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Ya conocemos el eje intestino-cerebro, pero no son pocos los estudios que hablan sobre el 'eje intestino-corazón', cuya relación es más indirecta, pero conocida.

Hoy veremos solo algunos ejemplos de cómo el microbioma intestinal, y sobre todo sus metabolitos, tienen ejemplos medibles y evidentes sobre el riesgo cardiovascular.

Como siempre, algunos enlaces de interés:

Microbioma e insuficiencia cardíaca: https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20220626/alimentos-disparan-insuficiencia-cardiaca-dolencia-mata-espanoles/682681918_0.html

Microbioma, carne roja y TMAO: https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20220812/veneno-corazon-produce-cuerpo-comes-carne-roja/694180953_0.html

Microbioma y colesterol: https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20240405/probiotico-come-colesterol-limpia-arterias-investigadores-harvard/844665772_0.html

Cómo mejorar el microbioma con “jardinería del microbioma” https://www.elespanol.com/ciencia/nutricion/20200125/comidas-antimicrobianas-mejor-cuidan-salud-intestinal/461454238_0.html

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Transcripción


Hola y bienvenidos un día más a la consulta del doctor Méndez. Yo soy Roberto Méndez, médico de familia y especialista en nutrición clínica y deportiva, y en ciencia en el deporte. Como ya sabéis, aquí hablamos de nutrición, de medicina, de deporte o de una mezcla de tantas. Como ya sabéis, suele ser más una mezcla de tantas. Hoy, en especial, volveremos a hablar sobre microbiota o microbioma y su relación con el riesgo cardiovascular.

Ya sabéis que hemos hablado en otras ocasiones, a veces de forma un poco superficial, sobre la importancia del microbioma intestinal y del microbioma en general, porque realmente hay más bacterias en el organismo, aparte de las conocidas del microbioma intestinal, y en otras ocasiones hemos sido un poco más específicos hablando de la relación del microbioma con cosas que realmente son generales, pero que también le afectan. Por ejemplo, la dieta, esto está clarísimo, pero también los ritmos circadianos. De hecho, tenemos un capítulo específicamente dedicado a esto, como afecta ultraprocesados, ritmos circadianos y demás, al microbioma intestinal, porque el microbioma tiene su propio ritmo, ¿vale? Hoy, en especial, nos centraremos en la relación entre microbioma y riesgo cardiovascular. Esto, de nuevo, lo he nombrado en algún que otro episodio, pero hoy nos sentaremos más en ello.

De esto hay un montón, pero exagero, hay un montón de estudios que relacionan la diversidad microbiana a nivel intestinal con el riesgo cardiovascular. Lo que pasa es que, últimamente, la mayoría de los estudios, al menos la mayoría que yo conozco, se han centrado en algunos conceptos muy específicos de los que hablaremos hoy. Como digo, he seleccionado algunos artículos que hemos escrito, en este caso, en el periódico, en español, como solemos hacer, pero de esto se ha estudiado un montón de de factores que tendrían que ver en en la relación entre el microbioma y riesgo cardiovascular, o lo que algunos ya llaman eje intestino corazón. El conocido eje intestino cerebro ya lo hemos comentado en alguna ocasión, si no podéis verlo también en mi cuenta de de Instagram, pero la relación entre el el intestino y el resto de órganos se está empezando a conocer cada vez más. En este intestino corazón, a ver, esto yo lo que quería con pinzas, pero, bueno, hay cierta relación, como iremos comentando.

En primer lugar, hablaremos de el microbioma y el riesgo de insuficiencia cardíaca, el microbioma y cómo la carne roja puede acabar siendo perjudicial por culpa del microbioma, y no por, simplemente, por ser carne roja y ya está, cómo aumenta la carne roja el riesgo cardiovascular, y aquí habría una vía fisiológica muy estudiada ya. La relación entre el microbioma y colesterol, porque no no tenemos que fijarnos tanto en lo en lo que comemos, qué tan bien, sino en lo que absorbemos. De esto ya se está empezando a hablar mucho en los últimos años, porque hay personas, seguro que conocéis personas, que comen un montón y realmente están siempre delgados y nunca tienen riesgo de nada, ¿por qué? Porque no absorben todo lo que comen. Entonces, esto es algo que que se está estudiando y es más complicado de lo que parece.

Y por último, cómo mejorar el microbioma con lo que algunos expertos llaman jardinería el microbioma. Esto es un concepto un poco abstracto, pero lo explicaremos porque me ha parecido curioso cuando lo lo leí. En primer lugar, ¿qué relación hay entre el microbioma intestinal y la insuficiencia cardíaca? Bueno, algunas personas ya sabemos que llegan a experimentar insuficiencia cardíaca, de esto quiero dedicar un episodio íntegro a hablar qué es la insuficiencia cardíaca con un amigo mío que es cardiólogo y que sabe mucho, mucho, mucho sobre el tema. En el futuro prometo llegar a a a hacerlo, pero hoy hablaremos más del microbioma.

En este caso, lo que se sabe es que las personas que sufren insuficiencia cardíaca tienen menos diversidad a nivel del idioma intestinal o tienen metabolitos intestinales determinados muy elevados. Están los ácidos raros de cadena corta, que en algún momento haré un capítulo sobre el tema, pero tienen que estar en equilibrio, ¿no? Puede ser que haya más, por ejemplo, butirato, que lo hemos comentado en alguna ocasión, que acetato o proponato. El butirato tiene que estar en su justa medida y los demás también, ¿vale? Aunque el butirato haya demostrado muchos beneficios a nivel tanto cardiovascular como neurológico, no podemos dar butirato a a a todo el mundo, ¿vale?

Entonces, tanto el tema de la menor diversidad como el tema de que haya un desequilibrio de los metabolitos, se ha relacionado con más visitas al hospital y mayor riesgo de mortalidad, según una revisión sistémica, que esto se publicó en dos mil veintidós, no me lo estoy inventando ahora. Esta revisión sistémica se publicó en la revista Hertz Failur Reviews, o sea, una una a cargo de la universidad de Georgetown. Ya sabemos que el microbioma intestinal es un ecosistema en delicado equilibrio que no se compone solo de bacterias, sino también de otros microonismos como virus, hongos o brotoxos. El microbioma intestinal es, sobre todo, bacterias, eso sí que es verdad, pero también hay otros microorganismos que habría que tener en cuenta. El microbioma se ha demostrado ya en muchísimas ocasiones que afecta a la enfermedad general y, sobre todo, a la enfermedad cardiovascular, aumentando el riesgo de mortalidad y de insuficiencia cardíaca en especial.

Como ya dijeron los los responsables de estudio, se trata de una enfermedad muy grave y con una alta repercusión en la sociedad, ya que según los últimos datos aportados por el informe del Instituto Nacional Estadística de dos mil catorce, murieron en España más de diecisiete mil personas a causa de insuficiencia cardíaca. Estos son, para que os hagáis una idea, cuarenta y cinco muertes al día por insuficiencia cardíaca, con lo cual, la insuficiencia cardíaca es una de las principales causas de mortalidad cardiovascular. En este caso, para el estudio, los investigadores se examinaron siete años de hallazgos enéticos, farmacológicos y otro tipo de investigación de todo el mundo para generar una amplia perspectiva sobre cómo el microbioma puede tener influencia en la insuficiencia cardíaca en especial y, como habéis visto, en el riesgo cardiovascular en general. Y se centraron en un metabolito en especial porque es el más estudiado, no porque haya más, en este caso es el la trimetilamina oxidasa. Está la trimetilamina y, cuando llega al hígado, se convierte trimetilamina oxidasa, que puede ser producido por el microbioma intestinal cuando se consumen, en especial, tres tipos de alimentos, aunque se ha relacionado, en general, con una alimentación basada en ultraprocesados.

Está, en este caso, hay tres alimentos en especial, los productos lácteos muy grasos, las yemas de huevo y la carne roja, pero los ultraprocesados, en general, también se han relacionado con mayor nivel de temao, como le llamaríamos ahora, pero estrimetilamina oxidasa, ¿vale? En este caso, los investigadores comentaban que para diagnosticar y manejar la insuficiencia cardíaca, actualmente nos basamos en hallazgos y resultados de pruebas, pero no sabemos cómo la mala función cardíaca influye en el intestino, incluyendo, como hemos comentado antes, la absorción de metabolitos, de alimentos y de medicamentos, porque las bacterias intestinales crean sus propios metabolitos que algunos se quedan dentro del del intestino, porque porque otras bacterias absorben estos metabolitos como comida, y otros metabolitos viajan alrededor del cuerpo, ¿vale? Algunos llegan incluso a al flujo sanguíneo cerebral, donde está, por ejemplo, el caso delgada, ¿vale? En este caso, como ya indicaron los investigadores en dos mil veintidós, ahora se aprecia una relación de ida y vuelta, esto ya se vio en el eje intestino cerebro, entre el corazón y el intestino, ya que está claro que el corazón y el sistema vascular no funcionan de forma aislada, ni el corazón ni ningún sistema.

La salud de un sistema puede influir directamente en el otro, pero todavía se están elaborando científicamente conexiones claras. Como digo, la masa estudiada aquí es el eje intestino cerebro, pero al final todo el organismo es uno. A nivel médico, por facilidad de concepto, lo dividimos por especialidades, ¿no? Por ejemplo, yo siempre os digo lo de lo de medicina familiar. En medicina familiar vemos de todo, o sea, somos los que vemos, además de medicina interna, todo el cuerpo como un conjunto, porque todo se se intercala, ¿no?

Pero luego está el cardiólogo, el neurólogo, el neurólogo, cada uno tiene su sistema y y se centra mucho en las enfermedades de ese sistema. Está bien cuando sufres una enfermedad grave o muy específica, genética, además, pero cuando hay varias cosas tocadas, hay que verlo todo en su conjunto, como hemos dicho siempre en este podcast. Volviendo al estudio, los investigadores han analizado más de quinientos artículos de investigación publicados entre dos mil catorce y dos mil veintiuno, que relacionan el microbioma con la insuficiencia cardíaca, y al final se centraron en treinta artículos relevantes que cumplían sus criterios. En los últimos años, la tecnología más avanzada, en particular, las herramientas que examinan de cerca funciones del ADN y el ADN, proporcionó una visión más detallada de la relación entre intestino y corazón, y estos estudios fueron de particular interés. Los investigadores no pudieron precisar los efectos de la dieta en la interacción entre microbioma y sistema cardiovascular debido a la falta de datos sólidos, no es que no existan, sino que los estudios, pues, no se centraron tanto en ellos.

Señalaban que la nutrición es un componente importante a la salud cardiovascular en general, esto estaba claro, por lo que tener la oportunidad de explorar el impacto de la dieta en relación con el microbioma es un área prometedora. En cuanto a las posibles intervenciones para mitigar los efectos negativos del microbioma, los investigadores señalan que hay estudios en curso que evalúan el uso de antibióticos, prebióticos y probióticos, mejor estos últimos, porque los antibióticos los estamos usando en exceso hoy en día, y todos influyen en el microbioma, así como la salud, perdón, como los aglutinantes intestinales que se adhieren y ayuda a transformar los elementos nocivos fuera del intestino. Como explican los investigadores, actualmente se está desarrollando un estudio prospectivo para evaluar el microbioma en pacientes con insuficiencia cardíaca en especial, y están interesados en la experiencia asintomática de los pacientes con insuficiencia cardíaca terminal, así como la pérdida de peso y el desgaste relacionados con la enfermedad. Como ya sabéis, y si no, os lo comentaremos en el episodio que digo donde nos dedicaremos a insuficiencia cardíaca en especial, los pacientes que sufren insuficiencia cardíaca tienden a la caquexia, es decir, pierden mucha masa muscular y hoy en día no se sabe aún cien por cien por qué.

Se supone que, como el corazón no funciona del todo bien, no llevan todos los nutrientes donde toca, pero es muy probable, muy muy probable que el microbioma intestinal, como está tan afectado, también tenga algo de ver. Volviendo de nuevo al tema de la TMAO, sabemos que las sustancias químicas producidas en el tracto digestivo por los microorganismos, después de comer carne roja, ayudarían a explicar, al menos en parte, ya te digo que no todo, porque esto es una parte, si no recuerdo mal, esta relación entre intestino y corazón ayudaría a a explicar por lo menos el veinte por ciento del riesgo cardiovascular, más allá del tema del colesterol, que también son falsos de riesgo que comentaremos después, pero el tema de la TMO producida por los microorganismos monointestinales explicaría el veinte por cien. En este caso, también en el año dos mil veintidós se publicó un estudio en arteriosclerosis, trombosides and vascular Biology, que buscaba investigar un poco más a fondo la relación entre el consumo de carne roja, vidrio bioquímica y aumento de riesgo cardiovascular. Ya sabemos que hoy en día, esto lo podía haber dicho ahora, hace diez y hace veinte años, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial, no solo a nivel de los países occidentales, sino en todo el mundo.

Aunque el riesgo de desarrollar una enfermedad aumenta con la edad, hay otros factores de riesgo que influyen en él. Tenemos el tema del colesterol, hipertensión, la diabetes, pero hoy en día sabemos que el estilo de vida, la falta de ejercicio o sedentarismo, ambas cosas, una cosa es estar sedentario y otra cosa es el nivel de actividad y qué actividad, porque no es lo mismo caminar que hacer pesas, se está empezando a ver que hacer ejercicios de fuerza sería más importante si cabe que el tema de salir a a caminar o hacer ejercicios aeróbicos, porque cuanto mayor masa muscular tengamos, tampoco te digo ser culturista, sino tener un cierto nivel de masa muscular protege contra la enfermedad cardiovascular. Esto, de nuevo, es algo que se está viendo sobre todo en los últimos años, así que no es todo tener x o y enfermedad, sino que hay mucho más. Estilo de vida y los comportamientos mejoran la salud, incluyendo el riesgo cardiovascular, y esto incluye a su vez una dieta saludable, alimentos saludables frescos, especialmente frutas y verduras. La la actividad física que hemos comentado, dormir bien, mantener un peso corporal dentro de lo saludable.

Recordemos que el IMC mayor de veinticinco no siempre es sobrepeso, habría que tener en cuenta porcentaje de masa grasa y masa muscular, como os expliqué en el capítulo dedicado al IMC. El tema de consumir alcohol y tabaco, habría que dejar de fumar, dejar de beber. Ya sabéis que el tema de consumir alcohol con moderación, cuidado, porque esto es algo que se se tiene que estudiar un poco más a fondo, hay estudios que dicen que sí, otros que dicen que no, yo soy más partidario de decir que no, pero cuidado con esto porque a más alcohol evidentemente menos la luz. El tema de presión arterial, colesterol alto y azúcar, que esto ya os hallamos. Hoy en día, la mayor parte de la atención en la dieta se ha centrado en el tema de la carne roja, en cuanto a riesgo cardiovascular se refiere, y el tema de las grasas saturadas en la dieta.

Esto es lo que haría lo que el colesterol aumente en sangre. Pero los investigadores, basándose en sus hallazgos y en las más novedosas, han dirigido más su atención a la relación entre carne roja y microbioma, para ver qué qué está pasando ahí, porque hay cosas que no se pueden explicar solo con el tema de el colesterolcentrismo, que lo llamo yo. En el estudio lo que se vio es que ya han investigado ya centrándose en investigaciones previas, se había descubierto que ciertos metabolitos, que son productos químicos de la digestión de los alimentos, se habrían asociado con mayor riesgo cardiovascular. De nuevo, uno de estos metabolitos, la TMA o la timetil, la la N óxido de timelatimetilamina o timelatinamina oxidasa, podemos llamarlo de las dos maneras, lo llamaremos TMAO por facilidad, que producen ciertas bacterias intestinales tras digerir la carne roja, contiene altas cantidades de una sustancia llamada L-carnitina. Os sonará la L-carnitina porque se usa como supervento quemagrasas, que de hecho creo, si no estoy equivocado, me suena que lo hablamos en un capítulo sobre ese tema en Diario Runner, el podcast de palabra de runner, por si tenéis curiosidad.

¿Es mala la de la de carnitina? En exceso parece que sí, o sea, en parte sería buena porque al final es una sustancia que se crea después de digerir alimentos, pero todos los excesos son malos, incluso de haber agua en exceso se ha demostrado que es malo. Entonces, cuidado con esto porque no significa que la lcanitina sea súper buena o súper mala, puede ser buena en algunos ambientes, mala en otros. En este caso, los niveles altos de tema o en sangre o seres humanos se habría asociado con mayor riesgo cardiovascular, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en especial, enfermedad renal crónica y diabetes tipo dos. Sin embargo, aún se desconoce si la TMAO y los metabolitos derivados, la L carnitina, pueden ayudar a explicar los efectos de ingesta de carne roja en el riesgo cardiovascular y en qué medida contribuyen.

Ya os digo que últimos estudios, esto ya de más de dos mil veinticuatro, decían que alrededor de un diez, veinte por ciento podía explicarse por la TMO. No es que sea todo, pero algo bastante, diría yo, influye. Para entender todo esto, los investigadores realizaron un estudio midiendo niveles de metabolitos en sangre. También examinaron lo típico, azúcar, niveles de inflamación, el tema de la inflamación crónica bajo grado, presión arterial y colesterol, para explicar el elevado riesgo cardiovascular asociado al consumo de carne roja en especial. Los participantes, que fueron más casi cuatro mil de los cinco mil ochocientos resultados iniciales de estudio de salud cardiovascular de Estados Unidos, se seleccionaron aquellos que estaban libres de enfermedad en al al momento de empezar el estudio.

La edad media era de setenta y tres años, y casi dos tercios eran mujeres. El ochenta y ocho por ciento participantes eran de raza blanca, así que esto coge, lo cogemos con pinzas porque habrá gente que no está ahí en cuidar de estudio. Y se hizo un seguimiento de doce coma cinco años y hasta veintiséis años en algunos casos. ¿Qué se vio? Pues, en las tiendas de seguimiento se tuvieron en cuenta mediante médicos, estilo de vida, condición de salud, características sociodemográficas, como los ingresos, la educación y la edad.

Se midieron varios biomarcadores al inicio del estudio y, de nuevo, en año noventa y seis y noventa y siete. Las muestras de sangre se congelaron a menos ochenta grados y se animaban los niveles de varios microorganismos intestinales relacionados con el consumo de carne roja, como la Temao, la gamma butirovetaína y la crotono betaína. Además, todos respondieron a dos cuestionarios validados de frecuencia de alimentos sobre sus hábitos alimentarios, incluyendo la ingesta de carne roja, carne procesada, pescado, aves y huevo al inicio del estudio, y de nuevo en el año noventa y cinco, noventa y seis. En el primer cuestionario, los participantes hablaron de frecuencia de de de consumo medio de alimentos en los doce meses anteriores. Habían comido determinadas cantidades de varios alimentos desde nunca hasta casi todos los días, y en el segundo se utilizó una frecuencia de diez categorías en los últimos doce meses, que iba de nunca o menos una vez al mes hasta más a seis fracciones al día.

En este caso, los investigadores compraban el riesgo de enfermedad entre los participantes que comían diferentes cantidades de alimentos de origen animal, como carne roja, carne procesada, pescado, pollo y huevos, ¿vale? ¿Qué se vio? Bueno, pues que comer más carne, especialmente carne roja, carne procesada, algo que ya sabemos, se relacionaría con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, un veintidós por ciento más de riesgo por cada uno coma una oración al día. Según los autores, el aumento de TMAO y los metabolitos explicaba aproximadamente una décima parte del riesgo. Esto es lo que decía el estudio de dos noventa y dos, pero ya os digo que hay estudios que ya hablan de un veinte.

También señalaron que el azúcar en sangre y las vías generadas de inflamación pueden ayudar a explicar los vínculos entre el consumo de carne roja y enfermedad cardiovascular. El azúcar en sangre y la inflamación también serían importantes carne roja y la enfermedad cardiovascular. El consumo de pescado, aves de corral y huevos no se relacionó con el mayor riesgo de enfermedad, Cuidado con el tema de los huevos. A ver, sí que hay estudios que dicen que, si te pasas con el tema de los huevos, comer un huevo, incluso dos al día, parece que está bien, según los estudios de los últimos veinte años, si veis hace cincuenta, pues no, pero yo tampoco me comería diez huevos al día, así que cuidado con el tema este del exceso porque tiene su vaquero, ¿vale? Pero los investigadores dicen que hay que seguir investigando.

Luego, como último estudio, antes explicaros un poco el tema de la jardinería, del microorganismo que parece limpiar las arterias, en este caso, como lo hablamos en el en el artículo, que era un poco llamativo. Y lo que se ha visto, bueno, en este caso fue un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard, el Hospital General de Massachusetts, con otros colaboradores, y ya vieron, pues, lo mismo, una relación entre microbioma y enfermedad cardiovascular. Los estudios el estudio se publicó en la revista Shell y vio que hay microorganismos, esto ya era algo que algunos sospechaban, hay microorganismos específicos que consumen colesterol a nivel intestinal, lo que conllevaría una reducción del riesgo. ¿Cómo? Pues habría gente que tiene más de estos microorganismos y habría gente que tiene menos.

Por eso hay gente que tiene mayor riesgo cardiovascular y otra menos comiendo casi lo mismo. Ya sabemos que los ultraprocesados, en general, se asocian con mayor riesgo, pero hay gente que es que come ultraprocesados y no le pasa nada. ¿Por qué es? Pues que la la absorción importa. Entonces, en este caso, se han analizado metabolitos y genoas microbion microbionanas, perdón, de más de mil cuatrocientos participantes, en este caso del estudio Framingham, conocido estudio sobre el colesterol.

Este proyecto aún sigue activo y lleva décadas en funcionamiento, entonces cada vez sabemos más. En este caso, descubrieron que las bacterias Osciribacter son capaces de captar y metabolizar el colesterol, así, las personas con mayores niveles de esta bacteria también muestran niveles más bajos de colesterol. También se logró identificar el mecanismo, por lo que se podrían plantear intervenciones terapéuticas para reducir el colesterol a través del microbioma. Como dicen los autores, la investigación integra los hallazgos en participantes humanos con variación experimental para garantizar que los descubrimientos tienen un buen punto de partida para mejorar la salud cardiovascular. Así que, como vemos, el tema del microidioma tiene mucho que ver.

Lo que se ha visto en este último estudio que os explico hoy, los investigadores han obtenido una imagen más completa y detallada del impacto del microbioma intestinal en el metabolismo, y han combinado técnicas de metagenómica, donde se perfila el ADN microbiano, con la metabolónica, que lo que hace es medir los niveles de ciertos metabolitos conocidos y miles desconocidos. Hasta hace unos años, estas técnicas se veían como algo abstracto que que que a nivel médico no tenía mucho sentido, y cada vez está viendo que la metabolómica y la metagenómica son muy importantes. De hecho, yo tengo un un ex profesor de la universidad, el doctor Jordi Salas, que se está dedicando mucho a este tipo de técnicas porque están descubriendo muchas cosas que hasta hace poco no sabíamos porque no disponíamos de esa tecnología. Y lo que se vio es que las personas con varias especies de bacterias del género oscilibacter, porque nos, esto es un género, valga la redundancia en general, hay varias especies el mismo, tendrían menos colesterol. Y este género sería particularmente abundante en el intestino, representando el uno por ciento del microbioma.

Uno por ciento es para hacer a poco, pero uno por ciento de todo lo que hay ahí es un montón, ¿vale? Posteriormente, analizaron la vía bioquímica, o sea, la la el la vía metabólica en este caso, vía bioquímica mediante la cual estos microorganismos descomponen el colesterol y recolectaban bacterias de muestras de heces, creando una biblioteca única, y lo que hicieron fue cultivar el el oscilibacter para ver qué hacía. Se usó espectro de masas para identificar los subproductos y permitió ver qué mecanismos empleaban. Efectivamente, lo que hace oscilibacter es convertir el colesterol en productos intermedios que lo que hacen es servir de alimento a otras bacterias. Esto ya pasaba en el glioma, se sabe que hay bacterias que lo que hacen es consumir fibra fermentable y lo que crean es butirato, que es el uno de los ácidos grasos de cadena corta para alimentar, a su vez, a otras bacterias que también están en el intestino.

Entonces, aquí lo que hace Ziribacter es, con subir colesterol, lo descompone y esa descomposición, esos metabolitos intermedios, sirven de alimento para otras bacterias, y estas descomponen estos subproductos y facilitan su expresión. Consumen lo que les hace falta y lo demás bloquean. Y se han utilizado modelos de aprendizaje para identificar qué enzimas hacen esto, y también se han visto, ¿vale? Hay otra especie de bacteria intestinal, Eubacterium coprostanolirgenes, que también contribuía a la disminución del colesterol. Esta especie es portadora del gen que ya se había relacionado con el metabolismo del colesterol.

Si las dos bacterias se unen, si Eubacterium se se une a Osirisbacter, se producen efecto sinérgico entre ambas y lo que hacen es degradar más colesterol. Y, nada, esto se tiene que seguir investigando, pero es una cosa muy llamativa que en la carrera no te explican porque esto, sencillamente, se ha descubierto hace muy poquito, hace años que se usa metabolómica y metagenómica, pero ahora ya se está viendo que tiene sentido y mucho. Y ya para ir terminando, hablamos del tema de la jardinería del micro idioma, que os sonaba como muy abstracto, pero bueno, es algo también se está investigando. Lo que se está viendo es que controlar el equilibrio del microbioma y no solo cargárnoslo todo, o sea, da antibiótico a tutiplena a todo el mundo a ver qué pasa con el tema del chihuahu y demás, no tenía mucho sentido, sino que lo que habría que hacer es mantener un equilibrio, un control de las poblaciones de microneismos beneficiosos y nocivos, porque en el intestino viven todos, pero cuando aumentan mucho los potencialmente nocivos es cuando se producen las infecciones. Y lo que se vio en un estudio publicado en Wood Microbiops es que este control de las floraciones que residen en nuestro tracto gastrointestinal promueve la floración de bacterias beneficiosas a la vez que controla las perjudiciales.

El microbiólogo intestinal, que ya sabéis que ya hemos hablado un montón de veces, es una comunidad, hay diferentes especies, se puede estimular directamente con un tipo de virus como bacteriófagos o fagos. Infectan únicamente a bacterias, se replica en su interior y las consumen. Estos fagos existen en el en el microbioma, lo que pasa es que están, pues, en su justa medida, existen muy poquitos. Pero hay comidas que contienen compuestos con efecto antimicrobiano que estimulan la reproducción de los fagos, esto lo lo vio el estudio, ¿vale? Se analizaron una por una y se confeccionó una lista.

Al examinar las curvas de trescientos bacteriano, observaron que, si bien las bacterias tienden a multiplicarse con el tiempo, en un momento dado se estabilizan. Pero si los fagos están activos, el crecimiento bacteriano se frena y las bacterias se desploman. En lo que alimentos se refieren, estos efectos antimicrobianos se han visto en la miel, la stevia y el espartamo, que son edulcorantes, algunos naturales, y el extracto del nismo de la India o Neem. También probaron, con una eficacia menor, aunque había eficacia, el regaliz, la salsa picante de chile y hierbas como el orégano, la canela, el clavo, el ruibarbo y hasta la pasta de dientes, que tiene efecto tiene, bueno, algunos compuestos antimicrobianos. Cuidado con el tema del orégano, canela, clavo, esto también se vende en forma de aceites esenciales micronizados, y yo hasta hace poco también creía que esto no sería para nada, pero poco a poco los estudios van diciendo que sí, así que no es que sea una cosa que como cuando damos un antibiótico y nos lo llevamos todo por delante, sino que necesitan un tiempo mayor de para hacer efecto, pero no son inútiles, esto es una cosa que me llamó la atención cuando me estudié esto, la verdad.

Bueno, como dicen los investigadores, el microbioma está compuesto por diferentes poblaciones, pero se pueden abordar determinadas problemas de salud ajustando qué es lo que comemos y, en este caso, influyendo en la diversidad microbiana y mejorándola. Algunas comidas, alimentación normal y corriente, ni superbinación ni nada, actúan como inhibidores de fagos, lo que puede usarse para controlar también los virus patógenos. Esto lo decía el estudio. Una vez identificadas las comidas antimicrobianas, seleccionan dos familias respectivas de batería del microbioma que son muy conocidas, bacterbidetes y firmicutes, que, en este caso, ya sabéis, ya se vio en el trasplante fecal que tener más de unas y de otras es bueno o malo, o sea, te hace estar ganar más peso o menos. A mayor nivel por, si no recuerdo mal, a mayor nivel de fímicutes, más probabilidad de ser delgado y a mayor nivel de bacteridetes, más probabilidad de acabar en sobrepeso u obesidad, porque estas últimas son muy eficaces para absorber nutrientes.

Bueno, se realizaron cribados de los compuestos alimentarios hasta quedar con veintiocho de ciento diecisiete, y ensayaron la inducción de fagos en grupos bacterianos. Se comparaban posteriormente con cultivos que no habían sido expuestos a descomventes antimicrobianos mediante hidrometría de flujo y observaron qué las partículas a nivel del tamaño del virus. Este enfoque es lo que llevaban los investigadores una jardinería de microbioma, porque es similar a desglosar las malas hierbas en el jardín para que las plantas deseables crezcan otra vez. Es decir, que ir quitando los microorganismos que pueden ser patológicos o que lo son, a cambio de que crezcan los beneficiosos sin pasarse. Un consumo excesivo de comidas antimicrobianas puede dar problemas relacionados con la falta de diversidad, así que comprender y utilizar de forma adecuada estos compuestos sería lo adecuado.

La posibilidad de copias identificadas como inductoras de fagos sean investigadas con mayor profundidad. Así que cuidado también con el tema de suplementarnos a saco con cualquier probiótico o con con cualquier tema del aceite esencial o con con miel, canela, orégano, porque no es pan para todos, ¿vale? Hay que tomarlo en su justa medida cuando hace falta, igual que un alimento normal y corriente, ¿vale? Tema de suplementación y alimentos que son súper buenos, pues en su justa medida, en su justa medida de verduras, de frutas, de carne, de pescado, proteína, porque más no siempre es mejor, como hemos dicho en muchas ocasiones, y esto también tiene que ver con el tema del sobre entrenamiento y demás que hemos comentado en otras ocasiones. Y ya acabamos por hoy, se me ha quedado un un capítulo un poco largo, pero espero que haya sido vuestro interés porque es algo que se está estudiando ya hace años, pero en los dos, cinco últimos años, la verdad es que está teniendo un boom importante el tema de cómo el microidioma afecta a muchas más zonas del organismo del que creíamos.

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