treinta, bueno, que si quieres parar, paramos, no, no, bueno, ya seguimos, total, tres horas treinta y siete, el señor no hizo pipí. No, al final no paré, y no pasó nada, luego tardé en hacer pis al llegar, o sea, llegamos...

Y yo, hasta después de comer, prácticamente, o sea, ya no tenía líquido. Sí, sí, bueno, pues eso, aguanté un poco, sí que es verdad que era soportable, si hubiese tenido como mi paso en Valencia, habría tenido que parar sí o sí, incluso en algún momento, no sé si fue por la media maratón, después de ver a tus padres y tal, me pensé, me voy a adelantar yo, le quito un poco de tiempo, o sea, le saco tiempo y ya la vuelvo a pillar, pero

luego ya no lo hice. También no lo hice, ¿sabes por qué? Porque se nos fastidió el Lifetrack, ambos llevábamos relojes Garmin para la carrera, también para la familia poder seguirnos y demás, y estar tranquilos, y ver por dónde íbamos, y en el kilómetro 18, ambos Lifetracks separados, que cada día llevaba su móvil, llevaba el mío, ambos separaron, yo creo que fue por algún punto, no sé. No sé, pero es que la cobertura iba fatal, también cuando

llegamos allí, es imposible llamar, mandar audios, mandar lo que sea en meta, o sea, es que hay tanta gente, o por lo que sea, pero vamos, que cobertura no hay. Sí, yo creo que fue en algún punto que la conexión con la aplicación de Garmin y la cobertura del móvil se fue, y se fastidió, y ya no volvió a reconectar el Lifetrack, entonces no me paré tampoco por eso, porque al tener el Lifetrack yo al principio decía

bueno, yo la veo en el mapa, y sé dónde estoy yo respecto a ella, pero luego como te perdí, y entre tanta gente y tal, me daba también cosa quedarme y no localizarte, o pasarte sin darme cuenta, que supongo que te habrías dado cuenta tú, pero bueno, pues no lo hice, y al final pues nada, hice pis, y no hice pis, y ya está. Y mis sensaciones durante la carrera, pues ya las comenté la semana pasada un poco, pero

bien, ritmo bastante controlado para mí, aún así pulso bastante alto para ese ritmo para mí, yo creo que era un poco todo, los nervios, estar pendiente, un poco todo, y de hacia final de la carrera todavía más alto, o sea, era un pulso bastante alto, yo creo que era todo nervios, emoción, y éxtasis, y demás.

Sensaciones bien, iba pendiente, la verdad que se me pasan es otra forma de vivir las carreras, y en este caso, mi primer maratón viviéndola así, estando pendiente de, o acompañando a un ritmo más tranquilo, y la verdad que me gustó también la forma esa de disfrutar la carrera, porque seguramente si yo hubiese ido a Berlín a hacer tiempo, aunque fuese, pues no eres consciente de la carrera, no eres consciente del ambiente, y lo disfrutas

menos, yo creo, y da más respeto, yo creo, forzar y ir más rápido. Entonces, nada, bueno, muy disfrutada la carrera, y la recuperación también ha ido estupendamente, así que, pues oye, esperanzas, como dije el otro día, para lo que viene por delante. Estupendo. Y con esto, no sé si nos dejamos algo, pero aquí acaba esta crónica larga de la Maratón de Berlín, si os animáis y la queréis ver en YouTube, estamos aquí sentados en las

escaleras, seguimos aquí, no nos han comido los mosquitos o un poco, sí, pero bueno, y nada, enhorabuena una vez más. Gracias, gracias coach. No ha estado mal el camino a la Maratón, ¿no? Ha estado muy bien, o sea, vamos, los madrugones, no tanto, pero todo lo demás, a mí la preparación no se me ha hecho más dura que cualquier otra cosa que hiciera antes, así que lo que sí que es duro es la prueba en sí,

o sea, la prueba me parece una prueba dura, pero una experiencia que merece la pena, claramente. Gracias por acompañarnos en este camino, un placer haberte podido entrenar, entre comillas, y haber soportado todas estas semanas de entrenamiento y los cambios y el contexto del trabajo y todo, al final todo se puede llevar adelante y ahora, nada, a disfrutar de las horas libres que tienes y a seguir preparando cosas, que tenemos

que dominar. Los libres no siempre se llenan. Esto es como el que deja de fumar y dice, bueno, ahora todo lo que voy a ahorrar en tabaco, y luego no ahorras nada porque no sabes de dónde sacabas el dinero antes para comprar los paquetes. Igual con el entrenamiento, seguramente el tiempo se expande y acabas ocupando el tiempo libre que tenías con otras cosas. No, pero es que al final yo entreno bastante parecido.

Otra cosa es que cambie la manera de entrenar, pero... Tenemos Veovia a la vuelta de la esquina, enseguida, y, bueno, Bombers, 10K, te vamos a pegar un apretón, a ver si... Simplemente es menos presión, la manera de enfocarlo es diferente, pero vamos, por lo demás va a seguir bastante igual. De nuevo, gracias por acompañarnos, si tenéis cualquier duda o cualquier pregunta para Mirabai, la seguís por Instagram, mirabai__cuenca, tenéis el enlace en la nota del episodio,

yo soy Palabra de Render, y nos escuchamos en el próximo Diario de Render. ¡Ciao! ¡Adiós! Espera, que está saliendo la musiquita. Adiós.

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