Transcripción
Hola y bienvenidos un día más a la consulta del doctor Méndez. Yo soy Roberto Méndez, médico de familia y especialista en nutrición clínica y deportiva y en ciencias del deporte. Como ya sabéis, aquí hablamos de nutrición, de medicina, de deporte o de una mezcla de tantas. Como siempre, nos solemos centrar más en nutrición, pero aplicado a la salud y la medicina. Hoy volveremos a hablar de un alimento especial, hace poco hablamos sobre las patatas y sus luces y sombras acerca de su consumo, hoy volveremos a analizar otro alimento muy típico en España que se considera un pilar esencial de nuestra alimentación, que es el pan.
Esto, como siempre, hay que cogerlo con pinzas, porque se suele decir mucho que no hay que comer pan, que es poco saludable, que engorda, bueno, vamos a analizarlo hoy porque esto, como siempre, no es tan así. Hay que saber elegir, hay que saber cuánto consumir y con qué consumirlo, que es lo mismo que dijimos con el tema de las patatas. Porque culpar a un alimento en especial o o peor aún, a un nutriente en especial de que engordemos o no, o de que nuestra vida vaya mal en general, esto ya dramatizando, no tiene ningún sentido, ¿vale? Por ejemplo, con el tema de macronutrientes, que si el azúcar es malo, que si la grasa es mala. En parte sí, en parte no, hay que también verlo con perspectiva, es lo que haremos hoy con el tema del pan.
Por un lado, veremos los perjuicios del pan, porque es lo más típico que se suele buscar, y por otro lado veremos cómo puede ser beneficioso y cómo elegir el mejor pan, porque hace ya unas semanas, no no recuerdo exactamente si fue el mes pasado o cuándo, hablamos sobre cuál es el mejor pan y cuál es el que recomiendo yo, en este caso lo que hicimos fue un análisis sobre qué pan es mejor en la sección Soy Médico de el periódico El Español. Entonces, primero hablaremos un poquito sobre el pan, sus características, los perjuicios que ha demostrado tener si se consumen determinados tipos de panes y en en qué cantidades, y luego veremos cuáles, en qué cantidades, y luego veremos cuál es el mejor, ¿vale? ¿Cuántas calorías tiene el pan? Esto es importante porque no importa solo el tipo de calorías que tiene, sino que el pan es, sobre todo, carbohidrato y el pan blanco es peor que el integral. Esto ya os lo anuncio de primeras, esto lo iremos viendo poco a poco en el episodio de hoy, pero el problema de todo esto no es lo que acabo de decir, sino las cantidades.
Nos han acostumbrado a comer pan a diario, como si fuera el ingrediente esencial nuestra alimentación, de hecho, en muchas casas lo es, el tema de las patatas sucedía igual. El tema del pan, tenemos el el caso de las tapas, las típicas tapas españolas son todas con pan, y claro, ¿qué pasa? Es muy fácil comer pan, es muy fácil comerse una tostada de x cosa y no darte cuenta, estás comiendo varias cosas, el pan como base y el resto de ingredientes por otra parte. Entonces, sumarlo todo al final nos da que nos hemos pasado, ¿vale? Como hemos comentado en muchos otros alimentos.
El pan acompañado a la raza humana de esa prehistoria es un alimento básico para la salud, pero lo era antes, antes no teníamos tanto para elegir, hoy en día, por suerte, sobre todo en los países occidentales tenemos mucho más para las ratas, hacia lo que tengamos a mano, porque lo primero es sobrevivir y luego ya vamos hilando más fino. Pero, si tenemos disponibilidad, el pan no tendría por qué ser la base de ninguna alimentación, porque su base, valga la redundancia, son los carbohidratos, y al final los carbohidratos no tienen por qué ser la base del patrón alimentario. Los carbohidratos buenos, entre comillas, entre muchas comillas, deberían ser frutas y verduras, y los carbohidratos más complejos, como el caso de arroz, pasta y demás, si bien son muy energéticos, no tienen por qué ser la base, porque tendemos a pasarnos en su consumo, ¿vale? Entonces, ya se tienen evidencias desde hace muchos años que el pan ha sido consumido por muchísimas culturas, en Roma, en Egipto, de hecho, en Egipto se descubrió fermentación, y en Roma ya empezaron a a cocerlo en en hornos públicos. Esto es una cosa curiosa, porque es un alimento que ha perdurado durante el tiempo, pero hasta la Edad Media no se empezó a comercializar como tal, porque el pan blanco era un privilegio en su día, hasta que el en el siglo diecinueve se hizo a únicamente a mano.
En España, esto ha ido cambiando con el tiempo, en el año dos mil cuatro, si no recuerdo mal, se consumían casi cincuenta kilos de pan por persona y año, actualmente, rondamos los treinta kilos. En el informe que os añadiré a la en las notas del programa, en uno de los artículos que recibimos en español, veis que puede treinta y tres. Esto ha ido bajando, ¿vale? Ahora mismo lo comprobé justo ayer, porque ayer volvimos a escribir sobre el pan para el periódico, y estamos alrededor de veintinueve, treinta kilos. Hemos ido bajando poco a poco.
Esto es bueno, en parte, porque la mayoría de este pan que consumimos es pan blanco. Es la variedad más consumida en nuestro país y en el mundo occidental en general, cuando realmente el pan integral sería mejor, ¿vale? De hecho, todos los expertos coinciden, uno de ellos fue entrevistado por el periódico, el doctor Miguel Ángel Martínez González, y que es especialista, en este caso, en medicina preventiva y evaluación pública, y nos explicaba para el periódico que los nutrientes son un factor de riesgo cardiovascular. En este caso, el pan blanco, como carece salvado y de y y de otros nutrientes esenciales, lo que hace es evitar tener buenos nutrientes, valga la redundancia, para reducir el riesgo cardiovascular. Lo que tenemos es harina refinada, que se ha relacionado tanto la del arroz, como la de pasta, como la del pan, con aumento de riesgo cardiovascular y aumento del riesgo de ganar peso.
Realmente, cien gramos de pan no es un alimento súper denso calóricamente porque apenas llega a las trescientas calorías. Son calorías, ¿vale? Son muchas calorías, son doscientas setenta y siete para ser exactos, esto según la Fundación Española de Nutrición, pero, por ejemplo, si comparamos con otros alimentos que sí que son recomendables y saludables, los frutos secos, algunos llegan a rozar las seiscientas calorías por cada cien gramos. ¿Cuál es la diferencia? Comer cien gramos de frutos secos es muy difícil, pero comer cien gramos de pan es súper fácil.
Un panecillo típico pesa unos ochenta, cien gramos, depende del panecillo, pero, y nos lo ponemos en en dos bocados, quiere decir, pero no nos comemos cien gramos de nueces o cien gramos de anacardos o cien gramos de almendras, se pueden comer, obviamente, pero es complicado, yo no lo probaría. De hecho, la recomendación oficial, como ya sabéis, como hemos hecho en muchos otros programas, son alrededor de treinta gramos de frutos secos por día en general, ir mezclándolos, ¿vale? El tema del pan, lo dicho, conseguir comer cien gramos de pan es extraordinariamente fácil. Un panecillo pequeño, mediano, ya los pesa, pesa ochenta, cien gramos. Una barra de pan, y os cuento, ¿vale?
Una barra de pan, creo que estarán entre los doscientos cincuenta, trescientos gramos, dependiendo de lo final que se haya, ¿verdad? Barras de pan de de más de más peso, obviamente. Pero para que veáis la diferencia, no está solo en las calorías, sino en lo fácil que es consumir pan blanco, lo fácil que comemos esas calorías y, además, que la gran parte de de los carbohidratos que contiene el pan son son almidón, y el almidón es un carbohidrato de absorción muy rápida, como sucede con las patatas, y puede producir grandes picos de glucosa y grandes picos de insulina, que realmente el problema está más en este último, cuando hay demasiada glucosa en sangre para absorber, se provoca un gran pico de insulina y a la larga, cuando esto pasa muchas veces, la insulina se vuelve ineficaz, trabaja menos y se libera menos, porque estamos provocando que el organismo trabaje de más y esto, al principio, pues se hace bien, pero cuando pasa el tiempo se hace mal, es lo que se llama intolerancia a a los carbohidratos y finalmente intolerancia de la insulina, porque trabaja peor en general. Es una forma muy simplificada de decirlo, esto es bastante más complicado, obviamente, pero lo que pasa al final de todo este tiempo es que todo este exceso de calorías en forma de carbohidratos se acaban almacenando como garantía de peso en forma de grasa.
Como digo, esto es a nivel metabólico, es muchísimo más complejo, pero el paso final sucede así. Entonces, por ejemplo, ya hay estudios que nos dicen que dos o más porciones de pan al día ya se ya se asociarían con un aumento de peso y de de sobrepeso y obesidad a largo plazo, y también con un aumento de riesgo cardiovascular por el tema de las harinas refinadas. En este caso, el pan integral, como nos dicen este experto de medicina preventiva, sería el mejor. Es más saludable, en este caso, pero a nivel de de calorías no engorda mucho menos, o sea, a nivel calórico, de hecho, si lo comparáis, porque yo sí que lo he hecho esto, si cogéis el mismo tipo de pan, el mismo, de la misma marca, y cogéis el integral y el pan blanco, el pan integral, no siempre, pero en muchas ocasiones tiene más calorías que el pan blanco. ¿Es peor esto?
No, porque el pan integral también posee más fibra, es integral, valga la redundancia, y, por tanto, la el punto de saciedad es mayor que el pan blanco. Es más complicado consumirlo en general y, aparte, cuando lo consumimos, los picos de glucosa serán menores, ¿vale? Entonces, a largo plazo es más sano, pero tampoco debemos abusar, aunque este sea menos malo, ¿no? Tampoco vale la pena comerse medio kilo de pan porque es integrar, porque es de masa madre o porque lo que queráis, ¿vale? Esto nos la últimamente se ha vendido mucho el tema de no, que el pan sea de masa madre, que lo hagas en tu casa, muy bien, me parece estupendo, pero cuidado, porque si te comes medio kilo de pan por mucha masa madre y que la madre sea un ángel, no, no porque estamos comiendo muchas calorías, ¿vale?
Entonces, hay que ponerle un poquito de sentido común a todo esto. Eso es igual que el agua. El agua es saludable, hay que beber todos los días, pero si te debes diez litros de agua al día, te mueres. Esto funciona así, ¿vale? Entonces, hay que coger el rango óptimo de ni poco ni mucho, ¿vale?
Uno de un ejemplo, un estudio publicado de British Medical Journal concluyó que el consumo de los alimentos integrales reduce en un diecisiete por ciento la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares respiratorias, cáncer de colon o diabetes. No obstante, no todos los paneles integrales son sustitutos saludables, de hecho, es necesario comprobar que, al menos, entre el setenta y cinco y el ochenta por ciento de su harina sea integral. Esto, a al final del capítulo, os lo clarificaré un poquito más, porque aquí hay trampa. De hecho, ya hay un el, yo, por ejemplo, por las mañanas, como siempre, tostadas de pan de centeno, y yo soy consciente de que ese pan de centeno no es el mejor, pero he probado el pan de centeno más puro y de sabor, pues no me ha gustado. Pero, por ejemplo, este, ¿qué pasa?
El que consumo yo tiene un cincuenta y un por ciento de harina integral de centeno, esto como ejemplo para que veáis. A nivel legal, si pones más de un cincuenta por ciento de harina integral, puedes llamar al pan integral, esto a nivel de marketing alimentario, para que lo sepáis porque me pareció muy llamativo, pero realmente, no es integral, o sea, tenemos un cincuenta y un por ciento. ¿Qué pasa? Que tenemos un cuarenta y nueve por ciento de harina refinada, sigue siendo un pan poco saludable a vista de lo que dicen los estudios. Los estudios dicen que debía haber entre un setenta y cinco y un ochenta por ciento de harina integral, pero a nivel legal, si puedes un cincuenta y uno, lo puedes llamar integral.
Entonces, esto es un poco trampa, yo he probado la otra variedad donde sí que hay, en este caso, si no recuerdo mal, era un ochenta por ciento exacto de harina integral y el sabor me costó algún día volver a probar, pero hay que ser conscientes de lo que uno come, ¿vale? En el tema de, por ejemplo, los capítulos que hacemos, yo siempre os hablo mucho de lo que es ideal y lo que es menos ideal. Al final, ser perfecto en todo es imposible, nadie es un gurú, ¿vale? Pero para que estéis informados de cómo saber elegir y de cuál es mejor y cuál es peor. ¿Que os gusta más el ochenta por ciento del real?
Pues muchísimo mejor. Pero si no, que sepáis que el otro, aunque ponga integral, cuidado porque en el etiquetado tiene que poner qué porcentaje de harina lleva. Luego, para continuar un poquito con el capítulo, ¿qué cantidad de pan recomienda a los expertos que debemos consumir? Ya hemos hablado del tema de las harinas refinadas, los aditivos, en el caso del pan blanco, pues cuidado, porque es muy fácil consumir de más. No es que engorde pan blanco como tal, como ya hemos dicho al principio, sino que es rematadamente fácil comer demasiado pan.
No nos damos cuenta, vamos comiendo, vamos comiendo, y en y a lo mejor nos hemos cascado doscientos gramos de pan y no nos hemos dado cuenta. En otros alimentos, doscientos gramos de fruta o doscientos gramos de verdura o doscientos gramos de frutos secos sería más complicado de consumir, a pesar de que estos últimos los frutos secos tengan más calorías, porque no solemos llegar a tanto. O sea, antes de eso, pues, no nos saciamos y no continuamos. Entonces, el problema del pan es la facilidad, no que sea muy denso calóricamente. El mejor pan siempre sea la integral, pero ¿cuánto pan hay que comer al día?
Pues los expertos recomiendan no pasarse los ciento veinte gramos. Ciento veinte gramos es súper fácil, es son dos panecillos o cuatro rebanadas. Esto, sí, pasadlo algún día porque es es nada. Claro, es nada porque estamos acostumbrados a comer mucho pan. Además, el problema en nuestro país, problema, entre comillas, ¿vale?
A nivel gastronómico, en España se lleva mucho el tema de las tapas. ¿Qué pasa? No todas, pero muchas tapas se elaboran con la típica rebanada de pan, y encima de la rebanada de pan, pues ponemos otras cosas, mantequilla, salsas, quesos, embutidos, etcétera. Claro, esto si se hace, aparte de comerlo conscientemente, si se hace de vez en cuando, no pasa nada, al final, pues no, como he dicho antes, no no son nadie es un gurú y nadie lo hace perfecto, pero el problema es que hay gente que lo hace, pues, o a diario a lo mejor no, pero cada semana. Pues esto, cuando te pasas continuamente, al final el cuerpo se queja, y la queja es acabar sufriendo diabetes, acabar sufriendo hipertensión, acabar sufriendo sobrepeso y obesidad.
Esto siempre es a largo plazo, quiere decir, si te atiboras etapas durante un mes, pues igual, ganas algún kilo, pero no acabas diabético, ¿vale? Pero si esto es una forma continuada sin uno ser consciente de lo que está comiendo, pues igual es un problema que hay que tener en cuenta. Una opción alternativa, si nos gustan las tapas, pues cambiar de ingredientes, ¿vale? Aparte de que el pan sí es integrar, pues mucho mejor, en lugar de ponerle embutidos, salsas y demás, pues poner hummus, atún, pavo, aguacate, tomate natural, entre otras alternativas. Esto, claro, es muy fácil decirlo, pero luego al hacerlo dices, es que no no es igual el embutido que el aguacate.
Pues bueno, igual al principio no, a mí el aguacate me gusta mucho, pero luego, pues, le vas cogiendo el gusto, ¿vale? Entonces, sería una alternativa a tener en cuenta. Lo ideal, como digo, es dejar de lado el tema de del pan blanco en sí. La problemática de la harina refinada, como yo comentaba antes, se ha estudiado intensamente, de hecho, se se publicó un estudio en Frontiese Nutrition, que también confirmó lo que comentábamos antes, que al final este tipo de cereales refinados, porque al final el pan se hace de harina refinada, que es de donde hacemos, a partir de cereales, lo que hacen es provocar tolerancia a la glucosa, provocar estos picos de glucosa y que la insulina poco poco vaya siendo más ineficaz. Un análisis más amplio asoció la ingesta de hidratos, de granos, perdón, refinados, con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo dos, que al final es otro tipo de enfermedad cardiovascular, y de obesidad.
La naturaleza altamente refinada de la harina blanca ya ha dado preocupaciones en general y se ha visto en muchos otros estudios, otro fue publicado en Nature. La relación entre consumo de pan y la obesidad también se ha estudiado mucho, y uno de los estudios en particular lo que evalúa es si los factores de alimentación que incluyen pan se asocian con la obesidad y el exceso de grasa a nivel abdominal, y se confirmó que sí, ¿vale? Si nos pasamos con el tema del pan, al final hay consecuencias. De hecho, el exceso de pan blanco en especial o de harina refinada en general, se ha relacionado con otras dolencias más allá del riesgo cardiovascular, como el tema del deterioro cognitivo. Hubo un estudio, en este caso se publicó en el Journal of Alzheimer's Dyseas, y encontró que las personas entre setenta y ochenta y nueve años, con una ingesta más alta de alimentos ricos en carbohidratos como el pan, tenían casi el doble de probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo o demencia en compagacionales que consumían menos carbohidratos.
Además, el consumo de pan puede causar los mencionados picos de azúcar en sangre, lo cual no es beneficioso para la salud. De hecho, no sé si en algún capítulo lo dije, pero hasta hace, ahora ya no se dice tanto, pero hace poco, hace unos años, se hablaba de que el Alzheimer podía ser una una diabetes mellitus tipo tres. O sea, comentaban que las los mismos factores de riesgo que acaban dando lugar a la diabetes, a la diabetes tipo dos, que es la más conocida, también se relacionarían con el aumento de riesgo del Alzheimer. Esto se quedó ahí, de momento no he visto más estudios sobre el tema, pero es una cosa que me pareció curiosa. Luego, ya para ir terminando, lo que hicimos hace poco en en el periódico, que de hecho ahora hemos hecho el caso contrario, hemos hablado de de cuál es el peor pan para la salud, si en el momento de publicar este podcast ya ha salido os enlaza de los dos, pero lo que hice primero fue cuál es el que sí que recomiendo, ¿vale?
En este caso, consumir pan a diario, esta frase la puse en el artículo, la voy a leer tal cual, consumir pan a diario no nos acelerará la entrada en la tumba, pero el problema sería elegir la mejor calidad nutricional de el pan que consumimos y también su cantidad, que como ya habéis visto serían unos ciento veinte gramos por día. Ciento veinte gramos os os animo a a comprobar cuánto pan consumís y ya os digo que ciento veinte gramos es nada, o sea, yo como muy poquito pan y el parecido que suelo comer ya pesa ochenta gramos porque lo pesé un día y y es nada, es muy pequeñito. Entonces, cuidado porque estamos muy acostumbrados en nuestro país, en España, a consumir mucho pan, por eso a mí me parece nada. Es posible que en otros países donde no coman tanto pan, pues les padezca mucho, pero ciento veinte gramos es nada y menos. En este caso, las guías clínicas, en este caso, la de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, aconsejan entre cuatro y seis raciones diarias de granos integrales al día.
A mí personalmente me parecen muchas, pero son unas recomendaciones suficientes, yo creo que esto en algún momento bajará, porque lo ideal sería recomendar más raciones de frutas y verduras, más allá de recomendar tantas raciones de carbohidratos, pero bueno. En este caso, como digo, el pan blanco y el pan de molde serían los menos recomendables, y el pan integral el más recomendable, sea del cereal que sea. De hecho, pan blanco se elabora con harina de trigo, pero sí, aunque se use harina de centeno, espelta, la que os dé la gana, la que esté de moda, cuidado porque si no es entre un setenta y cinco y un ochenta por ciento integral, no nos vale. El cincuenta y un por ciento que os decía, pues el sabor está mejor, es más tolerable, pero no es un pan integral real. De hecho, en el artículo también recalco esta parte del cincuenta y un por ciento, porque que la harina sea integral y, por tanto, no refinada es importante, dado que se compone la, bueno, en este caso, la harina refinada es sobre todo almidón, y el almidón, como hemos dicho, se convierte enseguida en glucosa.
El pan integral o grano entero requiere una digestión más compleja y, además, pues posee más nutrientes, porque están justamente en las partes de las que nos deshacemos al refinar el cereal. Cuando tiene fibra, vitaminas y minerales, de hecho, casi toda la fibra está justamente en la parte de la cual nos deshacemos cuando refinamos la la harina. Entonces, en el tema de del pan blanco, también hablé de en este artículo un poco resumido, el toros que lo que os os dicho antes, el tema de la relación con las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, los picos de glucosa, el riesgo de sufrir deterioro cognitivo y, además, también comenté que el consumo continuado de harinas refinadas se ha asociado con un aumento de la grasa abdominal e incluso con aumento del hambre. Esto lo comentamos en el artículo, en el artículo, perdón, en el episodio de la hipótesis de supervivencia de la fructosa, ¿vale? No sé si os acordaréis, la el el la el episodio fue un poco complejo, a mí también me la pareció, pero me pareció muy adecuado porque se habla mucho de que si a fructosa por aquí o por allá, una cosa es la fructosa de los refrescos y otra y la artificial, y otra cosa es la de las frutas, esto ya lo comentamos, pero el problema es que hoy en día tenemos mucho mucha fructosa artificial.
Es lo mismo consumir una fruta que tenga un poquito de fructosa y que encima se absorbe muy lentamente, que echar mano de refrescos o de bollería o de lo que queráis. En este caso, el aumento del hambre relacionado con los carbohidratos en general, a largo plazo, lo que hace es fastidiar el metabolismo para continuamente tengamos más hambre. Y esto, el pan blanco también pasa. Entonces, cuando comemos continuamente carbohidratos complejos, pero refinados, como el caso del pan blanco, arroz blanco, pasta blanca, lo que hacemos es ir poco a poco alterando el metabolismo y poco a poco haciendo que te que haya más hambre continuada. Entonces, para solucionar eso, no se soluciona enseguida, igual que no se rompe enseguida, lo que tenemos que hacer es priorizar alimentos integrales y alimentos frescos, aparte del tema frutas, verduras, si vas a consumir pasta, arroz o o pan, que sea integral.
Y en el tema de de la pasta y el arroz, yo también os recomendaría ir alternando, se puede, está bien, bueno, bien, en parte, consumir arroz blanco o pasta blanca, pero alternada con la integral, porque la parte mala de la integral, sobre todo el tema del arroz, es el tema de los metales pesados. En el arroz integral hay más metales pesados que el arroz blanco porque se refina, pero arroz integral es más saludable, entonces ahí hay que hacer un mix. Yo, de hecho, hago eso, yo voy alternando entre arroz blanco y arroz integral, pasta blanca, pasta integral, y así hacemos un poco, e igual que que en el pescado, ¿no? Alternar un poquito entre otros para evitar los perjuicios que puedan tener estos alimentos que, en realidad, son más saludables que los otros. Y nada, eso es todo lo que os quería contar por hoy, sobre todo que tengáis en cuenta que el pan blanco lo que provoca son los picos de glucosa y de insulina, y a largo plazo ese es el problema esencial.
Los picos estos lo que hacen es aumentar el riesgo de de diabetes, de hipertensión, de enfermedad cardiovascular, incluso de demencia. Y nada, como siempre, si os ha gustado, de hecho, esto, el capítulo, os agradezco el feedback, si os si tenéis alguna idea, algún capítulo más que os que os guste, que queréis que que hable. Llevamos ciento cuarenta episodios, se van acabando las ideas, pero siempre se me ocurre algo nuevo. Como siempre, esto está colgado en Kuonda y subido a todas las plataformas y para verlo, si queréis verlo, en YouTube. Y nada, nos vemos y nos escuchamos en siguientes episodios.
Hasta la próxima.