Japonesamente 57: El mito de la creación de Japón

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Acabamos la tercera temporada del podcast con un episodio ligero sobre el mito de la creación de Japón, que ya se cuenta en el Kojiki, escrito en 712. Un libro que, aunque se llame "crónica histórica", tiene una gran parte de mitología.

Te contamos sobre Izanagi e Izanami y, por supuesto, sobre la deidad del sol Amaterasu y su hermano Susanō, que se llevan fatal. De Amaterasu descienden (mitológicamente, claro) los emperadores japoneses según este escrito.

Al final, hacemos un breve repaso por lo que ha dado de sí la temporada y os pedimos ideas de episodios que queráis para la cuarta, que empieza en breve. Nosotros tenemos ya muchas ideas, pero siempre escuchamos lo que tenéis que decir.

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Transcripción

Japón es un país que va a lomos de cuatro elefantes, que a su vez van sobre el caparazón de una tortuga que vaga por el universo y… Luis, que te estás liando, que eso es otro sitio, que no es Japón. Ay, qué despiste. Pero entonces, ¿no hay mitologías sobre la creación de Japón y estas cosas? Sí, pero son diferentes. Mira, vamos a hacer el episodio de hoy de Japonesamente de esto y así te enteras.

Me has quitado un peso de encima, Laura, porque yo pensaba, cuando me has dicho que no era lo que yo estaba diciendo, que igual es que no había una mitología de cómo se creó Japón. La hay. La hay. Y de eso vamos a hablar hoy. Vamos a hablar del mito de la creación de Japón, del nacimiento de Japón. Nos basamos en varios libros de mitología que tenemos por aquí, por casa. Mitología japonesa de Anezaki, quizás el más popular, el más famoso.

Pero, bueno, todos estos libros de mitología, el mito de la creación de Japón, del nacimiento de Japón, todos realmente se basan en lo que aparece en el Kojiki, un libro. Se llama crónica histórica, pero más de la mitad del documento es mitología. Es difícil a veces saber diferenciar entre qué es mito y qué es realmente historia. Por eso les gusta tanto a veces a los japoneses, quizás nos adelantamos a decir que es que

el emperador desciende de los dioses porque sale en el Kojiki, que es una crónica histórica y es como, a ver, señores. Hay que tener muy claro que no todo lo que aparece en el Kojiki es historia, de hecho es eso. Más de la mitad del Kojiki no se ha podido comprobar, no se ha podido decir, vale, esto es real, esto es historia. O sea, me has dicho que no se puede comprobar que existen las deidades, de verdad, o sea,

me pinchas y no os sangro. Bueno, el Kojiki, de todas maneras, es al final un documento muy importante. Claro que lo es. Pero es muy importante, no hay que hacer... Claro, fíjate, 712. Bueno, aquellos japonistas que estuvieron en el Gakko, que hicimos un poquito de historia y de literatura, las primeras literaturas de Japón, pues recordarán que el Kojiki también se escribió para justamente, con un objetivo en mente muy claro, y es lo que

tú has mencionado, enraizar al emperador con las deidades para así legitimar un poco su poder. O sea, en una época en la que la gran mayoría de la población existente se dedicaba, pues, al cultivo de la tierra, a otra serie de cosas, ¿quiénes se dedicaban a la literatura, no? Pues solamente clases muy acomodadas, ¿y por qué lo hacían, en este caso concreto el del Kojiki? Pues para dar carta de validez a la familia supuestamente imperial, para decir, eh, tienes

que seguir a esta familia, a este emperador, porque desciende de los dioses. Claro, es que en el momento en que te, perdonadme, pero en el momento en que te inventas que tú provienes de las deidades, realmente es que te estás asegurando el puesto, ¿no? Te estás asegurando la lealtad, a ver quién baila en contra de las deidades y de su, digamos, su descendiente hecho carne en la tierra. Pero bueno, esto sería para otro, japonesamente, para otro charco, que a la gente le gustó

mucho el charco desde hace un par de semanas. Pero bueno, está bien mencionar, ¿no? Esta mini parte del debate aquí también, porque nos gusta hablar de Japón y de incluso sus mitologías, como vamos a hacer hoy, pero siempre teniendo en cuenta qué hay detrás de toda esta mitología, no simplemente creérnosla porque sí y repetir a veces como loros, ¿no? El mantra de… Sí, lo de Kojiki, crónicas históricas, a ver, ellos se venden como crónica histórica,

pero no lo es, o sea, de hecho, la primera, claro, toda esa primera parte del Kojiki, pues justamente narra la creación del Japón, que evidentemente es cien por cien, es mitología, hasta básicamente el restablecimiento de la diosa del sol, Amaterasu, que es la más, probablemente la más importante, la más salvada de todo España japonés. Y es junto de la que descienden los emperadores, casualmente.

Eso es, ¿no? Bueno, crónicas históricas, bueno, pues tiene una parte que sí, que tiene una parte, hay una lista de emperadores que se sabe que sí que existieron, y hay otra lista anterior de emperadores, que bueno, que todavía tenemos dudas, y luego toda esta parte mitológica. Y luego están todas esas tumbas de emperadores que la propia Casa Imperial no deja que se hagan excavaciones arqueológicas en estos túmulos, no vaya a ser que alguien descubra

que todas estas historias que se cuentan en este tipo de libros, pues no son tan ciertas, como se decía, y se nos caiga el chiringuito. Es curioso, no sé si es miedo o qué es, ellos te dirán que es respeto, que no quieren molestar el descanso eterno de esos emperadores que están en esos túmulos funerarios, ¿no? Pero yo creo, ostras, a mí me podría y creo que al ser humano le puede el querer saber,

ver cómo son esas salas, cómo era la vida en aquella época, sabiendo que en esos túmulos funerarios se guardaban un montón de objetos de la época. Claro, y sabemos cosas por túmulos que han caído, que se han derrumbado, y entonces pues no ha quedado otra que evidentemente explorar, ¿no? Pero tenemos grandes túmulos, por ejemplo en Sakai, a las afueras de Osaka, que no se han explorado nunca. Es que sería maravilloso entrar ahí y poder ver qué había en el Japón de entonces,

¿no? Bueno, es un poco como lo de las pirámides, entre comillas, pero es un poco el deseo de saber exactamente cómo están, ya no sólo cómo están construidas las pirámides, sino ver qué hay dentro, cómo está decorado, no sé qué. Sí, bueno, quizá lo de las pirámides en su día era más bien también por llevarse todos los tesoros. Que no se lo quede nadie, ¿no? Que no se lo quede nadie, pero yo creo que hoy en día sería eso, sería curiosidad

científica y académica. Nos estamos yendo por las ramas y yo creo que deberíamos centrarnos en contar un poquito este mito de la creación de Japón, el nacimiento de Japón. Así que yo empezaría por el principio, Luis. ¿Y cuál es el principio? Pues en el principio, tras la formación un poco del cielo y la tierra, se crearon tres dioses.

Tres dioses se crearon a sí mismos, ¿no? Aquí tampoco sale Heru y Lubatar, ¿no? No, te estás confundiendo de mitología. Pues tres dioses se crearon a sí mismos y se escondieron en el cielo. O sea, que eran tímidos. No puedo contigo. Esto va a ir mal. Se nota que es el último Japonesamente de la temporada. De todas maneras, decimos el último Japonesamente de la temporada porque es verdad, pero tampoco es que haya mucha solución de continuidad en este caso.

O sea, va a seguir habiendo podcasts japonesamente. Si no descansamos un par de semanitas y luego ya volvemos con la temporada 4. Sí, exacto. Mucho, mucho descanso no es que haya, pero bueno, nosotros marcamos que es el final y ya está. Seguimos, seguimos.

Pues bueno, tenemos esos tres dioses que se esconden en el cielo, ¿no? Y luego, entre el cielo y la tierra, apareció algo con aspecto, se dice, de un brote de junco y de él nacieron otros dos dioses que también se escondieron. Madre mía, con los dioses japoneses. Sí. Luego nacieron otros siete dioses de la misma manera y entre esos siete dioses se encuentran los grandes protagonistas del mito de la creación de Japón, que serían dos dioses llamados Izanagi e Izanami.

Cuando decimos dioses, entendedlo como deidades, ¿vale? Deidades, sí. Llámalo como queramos, sí. O sea, es porque los dioses japoneses o las deidades, muchas veces en otros podcasts o en la propia web, ¿no?, solemos hablar más bien de deidades. Es un poco diferente a los dioses griegos, romanos, por ejemplo, o al dios único, ¿no?, de las religiones monoteístas. Son más bien deidades, ¿no?, podríamos entender.

Es que es complicado. Sí, pero bueno, a ver, estamos en el mundo este de la fantasía, perdonadme, porque al final mitología es fantasía, ¿no?, de un por cien, entonces estamos ahí, así que acompáñanos, ¿no? Entonces tenemos a Izanagi e Izanami, que realmente fueron los encargados de formar las islas japonesas.

El resto de deidades que se habían escondido por ahí les dijeron a estos dos, os toca a vosotros trabajar, ¿vale? Nosotros estamos aquí escondidos, no queremos hacer nada, pero a vosotros os toca formar las islas japonesas, ¿no? Entonces cuenta la leyenda que hundieron una jabalina que estaba adornada con piedras preciosas en el mar inferior, la agitaron y al sacar esa jabalina del mar, las gotas que cayeron, ¿no?, de la jabalina formaron una isla, formaron la isla de Onokoro.

Exacto, y entonces Izanagi e Izanami decidieron descender de los cielos y construyeron en esta isla su hogar y clavaron la jabalina en el suelo para formar el pilar celestial. Ahí dices, vale, hemos creado ya algunas islitas. Pero solo Japón, ¿eh? El resto del mundo no se sabe.

Que se espabile, que tengan sus propias mitologías, oye, bastante tenemos nosotros con lo nuestro. Nosotros hemos creado Japón y ya está. El tema es que, claro, dices, bueno, pues ya estaría, ¿no? Ya están creadas las islas japonesas, pero ya hemos acabado. Creced y multiplicaos. Pero no. Toca ponerle un poquito de, un poquito de...

De salseo. De salseo. Ay, que no me salía la palabra. De salseo. Entonces cuenta la leyenda que estos dioses, pues se miraron y descubrieron que sus cuerpos estaban formados de manera diferente. O sea, que no debían llevar mucha ropa estos dioses. Hombre, claro no. Iban, pues, libres por el mundo, ¿no? Entonces, ante la curiosidad, Izanagi preguntó a su ya supuestamente esposa, Izanami, si sería de su agrado concebir más tierra para que de ella nacieran más islas.

No era listo Izanagi. O sea, le estaba buscando ahí... Exacto. Un poquito temita. Sería temita. Pero de una manera un poco sutil, ¿no? Vamos a crear más islas, es como... Ya ve lo que tú quieres. Ella aceptó, dijo, venga, vale, y se inventaron un matrimonio ritual, ¿no? La idea era que cada uno tenía que rodear ese pilar celestial, al final esa jabalina que habían clavado en el suelo, tenía que rodear ese pilar celestial andando en direcciones opuestas.

Y cuando se encontraron, Izanami dijo, exclamó, de hecho, qué encantador, he encontrado un hombre atractivo. Y a continuación hicieron el amor. Vamos, un matrimonio ritual tremendo, ¿eh? Vamos, que lo de dar la vuelta al pilar era una excusa porque ella tenía muy claro lo que iban a acabar haciendo, ¿no? El problema es que en lugar de parir una isla del archipiélago japonés, Izanami dio a luz a un niño sanguijuela deforme, ¿vale? Lo lanzaron al mar sobre un bote hecho de

juncos, lo abandonaron, ¿no? Y claro, luego fueron a los dioses a pedirles consejo porque, claro, dijeron, nosotras hemos hecho un matrimonio ritual y nos ha salido mal, ¿no? Y ahí viene atención, estamos hablando Kojiki 712 y ya tenemos un poquitito nuestra primera, ahí, pum, de machismo, de sexismo en el Kojiki.

Claro, porque las deidades, el resto les explicaron que el error estaba en el ritual del matrimonio. ¿Por qué? Porque al parecer ella no debía de haber hablado primero al encontrarse alrededor del pilar, pues no es propio de la mujer iniciar la conversación. ¿Te quedas? Vamos, ¿cómo te quedas? Yo, mira, me sangro y no me pinchas. Así que ellos dos pues dijeron, ah, pues vale, vamos a repetir el ritual.

Y no se te ocurra hablar, que voy a hablar yo primero. Izanami calladita, Izanagi es el primero en hablar y pues ya todo salió bien, ¿no? Entonces con el tiempo Izanami y Izanagi fueron concebiendo todas esas islas que forman Japón. Y también crearon dioses o deidades para embellecer esas islas y luego pues concibieron dioses del viento, de los árboles, de los ríos, de las montañas, etcétera, con lo que su obra quedó completa.

Y todas estas deidades o kami, ya sabéis que es el nombre de las deidades de Japón, son las que actualmente forman parte del panteón sintoísta. Exacto, ¿no? Es decir, que todas esas deidades del sintoísmo realmente están enroncadas con Izanami e Izanagi. Exacto, esos orígenes mitológicos, ¿no? El último, la última deidad que nació de Izanami fue la deidad del fuego.

Y claro, pues la historia nos cuenta, no te rías, esto es muy grave, la historia cuenta que... La historia mitológica. La leyenda, la mitología cuenta que el alumbramiento de esta deidad produjo unas quemaduras muy graves a Izanami, tan graves que la deidad murió, ¿no? Y atención, porque es súper gore la historia, les encanta el gore ya, 712, estamos con el gore.

Es que lo grotesco japonés siempre, siempre ha gustado mucho. Porque cuenta la historia, la mitología, que mientras moría, nacieron más dioses de su vómito, de su orina y de sus excrementos. O sea, de todas sus partes, nacieron más dioses, ¿no? Mientras ella se estaba muriendo por culpa de esas quemaduras. Y qué haría un padre amantísimo con su hijo, ¿no? Pues si se ha quedado sin madre, pues hombre, le acunaría.

No, estamos hablando de deidades japonesas o proto-japonesas. Son muy chungas. Izanami estaba tan furioso que le cortó la cabeza a la deidad del fuego y las gotas de sangre que cayeron a la tierra dieron vida a su vez a nuevas deidades. Madre mía, salen deidades de debajo de las piedras, también te lo digo. Sí, sí, pero fíjate que si orina excrementos, que si corto la cabeza a mi hijo recién nacido, que si te he quemado los genitales.

Alguien tendría que hacer una película de esto ya. Sería para mayores de 18 años, pero bueno. Es muy heavy, es muy heavy esta historia. Bueno, tras la muerte de Izanami, Izanagi quiso seguirla en su viaje a Yomi, a la región de los muertos, pero ya era demasiado tarde. Claro, era demasiado tarde porque como buena japonesa, Izanami ya había comido, porque les encanta, y seguramente había hecho algunas fotos de los platos para subirlo a las redes y compartirlo con la familia.

Y el haber comido en esta región de los muertos hacía imposible que volviera al mundo de los vivos. Eso es. Izanami pidió a su esposo que esperase tranquilamente mientras ellas discutían con las demás deidades a ver si había alguna manera de volver al mundo de los vivos. Pero ¿qué pasa? Que a Izanagi le pudo la impaciencia y rompió una punta de la peineta que llevaba, le prendió fuego para que sirviera de antorcha y entró en esa sala donde se encontraba Izanami.

Y claro, lo que vio allí fue horroroso. De nuevo, más gore todavía. Porque vio que los gusanos se retorcian ruidosamente en el cuerpo putrefacto de Izanami. Mira, acabo de desayunar y a mí se me está revolviendo todo. Izanagi, claro, quedó aterrado al contemplar la visión del cuerpo de Izanami, por lo que dio media vuelta y salió huyendo.

Esto sale en muchas historias mitológicas que mientras tú cumples como las reglas estás viendo una imagen idealizada, pero en el momento en el que las incumples, de alguna manera ves la imagen real y es eso. Izanami estaba muerta, con lo cual lo que vio Izanagi es la Izanami real putrefacta. No acaba aquí la historia, porque Izanami se enfadó muchísimo porque, claro, su marido le había desobedecido.

Ella le había pedido, espérate aquí fuera, porque ya sabía que si él entraba la vería de esa manera. Le había dicho, espérate fuera, el tío no, él decide entrar y mirar. Entonces, atención, Izanami se enfadó tanto que envió tras él a las brujas de ese mundo de los muertos, de Yomi, el fantasma del lugar. Pero Izanagi supo despistarlos usando trucos mágicos.

Y cuando por fin llegó a la frontera, que separa el mundo de los muertos del mundo de los vivos, Izanagi lanzó a sus perseguidores tras melocotones que se encontró por ahí, como retirando las brujas y los fantasmas como a toda prisa, deshaciéndose de ellos. Sí, pero el caso es que esto no funcionaba, así que fue la propia Izanami la que salió en persecución de Izanagi, de su marido, y lo que hizo Izanagi fue colocar una roca gigantesca en el paso que unía este mundo

de los muertos, el Yomi, con el mundo de los vivos, de forma que los dos se vieron, uno a cada lado del obstáculo, y ella le dijo, oh, mi amado marido, si así actúas, haré que mueran cada día mil vasallos de tu reino. Y él le dijo a ella, oh, mi amada esposa, si tales cosas haces, yo daré nacimiento cada día a mil quinientos.

Es decir, se puede decir que se acababan de divorciar porque se querían mucho y todo esto, pero aquí ya estaban a la greña. Estaban fatal, ¿eh? Pero bueno, finalmente firmaron ese divorcio, llegaron a un acuerdo, mediante el cual la cifra de nacimientos y muertes se mantenía en la misma proporción, ¿no? Básicamente esto es para justificar, pues eso, que en el mundo real hay tanto nacimientos como muertes y que más o menos se mantienen en la misma

proporción. Supongo que deberían volver las deidades japonesas para ver qué narices está pasando con el país, porque cada vez muere más gente y nacen menos. Es decir, aquí Isanagi, no sé, se ha debido despistar porque no están naciendo más gente de la que se muere.

O sea, señor, vuelva. Es importante en ese momento que ella le dijo, ¿no? A Isanagi, tienes que aceptar mi muerte y tienes que prometerme no volver a visitarme, ¿no? Él prometió no volver a visitarla nunca más y como tú decías, ¿no? Justamente declararon, ese es el momento en el que se pone fin a ese matrimonio. Esta separación lo que significó fue el comienzo de la muerte para todos los seres vivos, lo que tú justamente estabas comentando ahora.

Exactamente. Pero bueno, pues eso, Isanagi, que ya a veces se me lían, vuelva usted otra vez, déjese de beber hidromiel o bueno, no sé, estas cosas que beben las deidades. ¿Qué dices? Bueno, esta es de los dioses griegos, pero seguro que entre ellos todos tienen ahí un sitio donde se juntan, ¿no? Por eso, porque es que el Japón está en una situación muy compleja de envejecimiento de la población.

Bueno, volvamos al mito. Tenemos a Isanagi divorciado ya, tenemos a Izanami en el mundo de los muertos, no parece que vaya a poder volver salir de ahí. Y claro, Isanagi había visto y había entrado en ese mundo de los muertos, así que tuvo que someterse a un proceso de purificación, ¿no? El objetivo al final pues normal, como tantos objetos, tantos rituales de purificación que tenemos hoy también en el sintoísmo, ¿no? El objetivo era liberarse de cualquier suciedad que pudiera

haber contaminado su cuerpo durante justamente el descenso a ese mundo de los muertos. Exactamente. Entonces este hombre, Isanagi, llegó a una llanura junto a la desembocadura de un río, se quitó las ropas y todo cuanto llevaba encima y, curiosamente, allí donde dejaba caer una prenda o un objeto del suelo salía una deidad, otra más.

Maravilla. Y dices, de verdad tenías que haber entonces hecho el amor para tener estas y simplemente con tirar ropa ya bastaba. Bueno, sigamos. Y nuevos dioses también se fueron creando a medida que Isanagi entraba en el agua para limpiar su cuerpo. Finalmente, cuando lavó su cara, fueron creados los dioses más importantes del panteón del Pui, como estoy hoy, del panteón japonés.

Al secar su ojo izquierdo apareció Amaterasu. Uy, parece que no veo bien, ¿no? Uy, ¿qué tengo aquí en el ojo? ¡Tengo una deidad! Aparece Amaterasu, que es la deidad, la diosa del sol. Y luego también de otro ojo, ahora no sé si era de izquierdo o del derecho, es igual, nació la diosa luna, Tsukiyomi, y de su nariz surgió el dios de la tormenta, Susanoo.

Hiperimportante esta deidad. Muy importante. Vamos a quedar con este nombre, Susanoo. Bueno, Amaterasu también, ¿eh? Bueno, evidentemente. Pero supongo que Isanagi se había quedado ya cansado de tanto viaje al mundo de los muertos, que tanta purificación y toda esta historia, y dijo, pues mira, voy a dividir el mundo entre mis hijos, y le encargó a Amaterasu el gobierno del cielo, a Tsukiyomi el gobierno de la noche, y a Susanoo el cuidado de los mares.

Sin embargo, Susanoo dijo que prefería ir al mundo inferior con su madre, su madre muerta, recordemos, así que Isanagi lo desterró y se retiró del mundo para vivir en el alto cielo, que también dices, oye, ¿por qué? No sé, ¿por qué reparte el mundo entre sus tres últimos hijos? Porque anda, que no ha tenido hijos. Sí, porque iban dejando ropa y iban saliendo...

¿Qué pasa con el resto, no? O sea, yo si fuera un hijo de Isanagi, estaría un poco cabreado. Así es la vida, Luis, así es la vida. Pero bueno, atención a Susanoo, porque nos va a dar problemitas, ¿no? Porque antes de ser desterrado a ese mundo de los muertos, Susanoo dijo que quería despedirse de Amaterasu. De su hermana, recordemos. Pero en realidad no quería solo despedirse de Amaterasu, lo que quería era traicionarla porque realmente estaba celoso de la belleza y especialmente de la importancia que tenía

su hermana Amaterasu. Es curioso cómo en las mitologías da lo mismo cuales sean y la distancia que haya, física me refiero, ¿no? Entre los países donde surgen estas mitologías siempre hay alguna figura de alguien que traiciona. Bueno, yo creo que todas se construyen en lo mismo, ¿no? Al final se nota que son sentimientos muy humanos, son cosas que nos mueven.

Cosas que son muy universales, al final, independientemente de dónde seas. Al final nos mueve el amor y el amor tiene otra parte, que son las envidias, ¿no? Tenemos sentimientos positivos, pero es verdad, yo prefiero quedarme. Voy a titular el japonesamente así. Japonesamente nos mueve el amor. Se nota que es el último episodio. Estás tú ya con unas ganas aquí de vacaciones.

Yo estoy con unas ganas de mini vacaciones que a ver. Pero estoy de acuerdo, ¿no? Al final te miras mitologías, diferentes mitologías y es eso. Siempre hay este tipo de cosas, pero es que es lógico. Son esos sentimientos que nos mueven al final a todos, ¿no? El caso es que Amaterasu tampoco se fiaba mucho de su hermano.

Ya le veía venir, vamos. Exacto, entonces se armó con un arco y flechas antes de acudir a la cita, pero Susano, que era un encantador de serpientes, nunca mejor dicho, pues se mostró realmente encantador y acabó cautivando a la diosa con la sugerencia a atención de engendrar hijos juntos como prueba de buena fe. O sea, ¿en qué cabeza cabe que una prueba de buena fe… Son Targaryen, son Targaryen. … que una prueba de buena fe signifique voy a tener hijos contigo que eres mi hermana?

O sea, por Dios. Lo estás pensando de una manera demasiado… Tienes que tener… Abrir tu mente, Luis. No, no, no, con estas cosas no. Bueno, Amaterasu dijo pues vale, accedió, ¿no? Pero antes eso sí exigió que Susano le entregase su espada, ¿vale? Que inmediatamente quebró con su boca en tres pedazos. Es decir, quedó como la espada de Elendil.

Sabía que lo ibas a decir. Eso sí, atención, mientras hacía eso, de su aliento nacieron, salieron tres deidades. Claro, ya estaba retirado Isanagi, ¿cómo van a seguir saliendo dioses? Pues ahora ya de Amaterasu. Luego Susano pidió a Amaterasu cinco collares y los fue masticando, justamente… Porque es lo normal que haces con los collares. Yo lo hacía de niño con esos collares que tenían como caramelitos… Los de azúcar, sí, los azucarillos, sí.

Pero no nacían dioses. Claro, Susano iba masticando esos cinco collares y de ellos engendró otros cinco dioses, otras cinco deidades. Pero vamos, no sé en qué momento aquí se pusieron a engendrar hijos, porque yo pensaba que los iban a engendrar de la forma natural como había hecho Isanagi y Sanami.

A ver, aquí hay muchas maneras de engendrar hijos. Ya ves, una come la espada, otra mastica los collares y van cambiando. Pero el caso es que da lo mismo. Como los engendres, al final pasa lo mismo, igual que pasa en la actualidad, porque se entabló una discusión entre ambos por la custodia de los hijos.

Dices, madre mía, estamos hablando de algo escrito en el Kojiki en el 712 y ya tenían problemas de custodia. Amaterasu, de hecho, los reclamaba como suyos porque habían sido formados por sus propias joyas. Pero el hermano, Susano, decía que había engañado a la diosa y lo celebró rompiendo las paredes que contenían los campos de arroz, bloqueando los canales de irrigación y defecando en el templo donde había de celebrarse el festival de la cosecha.

Este comportamiento, claro, a ver, a todos nos quedamos en plan ¿qué? Cuando tú has dicho todo esto, ¿qué le pasa a este señor? Pues justamente esto también sorprendió muchísimo a Amaterasu y es realmente el inicio de la gran enemistad que siempre ha habido entre estas dos deidades. Entonces Susano, a pesar de haber sido desterrado, al final se quedó por ahí pululando, lo siento tenía que decir el verbo, pululando por la tierra y por el cierro, por todas partes, por el

cielo, ¿qué he dicho? El cierro. Ah bueno, pues el cielo. Estaba pululando por todas partes. Y un día, mientras Amaterasu se encontraba tejiendo ropas para los dioses, porque esta señora valía para todo, pues Susano arrojó un caballo desollado, atención, que atravesó el tejado de la sala en la que la diosa, la deidad y sus ayudantes trabajaban.

Y una de ellas se asustó tantísimo al ver el caballo caer, muy normal no es, que se pinchó con la aguja y murió. Y dices, madre mía, esta aguja que era, no sé cuánto medía, veinte centímetros y se la clavó en el corazón así. Bueno, la propia Amaterasu estaba muy nerviosa, muy atemorizada y claro, vio eso, vio peligrar un poco su vida y se escondió en una cueva y bloqueó la entrada de la cueva con una piedra enorme.

Pero claro, hay que recordar, Amaterasu es la deidad del sol. Eso significa que el mundo se quedó sumido en la oscuridad y el caos. Esto, claro, forzó a, se dice en el Kojiki, unas ochocientas deidades que se reunieran para ver cómo carajos sacaban a Amaterasu de la cueva, porque necesitaban recuperar el sol para superar esa época de oscuridad y de caos.

Y claro, la única manera de lograrlo decidieron que iba a ser excitando su curiosidad, así que decoraron un árbol con ofrendas y joyas, le prendieron fuego y se pusieron a bailar al ritmo de los tambores y alabaron la belleza de otra diosa para provocar los celos de Amaterasu, a ver si así movía la roca y salía de esa cueva.

Que eso se sabe que es un poco los orígenes del Kagura. El Kagura es un baile ceremonial de los rituales sintoístas, un baile que podéis ver en muchos rituales en santuarios sintoístas en la actualidad, todavía hoy, se sabe que es exactamente, o sea, se inspira al final, se inspira de no que esto haya sucedido, sino de esta descripción, de estos bailes, de estos sonidos, de estos cánticos, se inspira en eso, justamente para crear este arte, al final, hoy, arte escénico, aunque es un baile

ceremonial, un baile ritual sintoísta. Colocaron un espejo mágico en la entrada de la cueva, llevaron gallos al lugar para que cantaran y hablaron un poquito con una diosa, la diosa de la aurora, Amonouzume, para que bailara justamente, para que llamara toda la atención de Amaterasu.

Exacto, y estaba bailando tanto que en un momento se abandonó, pues sabéis que cuando a veces bailas entras casi como en un trance y llegó un momento en el que esta diosa, Amonouzume, empezó a quitarse la ropa, dices pues muy bien, hay que bailar más, y claro, el resto de los dioses estuvieron súper contentos de ello y la llamaron terrible hembra del cielo. Pero de verdad, ¿y ese machismo de dónde sale? Bueno, yo creo que los hombres ya desde entonces, incluso aunque fueran deidades masculinas,

ya siempre le han tenido miedo al poder que tiene la mujer sobre ellos. O sea, como fuera, como total esperaban, Amaterasu le pudo un poco la curiosidad y asomó la cabecita por la entrada de la cueva para ver qué estaba pasando, porque estaba oyendo ella todos esos ruidos, esos cánticos, esos no sé qué. Básicamente, apartó un poquito la piedra y dijo, que no me estáis dejando descansar, ¿qué hacéis? A ver qué pasa aquí fuera.

Y claro, las deidades dijeron, mira, es que estamos celebrando una fiesta porque hemos encontrado a tu sucesora y es que es incluso mejor que tú. ¡Hala! Claro, no me extraña que sin pensárselo dos veces, Amaterasu saliera de la cueva y ahí justamente vio su reflejo en el espejo mágico que habían colocado justamente ahí delante. En ese momento, una de las deidades, Tajikawa, la agarró, la obligó a mantenerse fuera

de su escondite y luego bloquearon la entrada de esa cueva para impedir que Amaterasu volviera a desaparecer. Exacto, entonces la vida volvió a la naturaleza y desde aquel momento el mundo se dice, en la mitología japonesa, que ha conocido el ciclo normal del día y la noche y de hecho ese espejo donde Amaterasu vio su reflejo fue confiado al mítico primer emperador de Japón que se supone que es descendiente directo de la diosa como prueba de su divino poder.

Por eso la propia casa imperial japonesa dice que sus orígenes son realmente mitológicos porque son descendientes de la diosa Amaterasu. Y podemos ver la gran relación que hay entre la mitología y el sintoísmo porque tanto el espejo como otros objetos divinos, la espada, por ejemplo, y algunas flechas, están repartidos en distintos santuarios de gran importancia para el sintoísmo. Y justamente vimos esos tres objetos sagrados justamente en la ceremonia de entronización

del nuevo emperador. Siempre se usan cuando se entroniza un nuevo emperador y justo tuvimos una ceremonia de estas hace bien poco, ¿no? En 2019. En 2019, en abril. Nosotros siempre decimos, claro, tú ves esas reliquias sagradas, esos tres objetos imperiales, y siempre están en cajas, no se pueden mostrar porque, claro, nuestros ojos no son lo suficientemente importantes. No están preparados para ver estos objetos.

Bueno, tú lo dices de esta manera, no se pueden ver, claro. Así que vais a ver a un sacerdote sintoísta, ¿no? Con ese gorro tan típico, portando una caja, y se la presenta al emperador que se está entronizando, pero ni el sacerdote ni el emperador abren esa caja. Entonces, lo gracioso es que se dice, ¿no?, ellos, pues como lo de los túmulos que decíamos al principio, oh, sí, estos objetos sagrados están repartidos en tres santuarios muy importantes

y muy sagrados para el sintoísmo, pero ¿qué hay realmente dentro, no? Pues lo más probable es que no haya absolutamente nada. A ver, o nada, o que haya réplicas, evidentemente, que ni siquiera son un espejo o un collar, ¿no? Pero es que se podría mirar incluso con rayos X o con algo, porque es que incluso, aunque evidentemente no sea mitológico y no surja de Amaterasu, es que si de verdad se hubiera

mantenido tal cual, simplemente por el interés histórico, ¿no?, de que tú imagínate de que hubiera una espada de hace 1.500 años, sería espectacular. Probable es que no la hay y entonces ya tienes que empezar a decir, bueno, la real se perdió en la batalla de no sé cuántos, no sé qué, y entonces pues lo que hay es una réplica del periodo Edo y ya como que pierde ese toque un poco tan místico, ¿no?, al final de tener

esas tres cajas. Sí, sí, supongo. Sí, es mejor no mirar, ¿no? Claro. Y seguir creyendo que existe. Eso es, ¿no? Bueno, volvamos un poco a la historia, hemos recuperado el día y la noche. O sea, Amaterasu fuera de esa cueva, todo ese grupo de dioses… Claro, pues decidieron castigar a Susano. Claro. Y volvemos al gore. O sea, si no os gusta el gore… Tú, Laura, ¿cómo castigarías a alguien que ha hecho algo terrible?

Pues no sé, le haría trabajar haciendo algo… Mira, en japonismo le pongo a trabajar a cambiar enlaces o cosas de esas, no sé, por ejemplo. Pues no, aquí estas deidades tenían una idea un poco… son un poco raras estas deidades japonesas porque… ¿Ahora lo dices? ¿Ahora te das cuenta? Esa idea de castigo es un poco peculiar, porque le cortaron la barba y el bigote. Mira esto todavía. Que dices, sí, pero ¿de verdad es un castigo?

Hombre, a no ser que seas como Sansón, ¿no? Ahí está. Y que cortar la barba y el bigote te quita la potencia, el poder. Obtienes el poder, claro, ahí. Bueno, pero luego fue todavía peor, aquí viene la parte gore. Yo esto lo paso fatal, mira, ya me estoy agarrando… Cuéntalo tú, cuéntalo. No puedo porque, bueno, básicamente le arrancaron las uñas de las manos y de los pies y lo arrojaron del cielo.

Y fue entonces cuando Susanoo comenzó su vida errante y vagabunda por la tierra. Tremendo, ¿no? Esto sería un poco hasta el nacimiento, ¿no? No solo el nacimiento de las islas, hemos visto justamente ese establecimiento de Amaterasu como una de las grandes deidades del panteón japonés. Vamos a hacer otro episodio quizá en la próxima temporada hablando un poco de la relación que hay, justamente, entre ese mito de la creación del Japón y el sintoísmo, de cómo

el sintoísmo justamente dice, ah, pues mira, esto me lo voy a quedar como parte un poco de mi historia, de mis rituales. Bueno, fíjate de todas maneras que hemos hablado de que el momento en el que Amaterasu tiene ese punto de enemistad absoluta con Susanoo es en parte porque de feca en los campos de arroz. Aquí ya es una manera también de mostrar desde el punto de vista mitológico lo importante que es el cultivo del arroz para las islas japonesas y cómo precisamente desde el sintoísmo

también se ve el arroz. No solamente como ese cultivo, digamos, que significa ser japonés básicamente, sino que también es lo suficientemente sagrado como para que los dioses les guste. Es el ingrediente más puro. Exactamente. Para ser, justamente, para ser dado en ofrenda a las deidades. De hecho, siempre miramos todo lo que es de arroz, el bol de arroz o una botellita de sake. Todo viene de esto, es el arroz como el elemento más puro y por lo tanto el único que podemos

realmente ofrecer a las deidades. Vamos, que si alguno estáis de viaje por Japón y os entra un apretón, procurad que no os pille al lado de un campo de arroz porque sería como hacer como Susanoo y entonces igual os cortan la barba y el bigote. Y os arrancan las uñas, que yo es lo que peor llevo, que le arranquen las uñas. Es una de las cosas que más cosilla me da. Y luego también, de lo que hemos comentado, surge mucho también esa idea de la pureza,

de la purificación. La purificación, fíjate, ya se hace la purificación con agua. En la actualidad, cuando entras a un santuario, también en un templo, en un santuario tienes esos temizu, esas pequeñas chozas donde te echas agua. Tienes las fuentes de abluciones. Exactamente. Es un ritual. No se supone que es para limpiarte porque tengas la mano realmente sucia, que bueno, si es en verano y hay mucho polvo o lo que sea, pues puede ser que sí, pero realmente

es una limpieza ritual. Exactamente. Y es la idea de, si haces este ritual, estás ya limpio, estás purificado todo tu cuerpo y mente para acercarte a las deidades. Antes de eso no estás preparado para acercarte a las deidades. Claro, pero fíjate además por qué se purifica, por qué ha estado en el Yomino, este mundo inferior. En el mundo de los muertos. En el mundo de los muertos que dices, a ver, no es que sea solo el mundo de los muertos

lo que causa suciedad, pero de aquí también surgen otras ideas de cosas que causan suciedad. Pues como la sangre menstrual y demás, es decir, que ciertos aspectos que todavía hoy en día en el Japón actual siguen estableciendo una cierta diferencia entre hombres y mujeres, un cierto machismo, por ejemplo, el acceso a una de las rutas que llevan hacia el Monte Koya, por ejemplo, pues surgen también de estas ideas del sintoísmo de que hay cosas

que te convierten en sucio. Sí, sí, que no eres apto para presentarte ante las deidades. Pero bueno, Luis, hasta aquí el mito de la creación de Japón, muy resumido. Muy resumido y porque tampoco hemos querido liarlo mucho, porque evidentemente en mitos hay muchos, podríamos extendernos mucho más, pero queríamos que fuera un japonesamente de fin de temporada ligero, fresco. Bueno, ligero, dice, y ahí venga arrancar uñas y cosas de esas.

Bueno, pero se las arrancas con ligereza, ¿sabes? Sí, claro, con ligereza. Mira qué bien salen con las tenazas estas. ¡Calla! No me lo digas. ¿Ves? A lo mejor habría que poner otra reliquia para los emperadores, las tenazas con las que arrancar uñas. Bueno, queríamos dejarnos un poquitito de tiempo al final, ya que es el último episodio de esta tercera temporada, para hacer un poco un repaso de lo que ha sido esta tercera temporada

de Japón a fondo y japonesamente. Efectivamente, porque yo creo que hemos tocado temas muy interesantes y también nos gustaría, porque sabemos que nos dejáis comentarios en iVoox, nos dejáis comentarios en Discord, que nos contéis un poco qué echáis de menos o qué os gustaría tener en la próxima temporada. Nosotros evidentemente vamos a hacer una planificación con ideas… Bueno, tenemos un Excel todavía de la temporada pasada, de cuando estábamos iniciando la

tercera temporada, que ya tuvimos que dejar, claro, tres millones, aproximadamente, millón arriba, millón abajo, tres millones de temas que no nos cabían en esta tercera temporada. Es decir, tenemos, por suerte, muchísimas ideas y hay mucho contenido del que podemos mirar. Pero nos gusta también hablar de temas que sepamos que son queridos por vosotros o que os apetece conocer. Claro, o sea, si hay cosas que os apetece que digáis, oye, haz un…

Por ejemplo, os voy a poner un ejemplo. Nosotros hicimos, creo que fue justamente en esta tercera temporada, el… Peregrinaciones. Ahí está, me has leído la mente, qué fuerte, el de peregrinaciones. No, es que hacemos el podcast los dos juntos. No, pero estaba pensando justo en este ejemplo. Ya, es que es el ejemplo. Ah, pero esto no está escrito en ninguna parte, ¿eh? No. Ah, no tenemos guión de esto ni nada.

Peregrinaciones. Pero, en cambio, pues hubo mucha gente que nos escribió, nos dijo, me ha encantado este episodio, me gustaría que ampliarais estas distintas peregrinaciones. Y de ahí, nosotros en un principio no lo teníamos previsto, pero… Al menos no para esta temporada. No, para esta temporada surgieron, pues justamente, episodios como el de Kumano Kodo, como el de The Wasan Zan o como el de Shikoku Genro.

Hemos hecho el de The Wasan Zan. ¿No lo hemos hecho todavía? Diría que no. Ah, pues entonces está previsto y se ha caído, ¿eh? Se va para la cuarta, seguramente. Pero es verdad, quizá no lo hemos hecho, pero está… Pues entonces ya está planificado en la cuarta porque lo hemos movido. Oh, mira qué bien. Es decir, que os escuchamos, que cosas que os interesen a vosotros, pues nos las comentáis. En esta tercera temporada hemos tenido un montón de temas diferentes, una variedad

impresionante porque hemos hablado de destinos, pues destinos populares, como por ejemplo Yokohama o Himeji o… A ver, ¿qué más hicimos? Hiroshima también, ¿no? Hemos hablado de Kawagoe, también Kobe, no sé, un montón de destinos. Destinos interesantes. Destinos que funcionan como excursiones desde las principales ciudades, es decir, lo que dijimos ya en el teaser de Japón a fondo, pues hace ya tres temporadas cuando lo empezamos,

que lo que queríamos era ayudaros a planificar el viaje a Japón y si os acordáis, la idea es que, bueno, ya que el viaje, el vuelo, el último que hagáis va a ser largo, pues por ejemplo, ya sea desde Europa o desde América, pues que en esas horas de vuelo, pues una vez que quitas el tiempo que estás comiendo en el avión y una vez que quitas un par de películas que te ves, pues que tengas un ratito pues para escucharte cinco o seis episodios

y bueno, y te ayude a planificar o a saber un poco qué te vas a encontrar cuando llegues a Japón, ¿no? Entonces creo que funciona bien, pero claro, no solo podemos, no solo tenemos que hablar de destinos, porque Japón es mucho más que destinos. Hemos hablado también de un montón de detalles y curiosidades culturales, ¿no? Por ejemplo, la importancia del regalo en Japón, por ejemplo, hemos hablado un episodio

que me gustó mucho, el de la estética japonesa, de conceptos, ¿no? De estética japonesa, de qué consideran bello los japoneses. Mira que a veces me sorprenden estos japonistas, que cuando más gafapastas nos ponemos y más intensitos después nos dicen, oh, ese episodio me ha gustado mucho. Luego también hasta, mira, de cosas que decía, la gente, recuerdo que dijo, nunca pensé que me parecería tan interesante un episodio de podcast de El Retrete japonés, el WhatsApp.

Es que El Retrete es fabuloso, o sea, es una de esas cosas, si ya habéis estado en Japón, ahora mismo seguro que estáis asintiendo con la cabeza, y si no habéis estado todavía… A lo mejor están en el waslet escuchando. Exacto, a lo mejor nos estáis escuchando en el waslet, ¿no? Si no habéis ido a Japón, cuando vayáis y probéis el waslet diréis, oyes, tenían razón estos chicos del japonismo.

Esto es una verdadera maravilla. Hemos hablado también de juguetes japoneses, juguetes tradicionales, de karaoke, luego cosas de artesanía, como cerámica, hasta, no sé, un montón de cosas. También hemos hablado curiosidades en general, hemos hecho un par de episodios de curiosidades. Bueno, el primero creo que fue la segunda temporada, hicimos la segunda parte de las curiosidades en esta tercera temporada porque es que nos habían quedado tantas que no nos

daba tiempo para tratarlas en el primer episodio todas. Cierto, luego hasta hemos hecho un par de episodios de trenes, diría que dos o tres, no sé, recuerdo ahora sí, estoy aquí todo de memoria, pero el Enoden, el Sakura Tram creo que también lo hicimos, el Tamaden, también hablamos del Tamaden, o sea que bueno, hemos estado hablando ahí también de trenecitos, de estos que te gustan a ti, Luis, y luego

también hemos hablado mucho de comer, de comida. Sabéis que es uno de los grandes temas de japonismo, no entendemos Japón o ya por extensión en ningún otro destino, o viajar sin comida, y en el caso japonés además es que está muy rica la comida, entonces claro, pues hay que hablar de comida de forma específica en el podcast. Hablamos, recuerdo, de las gyozas, y estuvimos hablando de las tres capitales de las gyozas.

¿Os acordáis o os vais a tener que volver a poner el episodio para recordarlo? A lo mejor lo tienen que volver a escuchar, ¿eh? Luego también un episodio, recuerdo que estuvimos hablando de estilos de cocina japonesa, ¿no? Para que cada uno entendiera un poquito también cómo se preparan distintos platos típicos de la gastronomía japonesa. Bueno, como veis, ha habido un montón de temas, un montón de episodios…

Uy, hubo más, ¿eh? Lovento, yo qué sé. Es que hemos hablado del tonkatsu, recuerdo, hemos hablado un montón de cosas de comida. Bueno, claro, es que normalmente hay un episodio de podcast cada semana, exceptuando agosto, que solamente hay japonesamente, ¿no? Japón a fondo descansa en agosto, y japonesamente no descansa. Entonces, agosto, digamos, que es nuestro mes de medio vacaciones. Sí, medio, ya quedan ahí dos episodios siempre y ya está, ¿no?

No sé, hay un… Estamos preparando eso, la cuarta temporada de ambos podcast, por eso os decimos que, aunque tenemos ideas, aunque hay cosas que se nos cayeron de la tercera… Bueno, y se nos han caído de la segunda y todo, o sea, hay cosas que arrastramos de la temporada dos, arrastramos no en el mal sentido, sino que a veces por las fechas, por cómo te caen los episodios, dices, esta semana me gustaría hablar de esto por X razones.

Y hay veces que hay episodios que te gustaría hacer, pero dices, ya tenemos demasiados episodios de la temática tal, por ejemplo, Destinos, y queremos que el podcast esté un poco más compensado, que no sea solo hablar de Destinos. Y entonces, claro, esos temas van saltando de temporada. Entonces tenemos muchas ideas, el Excel está bastante llenito, pero por favor contadnos qué temas os apetece escuchar.

Sí, sí, aprovechad estas semanitas que estamos… Bueno, un par de semanitas que estamos de descanso para justamente eso, comentadnos, dadnos vuestros deseos, ideas también, evidentemente, pero… Que como luego decimos cada vez que hacemos un directo en YouTube, dadnos vuestras ideas que luego nosotros haremos lo que nos dé la gana. No, pero escuchamos porque lo hemos demostrado además, oye, hemos hecho episodios que no

estaban previstos en esta temporada y los hemos puesto porque nos los estabais pidiendo mucho. Exactamente. Bueno, Luis, vamos a tomarnos un algo en la playa-piscina, vamos de vacaciones. No sé, a mí me da miedo meterme en la piscina y que me nazca el dioses, ¿sabes?, cuando me quite el agua de los ojos o alguna cosa de estas. Yo cuando me enfade me voy a encerrar también, a ver si haces un baile de esos y vas cantando

y bailando por ahí afuera para que salga. ¿Desnudo, no? Tenía vaya imagen que has puesto en la cabeza de los japonistas, por Dios, Laura. La has puesto tú, yo no la he puesto, tú te la has buscado. Así que nada, terminad de pasar un muy buen verano y nos vemos aquí en la cuarta temporada ya de… Más bien nos escuchamos. Nos escuchamos, porque de momento seguimos sin vídeo. Sí, mejor. Gracias. Nosotros vamos a contracorriente, todo el mundo está poniendo vídeo, nosotros nos

mantenemos sin de momento. Mantenemos puros con las ondas radiofónicas. ¿Qué hashtag viejuner te ha quedado esto? Pues eso, nos escuchamos en la cuarta temporada de Japón a fondo, aquí en vuestras ondas, como has dicho tú. Vuestras ondas, amigas. Ahí está. ¡Mata ne! Nos vemos en la cuarta temporada de Japón, nos vemos en la cuarta temporada de Japón. Adiós, amigas, nos vemos en la cuarta temporada de Japón, nos vemos en la cuarta temporada

de Japón, nos vemos en la cuarta temporada de Japón. Más información www.alimmenta.com

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